2. El niño es un ser social y debe aprender los patrones de
la vida en sociedad: cómo iniciar la interacción social,
cómo interesarse por los otros, cómo afirmar su
personalidad, cómo controlar su temperamento.
De ahí la importancia de conocer cómo se establecen
relaciones con los compañeros y cómo se aprenden las
habilidades sociales.
3. Los niños más expuestos a sufrir problemas académicos
y de conducta antisocial son aquellos que tienen
relaciones insatisfactorias con sus compañeros.
En el lenguaje del desarrollo del niño, el término
compañero (coetáneo) designa al niño de la misma edad
o madurez.
Las buenas relaciones con los compañeros son
necesarias para el desarrollo psicológico normal.
4. Estudios indican que las relaciones positivas con los
compañeros mejoran los sentimientos de competencia,
eficacia y autoestima.
Los compañeros son una fuente importante de apoyo
emocional para el niño que tiene problemas en casa. Pero su
influencia no siempre es positiva.
El niño estará más propenso a probar el alcohol o el
cigarrillo con sus compañeros si observa modelos que beben
o fuman.
Las relaciones con padres y compañeros están relacionadas
en muchas formas con el surgimiento de conductas
problemáticas en el niño y en el adolescente.
Recordar que también los padres de familia influyen
profundamente en el proceso evolutivo. Escogen el barrio, la
escuela, la iglesia y las organizaciones juveniles donde sus
hijos elegirán a los amigos
5. ¿CÓMO SE RELACIONAN LOS NIÑOS?
Aunque la familia es el núcleo
central de las relaciones sociales
del niño, el pequeño también
muestra interés y se relaciona con
otras personas situadas fueras del
marco familiar y especialmente con
las que son de su edad.
6. LAS RELACIONES SOCIALES DE CERO A
DOS AÑOS
Durante los primeros meses las limitadas
capacidades motrices y cognitivas que
poseen los bebés no les permiten
establecer una relación social propiamente
dicha por lo que no suelen manifestar un
interés social por otros bebés de su misma
edad, aunque sí por las figuras de apego
como mamá, papá, el hermanito o
hermanita, abuelos o tíos.
7. A partir de los 6 meses comienza a haber reciprocidad
entre niños de la misma edad pero ésta es muy
rudimentaria, por ejemplo sonríen al notar la
presencia del otro niño en el parque.
Sin embargo, a partir de los 12 meses los niños
comienzan a manifestar un interés creciente por lo
que hacen los otros, por ejemplo imitan la forma en
que juegan los otros niños y muestran agresividad
cuando otro niño agarran su juguete.
8. LAS RELACIONES SOCIALES DE DOS A
SEIS AÑOS
Al principio de la etapa de Educación Infantil,
los niños practican el juego
simbólico utilizando materiales “reales”
como por ejemplo, un coche de juguete, sin
embargo, a medida que cumplen años, los
pequeños no necesitan apoyarse en objetos
parecidos a los reales para jugar de forma
simbólica, porque su desarrollo cognoscitivo
permite que utilicen su imaginación para
dotar de propiedades específicas a cualquier
objeto que deseen.
9. CÓMO AYUDAR A LOS NIÑOS A
RELACIONARSE
El ser humano necesita combinar espacios de intimidad con otros de
carácter más social. Por ello, desde los primeros meses de vida muestra
interés por otras personas. Estas interacciones evolucionan a medida que
el niño desarrolla sus capacidades cognitivo-afectivas.
Pero es en el aula donde el niño va a tener más posibilidades de
relacionarse con niños de su misma edad. El grupo de iguales es el
lugar en el que el niño aprende a relacionarse y dentro de cual vive la
mayoría de las experiencias de socialización. Por lo que el lugar que ocupe
en el grupo y la calidad de sus relaciones van a influir en la manera en que
percibe a los demás y a sí mismo.
10. Las relaciones entre iguales son necesarias para el
adecuado desarrollo de los niños A medida que el
niño crece, las relaciones se amplían y se
vuelven más complejas, requiriendo el
desarrollo de más habilidades para
relacionarse exitosamente.
11. ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE QUE TENGAN
AMIGOS?
Las relaciones entre iguales son
necesarias para el adecuado desarrollo de
los niños. Tener amigos les permite
sentirse parte del grupo y recibir
apoyo en aquellos momentos en que lo
necesiten, compartir experiencias,
intereses y gustos, establecer relaciones
de confianza y al mismo tiempo les ayuda
a construir una imagen adecuada de sí
mismos.
12. ¿QUÉ DIFICULTADES PUEDEN TENER?
Los niños, al igual que los adultos, pueden mostrar diferentes
tendencias al relacionarse. Algunos pueden mostrarse inhibidos,
manifestando dificultades para expresar sus opiniones o
dando menos importancia a sus sentimientos y
necesidades que a las de los demás, así como adaptándose
en la mayor parte de las ocasiones a los deseos de la otra
persona.
13. EN EL OTRO EXTREMO ESTÁN AQUELLOS NIÑOS QUE
SOBREVALORAN SUS NECESIDADES, INTERESES O
DESEOS, POR ENCIMA DE LOS DE LOS DEMÁS.
Al relacionarse de este modo, no permiten que los
demás participen de verdad en la relación,
desencadenando dos posibles reacciones, cuya aparición
dependerá de la situación y los compañeros de juego: que
se adapten a sus deseos o se nieguen a jugar bajo sus
condiciones.
No hay posiciones correctas o incorrectas. Pero si una
tendencia de comportamiento se convierte en algo rígido,
que no varía según los diferentes contextos, puede
generar dificultades al menor.
14. ¿Por qué algunos niños tienen tantos
amigos y otros tan pocos? ¿Por qué
algunos sufren el rechazo?
El factor decisivo de la popularidad
entre los compañeros es la
competencia social, es decir, la
capacidad de iniciar interacciones
positivas con otros.
16. Uno de los factores causantes del rechazo de los compañeros es la agresión.
Grupo con otros niños agresivos que modelan y refuerzan el
comportamiento antisocial (Cairns y Cairns, 1994).
El rechazo está asociado a problemas académicos, a inasistencia a la
escuela y a deserción en la secundaria.
El niño rechazado agresivo es quien más necesita los programas de
intervención que mejoran las relaciones con los compañeros.
17. EL
PROFESOR
Crear un ambiente de
relaciones sociales positivas.
A menudo limitan las
oportunidades de que el niño
establezca relaciones sociales
de apoyo
Les asignan el lugar, aíslan a
los desordenados y separan a
los que hablan demasiado,
debilitando las relaciones con
los compañeros
18. • El entrenamiento en las habilidades sociales consiste en ofrecer
oportunidades de juego a los preescolares y a los alumnos de primaria.
A través del juego se da aprendizaje cooperativo y la tutoría de los
compañeros lo que contribuye a crear una cultura positiva en la
escuela.
Esto reduce el número de estudiantes socialmente aislados y mejora las
relaciones entre los provenientes de diversos grupos étnicos y sociales,
aumentando la motivación y el logro.
Usando una combinación de aprendizaje cooperativo y de actividades
de entrenamiento individual en el aula.
19. * En la investigación sobre el desarrollo del niño, se ha
comprobado que tales conductas prosociales aparecen a edad
temprana siempre que las relaciones con la familia sean
positivas.
Los niños de 3 años muestran una amplia gama de
conductas prosociales: compartir, ayudar y dar cuidados. A
menudo estas conductas ocurren espontáneamente, con poco
estímulo por parte de otros.
20. El ambiente familiar influye decisivamente en la adquisición de las
conductas prosociales, pues en él los niños aprenden la empatía.
Por el contrario, las tácticas de fuerza que incluyen el castigo físico,
la restricción física o la prohibición no explicada, no ayudan a
aprender las conductas prosociales.
Los profesores pueden mejorar la conducta prosocial modelándola,
alentando a los niños a que participen, cooperen y ayuden a otros y
utilizando mensajes reflexivos.
Los programas de intervención que favorecen la conducta
prosocia1 pueden ser de gran utilidad para los niños olvidados y
rechazados que carecen de las habilidades sociales.