2. En el budismo se afirma que la salvación se alcanza por la lectura
de los Sutras y por la invocación de Buda ya que así se concentra
la mente, se apacigua el interior y la persona se prepara para
entrar en el estado de quietud total que es el Nirvana.
Uno de los más importantes símbolos
del budismo es la flor de loto que crece
del fango del fondo del lago, atraviesa
el agua sucia, se eleva sobre la superficie
y entonces se abre en todo su esplendor.
3. En el cristianismo el principal símbolo
de la salvación es el Cristo clavado
en la cruz, mientras que en el budismo
es la representación del Buda sentado,
lleno de serenidad y beatitud,
también se habla del Buda acostado
como símbolo del Nirvana, de la quietud
total.
T. Suzuki señala el contraste tan grande entre la imagen de
Cristo crucificado y la de Buda que yace sobre un lecho. La
verticalidad significa acción, combatividad, mientras la posición
horizontal significa paz, tolerancia, apertura mental.
4. El cristianismo siendo activo, tiene en sí algo que agita, que
disturba; siendo combativo y exclusivista, tiende a ejercer sobre
los demás un poder autocrático y tal vez dominante, a pesar de
sus declaraciones por la democracia y la fraternidad universal.
La horizontalidad del Buda del Nirvana puede a veces sugerir la
indolencia, la indiferencia y la inactividad, mientras el Budismo
es en realidad la religión de la infinita y valiente paciencia. Es
también religión de paz, de serenidad, de ecuanimidad y de
equilibrio que se niega a ser combativo y exclusivista.
7. Mientras en el Budismo el hombre busca la salvación alcanzando
el Nirvana, en el Cristianismo es Dios quien revela una salvación
que consiste en la entrada en el Reino de los Cielos; además
mientras el Budismo se centra sobre la persona individual, es
decir sobre sí mismo, el Cristianismo sobre la caridad hacia el
prójimo; y finalmente mientras las afirmaciones que Cristo hace
sobre su propia persona, en su calidad de Hijo de Dios, lo
colocan por encima de todos los seres humanos, Buda afirma de
sí mismo que él es solamente un hombre.
8. Al afirmar Cristo:
“Yo soy el camino, la verdad y
la vida; nadie va al Padre sino
por mí” (Jn 14,6),
se está identificando con el Absoluto, en quien los atributos
coinciden con la esencia misma de la persona. Buda se considera
simplemente como el que muestra el camino, el que alcanzó la
verdad plena y la comunica a los demás, el que ayuda a los
humanos a encontrar la vida verdadera, la vida que está libre de
la ignorancia y del dolor.