ADORACIÓN EUCARÍSTICA. invitación a ser un Adorador
El mal, o la inconsciencia del bien josé rodríguez
1. EL MAL, O LA INCONSCIENCIA DEL BIEN
José Rodríguez Peláez
2. “Si quieres llenar tu taza de bebida caliente,
antes debes vaciarla del té que se enfrió”.
Y a este conocido dicho oriental
le podríamos añadir otro de andar por casa.
“Una caja estará completamente llena
cuando en ella no quepa ni un alfiler”.
3. Aunque sean pensamientos distantes en el espacio,
ambos gozan de evidente lógica.
El mal que el hombre cree experimentar
no es algo real, sino sólo un pensamiento.
4. Pero eso no le ahorra el sufrimiento,
mientras no haya sido eliminado de la conciencia,
donde todo cobra “vida”.
Con negar la existencia de la desarmonía,
no aparece el bienestar.
Ni negando la oscuridad, iluminamos la estancia.
5. Pero es bueno saber que el mal,
como la oscuridad o el frío,
es simple ausencia de “algo”.
6. Las tinieblas señalan falta de claridad.
Y el frío indica carencia de calor.
Todo el mal es la inconsciencia del bien.
No darme cuenta de Su Única Presencia.
7. Cuando alguien solicita mi ayuda,
apenas me entretengo en lo que me cuenta.
Agradezco la nueva ocasión que se me ofrece.
8. La oportunidad de atender sólo y exclusivamente
al Todo que existe.
Volverme a la Realidad.
Abrirme al Amor expresándose instante a instante.
9. Contemplar la luz.
Darle la espalda al frío, a la oscuridad,
a la mentira, al error. Si sólo sé que,
“Todo es Mente infinita y su manifestación infinita”,
ninguna otra cosa ocupará mi atención.
10. Si estoy lleno de la única totalidad,
“porque Dios es Todo-en-todo”,
nada más podrá entrar en la conciencia.
Sólo sentiré el Bien.
11. Estad conscientes por un solo momento
de que la Vida y la inteligencia
son puramente espirituales.
Que no están en la materia, ni proceden de ella,
entonces el cuerpo no proferirá ninguna queja.
12. El profeta Isaías clamará en nombre de Dios:
““Mirad a mí todos y sed salvos,Mirad a mí todos y sed salvos,
porque yo soy Dios y no hay nada más".porque yo soy Dios y no hay nada más".
14. Más que entretenernos
con pensamientos de curación,
de problemas que solucionar,
necesidades que colmar,
orientación o guía que recibir,
hay una opción más práctica:
15. Pensar sólo en Dios,
Él es nuestro todo,
y ya es el Bien para siempre.
16. Y aquí corregimos el dicho
con el que abrimos nuestra reflexión.
No es preciso vaciar la taza primero,
ya que sólo estaba llena de ilusión, de nada.
17. Sólo el Bien es capaz de colmar
con auténtica sustancia.
“El Espíritu, sinónimo de la Mente, el Alma o Dios,
es la única sustancia verdadera.”