Este documento define la sátira como un género literario que utiliza la ironía, la alusión o la burla para criticar los defectos humanos como la locura, la injusticia y la necedad. Explica que la sátira se originó en la literatura latina y que sus principales exponentes fueron Horacio, Juvenal y Marcial en la antigüedad. En la Edad Media, la sátira se desarrolló en géneros populares como las canciones de escarnio. En el Renacimiento, autores como Erasmo,
1. Sátira, en literatura, texto en prosa o en verso que emplea la agudeza bajo la forma de la ironía, la
alusión o la burla para mostrar la locura, la injusticia y la necedad humanas. La sátira también se
encuentra en el periodismo y alcanza el ámbito de las artes plásticas a través de la caricatura y de
movimientos pictóricos como el expresionismo. El término deriva del latín satyra, „mezcla‟ o „plato
colmado‟, y se relaciona con el adjetivo también latino que significa „repleto‟. Satyra designa, en realidad,
una forma poética propiamente romana. En el renacimiento, como resultado de una falsa interpretación
de la etimología, se asoció con la palabra sátiro, por lo que adquirió la connotación de burla lasciva. De
todos modos, desde la antigüedad se suponía que las sátiras señalaban debilidades y alertaban sobre
las conductas reprobables.
LA SÁTIRA EN LA ANTIGÜEDAD
Horacio Horacio, destacado poeta de la Roma clásica, vivió durante la edad de oro de la literatura latina,
en el siglo I d.C.; entre sus primeras obras se encuentran Sátiras (el Libro primero se publicó en el año
35 a.C. y el segundo en el 30 a.C.). En ellas imitaba el estilo de GaioLucilio, un escritor satírico del siglo
II a.C. célebre por sus Odas, una colección de poemas breves de gran ironía y refinamiento; publicó,
además, poemas líricos.The New York Public Library
No existía en la antigua Grecia una gran tradición de poesía satírica. Entre los pocos autores de sátiras
figuran Arquíloco, cuyos versos datan de principios del siglo VII a.C., y Cercidas el Cínico. Arquetipos del
drama satírico griego son las comedias de Aristófanes que, escritas en el siglo V a.C., se siguen
representando actualmente. La sátira como una forma literaria autónoma fue una creación de la literatura
latina, a partir de Cayo Lucilio. Sus treinta libros de sátiras en verso presentan desenfadados puntos de
vista sobre una amplia variedad de temas.
El primer gran autor de sátiras, cuyas obras sirvieron de modelo a otros escritores, fue el poeta Horacio.
Satírico sereno, prefería comentar “con una sonrisa” la tendencia a los extremos, especialmente en
materia sexual, o las conductas groseras. En contraste con la amable burla de Horacio se encuentra el
humor cáustico de su contemporáneo Juvenal, quien, a través de 16 sátiras en verso, fustiga los vicios
de la sociedad urbana de Roma y los opone a la tranquilidad y la honradez de la vida campesina. Desde
una perspectiva estoica, denunció el asesinato, ciertas prácticas sexuales, el fraude, el perjurio, el robo,
la gula, la lujuria, la avaricia y la adulación a los poderosos como pecados de igual magnitud. Censuró
también la brutalidad de los soldados con los civiles. Su misoginia se explayó en descripciones de los
tipos de mujer que más le disgustaban. Algunas de sus sátiras influyeron en escritores como el italiano
Giovanni Boccaccio, el francés NicolasBoileau-Despréaux y los ingleses Lord Byron y Samuel Johnson,
quien, especialmente en el poema Vanidad de los deseos humanos (1749), realiza un comentario
desesperado sobre la fragilidad de la razón humana. El tópico de la idealización de la vida campesina, en
contra de los excesos de los habitantes de las ciudades se proyecta en la literatura europea en títulos
como Menosprecio de corte y alabanza de aldea, tratado moral de fray Antonio de Guevara, publicado en
Valladolid en 1539. Se trata del Beatusille de Horacio, continuado por Juvenal, que también reaparece en
la famosa “Oda a la vida retirada”, de fray Luis de León.
Marcial, poeta hispanorromano y amigo de Juvenal, fue maestro en el arte del epigrama, donde la burla
se enlaza con un tono próximo al insulto. Antes de regresar a Hispania, escribió 12 libros de epigramas
en verso, con mordaces comentarios sobre la decadente vida romana. Él introdujo la práctica satírica de
oponer las virtudes de sus amigos con los defectos de sus enemigos personales. También del siglo I,
Petronio describió en el Satiricón las aventuras de dos personajes, Encolpio y Ascilto, representativos de
la sociedad de la época. Gran parte del libro se ocupa del banquete en casa de Trimalción, cuyos
2. esfuerzos por orientar la conversación hacia temas filosóficos y literarios resultan vanos. El director
italiano Federico Fellini realizó, en 1969, la recreación cinematográfica del Satiricón.
SÁTIRA MEDIEVAL
En la edad media, deben situarse en el marco de la sátira las canciones de escarnio y maldecir, las
creaciones de los goliardos (véase Literatura goliárdica) y, en general, las composiciones cómico-
carnavalescas que asocian lo satírico con la parodia y, además, con la fábula, que permite representar
defectos humanos y sociales identificándolos con conductas animales. En el Libro de Buen Amor de
Juan Ruiz se realiza una fusión de lo goliárdico, lo fabulístico, lo cómico–carnavalesco y un sentido del
humor próximo a la ironía. La Danza general de la muerte presenta un desfile de todos los estados
sociales frente a la muerte “igualadora”, como pretexto de examen de los vicios que afectan a la
sociedad en su conjunto. La sátira se desarrolla sobre todo en la literatura de raíces populares: las
Coplas de Mingo Revulgo (1464), atribuidas a Hernando del Pulgar; las Coplas de Di Panadera; las
Coplas del mal gobierno de Toledo, de Gómez Manrique, por ejemplo, reflejan la crítica, a veces procaz
(como en las Coplas del Provincial), de la realidad política y de sus representantes. En las Coplas de
Mingo Revulgo se alude a la homosexualidad de Enrique IV, que anda “tras los zagales” y abandona a
las “ovejas” (el pueblo) “por folgar tras cada seto”. En las coplas de Gómez Manrique (también llamadas
Exclamación e querella de gobernación), se lee: “En un pueblo donde moro/ al nesçiofazenalcallde” y
“Los cuerdos fuyrdevrían/ de do locos mandan más,/ que quando los çiegos guían/ ¡guay de los que van
detrás!”.
4 SÁTIRA RENACENTISTA
Con el renacimiento, comenzó a ser más frecuente la sátira en prosa que en verso. Los cuatro maestros
del género fueron el poeta y humanista alemán SebastianBrant, el escritor francés François Rabelais, el
escritor holandés Erasmo y el español Miguel de Cervantes Saavedra. Brant ridiculiza un repertorio
completo de tipos humanos en Das Narrenschiff (La nave de los locos, 1494). Erasmo utiliza a la locura
como narradora de su Elogio de la locura (1511), que aún logra hacer reír a los lectores modernos al
satirizar las costumbres, creencias y conductas de los individuos de la sociedad de su tiempo. Las
ilustraciones que figuran en la edición original, obra del artista alemán Hans Holbein el Joven, refuerzan
el mensaje del texto. Pantagruel (1532) y Gargantúa (1534), de François Rabelais, ofrecen una visión
hiperbólica y humorística, con un lenguaje muchas veces escatológico, que se integra con la erudición y
los ideales humanistas del autor. La gran sátira (y también parodia) de la caballería andante, Don Quijote
de la Mancha, aporta no sólo una visión crítica de la sociedad de la época, dividida entre el idealismo y
las urgencias de la vida cotidiana, sino también el gran tema de la literatura y de la ciencia
contemporáneas: la confusión entre apariencia y realidad, la validez de la percepción individual, por
encima de los dogmas acerca de lo verdadero y de lo falso.
Deben citarse también autores como Cristóbal de Castillejo; Francisco de Quevedo, con los Sueños, por
ejemplo; Baltasar Gracián, con El criticón. En Francia, los dramas de Molière satirizan a muchos tipos
sociales y morales: hipócritas, arribistas, cornudos, donjuanes y médicos impostores. Su contemporáneo,
el crítico NicolasBoileau-Despréaux, escribió 12 sátiras en verso donde muestra conductas y asuntos
tanto públicos como privados.
SÁTIRA DEL SIGLO XVIII
3. Henry Fielding Henry Fielding, escritor que contribuyó de forma decisiva en la nueva concepción de la
novela inglesa, rompió con el género epistolar y utilizó un estilo que influyó en los novelistas victorianos
como Charles Dickens.Corbis/Library of Congress
A principios de este siglo comienza en Inglaterra la llamada edad de oro de la sátira. Una de las más
brillantes de tipo social es la La ópera del mendigo (1728), de John Gay, que inspiró la adaptación
realizada en 1928 por Bertolt Brecht y KurtWeill: La ópera de cuatro cuartos. Destacan también los
novelistas Henry Fielding, Jane Austen y Jonathan Swift, cuyo apasionado interés por el ser humano
individual lo conduce, paradójicamente, a la actitud propia de un misántropo. El francés Voltaire, en su
obra Cándido, realiza una defensa de los principios del Siglo de las luces, lo que le valió una enérgica
reacción oficial por su crítica de las ideas religiosas y sociales dominantes.
Jonathan Swift Jonathan Swift aplicó su ingeniosa, imaginativa y a menudo amarga sátira a terrenos
como la política, la literatura y la sociedad. Los viajes de Gulliver, su obra maestra, satiriza a la
humanidad y a sus instituciones y algunos capítulos de ella se han convertido en clásicos de la literatura
infantil.CulverPictures
En España, el padre jesuita José Francisco de Isla, en Historia del famoso fray Gerundio de Campazas
alias Zotes, critica la tendencia a la palabrería hueca en los sermones y propone uno, por ejemplo,
llamado “ciencia de la ignorancia en la sabia ignorancia de la ciencia”. Tomás de Iriarte consigue, con
sus Fábulas, atenuar el rigor moral mediante la gracia de sus rimas y la oportunidad de sus dardos
satíricos.
LA SÁTIRA EN EL SIGLO XIX
En el siglo XIX español destacan, como obra aislada, las Humoradas de Gaspar Núñez de Arce,
epigramas que recuerdan a Marcial. En prosa, sobresalen sin duda los Artículos de costumbres de
Mariano José de Larra. El escritor argentino Juan Bautista Alberdi realiza, en El gigante Amapolas, una
visión satírica que roza la caricatura acerca de la tiranía de Juan Manuel de Rosas. En la literatura en
lengua inglesa, variedades de la sátira aparecen en los relatos breves de Mark Twain y en la obra de
AmbroseBierce, especialmente su Diccionario del diablo; las novelas de Charles Dickens constituyen una
sátira de la hipocresía oficial y de las convenciones de la era victoriana. También puede citarse a Oscar
Wilde por su gusto por la paradoja, así como a George Bernard Shaw.
LA SÁTIRA EN EL SIGLO **
Calavera Catrina La zincografía Calavera Catrina (11 × 15 cm) es uno de los miles de grabados que el
artista mexicano José Guadalupe Posada realizó en la imprenta de Vanegas Arroyo sobre las vicisitudes
y acontecimientos ocurridos en su país durante el mandato de Porfirio Díaz (1876-1880; 1884-1911).
Como puede apreciarse en esta imagen, la caricatura y el humor negro eran los principales ingredientes
de la obra de este autor.Mexicolore/IanMursell
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Una de las líneas del desarrollo de la sátira en el siglo ** es su uso como medio para enjuiciar y burlarse
de los regímenes dictatoriales o para ridiculizar ciertos mitos sociales (el sueño americano, la
inconsistencia de las utopías), la rigidez de las convenciones sexuales y las coerciones religiosas. Se
mezclan con este propósito obras de muy diverso género y origen: las piezas teatrales de Brecht contra
4. el ascenso del nacionalsocialismo (Los fusiles de la madre Carrar; La resistible ascensión de Arturo Ui);
las películas El gran dictador o La quimera del oro de Charlie Chaplin; Un mundo feliz de AldousHuxley;
Nathanael West con su disección del ambiente cinematográfico de Hollywood en Como plaga de
langosta; la visión esperpéntica de Valle-Inclán; los sainetes (y, con ellos, las variantes del género chico)
de Carlos Arniches; la canción popular (de la tendencia inaugurada por Georges Brassens o Boris Vian
en Francia, a Javier Krahe y Joaquín Sabina en España, o Nacha Guevara en Argentina). Pertenecientes
a un género híbrido, oscilante entre las artes plásticas y la literatura, dentro de la tradición de los
emblemas y la representación alegórica, se encuentran las “calaveras” del mexicano José Guadalupe
Posada, combinación de grabado y texto que cumplió un papel crítico y de propaganda durante la
Revolución Mexicana. La sátira, además de su elaboración estrictamente literaria, aparece en cierto
estilo de periodismo que se propone, desde el humor, muchas veces corrosivo, actuar como medio
informativo al margen de la noticia oficial. Revistas como Le Canard Enchaîné en Francia, PrivateEye en
Gran Bretaña, La Codorniz y El Jueves en España, Satiricón y Humor en Argentina y Krokodil en la
Unión Soviética dan buena muestra de ello.
Cuando se habla de poesía satírica y burlesca es corriente referirse a un tipo de literatura donde
predomina un componente crítico y un componente humorístico como rasgos comunes a ambas
manifestaciones.
R. Jammes intentó diferenciar ambas modalidades, señalando comopoesía satírica aquella que
tuviera una raíz moral, mientras que denominaba burlesca a todas las formas que presentan
una actitud inconformista del autor o un cierto regusto por envilecer la realidad.
Dentro de todas estas manifestaciones podríamos intentar hacer una clasificación según aquello
que sea el objeto de la crítica del poeta:
a. Estamentos o grupos sociales: la corte, los políticos, los ricos (dentro de las cuales podríamos
diferenciar un subgrupo en el que el dinero se convierte en el objeto de crítica) o, incluso, los
pobres.
b. Las profesiones: médicos, sastres, alguaciles o escritores (donde podríamos incluir el combate
literario que se produce entre Quevedo, Lope de Vega y Góngora), entre otros.
c. Los ideales renacentistas: el heroísmo, el amor o lamujer (donde encontramos un importante
grupo de poemas).
d. La creación literaria.
e. La propia vida, y su consecuencia, la muerte, también se convierten en diana para los dardos
barrocos.
5. Las causas de esta actitud hay que buscarlas en un carácter esencial de la época, como es la
actitud desengañada del artista, su desilusión ante lo que la realidad de su tiempo puede ofrecerle.