La mita en la época incaica requería que los varones trabajen en obras públicas a cambio de una retribución, aunque a veces era una forma de esclavitud dura. El Virrey Toledo transformó la mita en un tributo obligatorio para hombres casados entre 18-50 años para trabajar principalmente en las minas de Potosí, estableciendo pueblos de indios administrados por corregidores para implementarla.