El documento analiza el cuento "Satarsa" de Julio Cortázar y el uso de la palabra "rata" como ideologema. A lo largo del cuento, la palabra "rata" adquiere múltiples significados que van más allá del animal, representando a veces a los perseguidos y a veces a los militares que los persiguen. Al final, tanto los cazadores como las ratas son aniquilados, reflejando la destrucción que trajo la dictadura militar en Argentina.
1. EL IDEOLOGEMAEN SATARSA
1. Todo producto ideológico posee una significación, aparece como un signo:
representa/sustituye algo que se encuentra fuera de él. En Satarsa, las ratas son
un símbolo complejo, una metáfora que envuelve a hombres y animales, es una
imagen indefinida: Satarsa es la rata, pero al final, los perseguidos son las ratas
para los militares. Satarsa, a su vez, puede ser el animal, o el militar que ordena.
En el transcurso del relato, las diferentes imágenes se turnan para ocupar el lugar
de la metáfora RATAS. A veces el referente es visible y a veces no. La palabra
rata aparece llena de contenido y significación ideológica. que se hacen más
compleja para que el lector los descifre. Rata es un signo que se comprende y
adquiere sentido por su contexto. Existen tantos significados de una palabra como
contextos hay en uso: rata primero es el animal, luego los capturados, luego los
captores, sin embargo la palabra no pierde su unidad, ni se desintegra. Rata
produce sentido, es variable y polisémica.
2. Bajtín: un ideologema es la representación que tiene un sujeto de una práctica,
una experiencia, un sentimiento. Son representaciones elaboradas en las
conciencias individuales a través de discursos y las evaluaciones. Son un
patrimonio compartido por los distintos grupos (en este caso por los personajes del
cuento que comparten la misma ideología). La ideología es la función
estructurante del cuento y está íntimamente ligada a la experiencia personal vivida
por el autor, Cortázar, quien fue testigo y perseguido durante la dictadura militar.
La palabra ideologema es RATA, que va adquiriendo diferentes significados a lo
largo del relato, es una palabra llena de contenido y de significación ideológica.
3. Las ratas son para la conciencia colectiva, seres inmundos, despreciables y
demoníacos. Se avalan expresiones tales como "sos una rata", "te mataré como a
una rata", negando de esta manera la existencia de lo humano en el hombre. Bajo
este contexto, la ideología del cuento es el sentir de los perseguidos por la
dictadura militar.
4. Es necesario atar a la rata. Pero según Laura, las ratas pueden ser ellos, el grupo,
los perseguidos que "huyen como ratas", y pueden terminar siendo cazados.
Deben cazar muchas ratas para poder dejar el pueblo. Cambiarán ratas por su
libertad, como síntesis del exiliado durante la dictadura y juego opuesto al de los
otros, según la explicación de Lozano, que cambian su libertad por ratas. El
espejo, el Otro, igual y distinto a la vez. La dicotomía implica ser uno o lo otro.
5. Cazarán tantas, que escaparán con ellas en el camión el jueves por la madrugada.
"Iremos con las jaulas de las ratas, date cuenta." dice Yarará, todos son ratas,
cazadas y en huida.
6. Llenas las jaulas, toman camino al rancho. La muerte sobreviene de una cacería
nocturna organizada. Aquí se invierte la imagen del espejo, refractando la realidad
2. en vez de reflejarla: los cazadores de ratas son ratas cazadas. Este acto colectivo
de venganza y muerte, donde son reducidos a la nada hombres y ratas, donde la
existencia de Satarsa funde en sí misma a hombres enfrentados en ideologías
opuestas. Así, el sentido del ideologema "rata" aparecido al comienzo del relato,
avanza en su significación refractando, en palabras, animales, hombres,
ideologías, poder, astucia, venganza y muerte. Ya desde el título anticipa algo,
involucrando al lector y termina en la aniquilación del hombre por el hombre, de la
ideología por la ideología.
ALGUNAS ALEGORÍAS RECUPERADAS:
Hay dos bandos opuestos, los cazadores versus las ratas gigantes de Calagasta,
víctimas y predadores; términos que a su vez se desdoblan en la alusión
respectiva a guerrilleros y militares. Represores y ratas constituyen dos órdenes
paralelos.
Se efectúan dos cacerías en el texto; dos contendientes, Satarsa y Lozano;
referencias bíblicas a Caín y Abel.
La acechanza siniestra de los ojos rojizos de Satarsa, imagen figurada de la
dictadura militar, 30.000 desaparecidos en Argentina (1976-1982), contundencia
del horror inenarrable que identifica ratas con milicos detrás del palíndroma que
miente y dice la verdad como todo espejo. El concepto de ideología funciona como
velo que oculta o disfraza encubriendo las depredaciones sociales.
Atar a las ratas te da Satarsa la rata. Es un nombre -dice Lozano-, pero todos los
nombres aíslan y definen. Evidenciar a la rata, empezar a enlazarla, es la función
que asume el texto. Jugando bajo la falsa tersura de los palíndromas, Lozano
aprende que para terminar con ese estático vaivén, con la pesadilla de las ratas,
sólo las variaciones muestran un camino, y agrega: a lo mejor es la única manera
de acabar con ellas. Matar a la rata, erradicarla de la sociedad. Matar a la rata es
el compromiso asumido por Lozano.
Incluye a la hija mutilada por las ratas para denunciar la cobardía de los
torturadores que se ensañaron sobre prisioneros indefensos, mujeres y niños, para
después rendirse con las botas lustrosas en la guerra de Malvinas. En esta
perspectiva, la figura de Laurita cobra dimensión de futuro lacerado, enarbolando
su muñón, inventando su tamborcito, su silencioso juego, con esa seriedad que
ponen los niños cuando juegan.