Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Situación cultural de la España del S.XVIII.
1. Integrantes:
Silvia Fernández Corrochano
Andrea Madariaga Rodríguez
Laura Sánchez Delgado
Mohsine Jemmahri Ammar
Adrián García Fernández
CARLOS III
Con respecto al tema de las reformas educativas del gobierno de Carlos III hay que
decir que se impulsó extraordinariamente el desarrollo científico mediante
expediciones geográficas y de divulgación científica, la construcción de edificios o
lugares inculcados a la investigación científica, como el observatorio astronómico, el
jardín botánico, el Museo del Prado o el Gabinete de Ciencias Naturales, y la
fundación de las Reales Academias.
Para Carlos III España debía modernizare, y esto solo lo conseguiría extendiendo la
educación y alentando el desarrollo científico. El objetivo del nuevo Rey en la política
educativa era la integración del indígena para convertir a los indios en súbditos de la
monarquía y que incorporasen la lengua, la cultura y los usos hispanos, por lo que en
1766 Carlos III dispuso que los indios fueran recibidos en los colegios existentes en la
Nueva España y fueran promovidos, según su mérito, a todas las dignidades y oficios
públicos.
Las reformas educativas entorno a la universidad durante el reinado de Carlos III
fueron posibles gracias a la expulsión de los jesuitas en 1767, ya que éstos eran el
mayor apoyo de los Colegios Mayores durante la primera mitad del siglo XVIII. Esto es
un dato importante puesto que los directores de estos colegios mayores coincidían con
ser los rectores de las Universidades más importantes de España: Salamanca, Alcalá
de Henares, Valladolid, Santiago de Compostela, Valencia y Sevilla. Todas las
universidades dependían de órdenes religiosas, por lo que el dominio eclesiástico era
total. Durante este periodo solo existían cuatro Facultades: la de Artes, la de Teología,
la de Medicina y la de Derecho.
Entre 1766 y 1767 se redactó un nuevo plan de estudios universitarios. Todas las
Universidades renovaron materias y textos a lo largo de la década de los 70;
reañadieron cursos de Matemáticas, Física, Geometría, Biología y Ciencias Naturales;
se suprimieron los cursos dictados y los apuntes de clase proponiéndose el uso de
libros de texto. De esta manera se centralizó y uniformó la universidad española,
convirtiéndose en un servicio público en el año 1807.
La «reforma social» era sólo un aspecto de la reforma universitaria, en parte previo, en
parte concomitante. Según expresaba Roda a Mayans, era preciso, además, cambiar
las instituciones, los métodos y los planes de estudios universitarios. La idea del nuevo
método que se puede practicar en las Universidades de España se encaminaba a
2. trazar un programa de estudios y un reglamento organizativo para todas las
Universidades del Reino. Pero los políticos actuaron de forma gradual. El avance real
lo constituirían los planes de estudio solicitados a los centros universitarios por el
Consejo de Castilla, modificados por sus fiscales a tenor de las tendencias imperantes.
En el fondo, las transformaciones postuladas no obedecían a un programa sistemático
llevado a término desde el poder; se trataba más bien de cambios parciales, derivados
de unas ideas genéricas y un ambiente.
PEDRO RODRÍGUEZ DE CAMPOMANES
Pedro Rodríguez de Campomanes fue un político, jurisconsulto y economista español.
Fue nombrado Ministro de Hacienda en 1760 en el primer gobierno reformista del
reinado de Carlos III. Al fallecer su padre, la madre confió su manutención y formación
a un tío canónigo de la colegiata de Santillana del Mar, y allí se formó demostrando
una inteligencia precoz en el estudio de las lenguas clásicas. Luego inició la carrera de
leyes en Oviedo, que continuó y concluyó en Sevilla, y se trasladó a Madrid para abrir
un bufete de abogado. Al advenir al trono Carlos III, se fijó en él y fue nombrado
miembro de los consejos de Hacienda y de Castilla y volcó su vida por entero a la
política. Se consagró a las reformas en tres sectores: jurídico, económico y político,
bajo el signo de la Ilustración. Carlos III lo nombró Ministro de
Hacienda en 1760. Publicó en 1774 su “Discurso sobre la educación popular de los
artesanos y su fomento”.
CONDE DE ARANDA
Durante el reinado de Carlos III el Conde de Aranda fue embajador en Varsovia y
obtuvo el grado de capitán general del ejército español. Intentó capturar Lisboa pero
fracasó. Luego fue nombrado embajador de Valencia, cargo al que tuvo que renunciar
para presidir en 1765 el Consejo de Castilla.
El conde de Aranda pasó a ocupar la presidencia del Consejo de Castilla a raíz del
motín de Esquilache y se encargó de buscar la paz entre el pueblo y el monarca y lo
consiguió.
Durante los años que estuvo al frente del Consejo de Castilla, instauró una política
reformista basada en los principios de la Ilustración. Para llevar a cabo las reformas
contó con la colaboración de Campomanes, persona de máxima influencia del Rey
durante la época. Las reformas se centraron en la cuestión agraria; colonización de
sierra Morena, en las medidas regalistas, en el apoyo a las Sociedades Económicas
de Amigos del País y en la elaboración del llamado Censo del Conde de Aranda
(1768-1769), el primer censo de población que se hizo en España.
3. GASPAR MELCHOR DE JOVELLANOS
Gaspar Melchor de Jovellanos, fue un escritor, jurista y político ilustrado español, llevo
a cabo la reforma educativa durante la reforma educativa de Carlos III, trata de una
reforma global ya que le preocupaba especialmente la instrucción pública y la reforma
universitaria, buscando extender la gratuidad, es decir la educación pública buscando
la perfección del hombre, la comunidad, la naturaleza y dios, con el fin de buscar la
prosperidad y mejora del estado, mediante la instrucción de los principios de cada
ciencia primitiva, unificando los métodos y libros de estudio y enseñanza. Al igual que
Campomanes es partidario de un pacto con la iglesia y la nobleza para lograr tal fin.
Muestra de ello es la propuesta de educación publica con una privada o los
seminarios, en los cuales llevaban a cabo la enseñanza literaria, moral y civil a
huérfanos, hijos de viudas y padres ocupados para formar a sus hijos.
PABLO DE OLAVIDE
Pablo de Olavide: Reforma de los estudios universitarios de la Universidad de Sevilla.
La estructuración de los estudios universitarios en el Plan elaborado por Olavide y sus
amigos comprendía cuatro Facultades y un Curso. A las ya tradicionales de Artes o
Filosofía, Teología, Cánones y Leyes y Medicina, se añadía el curso de Matemáticas,
primer brote moderno de lo que habría de ser después el árbol universitario de las
Ciencias. Esta innovación afectaba también a la Facultad de Artes. Seguía siendo una
Facultad "menor", previa a los estudios "mayores", cambiando su nombre por el de
Facultad de Física.
Se establecía un examen de ingreso en la Universidad, que había de hacerse
obligatoriamente antes de comenzar la Facultad de Física. Los aspirantes a la vida
universitaria habían de poseer suficientes conocimientos de Gramática latina y de
Aritmética "inferior", al menos con aptitud en las cuatro reglas.
A los cuatro años de Física sucederían otros cuatro en la respectiva Facultad y otro
final de Pasantía, con lo que se cumplían los nueve años que el escolar había de
consumir en las aulas de la Universidad. Al cabo, se le confería el grado de Bachiller, a
la edad de veinte o veintiún años, habiendo ingresado a los once o doce en la Facultad
de Física. Como se ve, esta Facultad seguía en la mentalidad del legislador, supliendo
la "enseñanza media" tal como hoy la concebimos.
A estos años de enseñanza teórica habrían de suceder otros tres de aprendizaje
práctico de la profesión: los abogados, practicando en los tribunales; los médicos, en
un hospital; los sacerdotes, en el Seminario clerical. Una sola excepción se haría en
beneficio de los catedráticos, quienes quedarían dispensados de los años de práctica,
que sustituirían por las clases dadas en la Universidad.
Para cooperar ventajosamente a la destrucción del espíritu partidista en la
Universidad, propone Olavide que se supriman también los diferentes trajes que usan
los universitarios.
4. Añade a esto el Asistente algunas observaciones muy sensatas sobre la falta de
prestancia y de higiene a que da lugar el uso de trajes talares en la época formativa de
la primera juventud. Por todo ello, propone que el Consejo mande que se adopte en
las Universidades el traje Militar.
No olvida este Plan de Estudios punto tan esencial como es una buena biblioteca
universitaria. En Sevilla, se formaría con los libros de los jesuitas. Esta biblioteca, que
sería también pública, sería de libros cuidadosamente seleccionados. Nunca será bien
meditada esta repetida aversión que los hombres "ilustrados" del XVIII sienten hacia
sus predecesores, al tiempo que alaban la primera mitad del siglo XVI. Mientras
nosotros fijamos nuestra mirada en la literatura de creación y encontramos cumbres
gloriosas en ella, los intelectuales de la Ilustración sólo atienden el bajísimo nivel de
nuestra literatura doctrinal y científica. Olavide es uno de ellos, y quizás el de
vehemencia más apasionada.
Fuentes
http://www.cuentayrazon.org/revista/pdf/029/Num029_004.pdf
http://personal.us.es/alporu/historia/carlos_iii.htm
https://es.wikipedia.org/wiki/Conde_de_Aranda
http://revista.muesca.es/index.php/articulos2/100-educacion-e-ilustracion-
manifestaciones-en-cantabria?start=1
https://es.wikipedia.org/wiki/Gaspar_Melchor_de_Jovellanos
http://www.historiasiglo20.org/HE/8c.htm
http://personal.us.es/alporu/historia/olavide_planestudios.htm
http://personal.us.es/alporu/historia/pablo_de_olavide.htm
http://personal.us.es/alporu/historia/olavide_informe.htm
https://es.wikipedia.org/wiki/Pablo_de_Olavide