Las unidades de cuidados intensivos (UCI) brindan atención a pacientes con problemas de salud potencialmente mortales que requieren monitoreo y tratamiento constantes. La enfermería juega un papel clave en la UCI al proporcionar cuidados diarios como controlar las constantes vitales, asegurar la higiene del paciente, y movilizar al paciente de forma segura. La higiene del paciente crítico busca eliminar secreciones y reducir el riesgo de infección, además de mejorar el bienestar y confort del pac
1. CUIDADOS INTENSIVOS
•¿Qué son los cuidados intensivos?
•¿Qué significan y que diferencias entre existen entre
UTIM-UCI y UTI?
•¿Cuál es la finalidad de enfermería en la uti?
• Enfermería y cuidados intensivos
2. Cuidados intensivos
• Una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) es una
sección de un hospital o centro de atención médica
que proporciona atención a pacientes con problemas
de salud potencialmente mortales. Estos pacientes
necesitan monitoreo y tratamiento constantes, lo cual
puede incluir soporte para las funciones vitales. Los
tipos comunes de equipos usados en la UCI incluyen
monitores cardíacos, ventilación mecánica, sondas de
alimentación, vías intravenosas, drenajes y catéteres.
La UCI también se puede denominar unidad de
terapia intensiva o unidad de atención crítica.
3. DIFERENCIAS ENTRE UTI – UCI
• La Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) o Unidad de
Terapia Intensiva (UTI) es un sector dentro del hospital
en el que tratamos pacientes con enfermedades que
amenazan la vida.
• En la misma linea, ¿cuál es la diferencia entre UCI y
cuidados intermedios?
• Las Unidades de Cuidados Intermedios (UCIM) son
áreas hospitalarias con dotación técnica y humana
suficiente para proporcionar una vigilancia
y cuidados asistenciales con nivel inferior a las Unidades
de Cuidados Intensivos (UCI), pero muy superior a las
áreas convencionales de hospitalización.
4. Enfermería, cuidados
• Como cualquier paciente hospitalizado, el paciente
crítico necesita también cuidados diarios encaminados a
satisfacer las necesidades básicas alteradas por su
estado patológico. No obstante, partiendo de la
situación de compromiso vital, los cuidados de nuestro
paciente crítico se regirán bajo los criterios de
prioridad, continuidad y sistematización.
• Además, una correcta organización de dichos cuidados
implica asignarlos a un turno específico (mañana, tarde,
noche) y supone tener en cuenta las peculiaridades
implícitas en los cuidados a pacientes según su
patología
5. • Participar del relevo de Enfermería para conocer la
evolución de nuestro paciente durante las últimas 24
horas, con especial interés en la realidad inmediata (el
último turno).
• Aplicar los cuidados planificados para nuestro
paciente.
• Aplicar el tratamiento médico prescrito y colaborar
con el médico en procedimientos diagnósticos y
terapéuticos.
• Cumplimentar los registros de Enfermería de la
unidad: gráfica, plan de cuidados, hoja de evolución,
etc.
Entre los cuidados generales del paciente crítico a realizar en
todos los turnos encontramos:
6. • Controlar y registrar las constantes vitales.
• Actuar ante situaciones de amenaza vital inmediata.
• Controlar la nutrición del paciente: tolerancia, tipo de dieta,
sensación de apetito.
• Dar respuesta adecuada a las demandas del paciente y de la
familia y asegurar que disponen de los recursos para
hacérnoslas llegar.
• Movilizar al paciente de forma segura cuando así esté
indicado (cambios posturales, levantar al sillón…)
• Asegurar una correcta higiene del paciente, especialmente
ante y después de las comidas (manos, boca…) y siempre
que la circunstancia lo requiera (diarrea, vómitos,
diaforesis…)
• Asegurar el correcto cumplimiento de las medidas de
aislamiento por parte del personal, del paciente y de los
familiares.
7. • Para desarrollar este punto más ampliamente,
me voy a basar unos puntos importantes como
son la higiene, cuidados del entorno y la
movilización.
8. Higiene del paciente:
Al realizar la higiene del paciente perseguimos
varios objetivos. Obviamente, la higiene permite
eliminar secreciones y excreciones corporales
reduciendo el número de microorganismos
patógenos transitorios y, por consiguiente, el riesgo
de infección. Pero además, la higiene favorece el
bienestar del paciente, mejorando su autoimagen y
autoestima y el estado de confort del que
hablábamos al inicio de la lección. Al realizar la
higiene del paciente crítico deberemos partir de la
capacidad de autocuidado del mismo, estimulando
siempre su independencia y supliendo sólo aquellas
funciones en las que el paciente es dependiente.
9. La higiene completa se realizará al menos una vez al día y tantas veces como sea
necesario. En ella colaborará todo el equipo de Enfermería responsable de ese
paciente (enfermeras y técnicos en cuidados auxiliares en Enfermería) con la
colaboración del celador/es.
Antes de iniciar la higiene, la enfermera se informará del estado del paciente y
de todas aquellas particularidades del mismo que deban ser tenidas en cuenta
durante la técnica (paciente con PIC elevada, politraumatizado, postoperatorio
cardiaco, arritmias, etc.)
Durante la higiene del paciente encamado, la enfermera se encargará
especialmente de la correcta movilización y manipulación del mismo, prestando
especial interés a la protección de vías, drenajes, tubuladuras, apósitos, etc.
En caso de higiene y movilización de pacientes intubados, la enfermera
mantendrá durante todo el proceso de movilización la fijación manual del tubo
endotraqueal para evitar su desplazamiento accidental. Ante cualquier alarma del
respirador, se parará el proceso de higiene y se resolverá la situación que ha
provocado dicha alarma (aspiración de secreciones, desconexión accidental, falta
de sedación y/o relajación…)