El documento discute cómo el progreso humano depende más de las relaciones interpersonales que de la tecnología. Aunque la tecnología ha cambiado rápidamente, lo que realmente importa es la comunión con los demás, ya que los seres humanos están destinados a vivir en comunidad, no aislados. Jesús nos enseñó que el amor a Dios y al prójimo es el mandamiento principal.