Entre las negociaciones familiares y laborales: Las experiencias de las mujeres trabajadoras en cargos operativos de en un Ingenio Agroindustrial del Valle del Cauca, Colombia
Esta investigación analiza las negociaciones familiares que hacen las mujeres trabajadoras en cargos operativos de un Ingenio Agroindustrial del Valle del Cauca y como estas negociaciones les permiten articular su vida laboral. De manera que los hallazgos de este estudio cualitativo permitirán ahondar a futuro en la capacidad negociadora de las mujeres trabajadoras en la industria Colombiana
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Entre las negociaciones familiares y laborales: Las experiencias de las mujeres trabajadoras en cargos operativos de en un Ingenio Agroindustrial del Valle del Cauca, Colombia
1. ÁREA DE PSICOLOGÍA, RR.HH
TÍTULO DEL PROYECTO FINAL
Entre las negociaciones familiares y laborales: Las experiencias de las mujeres
trabajadoras en cargos operativos de en un Ingenio Agroindustrial del Valle del
Cauca, Colombia
Tesis para optar al grado de:
Máster en Resolución de Conflictos y Mediación
Presentado por:
Mary Luz Espinosa Bonilla
CODDMRC588581
Director:
Carlos Marcuello Recaj
Cali, Colombia
Julio 21 de 2017
2. DEDICATORIA
A las mujeres que han construido nuestra historia con su vida y con su sangre, y
a quienes conozco a través de las letras de un libro, de sus biografías, de sus
recetas, de sus inventos, de sus luchas armadas llenas de razones y de
emociones, de sus oraciones, de sus lágrimas, de sus risas, de sus besos, de
sus caricias… a ellas les debo las ganas y la motivación de descubrirme en la
investigación para seguir despejando el camino y armando eslabones en busca
de una equidad de género.
“…Me estremeció la mujer
que pario once hijos
en el tiempo de la harina
y un kilo de pan
y los miro encurecerse
mascando carijos
me estremeció porque era
mi abuela, además.
Me estremecieron mujeres
que la historia anoto entre laureles
y otras desconocidas gigantes
que no hay libro que las aguante.
Me han estremecido...”
(Canción: Mujeres. Cantautor: Silvio Rodríguez. 1975)
3. AGRADECIMIENTOS
A mi compañero de viaje Fernando Uribe Satizabal, que no solo entrego su
corazón en este mi proyecto sino que lo hizo parte de él, con sus consejos, su
escucha atenta, con sus palabras de ánimo, con su luz, con su amor y
trascendencia. Me ha contribuido a que pueda enfrentar mis propios miedos y de
construirme y re construirme como mujer en esta investigación.
A mis padres: José Francisco Espinosa Moncayo y Estefanía Bonilla Cardona,
porque junto con ellos he construido mi historicidad, mis valores, mi proyecto de
vida, pero también junto con ellos me he permitido romper algunos esquemas
sociales convencionales, los cuales han sabido apoyar y sobrellevar pese el
dolor, mi dolor, mi alegría.
4. COMPROMISO DE AUTOR
Yo, Mary Luz Espinosa Bonilla con célula de identidad 66.721.399 y alumno
del programa académico Máster en Resolución de Conflictos y Mediación,
declaro que:
El contenido del presente documento es un reflejo de mi trabajo personal
y manifiesto que ante cualquier notificación de plagio, copia o falta a la
fuente original, soy responsable directo legal, económico y administrativo
sin afectar al Director del trabajo, a la Universidad y a cuantas instituciones
hayan colaborado en dicho trabajo, asumiendo las consecuencias
derivadas de tales prácticas.
Firma: ___________________________
5. [Autorización de carácter voluntario]
Cali, Julio 21 de 2017
Para:
Fundación Universitaria Iberoamericana - FUNIBER
Att: Dirección Académica
Por este medio autorizo la publicación electrónica de la versión
aprobada de mi Proyecto Final bajo el título Entre las negociaciones
familiares y laborales: Las experiencias de las mujeres trabajadoras en
cargos operativos de en un Ingenio Agroindustrial del Valle del Cauca,
Colombia en el campus virtual y en otros espacios de divulgación
electrónica de esta Institución.
Informo los datos para la descripción del trabajo:
Título
Entre las negociaciones familiares y laborales: Las
experiencias de las mujeres trabajadoras en cargos
operativos de en un Ingenio agroindustrial del Valle del
Cauca, Colombia
Autor
Mary Luz Espinosa Bonilla - Director: Carlos Marcuello
Recaj
Resumen
Esta investigación analiza las negociaciones familiares que
hacen las mujeres trabajadoras en cargos operativos de un
Ingenio Agroindustrial del Valle del Cauca y como estas
negociaciones les permiten articular su vida laboral. De
manera que los hallazgos de este estudio cualitativo
permitirán ahondar a futuro en la capacidad negociadora de
las mujeres trabajadoras en la industria Colombiana
Programa
Maestría en resolución de conflictos y mediación.
Palabras
clave
Negociaciones, Familia, Trabajo, mujeres trabajadoras
Contacto maryesbo@hotmail.com
Atentamente,
Firma: ___________________
6. ÍNDICE GENERAL
INTRODUCCIÓN.................................................................................1
CAPÍTULO 1: EL PROBLEMA ...........................................................5
1.1 Descripción del problema ....................................................................... 5
1.2 Objetivos de la Investigación.................................................................. 7
1.2.1 Objetivo General........................................................................... 7
1.2.2 Objetivos Específicos .................................................................. 7
1.3 Justificación de la Investigación............................................................ 8
MARCO TEÓRICO............................................................................10
CAPÍTULO 2: FAMILIA Y TRABAJO DE LA MUJER .....................10
2.1 La Mujer en la Familia............................................................................ 10
2.2 El Trabajo de la mujer ilustrado como proceso histórico..................... 13
2.2.1 El carácter dual del Trabajo Femenino ....................................... 16
CAPÍTULO 3: RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS: LAS
NEGOCIACIONES............................................................................22
3.1 Definiciones............................................................................................ 22
3.1.1 Tácticas ....................................................................................... 23
3.1.2 Estrategias .................................................................................. 24
3.1.3 Necesidades e Intereses ............................................................ 24
3.1.4 El acuerdo ................................................................................... 25
3.2 Estilos de Negociación.......................................................................... 26
3.2.1 Negociaciones Distributivas o Competitivas ........................... 26
3.2.2 Negociaciones Cooperativas o Integrativas ............................ 27
3.4 Negociaciones Familiares y de Mujeres .............................................. 28
MARCO EMPIRÍCO ..........................................................................31
7. ii
CAPÍTULO 4: MARCO METODOLOGICO .......................................31
4.1 Antecedentes ......................................................................................... 31
4.2 Tipo de investigación ............................................................................ 35
4.3 Enfoque .................................................................................................. 36
4.4 Participantes y características ............................................................. 36
4.4.1 Participantes ............................................................................... 36
4.4.2 Características............................................................................ 37
4.5 Categorías de Análisis .......................................................................... 38
4.6 Técnicas de recolección de la información......................................... 39
4.6.1 Entrevista Estructurada ............................................................. 39
4.6.2 Observación participante........................................................... 39
4.6.3 Conversaciones informales....................................................... 39
4.7 Técnicas de organización para el análisis de la información ............ 40
4.8 Procedimiento........................................................................................ 40
4.8.1 Recolección de la información.................................................. 40
4.8.2 Organización y análisis de la información ............................... 40
CAPÍTULO 5: RESULTADOS ..........................................................41
CAPÍTULO 6: DISCUSIÓN ...............................................................64
CONCLUSIONES..............................................................................70
RECOMENDACIONES .....................................................................74
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .................................................76
ANEXOS ...........................................................................................81
8. iii
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla No. 4. 1 Características de la muestra ....................................................... 37
Tabla No. 4. 2 Categoría de análisis ................................................................... 38
Tabla No. 5. 3 Necesidades Prácticas e Intereses Estratégicos de las Mujeres
Operarias en un Ingenio Agroindustrial del Valle del Cauca, Colombia ............... 48
Tabla No. 5. 4 Condiciones y Posiciones de las Mujeres Operarias en un ingenio
Agroindustrial del Valle del Cauca, Colombia....................................................... 50
Tabla No. 5. 5 Negociaciones Distributivas y Negociaciones Integrativas de las
mujeres en cargos operativos de un Ingenio Agroindustrial del Valle del Cauca . 54
Tabla No. 5. 6 Trabajo Reproductivo y Trabajo Productivo de las mujeres en cargo
operativo de un Ingenio Agroindustrial del Valle del Cauca ................................. 58
9. iv
ÍNDICE DE ANEXOS
ANEXO No. 1 Guion de Entrevista Estructurada.................................................. 81
ANEXO No. 2 Familiograma de Claudia .............................................................. 85
ANEXO No. 3 Familiograma de Sandra ............................................................... 86
ANEXO No. 4 Familiograma de Martha ............................................................... 87
10. RESUMEN
Las negociaciones de las mujeres, es un tema amplio el cual sirvió de punto de partida de
la presente investigación, por ello se puntualizó en el análisis de las negociaciones
familiares realizadas por las mujeres trabajadoras en cargos operativos en un Ingenio
Agroindustrial del Valle del Cauca (Colombia) para articular su vida al trabajo. En este
sentido esta investigación en primera instancia parte del referente histórico de la
participación de la mujer en la economía familiar y su incursión en la vida laboral; así mismo
da cuenta de los cambios, logros y construcciones que se han articulado en el transcurso
del tiempo hasta el presente siglo. Por lo tanto esta investigación se a apoya en teorías
sociales y económicas con enfoque de género, las cuales se han preocupado por
evidenciar las contrariedades que aún persisten al interior de la familia, pero también como
resuelven cooperativamente sus situaciones. En segunda instancia, esta investigación se
afirmó teóricamente en la resolución de conflictos específicamente en la negociación, como
un método alternativo para las mujeres en la toma de decisiones y en la búsqueda de
alternativas para articular el trabajo reproductivo y el trabajo productivo.
De acuerdo a lo anterior, el carácter metodológico de esta investigación es cualitativo, con
enfoque fenomenológico, para ello se tomaron las experiencias de mujeres que laboran en
un ingenio agroindustrial y participan en el proceso operativo en la elaboración del azúcar,
así que se utilizó como instrumento de campo, las entrevistas estructuradas, las cuales
permitieron al investigador tener mayor control sobre el tema, sin embargo también se
realizaron conversaciones informales con las entrevistadas para enriquecer el análisis. Los
resultados de esta investigación permiten conocer la capacidad negociadora de estas
mujeres a través de poder dar respuesta no solo a sus necesidades sino también a sus
intereses; y de asumir cooperativamente los cambios que se dan en sus familias y por
ende lograr los mejores acuerdos que redundaran en su articulación trabajo reproductivo y
trabajo productivo.
Palabras clave
Negociaciones, Familia, Trabajo, Mujeres Trabajadoras
11. ABSTRACT
The women´s negotations, it´s a broad subject which served as a starting point of the
present investigation it´s because of that it was pointed out in the analize the family´s
negotiations mabe by working womans in operational positions in a wit Agroindustrial from
the Valle del Cauca (Colombia) for articulate her lifes to the work. In this sense this
investigation in first instance part of the historical referent of women's participation in the
family economy and her incursion in the laboral life, in the same way gives account of the
changes, achievements and constructions that have been articulated in the course of time
up to the present century, therefore this investigation is supported in social and econonic
theories with gender focus, which one have been worried for show cooperatively the
differences that still exist between inside the family, but also to solve cooperatively their
situations; in the second instancels, this investigation it was theoretically in the resolution of
conflicts specifically in the negotiation, how one mechanism alternative for the womens in
the taking decisions and the search of alternatives for articular the work reproductive and
the work productive.
In accordance with the above, the methodological character of this investigation is qualitate,
with phenomenological focus, for this they were taken the women´s experiences that work
in the wit agroindustrial and participate in the operative process in the making of sugar, so
it was used as a field instrument the structured interviews, which allowed the reseacrcher
has more greater control of the theme, however too were performed Informal conversations
whit the Interviewees to enrich the analysis. The results this investigation allow them to
know the negotiating capacity of these women through giving Answers not only to their
needs, but also to her interests and to assume cooperatively the changes that occur in her
families and so achieve the best agreements that will redound in your articulation
reproductive work and productive work.
Keywords
Negotiations, Family, Work, Working Womens
12. INTRODUCCIÓN
Históricamente la mujer se le ha asignado un espacio como es el de la familia, para realizar
las labores correspondientes al trabajo reproductivo y al hombre el concerniente al espacio
de lo público el cual es el trabajo productivo. Este debate con los años se ha ido
intensificando y se han gestado movimientos feministas que precisamente ponen a la luz
pública esta situación, encontrando que la familia es un espacio de desequilibrios y
armonías, que afectan la capacidad negociadora de la mujer y por ende de su propio
desarrollo personal, profesional y laboral.
En este mismo sentido, las desigualdades hoy por hoy son objeto de preocupación a nivel
mundial, es por ello que organismos internacionales cada vez dan cuenta del uso del
tiempo de las mujeres versus el de los hombres y demás miembros de la familia. Y no solo
en la familia ocurren estas situaciones sino precisamente en el mundo laboral, que ha
construido normas y reglas laborales que excluyen las necesidades de las mujeres.
Tampoco las políticas sociales del Estado han estado encaminadas a co adyudar para que
las mujeres no sean excluidas o discriminadas por su condición biológica, que por años
condujo a universalizar que la mujer era el segundo sexo, forzada a tomar solo lo que la
sociedad le permitiera.
La familia es el epicentro de investigaciones, las cuales han abierto caminos para que se
continúe con ellas, ya que de la organización familiar dependen las construcciones que las
mujeres puedan hacer en su mundo laboral. Las mujeres han realizado notables esfuerzos
por hacer parte de lo público (universidad, trabajo, entre otros) y actualmente sigue
enfrentándose al tema de como decidir sobre su cuerpo.
La IV Conferencia Mundial de la Mujer, Bejín, 1995 dan cuenta de las desigualdades de
género, la discriminación en el trabajo, la escasa participación de la mujer en ámbito de
toma de decisiones gerenciales, la violencia familiar silenciada y desprotegida por parte de
la ley hacia la mujer, entre otros más. Esto es más evidente en continentes como América
Latina, donde está marcado el machismo y la sumisión de la mujer hacia el hombre. Es por
ello que específicamente esta investigación se ubica en Colombia, Valle del Cauca,
13. 2
departamento que caracteriza su economía en gran parte por el cultivo del azúcar, el cual
es manejado por grandes monopolios Agroindustriales.
Por lo tanto las mujeres de esta región vallecaucana, ya no solo se benefician porque sus
esposos o padres laboren en un ingenio agroindustrial, sino también gracias a que ellas
poco a poco se han hecho parte de la mano de obra de estas industrias, laborando en
primera instancia en la parte administrativa (analistas, supervisoras, coordinadoras y jefes).
Y en segunda instancia a nivel técnico y tecnológico, iniciando sus prácticas educativas
con el SENA (en Colombia, el Servicio Nacional de Aprendizaje SENA es una institución
pública encargada de dar programas de formación complementaria y titulada).
Las negociaciones se realizan a lo largo de la vida y hacen parte de la cotidianidad, pese
a ello las personas se ven enfrentadas a situaciones complejas porque existen normas
sociales normalizadas y aceptadas por todos aun cuando estén en contravía de la
integridad de unos pocos; o porque se está bajo el poder de autoridad familiar o laboral de
un miembro del hogar o del jefe; o por la condición económica o de género que les faculta
de poder de unos sobre otros. Es por esto que interesa a esta investigación conocer ¿Cómo
son las negociaciones familiares realizadas por las mujeres trabajadoras en cargos
operativos de un Ingenio Agroindustrial de Colombia, para articular su vida en el trabajo?
Si, bien es interesante ahondar en este tema de las negociaciones familiares, pues ha sido
un espacio que en Colombia lo atienden las Comisarias de Familia, creadas para brindar
apoyo a la familia en ámbitos jurídicos y psicosociales para abordar interdisciplinariamente
los conflictos familiares. No obstante, el proceso negociador que se da dentro de la familia
se hace sin ayuda de terceros y de manera directa, por lo que es el punto de interés de
esta investigación, indagar como la mujer trabajadora negocia para alternar entre su vida
familiar y laboral. Sobre todo para las mujeres que trabajan operativamente en un ingenio
agroindustrial, que deben realizar trabajos que eran de hombres, que se hacen junto con
ellos, que requieren no solo de su fuerza física sino intelectual para abrirse espacios
laborales. Son entonces importante los hallazgos para la construcción a futuro de
programas o acciones de bienestar social laboral en la agroindustria azucarera y para las
políticas sociales del Estado.
14. 3
El objetivo general de esta investigación es analizar las negociaciones familiares realizadas
por las mujeres operarias de un Ingenio Agroindustrial de Colombia, para articular su vida
en el trabajo. Y para ello se elaboraron tres objetivos específicos, tales como:
1. Identificar los intereses y las necesidades de las mujeres en su proceso de
negociación familia y trabajo
2. Conocer los estilos de negociación resultantes en la resolución de conflictos
empleados por las mujeres en su familia y trabajo
3. Describir los acuerdos y los obstáculos provenientes de las negociaciones
realizadas por las mujeres en su Familia y Trabajo
La presente investigación es de carácter cualitativo, buscar describir los hechos sociales,
comprendiendo la realidad social desde las entrevistadas, en este caso tres mujeres que
laboran con contracto directo e indefinido con un Ingenio Agroindustrial del Valle del Cauca.
Por lo tanto se aplicaron entrevistas estructuradas a cada una de ellas, no obstante se
realizó una entrevista piloto para validación de instrumento. Posteriormente se realizó el
primer contacto con cada de las trabajadoras participantes, en el que se les solicito el
consentimiento, se les manifiesto el principio de confidencialidad, así mismo se les explicó
el porqué de la importancia de sus respuestas, quienes accedieron positivas, esperando
que estos resultados les sirvan a otras mujeres en su misma posición.
Una vez realizado el trabajo de campo, el cual consta de las entrevistas estructuradas, la
información fue digitada en Word y para ellos se realizó una matriz que consta de pregunta
por pregunta versus las categorías de análisis. Una vez este análisis el presente
documento investigativo, se compone de 6 capítulos, distribuidos así:
CAPÍTULO 1: EL PROBLEMA: en este capítulo se contextualiza la problemática, se da a
conocer el objetivo general y los tres objetivos específicos, y por último incluye la
justificación de la importancia de esta investigación
CAPÍTULO 2: FAMILIA Y TRABAJO DE LA MUJER: se realiza un recorrido histórico del
trabajo productivo y reproductivo realizado por las mujeres, bajo la mirada investigativa y
teórica de la economía feminista, la antropología y la sociología. Así mismo se tratan los
legados de las teorías clásicas frente al tema y de allí como los teóricos modernos marcan
15. 4
su postura frente a los cambios en la estructura familiar y en el empoderamiento que debe
tener la mujer en las negociaciones familiares.
CAPÍTULO 3: RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS: NEGOCIACIONES: en este capítulo se
trata el tema de las negociaciones, referidas como un proceso de prácticas cotidianas que
permanentemente los seres humanos realizan y el cual es importante para revisar cuales
son los estilos de negociaciones que las mujeres aplican de manera consciente o
inconsciente, cuáles son sus necesidades e intereses en el momento de la negociación y
cuáles son los acuerdos y los obstáculos por las que se han enfrentado.
CAPÍTULO 4: MARCO METODOLOGICO: en este apartado se presenta que esta
investigación es de tipo cualitativo, de enfoque fenomenológico y se hace la caracterización
de la muestra de tres mujeres trabajadoras operativas, así mismo se describen las
categorías de análisis de acuerdo a cada objetivo.
CAPÍTULO 5 al 6: Resultados, discusión, Conclusiones Generales y Recomendaciones:
hacen referencia a la presentación del análisis de las entrevistas y los hallazgos
encontrados, los cuales dan cuenta a cada uno de los objetivos específicos planteados.
16. 5
CAPÍTULO 1: EL PROBLEMA
1.1Descripción del problema
La industria azucarera colombiana está ubicada en el valle geográfico del río Cauca, desde
Santander de Quilichao, en el norte del departamento del Cauca, atravesando el
departamento del Valle del Cauca por su zona plana, hasta La Virginia, en el departamento
de Risaralda. Su área de influencia cubre más de 47 municipios del Cauca, Valle del Cauca,
Risaralda, Caldas y Quindío. Esta región ofrece condiciones especiales para la siembra y
cosecha de la caña de azúcar a lo largo de todo el año debido a sus ventajas agroclimáticas
(Asocaña, 1993)
En esta región hay 232.070 hectáreas sembradas en caña para azúcar, de las cuales, el
25% corresponde a tierras propias de los ingenios y el restante 75% a más de 2.750
cultivadores de caña. La producción de caña molida en el año 2016 fue de 23.221.931
toneladas y 2.091.218 toneladas de azúcar. Teniendo en cuenta que de este negocio de
la caña se deriva, el de papel, energía y etanol (Ídem)
En materia de empleo generado por los 11 ingenios azucareros (Los ingenios son: La
Cabaña, Carmelita, Riopaila Castilla, Cauca, Manuelita, María Luisa; Mayagüez, Pichincha,
Providencia, Risaralda y San Carlos), para el año 2000 se registró 28.018 empleos directos
incluyendo empleados de los ingenios, contratistas, cultivadores y personal de todas las
entidades vinculadas. Se puede inferir que en promedio una familia del Valle está integrada
por cinco personas, de lo anterior se concluye que más de un millón de Valle Caucanos
dependen del cultivo de caña. (Cepal, 2002)
Los empleados de estos Ingenios Agroindustriales de Azúcar en su mayoría son hombres.
Las funciones operativas de la fábrica y el campo aproximadamente el 90% son hombres,
y el 10% mujeres en trabajos como: operadores de maquinaria, mecánica, electricidad y
supervisión de labores de campo; en un 100% se encuentra la labor del corte de caña de
azúcar, la cual es ejercida solo por hombres. En el área administrativa se encuentran los
empleados con profesiones universitarias, pregrados y posgrados, en este espacio el 70%
17. 6
son hombres y el 30% son mujeres, las cuales ocupan cargos de secretarias,
coordinadoras y jefes de área, en ningún caso como Gerentes o presidentes o
vicepresidentes, estos cargos son asumidos en un 100% por hombres.
En este sentido las investigaciones sociales sobre la mujer en la agroindustria Azucarera
Colombiana son escasas, dando cuenta de la importancia de esta investigación, la cual
abre un espacio para futuras investigaciones de la participación de la mujer trabajadora en
este sector. Las investigaciones existentes se centran en la productividad desde la
perspectiva masculina. La incursión de la mujer colombiana a la agroindustria siempre ha
existido, de manera indirecta con la manutención o labores de cocina para los trabajadores
o en secretariados y asistencias. No obstante, con la cualificación técnica, tecnológica y
profesional de la mano de obra de la mujer, esta ha logrado vincularse en otras labores
del proceso Agroindustrial.
Esto da cuenta del largo camino silencioso e invisible que las mujeres han luchado, lo cual
les ha implicado dobles jornadas laborales entre la familia y el trabajo y continúan con la
tarea de equilibrar la distribución de funciones en el hogar entre el hombre y la mujer: el
cuidado de los hijos, los quehaceres del hogar, incluso la reducción en el número de hijos,
la participación económica en la familia, entre otras. En este sentido la participación
femenina viene en aumento, la OIT y PNU (2009) ponen de manifiesto que entre 1990 y
2008, el aumento fue de 32% a 53% en América Latina y el Caribe.
No obstante no se ha producido una ruptura significativa en las concepciones culturales y
en las mismas políticas sociales, donde se considere que el trabajo reproductivo no es
exclusivo de las mujeres, sino una responsabilidad de hombres y mujeres, “hoy las mujeres
comparten con los hombres el tiempo del trabajo remunerado, pero no se ha generado un
proceso de cambio similar en la redistribución de la carga de las tareas domésticas (…)”
(OIT y PNU, 2009, P.15)
La consecuencia de todo lo anterior repercute al interior de la familia y en la vida de las
mujeres, quienes deben hacer frente a la crisis en las negociaciones familia y trabajo,
puesto que tradicionalmente, este conflicto se solventaba en la distribución de actividades
según el sexo. Actualmente desaparece toda diferencia, hombres y mujeres son seres
18. 7
humanos con los mismos derechos, las mismas obligaciones y las mismas capacidades.
Cualquier distribución de actividades de trabajo y de cuidado exige algún tipo de acuerdo
entre los miembros de la pareja o miembros de la familia, sobre la asignación de aquellas,
y cualquier modificación de una o de otra implica una renegociación entre sujetos
considerados iguales (Observatorio, 2008)
En este sentido esta investigación busca analizar cómo son las negociaciones que realizan
las mujeres trabajadoras en cargos operativos (auxiliares de mantenimiento eléctrico,
cristalización y agronomía) dentro de su grupo familiar y como esto repercute en la
articulación con su vida laboral. Por lo tanto, esta investigación se concreta en la siguiente
pregunta:
¿Cómo son las negociaciones familiares realizadas por las mujeres trabajadoras en
cargos operativos de un Ingenio Agroindustrial de Colombia, para articular su vida
en el trabajo?
1.2Objetivos de la Investigación
1.2.1 Objetivo General
Analizar las negociaciones familiares realizadas por las mujeres operarias de un
Ingenio Agroindustrial de Colombia, para articular su vida en el trabajo
1.2.2 Objetivos Específicos
1.2.2.1 Identificar los intereses y las necesidades de las mujeres en su proceso de
negociación familia y trabajo
1.2.2.2 Conocer los estilos de negociación resultantes en la resolución de conflictos
empleados por las mujeres en su familia y trabajo
19. 8
1.2.2.3 Describir los acuerdos y los obstáculos proveniente de las negociaciones
realizadas por las mujeres en su Familia y Trabajo
1.3Justificación de la Investigación
Es visto con preocupación por parte de académicos e instituciones gubernamentales y no
gubernamentales, el trabajo desempeñado por las mujeres, en el sentido que se les han
invisibilizado en las estadísticas económicas y en las políticas sociales, de manera que las
ha conllevado a reestructurar sus prácticas familiares y laborales para construir equilibrios
entre el trabajo reproductivo y productivo, es decir hacer cada vez más delgada la línea
que une y que diferencia estas dos esferas. Y para ello se requiere del empoderamiento
o el agenciamiento de la mujer para negociar.
Estas situaciones varían de una sociedad a otra y de una mujer a otra, todo ello depende
del espacio y el tiempo en el que intervienen las influencias políticas, las identidades y las
construcciones simbólicas de la realidad, las cuales pueden presentarse como obstáculos
en el momento de negociar los equilibrios entre el trabajo reproductivo y el trabajo
productivo.
Está investigación no intentará resolver todos estos procesos, pero si develar a través de
un grupo de mujeres trabajadoras en cargos operativos de un ingenio agroindustrial, como
negocian dentro de su grupo familiar, de manera que estas negociaciones les permitan
articular su vida familiar a la vida laboral. En este sentido se hace relevante identificar los
intereses y necesidades que mueven a estas mujeres; cual es el estilo de negociación que
facilita esta articulación entre estas dos esferas y cuáles son los obstáculos y acuerdos
atendidos por ellas.
Esta investigación cobra importancia ya que aunque es un tema tratado por diferentes
disciplinas aún sigue vigente en la realidad nacional y mundial, por los efectos sociales y
económicos no resueltos a lo largo de la historia, a lo cual los países del mundo han
respondido a través de políticas y programas para las mujeres, los cuales siguen siendo
insuficientes, pues en casos como Colombia se requiere seguir estudiando y profundizando
20. 9
en la realidad de mujeres que son vulnerables como las mujeres rurales, mujeres
trabajadoras operativas, mujeres desplazadas por la violencia, mujeres en trabajos
informales, entre otras.
Las estadísticas de la ONU Mujeres (2017), da cuenta que la segregación ocupacional de
las mujeres económicamente activas, se encuentra distribuida: por servicios el 61,5%; en
la industria 13,5%; en la agricultura 25%; en escaños parlamentarios 23%; y en cargos de
dirección general 4% “Las mujeres están concentradas en empleos menos remunerados,
de menor cualificación y mayor inseguridad laboral; además, están insuficientemente
representadas en puestos con responsabilidad de toma de decisiones y en campos como
la ciencia y la tecnología” (ídem)
De acuerdo a lo anterior, las ocupaciones cambia de acuerdo a los países, en los países
de bajos ingresos, como Colombia, las mujeres se ocupan más en la agricultura y en la
industria. Es por ello que esta investigación es importante para este grupo de mujeres que
laboran en un sector de la industria como es el azucarero, ocupando puestos o espacios
que eran exclusivos de los hombres y se enfrentan a patrones culturales que hacen
“normal” la falta de flexibilidad en los horarios, el acceso limitado o nulo de los servicios de
cuidado infantil y la carencia de políticas estatales para la mujer en embarazo, entre otras.
Es importante que las mujeres continúen haciendo investigación, que el camino está dado
para lograr una equidad de género en todo sentido, Lakshmi Puri, Directora ejecutiva “El
empoderamiento económico de las mujeres es necesario para el desarrollo sustentable.
Hemos logrado progresos pero debemos acelerar el ritmo” (ONU mujeres, 2017)
21. 10
MARCO TEÓRICO
Este apartado tiene como propósito exponer los fundamentos teóricos que apoyan esta
investigación “Entre las negociaciones familiares y laborales: Las experiencias de las
mujeres trabajadoras en cargos operativos de en un Ingenio agroindustrial del Valle del
Cauca, Colombia”. La población específica de la presente investigación son las mujeres
trabajadoras, para ello se ha tenido en cuenta los conceptos y construcciones
representativos sobre el tema, haciendo un recorrido desde las diferentes posturas
teóricas.
En primera instancia la teoría clásica, como un referente diferenciador frente a la situación
actual de la mujer. De manera relevante los aportes de disciplinas como la antropología y
la economía feminista dan cuenta del devenir histórico de subordinación de la mujer y de
la importancia de su trabajo tanto en la familia como por fuera de ella.
En segunda instancia, se abordó el tema de las negociaciones, desde el enfoque familia y
mujer por teóricos e investigadores como Fisher y Ury (1981), Agarwal (1999), Moore
(1991) entre otros más, quienes evidencian los conflictos y las desigualdades que se viven
al interior de la familia y precisamente como estos se acentúan con la incorporación de la
mujer al mundo laboral y las consecuencias de todo ello en las negociaciones que realizan
las mujeres.
CAPÍTULO 2: FAMILIA Y TRABAJO DE LA MUJER
2.1La Mujer en la Familia
A lo largo de la historia se ha construido y de construido el concepto de familia desde varias
posturas, entre ellas la mirada biológica, basada en los lasos de consanguinidad, el
parentesco y en que la mujer tiene como función principal la procreación, dar a luz la hace
la única responsable de los hijos y de los trabajos del hogar.
22. 11
Por otro lado la economía, se fundamentó en la división sexual del trabajo como universal,
enmarcando al hombre como jefe de hogar y como único proveedor económico y a la mujer
en las labores de la casa, el cuidado de los niños y ancianos. Y desde una mirada política
la entendió como es un espacio de jerarquías no solo dominas por el patriarcado sino
también por el Estado y sus instituciones. Por lo tanto la familia:
Es una institución articulada a la sociedad, con una dinámica interna en la cual se
reproducen relaciones de poder. Solo nos es posible reconocer que, como toda
institución humana, el grupo familiar está conformado por personas, lo que nos lleva
a pensar que convivimos en medio de solidaridades y conflictos, fruto de la
diversidad humana de quienes componen las familias y como respuesta a los
múltiples problemas sociales que las asedian (Puyana, 2007, p. 264)
En este sentido el concepto de familia ideal planteado desde las teorías estructurales
funcionalistas, como la de Tallcon Parson para quien las funciones primordiales de la
familia son: la socialización de los niños para formar parte de la sociedad y la estabilización
de las personalidades adultas. En sus palabras “cada adulto es miembro de una familia
nuclear y cada niño debe comenzar su proceso de socialización en una familia nuclear”
(Parsons, 1955, p. 17 citado por Cárdenas, 2015, p. 34), descarta con ello la posibilidad de
un espacio participativo y diverso, puesto que lo más importante es sostener el orden social
y especialmente sostener las estructuras institucionales, entre ellas la familia y por
consiguiente el conflicto no es admisible porque existen mecanismos que limitaran
cualquier tipo de desviación.
Sin duda esta descripción Parsoniana de familia: nuclear, patriarcal, heterosexual, el
hombre como jefe único del hogar, es decir con roles establecidos, es a lo que otros
teóricos como Carrasco refieren como “familia altruista” (2003, p. 44) puesto que de esta
manera se justifican las desigualdades entre mujeres y hombres, y los conflictos
soslayados (violencia, recarga de trabajo, ninguna toma de decisiones, temores, baja
percepción de sí misma, etc.), van a repercutir en la vida de la mujer.
De hecho Engels denominó la gran “derrota del sexo femenino” (1992, p. 63) por el auge
de la propiedad privada masculina, así las mujeres quedaron sujetas a la vigilancia de los
varones a fin de garantizar la paternidad, sumado a que las convirtió en esclavas y en
propiedad de sus maridos. Lo que significo “es que dicha sujeción logró un grado de
organización e institucionalización, no solo material, sino simbólica, de modo que pasó de
23. 12
convertirse en ley cultural” (Flórez, 2007, p. 33) y universal considerando esta situación
como normal.
La teoría económica neoclásica definieron a la mujer “como esposas y madres, y no como
individuas” (Folbre y Hartmann, 2003, p. 95) “(…) las mujeres, en su calidad de hijas o
esposas, gozaban de la protección que suponía su pertenencia a la familia” (Ídem, 97)
Mientras el marxismo funcionalista, consideraba a la familia “como el espacio del trabajo
doméstico que servía a las necesidades del capitalismo, particularmente mediante la
reproducción y le mantenimiento de la fuerza de trabajo (Humphries, 1977 citado por
Benería, 2008, p. 22) no obstante lo que esto mostraba era que al interior de las familias
se presentaban desigualdades de género y opresión a la mujer.
No obstante, la figura del patriarcado se fue debilitando a mediados del siglo XIX con el
logro de los derechos civiles de las mujeres y en Colombia aunque aún persiste este rasgo,
ya son muchas más las formas de familias, la mujer se ha incorporado no solo al campo
laboral sino al educativo, al igual que los hombres ha asumido funciones de cuidadores.
Puyana considera la familia como una institución cambiante, histórica y permeada por la
cultura, lo que permite construir unas relaciones a partir de la aceptación de las diferencias
entre hombres y mujeres o entre generaciones, y superar las relaciones de poder en la
familia caracterizadas por la violencia y la subordinación de las mujeres. (2007, p. 276)
En este mismo sentido y para efectos de esta investigación se entiende por familia un
espacio para la democratización de la vida familiar por parte de todos sus integrantes y
para ello es necesario el rompimiento de dos ecuaciones: “mujer igual madre y familia igual
mujer” (Puyana, 2007, p. 277), lo que conlleva a:
La incorporación de la mujer al mercado de trabajo brinda una nueva visión de
la dinámica familiar, en cuanto sus roles se modifican, si se piensa desde una
perspectiva tradicional de modelo de familia (ya que se asume un rol productivo,
además del rol de cuidadora), lo que pone de manifiesto un modelo nuevo de familia
pero a su vez la capacidad de adaptación que le demanda a las mujeres un nuevo
orden laboral por un lado, y por otro, el viejo orden social. (Álvarez y Gómez, 2011,
p. 91)
24. 13
El cambio social trae consigo demandas y movimientos en la familia y el trabajo. Y por
consiguiente las mujeres “han dejado de ser receptores pasivos de la ayuda destinada a
mejorar su bienestar, y son vistas por los hombres y por ellas mismas como agentes activos
de cambio: como promotores dinámicos de transformaciones sociales que pueden alterar
tanto la vida de las mujeres como la de los hombres” (Sen, 2010, p. 233), es entonces
cuando el reto es más grande y la brecha en lugar de cerrarse se abre, puesto que “ya no
es cierto que lo “público” se haya propuesto colonizar lo “privado”.
Es más bien todo lo contrario: lo privado coloniza el espacio público” (Bauman, 2004, p.
45), las individualidades cobran fuerza, porque las personas ya no son arquitectos de sus
destinos, sino que son maniobrados por las fuerzas de la sociedad de consumo y lo privado
se vuelve público. Las trampas de la modernidad van a requerir que mujeres y hombres
aprendan a negociar sus espacios, necesidades y agenciamiento en pro de su propio
desarrollo.
2.2 El Trabajo de la mujer ilustrado como proceso histórico
Los teóricos de la Escuela Clásica en el siglo XIX se enfocaron únicamente en la
producción y la distribución de la riqueza, entre ellos Adam Smith, quien consideró el
trabajo productivo “únicamente el trabajo que añadía un valor a un objeto material o cuyo
resultado era una mercancía tangible, almacenable” (Smith, 1976, p. 330 citado por
Gardiner, 2003, p. 61) descartó con ello el trabajo que producía servicios, entre ellos el
trabajo doméstico, el cual se realizaba dentro de las familias por las mujeres, a quienes
se les debía educar para el matrimonio y los oficios del hogar.
Dentro de dicha escuela John Stuart Mill y Harriet Taylor de manera más amplia,
consideraron que las leyes patriarcales eran residuos del orden feudal que afectaban el
progreso. Realizaron interconexiones entre la subordinación de la mujer y el acceso al
empleo; para ellos el matrimonio se debía convertir en una sociedad igualitaria, donde la
mujer también tuviera el acceso a un trabajo. Mill llegó más lejos que otro economista
clásico y promulgo que si las mujeres tuvieran los mismos derechos que los hombres y
tuvieran derecho a sí mismas, a su educación, a sus bienes e ingresos, entonces
“rechazarían su papel de esclavas domésticas” (Gardiner, 2003, p. 68)
25. 14
Sumado a todo ello, la escuela marginalista le dio peso a sus argumentaciones, puesto que
reduce todo al mercado, a la oferta y a la demanda. Para ellos el objetivo de la actividad
económica era la utilidad. Es decir, el trabajo era considerado como aquello que las
personas estuviesen en capacidad de pagar y podía ser mental o físico, de hecho se incluyó
el trabajo de los criados domésticos porque reciben una remuneración en especie o en
dinero, pero no el trabajo doméstico realizado por la mujer (Gardiner, 2003). Esta postura
conlleva también a que la mujer este aún más lejos de los medios de producción o que si
de ser incluida su trabajo sea de menor categoría con un salario bajo.
En este orden de ideas, Alfred Marshall reconoce la importancia de la mujer siempre y
cuando se dedique a la crianza y a la educación de los hijos, los cuales más adelante
beneficiarían a los empleadores con su mano de obra. Era entonces, de ordenamiento que
la mujer debía sacrificar su propio interés individual y material por el de su familia “el trabajo
doméstico de las mujeres es el componente más importante de la inversión en capital
humano” (Gardiner, 2003, p. 74) para la subsistencia del hombre y de sus hijos.
Con la irrupción de la industrialización, el trabajo se asume como una mercancía dentro del
mercado, en Héller (1994) el trabajo es definido por Marx en el sentido económico, un
intercambio orgánico entre la sociedad y la naturaleza. Y solo es definible como trabajo
aquel que resulta “útil” a otros y cumple una función necesaria dentro de la economía y la
sociedad. Es decir para Marx solo existía un trabajo y era el productivo, el que se ubica en
los medios de producción, los demás son denominados por él como trabajo improductivo.
“El trabajo doméstico no remunerado y también el servicio doméstico remunerado eran
ambos marginales en el concepto de la teoría económica marxiana” (Gardiner, 2003, p. 83)
puesto que su trabajo no deriva de los medios de producción ni generan utilidad.
Para Marx la división sexual y la propiedad privada, es un proceso natural y por ende la
familia es un proceso natural, donde importa es que los hombres trabajen para producir y
las mujeres estén es sus casas y tengan hijos para que el mercado pueda tener nuevos
obreros que participen de tal producción. En este sentido Marx reconoce el trabajo de la
mujer reafirmando la importancia de las actividades domésticas y maternales (Carrasco,
2003).
26. 15
Desde este contexto la situación actual de la mujer, se debe a la segregación de los
empleos por sexos, en alianza entre el patriarcado y el capitalismo, aunque el patriarcado
existió anterior al capitalismo, se refuerza con relación a este. En el patriarcado los hombres
tienen una jerarquía que les permite controlar y oprimir a las mujeres y en el capitalismo
los hombres en el proceso de producción consiguen alimentar esta jerarquía y segmentar
el mercado de trabajo por líneas raciales, sexuales, étnicas, entre otras, excluyendo a las
mujeres de determinados oficios acrecentando las diferencias salariales entre hombres y
mujeres (Hartmann, 1994 citado por Posso, 2008).
Es decir el capitalismo aprovechó la estructura de autoridad existente en la familia
preindustrial, en el que las mujeres y los niños estaban subordinados a los hombres. El
hombre era el que ocupaba una posición más elevada como maestro o artesano, las
mujeres sólo llegaban a controlar el proceso de producción si eran viudas (Posso, 2008)
Los hombres actuaron fomentando la segregación de los empleos, se apoyaron de
asociaciones gremiales y fortalecieron la división doméstica del trabajo para las mujeres.
Los sindicatos masculinos propendían porque las mujeres permanecieran más tiempo en
la casa cuidando de los niños y realizando el trabajo doméstico, mientras a los hombres
los salarios les fueran aumentados para el sostenimiento del hogar. Así a las mujeres les
dejaron los trabajos productivos menos calificados y menos pagados (Hartmann, 1994
citado por Posso, 2008).
Los ingresos económicos obtenidos del trabajo de la mujer pasan a ser parte del ingreso
familiar, “su salario pasa directamente al fondo común de la familia” (Moore, 1991, p. 90),
las mujeres además de poseer un salario inferior al del hombre, este debía sumarse al
ingreso familiar. El salario del hombre sí es tenido en cuenta como aportación a la familia
y el de la mujer es tenido en cuenta como extra.
En otros casos la mujer se enfrenta al mercado laboral el cual sigue segmentado por sexos
y dificulta el acceso a trabajos mejor remunerados considerados masculinos. También
como consecuencia de los bajos salarios la mujer y madre debe calcular los costes del
cuidado a terceras personas de sus hijos, situación decisiva a la hora de aceptar o
mantener un trabajo. En muchas ocasiones la dedicación de la mujer a la familia no deriva
de sus preferencias, todo lo contrario les viene impuesta de los demás miembros de la
27. 16
familia por su renuencia a los trabajos domésticos y al cuidado de los niños y niñas. (Folbre
y Hartmann, 2003)
Si bien, con el surgimiento del mercado, del capital y la modernidad se dio una ruptura al
modelo hegemónico del hombre proveedor económico y la mujer ama de casa, el cual
entro en crisis, erosionando el salario familiar del varón y la creciente participación de la
mujer en lo laboral (Pineda, 2011) pero aún el tener un trabajo productivo para la mujer
implica una actividad secundaria y su salario es complementario el de su marido
considerado principal por ser el hombre jefe de hogar.
La división del trabajo entre hombres y mujeres constituye para ellas en una doble o triple
jornada laboral. Con las presiones del capitalismo y del mundo moderno cada vez más las
mujeres ingresan a laborar como asalariadas o como productoras de servicios, además del
cuidado de los niños. Son precisamente estas diferencias entorpecedoras en el ingreso de
la mujer al trabajo, cuando las cargas son desiguales. En palabras de Becker, caracteriza
esta situación como la “contra exigencia” (1998, p. 48), es decir cuando tanto el hombre
como la mujer hacen un sacrificio del uno por el otro por sacar el proyecto de familia
adelante, pese a su felicidad. En este sentido la modernidad trae sus contradicciones, entre
ellas las desigualdades productivas y las desigualdades familiares y cualquiera se escojan
van a existir divergencias.
2.2.1 El carácter dual del Trabajo Femenino
La división sexual del trabajo se dio históricamente como una forma jerarquizada y
organizada en función del sexo y la reproducción, se ha identificado “simbólicamente, a las
mujeres con la naturaleza, y a los hombres con la cultura” (Ortner, 1974 citado por Moore,
1991) por la función reproductora de la mujer ya que puede dar a luz y esto la hace más
cerca de la naturaleza, mientras los hombres tienen que buscar los medios y crearlos
artificialmente o servirse de los medios culturales. Lévi-Strauss (1971) distingue entre la
división del trabajo y el tipo de tareas asignadas a hombres y mujeres, “la división del
trabajo necesaria para establecer una dependencia mutua entre los sexos constituye la
base para la formación de la familia, proceso que a su vez se inscribe en el de transición
humana de naturaleza a cultura” (Ramos, 1991, p.17).
28. 17
Las anteriores posturas estructuralistas, evidencian la dominación la cual era masculina y
universal, al igual que la subordinación femenina. Desde esta óptica ambos espacios se
veían excluyentes y sin relación entre sí. De acuerdo con tal premisa, el modelo de crianza
más difundido sería aquel en el que correspondería a las mujeres preparar a sus hijos
varones para ser autosuficientes y, al mismo tiempo, educar a las hijas para ser
dependientes y sumisas. Entonces lo público quedo asignado a los varones donde se
toman decisiones y lo privado con lo doméstico destinado sólo para las mujeres, todo
ello basado en la idea de que el universo femenino se relaciona con la naturaleza en tanto
que el masculino se relaciona con la cultura.
Hay “quienes aceptan está “asimetría sexual” como un hecho natural e inevitable
encontrando distintas posiciones, que van desde la aceptación de tal estado de cosas por
ser voluntad divina hasta la asignación de la causa del problema de la subordinación de la
mujer a factores biológicos que hacen del varón un ser agresivo y dominante” (Castellanos,
1991, p. 24). En ningún caso se puede dejar por hecho lo anterior “La mujer no es definida
ni por sus hormonas ni por misteriosos instintos, sino por el modo en que, a través de
conciencias extrañas, recupera su cuerpo y sus relaciones con el mundo” (Beauvoir, 1949,
p. 352), no solo es recuperar el espacio económico, sino toda su historia socio cultural, de
la cual ella es la responsable para reconstruirla nuevamente.
La conceptualización de carácter dual del trabajo de la mujer, parte de entender que la
subordinación de la mujer no es un problema universal, ni propio de una sociedad dada, ni
tiene que ver con la función reproductora de tener hijos. Leacock consideró que “las
mujeres de todas las sociedades contribuyen de manera sustancial a la economía” (Moore,
1991, p. 47) y su posición en la sociedad depende si controlan tres aspectos: el primero,
los recursos; el segundo, sus condiciones de trabajo; y el tercero, la distribución de su
trabajo. Esto le da un lugar a la mujer no de igualdad frente al hombre pero si de
reconocerse diferente a él con derechos, obligaciones y responsabilidades, pero en ningún
caso con una posición secundaria.
Desde esta perspectiva histórico-política, se cuestiona la universalidad de la dominación
de la mujer como un fenómeno natural, es decir los vínculos de subordinación y de división
29. 18
sexual del trabajo, es lejana de lo biológico y más bien derivada del Estado, la propiedad
privada y el capitalismo, “los cambios estructurales de las unidades domésticas y de la
división sexual del trabajo dentro del hogar, están relacionados con procesos más
generales de transformación social, económica y política” (Moore, 1991, p. 86)
Universalizar esta postura fue funesto para la mujer, porque la confinó a la invisibilidad de
su trabajo. Cada sociedad y cada cultura le dan un valor diferente a los dos sexos y a la
manera en que estos se relacionan o articulan. No obstante para dejar más claro el trabajo
dentro y fuera de la familia, que es competencia de esta investigación, se trataran estos
dos ámbitos.
2.2.1.1 Trabajo dentro de la familia: lo Reproductivo
Desde el enfoque económico se ha visto que la mujer aparece en cualquiera de las
sociedades asociada al trabajo reproductivo: las labores de la casa, el cuidado de los hijos
y ancianos. La mujer es confinada al trabajo doméstico como única responsable de él, de
hecho etimológicamente la definición “doméstico” viene de “domus” casa en latín.
Aceptar esto como un hecho natural y universal sería un equívoco, porque un trabajo
doméstico se transforma radicalmente con los cambios tecnológicos, el tamaño de la
familia, las formas de cooperación de organización social y productiva. Y hasta muchas de
las necesidades fisiológicas cambian de acuerdo a las necesidades de una cultura a otra.
“Basar la división entre lo doméstico y lo público en actividades económicas no puede
explicar el valor social desigual atribuido a estas actividades y presta muy poca atención a
las diversas fuentes de valor masculino” (Harris, 1986, p. 217)
En la tradición económica se ignora a la mujer y por ello es quien debe ser la responsable
principal del trabajo doméstico. Lo que le implicó a la mujer, ama de casas, la realización
permanente de un trabajo de “servicio” para todos los miembros de la familia, aunque no
obstante las historiadoras muestran que en los siglos XVIII y XIX los aportes económicos
de la mujer es decisiva a la reproducción familiar, además de asumir el trabajo doméstico,
el cuidado de los hijos, debían mantener largas jornada en la agricultura o trabajaban fuera
de sus casa, ya sea en el trabajo fabril o como comerciantes o como niñeras (Carrasco,
30. 19
2003), aunque este trabajo fue invisibilizado por la economía y la cultura en la mayoría de
las sociedades.
La economía feminista, hace referencia en que las actividades no remuneradas y que no
son ubicadas en el mercado, son necesarias para la economía productiva, las “actividades
del cuidado no remuneradas suponen siempre un trabajo, aunque no están en el mercado.
La suma de este trabajo puede ser llamado como economía reproductiva” (Elson, 1999, p.
612 citado por Farah, 2008, p. 81).
El trabajo reproductivo como provisión para el cuidado de los niños, las licencias de
maternidad y paternidad, los derechos reproductivos, la cooperación y organización social
femenina, es decir “tareas como cocinar, cuidar de la prole y ocuparse en general de otras
mujeres constituyen tipos de trabajo doméstico que pueden resultar capitales para la
participación de la mujer en trabajo productivo” (Harris, 1981citada por Moore, 1991, p. 82)
No obstante a otras mujeres las llevó a participar de la economía informal, obtener trabajos
infravalorados, mal remunerados y a exponer su propio bienestar personal por el uso y
abuso de su cuerpo.
Sin embargo, no se puede generalizar la posición de la mujer frente al trabajo reproductivo,
puesto que las transformaciones capitalistas han sucedido de manera distinta en cada
sociedad y las condiciones de vida de la mujer en cada región del mundo difiere una de la
otra. Si bien, es relevante entender que estas transformaciones repercutieron en la
distribución del trabajo de la mujer y la incursión al mundo productivo, puesto que todo esto
trajo consigo conflictos familiares que pusieron en riesgo la estabilidad de la mujer, así que
esto requirió de buscar alternativas para negociar estos espacios dominados de poder
masculino.
Tampoco la labor doméstica se ha mantenido incólume con el paso del tiempo, pues es
evidente el cambio que ésta ha sufrido con la influencia del progreso tecnológico
(electrodomésticos, energía, etc.) e igualmente ha tenido la repercusión de la evolución de
la economía capitalista. Las transformaciones capitalistas han experimentado cambios en
la mujer y en el trabajo doméstico. En donde se combinan las relaciones productivas y
reproductivas como alternativa de ingresos adicionales sin salir de casa y sin alterar la
31. 20
división sexual del trabajo, ni la naturaleza de las relaciones de género. Esto les permite
participar de la producción del mercado, aunque esta combinación lleva a una doble
explotación de su mano de obra, por ser mujer y por su trabajo invisibilizado (Moore, 1991).
2.2.1.2 Trabajo fuera la familia: lo productivo
Es importante reconocer que la división sexual del trabajo no es universal y en todas las
culturas no sucede igual, muchas veces que concibe la división sexual del trabajo como
natural porque viene de generaciones de esta manera, las “comunidades pueden tener
otras formas completamente distintas de dividir la carga de trabajo en función de los sexos,
y pensar también que la suya es la forma más «natural» de la división del trabajo” (Boserup,
1993, p.19)
El capitalismo trajo la ampliación de los mercados, el trabajo asalariado, la tenencia de la
tierra, la migración rural – urbana, los cuales fueron nocivas para los intereses de la mujer.
Ello no significa que en las sociedades pre capitalistas la mujer gozara de mejores
condiciones. Esto consiste en que los hombres se dedican a la agricultura comercial, así
sea en pequeña escala; mientras que la manutención de la familia sigue recayendo en las
mujeres, quienes tienen pocas posibilidades de comercializar sus productos, es decir, de
incursionar en la agricultura comercial (Moore, 1991)
En los casos en que el hombre migra, la responsabilidad de la subsistencia recae sobre la
mujer. Sin embargo, esta situación no se puede generalizar, ya que muchas mujeres han
incrementado la renta familiar, combinando la agricultura a pequeña escala, con el trabajo
asalariado, la artesanía y la preparación de alimentos (ídem)
El tiempo empleado por la mujer en el trabajo productivo es diferente al del resto de los
miembros del hogar. La organización del tiempo de la mujer cambia según el ciclo vital por
el que atraviesa la familia: nacimiento del primer hijo o hija, número de hijos y cuantos de
esto son menores, número de personas mayores o enfermas viviendo en la familia, todas
estas situaciones condicionan la participación de la mujer en el mercado, mientras que la
vida laboral de los hombres se ve poco afectada (Carrasco, 2003) La mujeres tienden a
32. 21
trabajar tiempo parcial y a abandonar la actividad laboral durante periodos de tiempo por
dedicar tiempo a la familia y a los hijos.
A pesar de la incorporación de la mujer al mercado laboral, es persistente la división sexual
del trabajo, poco a poco las mujeres desempeñan trabajos que ya no son una extensión de
trabajo doméstico. Las barreras ideológicas, culturales y económicas se diluyen, entonces
hombres y mujeres deben negociar los tiempos, espacios y actividades tanto de la esfera
privada como de la pública.
Parte de romper las barreras, es que el trabajo reproductivo realizado por la mujer, sea
incluido en las estadísticas nacionales, contabilizado en el Producto Nacional Bruto,
“mientras el trabajo no pagado de las mujeres no esté incluido en el PNB permanecerá
invisible y no será valorado” (Carrasco, 2003, p. 32). Las estadísticas han creado encuestas
del Uso del Tiempo que buscan medir el tiempo destinado para el trabajo doméstico y su
valoración, los resultados muestran que el trabajo doméstico y los cuidados suponen un
volumen importante de trabajo y que este recae principalmente sobre las mujeres, dando
resultado a las dobles jornadas (Legarreta, 2011).
Los Usos del Tiempo entre hombres y mujeres constituyen en un indicador desigual en el
reparto del trabajo reproductivo, puesto que la tendencia del modelo tradicional (los
hombres se responsabilizan de lo laboral y las mujeres de lo doméstico) influye en la mujer
al incorporarse al mercado del trabajo, implicándole mayor carga de trabajo, quienes
distribuyen sus tiempos en la esfera doméstica y extra doméstica y por ende se ve
recortado su tiempo libre o de ocio (Observatorio, 2008), no obstante esta medición no
alcanza a todas las actividades realizadas en la esfera privada, por lo tanto quedan por
fuera muchas de ellas que son relevantes para el funcionamiento de una familia, existe una
incapacidad conceptual de las estadísticas para medir el trabajo doméstico y el interés de
una sociedad patriarcal por mantener oculto el trabajo de la mujer.
33. 22
CAPÍTULO 3: RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS: LAS
NEGOCIACIONES
3.1Definiciones
El mundo paso de la era de la industrialización a la revolución tecnológica, en donde cada
día las personas se encuentran más atomizados y dispersos, y por más que existan
medios tecnológicos como redes sociales que permiten la comunicación en tiempo real
desde cualquier parte del tierra, no exime que los conflictos desaparezcan, todo lo
contrario, los conflictos toman mayor importancia y por ende son tenidos en cuenta en la
construcción de soluciones no solo personales sino de un país o inclusive de todo un
plantea.
Así que “la negociación es un componente central en los procesos nacionales de
formulación de políticas (…)” (FAO, 2008, P. 2) pues es a través de los planes y programas
que se construyen apoyos para el desarrollo sostenible, el rescate de los Derechos
Humanos; el cumplimiento con los Objetivos del Milenio (ODM) y las directrices del Pacto
Mundial.
“La negociación es un vehículo de comunicación y de manejo de las partes interesadas”
(Ídem), es la manera de llegar a un consenso para formular políticas de acuerdo a las
necesidades reales de un población, las cuales se plasman en planes de acción, los cuales
se materializan en programas y finalmente en acciones. De esta manera como la
negociación funciona a nivel macro, ocurre lo mismo a nivel micro en las familias, donde
se dan negociaciones para construir el proyecto de vida familiar y laboral de sus
integrantes.
Permanentemente se está negociando, desde el mismo momento en que se nace y durante
el transcurso de la vida, solo que no se hace manera consciente, es decir se negocia para
conseguir siempre algo que se quiere, en este sentido Carrión (2007) lo define, así:
34. 23
La negociación, como estrategia más útil para la gestión del conflicto, es una
situación donde dos o más partes interdependientes, reconocen divergencias en
sus intereses y deciden intentar un acuerdo a través de la comunicación. Las partes
cuentan, por un lado, con sus propios recursos, pero necesitan los recursos de la
otra parte, y están dispuestos a intercambiarse entre sí estos recursos. Además,
ambas partes reconocen que el acuerdo es más beneficioso que la ruptura de las
relaciones y están dispuestos a “ceder algo a cambio de algo” (Munduate et al.
1994).
Otra definición sobre negociación, que Carrión (2007), ilustra, es:
“Un proceso en el que se toma una decisión conjunta por dos o más partes. Las
partes verbalizan en primer lugar sus demandas contradictorias, moviéndose
posteriormente hacia el acuerdo mediante un proceso de realización de
concesiones o búsqueda de nuevas alternativas” (Pruitt, 1986).
La negociación hace parte de la resolución de conflictos y se hace importante porque
precisamente no requiere de terceras partes, todo lo contario, es un “proceso que tiene
lugar directamente entre las partes” (Figueroa, 2014, P.47).
Estos procesos negociadores no son fáciles, de hecho llegar a acuerdos requiere de toda
una labor ardua por cada parte. Henry Kissinger (1926) definió la negociación como “el
proceso de combinar posiciones conflictivas en una posición común, bajo una decisión de
unanimidad” (FAO, 2008, P. 6) En este sentido será importante las técnicas y las
estrategias empleadas para tal fin.
3.1.1 Tácticas
Las Tácticas son definidas como “un plan o método cuidadoso, especialmente para lograr
un fin” (FAO, 2008, P. 7) Carrión (2007) se basa en el libro “Cómo negociar con éxito” de
G. Kennedy et al, quien refiere las tácticas como “los mecanismos y modelos de conducta
que las partes utilizan para influir sobre el otro y lograr una solución satisfactoria de un
encuentro conflictivo. Estas acciones tácticas se basan en el poder potencial de las partes
implicadas en la negociación”.
En este sentido en el proceso de negociación las tácticas son aquellos pasos que el
negociador debe realizar conscientemente y de manera cuidadosa para lograr un buen
acuerdo, ceder concesiones o lograr unas buenas concesiones de la contraparte. Figueroa
35. 24
(2014) describe las tácticas como “las prácticas o pasos que las partes intentan para lograr,
de este modo, el objetivo estratégico” (p. 45)
3.1.2 Estrategias
Las estrategias se refieren a “la habilidad para usar los medios disponibles” para alcanzar
ese fin. (FAO, 2008, P. 7) el cual es llegar a una negociación donde ambas partes sientan
que han ganado.
Por lo tanto se puede entender que la estrategia es:
“la dirección básica que queremos dar a la negociación, el plan de juego que vamos
a desarrollar. Es el conjunto de procesos de una negociación, que engloba los
propios objetivos, los métodos, las acciones a desarrollar y los instrumentos a
utilizar. La estrategia es, en definitiva, el conjunto de procedimientos orientados a
la consecución de objetivos y son de carácter marcadamente intencional”. (UGT,
2001, P. 37)
Para Figueroa (2014) es un dialogo organizado bajo unas reglas en estrategias diseñadas
previamente y se articulan con las tácticas. Es “el conjunto de actividades coherentes e
integradas de cada una de las partes dirigidas a la consecución de un objetivo, que este
caso no es otro que la resolución del conflicto” (P. 45)
En los procesos de negociación, según Fisher y Ury (1981, citado por FAO, 2008) se deben
tener en cuenta unos elementos importantes para que se dé una negociación basada en
principios. Uno de esos elementos son los intereses, puesto que es importante tener en
cuenta que en el momento de negociar las personas no estén basadas en la posición,
pues de esa manera será muy difícil efectuar el proceso, pero cuando se conocen los
intereses puede lograrse una negociación exitosa.
3.1.3 Necesidades e Intereses
Maxine Molyneux (2003) conceptúa sobre los intereses prácticos e intereses estratégicos
de las mujeres, no siendo estos dos términos binarios, ni contradictorios entre sí, ni mucho
36. 25
menos jerárquicos, todo lo contrario su teoría precisamente busca articularlos dentro de las
relaciones de género.
Las necesidades prácticas “son necesidades que las mujeres identifican en virtud de sus
roles socialmente aceptados por la sociedad (…) son una respuesta a la necesidad
percibida inmediatamente identificada dentro de un contexto especifico” (Moser, 1991, p.
69)
Los intereses estratégicos “conllevan a las reivindicaciones para trasformar las relaciones
sociales con el fin de potenciar la posición de las mujeres y conseguir un reposicionamiento
más duradero dentro del ordenamiento de género y la sociedad en general” (Molyneux:
2003, p. 237). Las mujeres se cuestionan el ordenamiento existente y la conformidad de
algunas mujeres asumiendo esta autoridad masculina, no obstante para lograr llegar a
estos intereses estratégicos se requiere de un pensamiento crítico alternativo para
impugnar la realidad.
3.1.4 El acuerdo
El punto de acuerdo debe estar lo más cercano a la demanda inicial y lo más alejado al
punto de abandono.
El distanciamiento entre el punto de acuerdo y el punto de abandono depende de un grupo
de factores, entre los que se destacan: El poder negociador de la contraparte; el grado de
apreciación de la relación de la contraparte; el nivel de flexibilidad acordado en la
negociación; y el manejo de concesiones o divisa que pueden entrar en juego.
Estas concesiones según Edmundo Jant “no es posible negociar acuerdos sin tener que
ceder. Si no se cede nunca, no se está negociando. Simplemente se está obligando a otras
personas a someterse a la voluntad propia”. En este sentido las concesiones son un
instrumento para enfrentar la negociación (Figueroa, 2014)
37. 26
3.2 Estilos de Negociación
Según el modo (estrategia o método) de negociación, estas pueden clasificarse en
negociaciones competitivas (distributivas) y en negociaciones cooperativas (integrativas)
3.2.1 Negociaciones Distributivas o Competitivas
Este tipo de negociación se da cuando los resultados de las partes se hayan negativamente
relacionados, así que uno gana y el otro pierde, y viceversa. La relación entre las partes es
altamente competitiva, ya que cualquier ganancia que se obtenga de la negociación será
a costa de las aspiraciones, deseos y proyectos que el otro tenga (Figueroa, 2014, p. 52).
Y Para tal caso, se deben dar las siguientes condiciones:
no es necesaria una relación continuada en el tiempo
la contraparte depende de los recursos de la otra parte
y no existen criterios objetivos
A continuación se definen algunas características (UTG, 2001) que definen este estilo de
negociación Distributiva (yo gano – tu pierdes)
Los participantes son adversarios. Se establecen en términos de
confrontación
El objetivo es la victoria
Se desconfía del otro
Se insiste en la posición
Se contrarrestan argumentos
Se amenaza
No se muestra el límite inferior
Se exigen ganancias para llegar al acuerdo
Se intentan sacar los mayores beneficios
38. 27
3.2.2 Negociaciones Cooperativas o Integrativas
Hombres como mujeres tienen intereses coincidentes y también intereses opuestos, que
redundan en la vida familiar y es el grupo quien debe buscar la mejor decisión acordada, a
lo que Sen llama “resolución de conflictos basada en la cooperación” (Sen, 2010, p. 237)
ya que esta es una característica general de las relaciones de grupo, pues al interior de las
familias existen implícitamente acuerdos unos más favorables que otros para una de las
partes, que acostumbran a resolver de acuerdo a lo que ellos han construido al interior de
su propia familia.
Se entiende entonces, que en las negociaciones cooperativas es responsabilidad de las
partes descubrir y procurar atender los intereses de la otra parte, de este modo cualquier
acuerdo debe estar orientado a los intereses (Figueroa, 2014) y a obtener una mejor
distribución de los “beneficios entre las partes, buscando soluciones conjuntas a los
problemas” (Figueroa, 2014, p. 20) y “averiguar lo que realmente quiere la otra parte y en
mostrarle la manera de conseguirlo, al tiempo que uno consigue lo que uno quiere” (ídem,
p. 54)
Para ello se requieren de las siguientes condiciones para encontrar un punto de equilibrio:
es necesario el mantenimiento de la relación en el tiempo; el resultado del acuerdo debe
ser el mejor resultado que no negociar (Elster, 2006 citado por Marzonetto, 2013, p. 6);
debe existir un equilibrio entre las partes; y deben existir criterios objetivos extremo de las
partes.
Algunas características (UTG, 2001) de este estilo de negociación colaborativa (yo gano
– tu ganas)
Los participantes tienen una relación amistosa; se establecen en términos de
colaboración
El objetivo es el acuerdo
Se confía en el otro
Se insiste en el acuerdo
Se informa.
Se ofrece
Se muestra el límite inferior
39. 28
Se acepta cubrir ciertas necesidades de la otra parte
Se aceptan pérdidas para llegar al acuerdo
3.4 Negociaciones Familiares y de Mujeres
Este apartado trata la resolución de conflictos desde el concepto de negociación
enmarcado dentro del contexto familiar. Entendiendo que:
“la negociación es un proceso o actividad natural del ser humano, pero también un
método, en el sentido de que existen ciertas reglas o pautas de actuación. Mediante
la negociación, personas o grupos intentan satisfacer sus necesidades, conciliar sus
intereses o resolver sus conflictos de modo más favorable posible a sus propios
intereses (…)” (Figueroa, 2014, p. 47).
No obstante aunque existen varios conceptos ya definidos sobre este tema, para la
presente investigación se construye el concepto de negociación familiar desde diferentes
posturas de teóricos modernos.
Es claro, que no se puede abordar el concepto negociaciones familiares sin abordar lo que
son los conflictos familiares. Por generaciones el concepto de familia estuvo dado como el
núcleo de la sociedad, mamá, papá e hijos reunidos en un espacio llamado hogar,
moviéndose por las etapas ciclo vital familiar, creciendo y nutriéndose mutuamente; pero
esta dinámica en la sociedad postindustrial cambia y se da una “ruptura de las
vinculaciones tradicionales y conlleva para el individuo la liberación de anteriores controles
y obligaciones. Pero, a la vez, se anulan también aquellas condiciones que dieron amparo
y seguridad a la sociedad premoderna” (Beck, 1998, p. 73)
Desde esta perspectiva Beckeriana, se visualiza como la familia sufre una transformación
en su composición, en sus funciones y en su finalidad, especialmente porque las relaciones
en el mundo moderno están mediadas por el mercado y por la persona individualizada,
asumiendo nuevas cargas laborales, económicas y políticas, en busca de su
autorrealización y a través de la auto competencia. Por lo tanto la familia paso a un segundo
o tercer plano, como también la posibilidad o no de tener hijos y de ser así el número se
40. 29
reduce a uno. Estas decisiones son las que caracterizan la sociedad posmoderna, la cual
por un lado brinda trabajo precario, inestabilidad en las uniones matrimoniales, dificultad
en la identificación de valores, escepticismo, desarraigo y marginación, pero de otro lado,
trae consigo los cambios tecnológicos y las comodidades en el uso del tiempo y del
espacio.
Incluso investigadoras desde la época pre industrial ya habían explicitado “la familia como
un lugar de conflicto y enfrentamiento” (Hartmann, 1979 citado por Benería, 2008, p. 24) y
como “un lugar donde puede encontrarse armonía y conflicto” (Folbre, 1982 citado por
Benería, 2008, p. 26) donde se da la explotación del trabajo doméstico, la distribución
desigual de tareas, el poder de los hombres sobre las mujeres e hijos. Y esta subyugación
era más fuerte cuando el hombre tiene acceso al dinero y los bienes, lo que conlleva a una
capacidad de negociación superior a la de mujer.
Es evidente que en las familias estaba ocurriendo contradicciones y tensiones. Si bien, las
mujeres sistemáticamente han ocupado una posición inferior dentro de la familia y por
fuera de ella (Boserup, 1970 citado por Benería, 2008) en muchas poblaciones y en la
mayoría aún de los casos, las mujeres han sido sometidas a la violencia intrafamiliar en la
familia y en el contexto social a desapariciones, trabajos forzados, uso y abuso físico, a la
discriminación racial, social y laboral, al desarraigo de la propiedad y al no derecho a la
educación y a decidir.
Desde esta perspectiva, para conseguir un bienestar y una mejor calidad de vida, desde
los principios de equidad “ha de basarse en la agencia de las propias mujeres para
conseguir ese cambio” (Sen, 2010, p. 234) Cuando las mujeres agencian la erradicación
de las inequidades no solo ayuda a una mujer sino a todas las mujeres incluyendo hombres
y niños y niñas. El bienestar aumenta cuando las mujeres pueden ganar un dinero por fuera
del hogar, tienen derechos de propiedad, saben leer y escribir y este nivel educativo no
solo les permite un trabajo, sino el participar en las tomas de decisiones al interior de la
familia como por fuera de ella. Todos estos diversos aspectos contribuyen positivamente a
reforzar la voz y la agencia de las mujeres a través de su independencia y aumento de su
poder (ídem).
41. 30
Por lo tanto las mujeres deben asumir un poder negociador, el cual no está dado
necesariamente de manera explícita. Es decir, este poder negociador debe construirse
desde varios elementos: “los bienes económicos individuales; otros menos, como los
sistemas de apoyo comunitario/ externo, las normas sociales e instituciones, o las
percepciones sobre aportaciones y necesidades” (Agarwal, 1999, p. 19), en especial “la
fuerza de su posición de retirada” (ídem, p.17)
42. 31
MARCO EMPIRÍCO
CAPÍTULO 4: MARCO METODOLOGICO
4.1Antecedentes
Existen diversas investigaciones sobre el tema de las mujeres: sobre el trabajo que realizan
en la familia, así como su incursión el mundo laboral y todas las consecuencias tanto para
ellas como para los miembros de su grupo familiar. En este sentido dichas investigaciones
develan hallazgos en los que aún queda un recorrido por seguir, en cuanto a la distribución
equilibrada o no del trabajo; las nuevas formas de familia; el compartir las tareas del hogar
entre hombres y mujeres; la calidad en el trabajo ocupado por las mujeres; la articulación
laboral y las consecuencias en la vida de la mujer; las negociaciones realizadas por las
mujeres; entre otros temas que surgen de esta problemática.
En este sentido el Estado del Arte de esta investigación, se apoyó en la revisión y análisis
de estudios realizados en países de América Latina (Chile, Argentina, Colombia, Ecuador);
Norte América (México); Europa (España) y en otros países como la India; en su mayoría
de investigaciones fechados del año 2000 a la fecha, aunque se tuvo en cuenta un par de
búsquedas en este sentido de años anteriores, específicamente de la década de los
noventa, ya que brindaron elementos claves de trazabilidad que permitían revisar el tema
de equidad y la articulación de vida laboral y familiar de las mujeres y lo que todo ello les
implicaba en su futuro.
Los estudios muestran como en países como Colombia la situación laboral de la mujer no
sólo se trata de la relación inequitativa entre trabajo reproductivo y el trabajo productivo
que se da entre el hombre y la mujer, sino también la influencia de la familia entre estas
dos esferas. Arango (1991) estudio los inicios de la industria textil antioqueña, la cual
representa una clara evidencia de lo que sucede en la empresa colombiana en la década
43. 32
de los treinta y cuarenta, en cuanto a las desigualdades a las que se ve sometida la mujer
por el hecho de incorporarse al mercado laboral.
Halló que en la incorporación de la mujer al trabajo remunerado, su vida se envuelve en
los límites impuestos por la familia y el trabajo. Es decir, si la mujer era soltera debía
renunciar a sus propios intereses por los de la familia y aportar su ingreso para que su
padre lo administrara. Por lo tanto este trabajo productivo no representa a la mujer ni
autonomía ni independencia y sí la mujer era casada este ingreso debía contribuir a la
crianza de los hijos, pero en ninguno de los dos casos se le excluye de su trabajo de
reproducción doméstica, así el hombre tenga disponibilidad para realizarlo.
Por mucho tiempo ha existido que sea precisamente la familia un espacio para reproducir
la inequidad para la mujer. Agarwal (1991) estudio a la mujer en la India y extrapola esta
relación a otras mujeres el mundo y encuentra que “la interacción dentro de la unidad
domestica contiene elementos tanto de cooperación como de conflicto” (P. 16). Para
resolver estos conflictos las mujeres deben adquirir el poder de negociar.
En este sentido para Agarwal (1991) considera varios elementos, como los bienes
económicos individuales, los sistemas de apoyo comunitario, las normas sociales e
instituciones, o las percepciones sobre las aportaciones y necesidades. Por ejemplo la
tierra, este recurso económico permitirá que las mujeres puedan tener voz en la toma de
decisiones y satisfacer sus necesidades básicas, aunque las normas y la percepción de sí
mismas afecta esta capacidad. Agarwal encontró que en muchas partes del mundo las
necesidades de las mujeres están minusvaloradas y sus necesidades quedan
subordinadas a las necesidades de la familia, mientras las necesidades de los hombres si
son distintas a las necesidades de la familia.
Es decir las mujeres, se desplazan de la vida familiar a la vida laboral por múltiples razones
entre ellas satisfacer sus necesidades y por ende su poder de negociación. En Todaro
(2004) sus estudios dan cuenta que las mujeres chilenas ingresan al trabajo remunerado
“sea por insuficiencia del salario familiar, mayor desocupación masculina, mayor demanda
de mano de obra femenina, cambios en la estructuras de la familia y mayor porcentaje de
familias con jefatura femenina, cambios en los estilos de vida y mayores expectativas de
44. 33
las mujeres de un desarrollo personal y profesional” (P. 54). Por lo tanto ellas hacen doble
presencia dentro del espacio familiar y el laboral, lo que les va a significar un desgaste de
energías y de tiempo.
En los países Europeos se producen otros procesos que aunque de avanzadas
comparados con el Latinoamericano, siguen en construcción. El Instituto para la Mujer en
España, en el 2008 revela que en los países europeos se gesta un nuevo ideal de familia
“igualitaria o simétrica, con ambos cónyuges con empleo remunerado y compartiendo
tareas domésticas” (P. 11), aunque en la realidad esto no se lleva a cabalidad, pues aún
sigue siendo un ideal, lo que el análisis puso en evidencia es que la conciliación vida
familiar y vida laboral de las mujeres, da cuenta de las contradicciones que ocurren entre
estas dos esferas y las consecuencias para la mujer.
La Oficina Internacional del Trabajo [OIT] y el Programa de las Naciones Unidas [PNU] en
el año 2009 pone de manifiesto que entre 1990 y 2008 la participación laboral femenina
aumentó de 32% a 53% en América Latina y el Caribe. La apertura del mercado laboral al
mundo entero ofrece otras oportunidades de desarrollo entre ellas la mano de obra
femenina, la cual conlleva a la riqueza de un país, pero a costos altos para las mujeres, ya
que en este sentido el desarrollo humano de este proceso es desigual entre un país y otro,
las mujeres acceden a más “empleos, pero no de mejor calidad” (OIT y PNUD, 2009,14),
específicamente las mujeres de menor nivel socioeconómico, las cuales deben asumir
dobles y triples jornadas laborales así mismo como a la discriminación por ser pobres y por
ser campesina o indígena o afrodescendiente.
La OIT y PNUD (2009) encontraron que los hombres y mujeres viven más tensiones con
respecto a los cambios en la organización del trabajo y la familia. Es decir, se han registrado
cambios en la estructura familiar: han disminuido las familias numerosas y han aumentado
las monoparentales; también se registran transformaciones sociodemográficas con el
envejecimiento de la población; por otro lado el mercado laboral se caracteriza por la
inseguridad y la informalidad, hoy por hoy no es fácil contar con un salario permanente que
genere estabilidad en el proyecto de vida de las familias; y por último se contempla la
transformación cultural “los hombres no han asumido de manera equivalente la
corresponsabilidad de las tareas domésticas” (OIT y PNUD, 2009, P.47) y las mujeres ven
45. 34
limitada su participación en el mercado laboral pues deben duplicar la jornada laboral entre
los cuidados en la casa y el trabajo productivo.
De acuerdo a lo anterior, las mujeres se enfrentan al uso del tiempo en altas jornadas
familia/trabajo lo que Marzonetto (2013) en sus estudios en Argentina con mujeres
Mendocinas concluye el uso del tiempo es un elemento clave para entender la posición de
las mujeres en el mercado laboral y en los procesos de negociación, cuestión que es
tomada en consideración escasas veces, tanto por ellas como por las familias y lo que
conlleva a estar en desventaja frente a sus empleadores (as).
Investigadoras como Urrutia (2015) plantean luego de sus investigaciones, algunas
razones en busca de la articulación familia trabajo de las mujeres : a) equidad de género,
para reducir las brechas de recursos (tiempo, dinero e incluso los riesgos de salud
asociados a una doble jornada) que hoy existen entre hombres y mujeres y que ayudan a
la perpetuación de patrones tradicionales por sexo; b) la demanda por una mayor armonía
entre las que quizás sean las esferas más importantes en la vida de las personas, y c) la
necesidad de dar respuesta social a la cuestión del cuidado de los hijos y otros
dependientes, de manera que la relación entre trabajo y familia no sea una de suma-cero
(esto es, una relación donde más dedicación a una esfera significa, necesariamente,
menoscabo para la otra).
En este sentido se requiere impactar en la distribución de tareas dentro del hogar y que el
Estado haga presencia con políticas sociales encaminadas a ello. Mientras ello sucede, las
mujeres deben fortalecer su capacidad negociadora. Aguirre (2016) considera que la
relación de pareja es un espacio para la solidaridad como también para las relaciones de
poder, donde se dan conflictos de intereses y solo a través de estrategias negociadoras se
puede llevar a un equilibrio del poder.
En la familia y en la pareja se destaca la falta de negociación, en las que muchas
cuestiones se plantean como innegociables, lo que supone un obstáculo para el desarrollo
de los propios intereses, principalmente, los de las mujeres. Por lo tanto es fundamental a
la hora de iniciar cualquier negociación es tener conciencia del derecho a negociar; “sin
46. 35
esta conciencia previa, todos los mecanismos para la negociación quedarían invalidados.”
(Aguirre, 2016, P. 5).
Las mujeres quedaron inscritas dentro de un proceso cultural y de normas sociales que
tratarían de “borrar” de ellas esta conciencia y por ende el poder que tienen para asumirse
y para negociar. Si bien, la familia es un espacio de cooperación también lo es de poder,
porque allí es donde se gesta esta invisibilización. En los estudios realizados por Benería
(2008) concluye y se poya en los postulados de Sen, en que es importante la inclusión de
una amplia gama de factores no económicos los cuales afectan a la negociación y al poder
relativo de los miembros de la unidad doméstica.
Por lo tanto, es relevante destacar que en todos estos estudios empíricos dan cuenta de
las dificultades que aún presentan las mujeres en general, para negociar su vida familiar y
su vida laboral, así como también el contexto en el que circunscribe esta situación bajo
políticas sociales esencialistas que por décadas negaron la participación de las mujeres en
el trabajo productivo y por ende conllevan a la permanencia de la mujer en la familia.
Si bien, se han hecho avances importantes, la negociación entre estas dos esferas es un
camino aún por recorrer, pues el trabajo reproductivo y productivo estuvo basado en rígidos
roles de género que ya no corresponden a la realidad del siglo XXI. Actualmente se
presentan otras tensiones y otras formas familiares; así que la negociación es una
estrategia para la inclusión social, para que los Estados avancen con políticas con
transversalidad de género y de derechos humanos y de inclusión familiar para la asignación
equitativa de tareas dentro de la familia.
4.2Tipo de investigación
La presente investigación es de tipo cualitativo, la cual busca comprender la realidad social
e ir más allá de una mera descripción, “es un esfuerzo por comprender la realidad social
como fruto de un proceso histórico de construcción visto a partir de la lógica y del sentir de
sus protagonistas” (Sandoval, 2003, p. 13) Entonces, la investigación cualitativa persigue
obtener de la realidad social un conocimiento directo y para ello el investigador establece
interacciones con la población estudiada, donde hay interpretaciones que
47. 36
permanentemente son validadas dentro de esa relación, lo que hará posible visibilizar
aspectos del mundo subjetivo de los investigados, siendo esto un resultado equivalente a
un conocimiento.
De manera que esta investigación tiene este referente metodológico, el cual pretende
analizar la realidad familiar de las mujeres que trabajan en cargos operativos dentro de un
Ingenio Agroindustrial, especialmente en lo que respecta a la negociaciones que ellas
hacen dentro de su familia y como articulan familia – trabajo. La metodología cualitativa
permitirá al investigador a entrarse a esta realidad y a través de sus propias protagonistas.
4.3 Enfoque
Es fenomenológico, puesto que “el objetivo de la fenomenología es la investigación directa
y la descripción de los fenómenos que experimenta conscientemente, sin teorías sobre sus
explicaciones causales o su realidad objetiva. Por lo tanto, trata de comprender cómo las
personas construyen el significado” (retomado de Tesis Investigación). En este mismo
sentido y teniendo en cuenta que dentro del marco teórico estamos empleando los
conceptos de familia y mujer de Yolanda Puyana (2007) y de Negociaciones de Sen (2010)
quienes nos permiten entender que precisamente las realidades de las mujeres dentro de
la familia requieren de una comprensión individual, ya que cada singularidad tienen unas
características propias y una manera de resolver sus conflictos, el enfoque fenomenológico
conlleva a que se pueda obtener desde las investigadas, su sentir, su construcción de
realidad y sus acciones
4.4Participantes y características
4.4.1 Participantes
Esta investigación se realizó seleccionando un grupo de mujeres que trabajan directamente
en un Ingenio Agroindustrial de producción de azúcar, ubicado en el Valle del Cauca, en
Colombia. Luego de revisar la planta de personal de esta industria, se seleccionaron las
mujeres que ocuparan cargos operativos (es decir se descartaron cargos administrativos,
jefaturas, coordinaciones y supervisores) de una de la planta principal de este ingenio
azucarero. De este grupo seleccionado, otra categoría de selección fue su grupo familiar,
48. 37
así que se seleccionó una mujer por tipología de grupos familiar, en este caso solo se
presentaron 3 tipologías: solteras, madre soltera, unión libre sin hijos.
4.4.2 Características
El grupo de mujeres seleccionadas deben contar con las siguientes características:
contratación directa con el Ingenio Agroindustrial; ubadas en la planta principal de este
Ingenio; asumir un cargo operativo; que sea: madre soltera, soltera, con pareja sin hijos.
Luego de la aceptación a participar de esta investigación, se les asegura la reserva de la
identidad y para la manipulación de los datos, se les dará la siguiente codificación: A0001
(Claudia), B0002 (Sandra) y C0003 (Martha)
Tabla No. 4. 1
Características de la muestra
Cód. de
Identificación
Fecha de
nacimiento
Edad ESTADO CIVIL Denominación del cargo
A0001 29/10/1982 34 Madre Soltera 1 hijo Ayudante de Electricista
B0002 17/10/1992 24 Soltera Analista Cocimiento & Cristalización
C0003 25/08/1993 23 Unión Libre sin hijos Técnico en Gestión Calidad
Fuente: Espinosa Bonilla Maryluz (2017) investigación “Entre las negociaciones familiares y laborales: Las experiencias de
las mujeres trabajadoras en cargos operativos de en un Ingenio agroindustrial del Valle del Cauca, Colombia”
49. 38
4.5 Categorías de Análisis
Tabla No. 4. 2
Categoría de análisis
Objetivo especifico Categoría de
análisis
Definición Subcategoría
Identificar los
intereses y las
necesidades de las
mujeres en su
proceso de
negociación familia y
trabajo
Intereses y
necesidades de
las mujeres en su
proceso de
negociación
familia y trabajo
Esta categoría hace referencia
a las necesidades que tienen
las mujeres dentro de su grupo
familiar y a su vez los intereses
creados por ellas para
movilizarse en la consecución
de estos.
Intereses
Necesidades
Conocer los estilos
de negociación
resultantes en la
resolución de
conflictos empleados
por las mujeres en su
familia y trabajo
Estilos de
negociación
empleados por las
mujeres en su
familia y trabajo
Esta categoría hace referencia
al momento mismo de la
negociación, las mujeres
emplean distintas formas o
estilos de negociar
Competitivas o distributivas
(ganar-perder) y
Cooperativas o integrativas
(ganar-ganar
Competitivas o
distributivas
(ganar-perder)
Cooperativas o
integrativas
(ganar-ganar
Describir los
acuerdos y los
obstáculos
proveniente de las
negociaciones
realizadas por las
mujeres en su
Familia y Trabajo
Acuerdos y
obstáculos
proveniente de las
negociaciones
familia y trabajo
Esta categoría hace referencia
a describir como son los
acuerdos que se logran en la
negociación si estos son
permanentes o no, si son
convenientes o no para la
articulación Familia – Trabajo,
de esta misma manera describir
que obstáculos se presentan,
de que magnitud son y que se
hacen frente a ellos
Acuerdos
obstáculos
Fuente: Espinosa Bonilla Maryluz (2017) investigación “Entre las negociaciones familiares y laborales: Las experiencias de
las mujeres trabajadoras en cargos operativos de en un Ingenio agroindustrial del Valle del Cauca, Colombia”
50. 39
4.6Técnicas de recolección de la información
4.6.1 Entrevista Estructurada
Se caracteriza porque existe un cuestionario elaborado con anticipación. Sandoval (1996)
describe las funciones de este cuestionario, primero asegurar que el investigador cubre
todo el terreno, en el mismo orden para cada entrevistado; segundo, cuidar el itinerario
para mantener la distancia; tercero, establecimiento de los canales para la dirección y
delimitación de discurso; y cuarto, permitir al investigador prestar toda la atención al
testimonio de su entrevistado.
En cada entrevista al inicio se les presentó el objetivo de la investigación y el carácter
confidencial de la misma (el cual fue otorgado el cual quedo grabado en medio
magnetofónico). No obstante en primera y única instancia se aplicó una entrevista
estructurada piloto a una mujer trabajadora de mismo ingenio agroindustrial, pero distintas
a las seleccionadas, con el fin de evaluar el instrumento y replantearlo de ser necesario.
(Ver anexo No. 1)
4.6.2 Observación participante
Se tuvo en cuenta de manera fundamental y transversal en esta investigación a la
observación. Ávila (2008) considera que la observación involucra no sólo nuestra manera
de relación con el conocimiento, sino también la manera de relación con la vida cotidiana,
por lo tanto se realizaron visitas en el lugar de trabajo de estas mujeres, para revisar su
carga laboral, su relacionamiento en el trabajo y conocer los procesos realizados.
4.6.3 Conversaciones informales
En Páramo y Duque (2008) “las conversaciones informales y las interacciones con los
miembros de la población que está siendo estudiada también son componentes
51. 40
importantes de esta técnica” (P. 172) es decir de la observación participante. Estas
conversaciones se sostuvieron con otras mujeres compañeras de trabajo, familiares y con
las mismas entrevistadas quienes una vez terminaba la entrevista se daban temas libres
para alimentar el análisis de la investigación.
4.7 Técnicas de organización para el análisis de la información
Con las entrevistas realizadas a cada una de las participantes, las cuales quedaron
guardadas en medio magnetofónico, posteriormente archivadas selectivamente, para su
respectiva transcripción en Word. Una vez obtenida esta información como un archivo
plano, fueron clasificadas manualmente en una matriz, teniendo en cuenta las tres
categorías de análisis y por sujeto entrevistado.
4.8 Procedimiento
4.8.1 Recolección de la información
En primera instancia se realiza un acercamiento a cada mujer trabajadora, en su lugar de
trabajo y se le explica el objetivo de la investigación y recibir de ellas su aceptación.
Posteriormente se les contacta en momentos distintos para realizar las entrevistas. Estas
se realizaron en su lugar de trabajo, dado que con anterioridad se obtuvo el respectivo
permiso por parte de los jefes, así que en un lugar a solas (sala de juntas) procedimos a la
entrevista. Por otro lado, en encuentros ocasionales se entablaron conversaciones
informales, en otras instancias del análisis se realizaron llamadas telefónicas o inclusive
conversaciones por las redes sociales de internet.
4.8.2 Organización y análisis de la información
Con el archivo plano categorizado, la información se clasifica en matrices “el valor de esta
estrategia metodológica es principalmente heurístico o generador, ya que la legitimización
de los hallazgos se tiene que dar en un proceso de interacción y diálogo con los
protagonistas de las realidad socio-cultural objeto del análisis” (Sandoval, 2003,137). Esto
conlleva a obtener los resultados por las tres categorías que dan cuenta de cada uno de
los objetivos. En este sentido el investigador hace un análisis frente a cada categoría, la
desglosa, revisa hallazgos y condensa la información y la contrasta con la teoría.
52. 41
CAPÍTULO 5: RESULTADOS
Este capítulo presenta los resultados de la investigación “Entre las negociaciones familiares
y laborales: Las experiencias de las mujeres trabajadoras en cargos operativos de en un
Ingenio agroindustrial del Valle del Cauca, Colombia”, para lo cual se analizaron las
negociaciones familiares realizadas por estas mujeres operarias, para articular su vida en
el trabajo. De tal manera que este Capítulo de Resultados es producto de la voz de tres
mujeres trabajadoras, a quienes se les abordo metodológicamente por medio de la
entrevista estructurada, la observación participante y las conversaciones informales. Son
sus experiencias las que conllevan a los hallazgos, respuesta a los tres (3) objetivos
específicos propuestos y a la articulación de la teoría con la realidad.
Presentación de las mujeres que participaron durante el proceso investigativo
A continuación se presentan las tres participantes de esta investigación, las cuales trabajan
en un Ingenio Agroindustrial del Valle del Cauca, Colombia, quienes laboran en la parte
operativa dentro del proceso de la elaboración del azúcar. Las experiencias de vida de
cada una, le sirvió a la investigadora para dar respuesta al interrogante de cómo son las
negociaciones que ellas hacen en su familia para articular su vida laboral.
Claudia: de 34 años de edad, soy “Madre soltera, desde siempre”, con un hijo de 5 años
de edad, que estudia quinder, “Hice todo el bachillerato. Tengo un técnico en el Sena de
electricidad”, pertenece a la etnia afrodescendiente, reside en La Paila (Valle del Cauca) y
en la empresa ocupa el cargo de: “Aparezco como Auxiliar eléctrico, pero pertenezco al
área de metrología”, “conmigo vive mi hermano, de 20 años.” Del matrimonio es la numero
tres, pero “ese hermano que está ahí es hermano es por parte de papá” (Ver Familiograma,
Anexo No. 2)
Sandra: Tiene 23 años, vive en Zarzal (Valle del Cauca), “Yo estoy terminando
administración agropecuaria… He… voy en noveno semestre. En el Intec en Roldanillo,
se empieza con la tecnología y luego con la profesional”, el cargo dentro del ingenio es