El desarrollo humano integral se presenta como la nueva cuestión social del siglo XXI, resultado de las fracturas sociales en un mundo globalizado. Esto requiere redefinir la política social en sus fundamentos teóricos y medios de acción, más allá de paradigmas heurísticos, proporcionando instrumentos de análisis e instituciones interregionales que medien entre lo político y lo económico ante el impacto de estas fracturas. La "ciudad del hombre" surge como meta para alcanzar más allá de intereses privados y lógicas