La displasia de cadera infantil, también conocida como displasia evolutiva de cadera, se caracteriza por la inestabilidad de la articulación de la cadera que permite la subluxación o desplazamiento parcial o total de la cabeza del fémur del acetábulo. Aunque las causas exactas son desconocidas, factores de riesgo incluyen antecedentes familiares, la posición del feto en el útero y las hormonas generadas durante el parto, que podrían inducir la laxitud de los ligamentos del bebé y explic
Planificacion Anual 4to Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
Articulo 1
1. DISPLACIA DE CAREDA INFANTIL.
El término más habitual para definir la displasia de cadera infantil es el de displasia
evolutiva de cadera (DEC) y se caracteriza por la inestabilidad de la articulación,
que puede deberse al hecho de que los ligamentos de la articulación no están lo
suficientemente tensos y por tanto no la fijan convenientemente permitiendo una
subluxación del fémur o porque la cabeza del fémur esta parcial o totalmente fuera
del acetábulos (la parte cóncava de la pelvis en la que se inserta).
Causas: Aunque no se conocen la causa concreta de la displasia de cadera en el
niño, se cree que se inicia poco antes o después del parto o en el transcurso de
los primeros años de vida. En cualquier caso, lo que hay que tener en cuenta es
que se trata de una enfermedad progresiva, de ahí el término de displasia
evolutiva de cadera.
Lo que sí se han definido son algunos factores de riesgo para el desarrollo de esta
anomalía articular:
Antecedentes familiares, en cuyo caso la prevalencia de la enfermedad es 30
veces superior que cuando no existen. En este sentido, podría haber un
componente genético. Así, si uno de los padres presenta este tipo de displasia su
hijo tiene un 12% de posibilidades de sufrirla. Si se trata de un hermano el riesgo
se reduce a un 6%. Y si son los dos, aumenta hasta un 36%.
La posición del feto en el útero también pude favorecer el desarrollo de la
displasia, dependiendo de qué parte del cuerpo esté sometido a mayor presión, ya
que ésta puede distender los ligamentos de la cadera. Si están sentados sobre la
pelvis tienen más posibilidades que los que se encuentran en la posición habitual.
Pero aún así en la normalidad la cadera izquierda recibe más presión que la
derecha, lo que coincide con los datos epidemiológicos, en el sentido de que es
más frecuente la displasia de la cadera izquierda.
También se cree que las hormonas generadas por el organismo de la madre en el
momento del parto con el fin de abrir el canal del parto podrían inducir la laxitud de
los ligamentos del bebé, lo que podría explicar por qué la displasia de cadera es
más frecuente en las niñas, pues ligamentos son menos tensos que los de los
niños.