El documento analiza los conceptos de descentralización y privatización educativa en América Latina durante la década de 1990 según varios autores. También examina cómo las tecnologías de la información y la comunicación han impactado la organización educativa en el contexto de las reformas de esa época. La descentralización implica distribuir el poder de decisión entre los distintos niveles de una organización. Las reformas de los 90 descentralizaron los sistemas educativos en la región principalmente para aliviar la crisis financiera. Respecto a las TIC,
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1. TRABAJO PRÁCTICO N° 2
CURSO: Administración de la Educación y Gestión de las Instituciones Escolares
ESTUDIANTE: GOMEZ, MARIA LETICIA
PROFESOR: Fabricio Tripicchio
Consignas:
1- Tomando como referencia los aportes de Casassus, J. (1990), Miranda, E. (2011),
Benitez, M. (1993), Filmus, D. (1998), Namo de Mello, G. (1991): Desarrolle una
definición de descentralización en la que ponga en juego las relaciones con los procesos
de privatización educativa. Analice las implicancias que tienen dichos conceptos en las
llamadas políticas reformistas de la década del 90. En el análisis deberán contemplar
tanto el caso argentino como el de América Latina, como de otros países.
2- Siguiendo los aportes de Feldfeber, M., Caride, L., Diyarian, M. y Grad, P. (2009),
Feldfeber, M., Saforcada, F. y Jaimovich, A. (2009), y Palamidessi, M. responder: ¿De
qué manera las tecnologías de la información y la comunicación impactan en la
organización y gestión educativa? Explique su introducción en el contexto de las llamadas
articulaciones políticas administrativas reformistas. Sustente su desarrollo con los
autores trabajados en la cursada.
1- De acuerdo con los aportes de los diferentes autores trabajados en el recorrido de estas
clases se entiende por descentralización cuando el poder de decisión se reparte entre los
distintos mandos y los distintos niveles de la organización. Esta supone una distribución
del poder en el espacio territorial.
Puelles Benítez (1993) cuando se refiere a descentralización, señala que “estamos ante
una organización descentralizada cuando el poder de decisión es compartido por uno o
varios niveles de la organización.
Este es un concepto amplio, ya que supone la existencia de un poder de decisión
compartido por varios niveles de la organización del Estado, en la que hay una
transferencia de poderes a las unidades territoriales subnacionales del estado o de la
sociedad civil. De esta manera, una organización está descentralizada cuando el poder
de decisión es compartido por uno o varios niveles del sistema.
Filmus (1998) nos indica que los procesos de descentralización incorporan “la
implementación de mecanismos de evaluación de la calidad, la extensión de la
escolaridad obligatoria, el cambio de los contenidos curriculares, la priorización de la
escolarización básica, el desarrollo de políticas focalizadas, la mayor participación de
las comunidades”; y que estos procesos de descentralización vienen recomendados
principalmente por organismos de financiamiento internacional.
Para Casassus (1990), “un proceso de descentralización constituiría una relación de
tensión entre dos orientaciones divergentes, una de las cuales tendería hacia una mayor
2. unidad y la otra hacia una mayor heterogeneidad”. En este sentido, la descentralización
y la desconcentración forman parte proceso.
Los puntos en “común” pero sin dejar de ser conflictivos de estas dos orientaciones,
estaría en la “potencialidad de contribuir a adaptar las estrategias educativas a cada
realidad local y se argumenta que ello requiere de una mayor inversión pública y un
mayor apoyo técnico-profesional por parte del Estado” (Filmus, 1998).
De este modo, se distinguen dos procesos generales, la desconcentración y la
descentralización y tres modalidades que pueden adoptar estos procesos, la
regionalización, la municipalización y la nuclearización, particularmente en América
Latina.
En América Latina, estos procesos se dieron con diferentes lógicas y concepciones,
según Filmus (1998)
· Lógica economicista: enfatiza la necesidad de ahorro del gasto público, de distribuir
el gasto social oficial en los niveles provinciales y municipales, aumentar el aporte
familiar, o de transferir a entidades comunitarias y privadas la conducción de la gestión
educativa.
· Concepción tecnocrática: la descentralización es vista desde una lógica instrumental
y tiene como objetivo principal controlar y hacer más eficiente el proceso de toma de
decisiones.
· Lógica pedagógica: se concibe a la descentralización como un mecanismo de mejora
de la calidad.
· Lógica democrático-participativa: El objetivo principal de esta concepción es otorgar
mayor autonomía de decisión, poder y recursos a las instancias locales y regionales.
Como profundiza Filmus, en su texto “La descentralización educativa en el centro del
debate”, en nuestro país, la profunda crisis que sufre el Estado de bienestar en la región
desde los años 1970 ha llevado a que la necesidad de descentralización de los servicios
educativos y de la política social en general esté vinculada principalmente a la crisis
financiera y a la deuda externa. a la excesiva burocratización del aparato público y a la
incapacidad de los Estados para satisfacer las necesidades de la sociedad en su conjunto.
En este contexto, se iniciaron en la región una serie de procesos para descentralizar los
sistemas educativos, la mayoría de los cuales tenían un denominador común: aliviar la
crisis financiera.
En esta etapa del análisis, podemos argumentar, junto con J. Cassasus, que “La
descentralización no es un fin en sí misma, es una política para lograr ciertos objetivos.
Como tal, ella no es ni buena ni mala, no es progresista ni conservadora. Depende de si
contribuye o no a resolver los problemas que esta medida sugiere que puede resolver"
(Cassasus J., 1994).
Así, desde diferentes modalidades del proceso. La descentralización del sistema
educativo dependerá principalmente de los principales problemas que se planea
resolver con la ayuda de esta transformación.
El caso argentino ha sido discutido, recordando que la Ley de Transferencia de
Instituciones Educativas (1992) preveía la provincialización de las escuelas. El traspaso
a las provincias (1992-1994) tuvo lugar principalmente a razones financieras.
3. Desde mediados de los años 1990 hasta los primeros años de la década siguiente, la
política educativa se caracterizó por procesos de reforma que influyeron
fundamentalmente en la población Gobierno y gestión de las escuelas y reestructuración
de la organización de las escuelas primarias y secundario
Esto tuvo diversas consecuencias que afectaron la calidad de la enseñanza; salarios de
los docentes; y eso provoco un detrimento en la infraestructura y equipamiento de las
escuelas.
Por otra parte, la Ley Federal de Educación (LFE, 1993) fue la primera ley general de
educación que se introdujo una división de responsabilidades entre los niveles nacional
y provincial, siendo el nivel nacional responsable de: Papel de la planificación
estratégica, el control de políticas y la evaluación de resultados, mientras que las
provincias Son responsables de la financiación y administración de las escuelas.
2-Para comenzar el análisis se conceptualiza que “Las TIC no son artificios neutrales.
Son tramas de artefactos, técnicas, conocimientos y saberes que se articulan con las
prácticas sociales, los conocimientos y los sistemas de orientación e interpretación de
las personas y los grupos que las utilizan. En buena medida, la forma en que las
tecnologías se imbrican en la producción de prácticas sociales depende de la
capacidad que los sujetos, las instituciones y las sociedades tengan para construir y
recrear conocimientos y sentidos en torno de sus potencialidades y sus usos”
(Palamidessi, 2006)
El mundo de la educación es parte de este cosmos social cambiante que se encuentras
alentados, seducidos y obligados a renunciar a su “autosuficiencia” y abrirse a la tecnología
Las organizaciones hegemónicas a nivel internacional sostienen que las tecnologías de la
información y la comunicación puede permitir nuevas formas de producir, compartir y utilizar
conocimiento y ampliar las oportunidades de aprendizaje para una variedad de audiencias y
estudiantes y colegas con maravillas del inagotable mundo de las redes electrónicas.
Sin embargo, la promesa de una comunidad global es la imagen de la paz. intercambio sin
barreras y distribución abundante y universalmente beneficiosa. aparece cada vez menos
transparente, eclipsada por la influencia destructiva desigualdad económica, concentración de
medios o el uso delictivo de las redes.
En palabras de Palamidessi, “
“En la educación, la ola de incorporación de tecnologías se superpone con el
debilitamiento de las creencias y de las fuerzas que impulsaron la utopía de la escolarización
universal, el desencantamiento generalizado que atraviesa la tarea pedagógica -antes tan
sagrada y plena de sentidos- y la sensación de impotencia de los educadores frente al poder
cultural del mercado”. (Palamidessi, 2006)
En los últimos años estos desarrollos tecnológicos aceleraron el proceso de "desanclaje del
espacio/tiempo", esto es, el creciente y generalizado "despegue" de las relaciones sociales de sus
4. contextos locales de interacción. Crecientemente, la gente se comunica e interactúa en entornos
virtuales.
Este nuevo escenario de crecimiento simultáneo de las diversidades y las desigualdades trastoca el suelo
sobre el que se expandió la escuela y la esta transformando aun contra la resistencia y la lucha de algunos
actores sociales que se encuentran en este ámbito.
la influencia de la digitalización y mundialización de las comunicaciones en los procesos educativos no
deja de incrementarse:
• la cantidad y diversidad de conocimientos, textos y productos que circula no deja de crecer;
• los sujetos con los que trabaja la educación escolar son crecientemente atravesados por flujos
electrónicos globales -estímulos, imágenes y textos- que proveen una parte cada vez más importante de
los materiales sobre los que se construyen las narraciones de lo social y la identidad de los individuos;
• la escuela deja definitivamente de ser el canal privilegiado mediante el cual las nuevas generaciones
entran en contacto con la información sobre el mundo, proceso que ya había iniciado la irrupción de la
TV algunas décadas atrás.
En cuanto a las nuevas perspectivas frente a la educación y con el devenir de las Tic y las sociedades
de información junto a esta incipiente “alfabetización digital” comparto con Palamidessi que las
escuelas deben promover el desarrollo de habilidades, conocimientos y disposiciones para el uso de las
herramientas informáticas fundamentales, la comunicación y coordinación a través de redes electrónicas
y el uso de bases de información. El desarrollo de una alfabetización digital también debe incluir
oportunidades sistemáticas de acción y de reflexión sobre los modos de trabajar, producir y comunicar
en los nuevos entornos. Pero, al mismo tiempo, no basta con educar a las personas para dotarlas de
conocimientos, capacidades y actitudes para vivir y desarrollarse en esos espacios de interacción social:
los docentes —adecuadamente apoyados y acompañados— deberán trabajar con sus estudiantes sobre
las formas de democratizarlos y humanizarlos. (Palamidessi, 2006)
Todo esto conlleva la necesidad de que, por razones de economía de tiempo y espacio, de organización
y gestión, las miradas reformista de la educación han virado hacia un trabajo cada vez más tecnológico
y conectado a redes institucionales y gubernamentales, que sin dudas, con la aparición del virus
COViD19 aceleraron el proceso de utilización de todas las herramientas digitales que lograran acercar
la educación de manera igualitaria e inclusiva todos los afectados.
Referencias bibliográficas
Casassus, J. (1990), “Descentralización y desconcentración de los sistemas educativos en
América Latina: fundamentos y dimensiones críticas”, en: Boletín Proyecto Principal de
Educación en América Latina y el Caribe, Unesco-Orealc, Santiago, 7-18. Disponible en:
Miranda, E. (2011), Globalización periférica, regulación política del sistema educativo y
producción de desigualdades en Argentina ¿Dónde estamos ahora?, en: Rizoma Freireano,
Instituto Paulo Freire, España, 1-20. Disponible en:
Puelles Benítez, M. (1993), Estudio teórico sobre las experiencias de descentralización
educativa, en Revista Iberoamericana de Educación, Nº 3. OEI. Disponible en:
http://www.oei.es/oeivirt/rie03a01.htm [Consulta: 9 de septiembre de 2013].
5. Filmus, D. (1998), “La descentralización educativa en el centro del debate”, en: La Argentina
que viene. Análisis y propuestas para una sociedad en transición, Flacso-Unicef-Norma,
Buenos Aires, 53-88.
Namo de Mello, G. (1991), “Autonomía de la escuela: posibilidades, límites y condiciones”,
en: Boletín Proyecto Principal de Educación en América Latina y el Caribe, Nº 26. Santiago de
Chile. Unesco/Orealc. Disponible en: [Consulta: 5 de abril 2013].
Feldfeber, M., Caride, L., Diyarian, M. y Grad, P. (2009), “Propuestas controvertidas, políticas
resistidas: el proyecto de municipalización educativa en las provincias de Buenos Aires” en:
Autonomía y gobiernos de la educación. Perspectivas, antinomias y tensiones, Aique Grupo
Editor, Buenos Aires, 165-194.
Feldfeber, M., Saforcada, F. y Jaimovich, A. (2009), “Las escuelas autogestionadas de San Luis:
los sentidos de la autonomía escolar en una política provincial”, en: Autonomía y gobiernos de
la educación. Perspectivas, antinomias y tensiones, Aique Grupo Editor, Buenos Aires, 81-108.
Palamidessi, M. (2006), “Las escuelas y las tecnologías, en el torbellino del nuevo siglo”, en: La
escuela en la sociedad de redes. Una introducción a las tecnologías de la informática y la
comunicación en la educación, Editorial Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 13-32.