El documento describe una ley anti-obesidad propuesta en México que buscaba prohibir la venta de comida chatarra y publicidad en escuelas, así como promover 30 minutos de ejercicio diario. Sin embargo, cuando la ley pasó al Senado fue modificada para prohibir sólo la publicidad de comida chatarra en escuelas y deportivos, sin prohibir su venta o consumo, lo que decepcionó a quienes querían medidas más estrictas contra las empresas de comida chatarra.