1. UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN
APORTES DE LA INVESTIGACIÓN
MODELO COMUNICATIVO INTERDISCIPLINARIO PARA EL DESARROLLO
DE COMPETENCIAS PROFESIONALES
MES. Lucinda Sepúlveda García
Autora
Dirección: Av. Acueducto y Eucalipto s-n del Paseo Residencial. Cd. Monterrey, Nuevo
León, México. Tel: 83.57.50.00 ext. 130 ó 139 e-mail: ly_sepulveda hotmail.com
2. RESUMEN DE LA INVESTIGACIÓN
El presente trabajo se registra en un proyecto de investigación titulado: “Modelo
Comunicativo interdisciplinario para el desarrollo de Competencias Profesionales”. Estudio
de caso: Programa de la asignatura de Formación de Emprendedores y profesores de la
Universidad Autónoma de Nuevo León, que participan la Coordinación de Estudios
Generales Universitarios de la Dirección de Estudios de Licenciatura, así como egresados
de éxito, especialistas en el área y profesionales.
El objetivo de la investigación es proponer bases teóricas metodológicas para un Modelo
Comunicativo interdisciplinario que sirva de fundamento al fortalecimiento y desarrollo de
las competencias profesionales, en el programa de formación de emprendedores en la
Universidad Autónoma de Nuevo León.
El enfoque de investigación es cuantitativa: Encuestas y cualitativa: Entrevista estructurada
y grupo focal.
En el proyecto se va presentar el planteamiento del problema a investigar
Palabras clave relevantes sobre el tema:
- Modelo
- Comunicación
- Emprendedores
- Competencias Profesionales
3. Introducción
El mundo del trabajo ha cambiado enormemente en los últimos años. La
globalización de la economía, la intensificación de la competencia, la aceleración de los
cambios tecnológicos, el aumento del sector servicios1, las crecientes exigencias de los
consumidores o la búsqueda de excelencia, están influyendo fuertemente en las empresas y
en la forma en que estas deben organizarse para competir en un mercado global.
Para adaptarse al nuevo entorno, las empresas reformulan su misión, su cultura, su
estructura organizativa. Las organizaciones tienen cada vez menos niveles jerárquicos; hoy
en día importan, más que los productos, los procesos, más que las personas, la calidad de
las relaciones que establecen entre ellas.
Esta cultura empresarial emergente basada en el cuidado de las personas y sus
relaciones, junto con su desarrollo o crecimiento personal, es coherente con la importancia
del capital humano como fuente de diferenciación de una organización frente a otra. Las
empresas pueden aplicar las mismas técnicas de dirección y usar la misma tecnología e
infraestructura, pero sólo la excelencia de las personas integrantes en la organización logra
marcar la diferencia (De la Vega, 2002).
Actualmente el trabajo se caracteriza por la movilidad profesional, por la frecuencia
de cambios de empleo, o por los cambios de actividades dentro de un mismo empleo, por el
simple hecho de que el propio cambio ocurre en las mismas empresas: se achican, se
agrandan, se fusionan, cambian de producto, etc.
En un contexto micro (dentro de la empresa), en la actualidad los rasgos más
sobresalientes se caracterizan por la orientación hacia una alta valoración del trabajador y
su aporte para el logro de los objetivos, así como su contribución para las solución de los
problemas, en tal sentido se privilegia la creatividad y cooperación (Salcedo, 2004).
Debido a las estructuras cambiantes, flexibles y complejas, existe un requerimiento
creciente de equipos de trabajo autodirigidos o autogobernados, interfuncionales y
4. multiculturales. En este contexto, las características de los profesionales requeridos por las
empresas también han cambiado notablemente.
Cuando hablamos de sujetos emprendedores, y se intentara hacer una aproximación
sobre cuál es el conocimiento de la realidad social de los mismos en lo relativo a sus
perfiles de personalidad o sistemas de competencia asociadas, se debe ser consecuentes con
lo anterior y no generalizar el concepto a un único perfil o a un único sistema, pues habrá
tantos perfiles como individuos sean sometidos a análisis, así como situaciones
contextuales en las que éstos desarrollen su actividad emprendedora, que condicionarán,
por consiguiente, su sistema de competencias necesarias para resolver situaciones con
éxito.
Un conocimiento más o menos exhaustivo de todos los aspectos que configuran la
realidad del sujeto emprendedor, desde una perspectiva sistémica, y profundizando en los
componentes que pueden contribuir a “fortalecer el cuerpo de conocimiento orientado a
potenciar el espíritu emprendedor de la comunidad”.
El empleado tipo de la sociedad del conocimiento2 es un titulado universitario con
probable formación de postgrado, bilingüe (si es posible con más idiomas para puestos
gerenciales), buen manejo de aplicaciones informáticas, altamente capacitado pero también
versátil, capaz de integrarse en equipos diferentes, de desempeñar roles diversos
adaptándose con rapidez a los cambios, y de desplegar un amplio abanico de habilidades
sociales (Agut, 2001; Rastrollo y Castillo, 2003; Cassano, 2004).
Como era de esperar, los cambios originados en las empresas, no han dejado al
margen a la educación superior o terciaria, originando nuevas tendencias que se expresan
en numerosos documentos gubernamentales y de organismos internacionales
especializados3, lo que ha conducido a un replanteamiento de los currículos universitarios.
Por otra parte, la heterogeneidad de la oferta de carreras y programas
postsecundarios en instituciones de muy diversa naturaleza, ha generado la urgente
necesidad de dar fe pública de las capacidades de los egresados para su ejercicio
profesional mediante procesos de aseguramiento de la calidad4.
5. Una de las formas para dar respuesta a estas nuevas demandas es la de definir
perfiles de egreso basado en competencias y establecer los mecanismos para asegurar su
cumplimiento al termino de los estudios.
Los cambios producidos a nivel mundial han conformado las bases de un nuevo
modelo de organización social (la “Sociedad del Conocimiento”), y de un nuevo tipo de
organización productiva (la “Empresa Flexible”), que requieren cada vez más de la
educación; siendo entendida esta última como la esfera de difusión de los nuevos
conocimientos y de la nueva disciplina que, tanto la sociedad como la empresa, necesitan
para un desempeño competitivo. La centralidad del papel jugado por la educación se deriva
–necesaria e inevitablemente- de las nuevas “reglas del juego” que tiende a imponer el
proceso de globalización de la economía a escala mundial. (Gentili, 1994)
Con respecto a la importancia del tema, las competencias, fundamentalmente
concebidas en términos de respuestas profesionales que una persona brinda a los
requerimientos de su puesto de trabajo (un puesto de trabajo que está ubicado en una
organización concreta, un sector o actividad determinada, un contexto social, político y
económico concreto, etc.) (Aneas, 2003), se cuenta entre los aspectos más tomados en
consideración para evaluar la riqueza del talento humano con que cuenta una organización
social en el momento actual, y es tema de extraordinaria vigencia ya que estamos en el
denominado siglo del talento de los recursos humanos.
La formación con enfoque en competencias promueve más que habilidades y
destrezas para un puesto de trabajo, una formación integral que posibilita una mayor
riqueza profesional humana en el graduado universitario y en correspondencia con ello,
más amplias posibilidades para su desempeño y futuro.
Entre los rasgos esenciales que algunos identifican en cuanto a competencias, puede
destacarse su capacitad de ser medibles (observables) y modificables (se pueden adquirir).
Pero las competencias se relacionan estrechamente con hábitos de pensamiento y conducta,
y aunque pueden aprenderse, su desarrollo será más difícil cuanto más tardíamente se lleve
a cabo (Álvarez y Moreno, 2002).
6. Si se desea que los estudiantes egresen con conceptos como emprendimiento,
trabajo en equipo, habilidades para la comunicación interpersonal, entre otros valores, debe
trabajarse en este sentido desde las etapas más tempranas de su formación profesional.
En opinión de numerosos autores, las competencias se erigen en el elemento clave
en torno al cual gira la gestión del talento y enriquecimiento humano, y las instituciones
que poseen la responsabilidad de formarlo y prepararlo para el ejercicio profesional deben
asumir el reto de educar en un sentido más amplio.
Como es conocido los componentes principales en cualquier comunidad docente
están constituidos, entre otros, por los profesores, los alumnos, y el sistema educativo. No
obstante, en numerosas ocasiones se advierte que se le presta muy poca atención a ese
tercer componente fundamental: el sistema educativo.
Existen instituciones que se enorgullecen de su capacidad para producir nuevos
conocimientos a través de una investigación de vanguardia en muchos y diversos campos,
pero paradójicamente, dedican escasa atención al proceso docente educativo, lo que se debe
materializar en la preocupación y el accionar diario en la enseñanza. Los contenidos y
enfoques de los sistemas educativos en la actual época del conocimiento están
evolucionando tanto como los vertiginosos cambios e innovaciones en los ámbitos de la
actividad económica y social que hoy vivimos.
La capacidad para explotar y administrar el conocimiento se ha convertido en un
factor clave en cualquier organización, al igual que la velocidad para asimilar la tecnología
e incrementar la capacidad de respuesta de los sectores productivos y de servicios. Ello es
vital para la supervivencia.
El desarrollo de nuevos conocimientos avanza de manera generalizada, y esto
determina la rápida obsolescencia de los anteriores. De ahí que las demandas de
competencias profesionales estén cambiando la manera de hacer educación. En este
contexto deviene una necesidad imperiosa para las instituciones de educación superior,
ofrecer contenidos y enfoques curriculares significativos y actuales, lo cual, constituye, sin
dudas un gran reto por resolver.
7. La relación entre comunicación y educación ha sido siempre indisoluble; los
procesos educativos presentan un componente comunicacional tan importante que el tipo de
paradigma comunicacional utilizado llega a determinar incluso la calidad del proceso de
enseñanza aprendizaje. Así, como es conocido, los modelos unidireccionales de
comunicación han sido los tradicionalmente asumidos por la educación concebida como
proceso únicamente instructivo, en tanto los modos más contemporáneos de educar,
requieren de miradas comunicacionales más dialógicas (Trelles, 2003).
La academia debe ofrecer en la formación de sus graduados espacios para el
desarrollo de las competencias que ahora son indispensables en los profesionales, es decir,
ver lo que la realidad pide y, en la medida de lo posible, prever lo que se necesitara más
adelante a fin de contribuir al egreso de profesionales aptos, competentes y comprometidos
con el desarrollo sustentable de sus naciones, sobre todo en los casos de los países
Latinoamericanos y del tercer mundo en sentido general.
Los aspectos más significativos de este proyecto de investigación y que dan cuenta
de la relevancia, importancia e impacto de sus alcances pueden clasificarse de tres maneras:
a) en cuanto a su relevancia en el contexto de globalización e internacionalización, un
efecto importante que ha provocado la globalización dentro de las organizaciones se ha
producido en los empleados. Hoy en día las organizaciones necesitan desarrollar a sus
trabajadores, su talento humano, y así lo demandan los integrantes de las entidades. De ahí
la reorientación de las empresas hacia el aumento creciente de la capacitación de sus
recursos laborales. Requieren del conocimiento de idiomas, tener capacidad de aprendizaje
y de adaptación a otras culturas y a otros trabajos, poseer habilidades negociadoras, saber
trabajar en equipo y respetar la diversidad de opiniones. Además, los empresarios esperan
que sus empleados cooperen y colaboren, que adquieran sentido de pertenencia y que se
sientan inspirados y comprometidos en lo que hace. En tal sentido una propuesta de un
“Modelo Comunicativo Interdisciplinario para el desarrollo de Competencias
Profesionales” pudiera constituir un punto de partida a considerar para la formación de
profesionales orientados al logro de estos objetivos.
8. b) En cuanto a su actualidad, el trabajo se inserta en una época de avances tecnológicos,
innovación, emprendimiento y rápida dinámica de la obsolescencia; los avances
tecnológicos no han sido tan solo en la comunicación; ellos han generado un gran impacto
en las economías mundiales, ya sea a nivel del desarrollo de la propia industria, en la
generación de ventajas competitivas en sectores industriales (o en empresas al interior de
ellos) o produciendo mejores niveles de vida para los consumidores finales. Este impacto
ha dependido de cuáles, cómo y cuándo se han adoptado dichas tecnologías en los diversos
sectores industriales y de cómo ellas han sido utilizadas en una mejor gestión de las
empresas (Barros, 2003).
c) La pertinencia de la propuesta se relaciona con el aporte que supone para el
perfeccionamiento y actualización del currículo del Programa de Formación de
Emprendedores de la UNANL, dada la importancia de este campo en el plan de estudios,
como uno de los elementos que integran el sistema de mejoramiento continuo de la
institución, ya que se considera como “la interfase entre las exigencias sociales y el proceso
interno en un centro de enseñanza, en lo que se refiere a su labor educativa y, en cierta
medida, entre el presente y el futuro” (Aparicio y González, 1994).
EL plan de estudios logrará implementarse con calidad siempre y cuando establezca
los requisitos que fundamentados en los contextos y exigencias sociales, profesionales y
científicas actuales, sirvan para formar personas que logren integrarse a la sociedad al
terminar o durante sus estudios superiores. Es decir, el logro de la calidad del plan de
estudios, está mediado por la “adecuación de él a las necesidades sociales, al nivel de
desarrollo científico y tecnológico y a la evolución de éste y aquellas”. En tal adecuación el
aporte a la formación de competencias en los futuros profesionales resulta esencial.
Por otro lado, el hecho de que UANL sea una institución de reconocido prestigio en
la región donde se ubica y que la nueva era del conocimiento requiera de competencias
nuevas en los estudiantes, hace que deba buscar formas para desarrollar estrategias de
cambio que las aleje de la unidisciplinariedad y la unicultura, además de tratar de lograr una
adaptabilidad al cambio constante, característico de la sociedad del conocimiento.
9. Aceptando que la UANL, desea transitar en mejores condiciones hacia una inserción
dinámica en el proceso de globalización, es necesario la conformación de un capital
humano capaz de enfrentar los retos de aprendizaje continuo de la sociedad del
conocimiento, pero no tan solo en documentos como en los que aparece la misión, sino en
el verdadero perfil de los estudiantes.
El diagnóstico que se realice a través de esta investigación permitirá a las
autoridades de esta institución tomar acciones para que las actualizaciones y perfiles no
sean formales, sino verdaderas y reales, resultando con esto la formación de emprendedores
actualizados y competentes.
Con respecto a la definición del problema, la tendencia creciente de globalización e
internacionalización, de innovación tecnológica, del cambio acelerado e impredecible y de
la obsolescencia del conocimiento, han generado un significativo impacto en el ámbito
empresarial así como en las universidades en particular. Esto conlleva a la necesidad de
propiciar el desarrollo en profesores, investigadores, estudiantes, directivos y comunidad
universitaria en general, de nuevas competencias tendientes a hacer frente a la sociedad del
conocimiento.
Ante estos nuevos paradigmas los estudiantes universitarios deben contar con
mejores formas de apropiación de conocimientos, de modo tal que los objetivos de
formación se orienten a la preparación para la indagación y la búsqueda de soluciones en un
entorno complejo e incierto; a la toma de decisiones con más información; al uso de
tecnologías más avanzadas, pero además requieren de otras competencias específicas que
no se obtienen en los libros de manera directa. Ante estos problemas que ha generado la era
del conocimiento en las universidades, surgieron las siguientes preguntas de
investigación:
¿Sobre qué bases teóricas y metodológicas se pudiera fortalecer el la formación y
desarrollo de las competencias profesionales y el espíritu emprendedor en el programa de
formación de emprendedores en la UANL?
10. ¿Qué importancia presenta la formación de competencias comunicativas para el profesional
que el siglo XXI demanda?
¿Qué importancia atribuyen a la formación de competencias los profesionales en ejercicio,
con espíritu emprendedor?
¿Cuáles son las competencias profesionales que se abordan en el programa de Formación
de Emprendedores y cómo se concibe la comunicación organizacional en la asignatura de
Formación de Emprendedores en las Facultades de la UANL?
¿Cuál es la relación entre las competencias profesionales que las empresas requieren y
aquellas competencias que los estudiantes tienen y cómo influyen en esa relación las
competencias comunicativas?
y estrechamente relacionado con tales interrogantes, se presenta nuestro objetivo general y
los específicos:
Proponer bases teóricas y metodológicas para un Modelo Comunicativo Interdisciplinario
que sirve de fundamento al fortalecimiento y desarrollo de las competencias profesionales,
en el programa de formación de emprendedores en la UANL
Objetivos específicos:
1- Evaluar la importancia de la formación de competencias, y en particular, las
competencias comunicativas y en los profesionales con espíritu emprendedor.
2. Evaluar el programa de formación de emprendedores del nivel licenciatura en la UANL
y su enfoque en torno a la comunicación.
3. Determinar la pertinencia y enfoque del tema de la comunicación organizacional en la
asignatura de Formación de Emprendedores en las Facultades de la UANL.
11. 4.Determinar la articulación entre las competencias profesionales que la sociedad requiere
y aquellas competencias que los estudiantes logran alcanzar mediante el programa de
formación de emprendedores.
5 . Establecer cómo influye esa en esa relación la formación de competencias
comunicativas.
Integrando lo planteado, es importante considerar que las instituciones de educación
superior deben modificar el currículo y métodos de enseñanza ya que los nuevos
conocimientos y tecnologías han generado la necesidad de nuevos perfiles profesionales y
que tanto el sector empresarial como las instituciones de educación superior deben
establecer una estrecha colaboración para efectuar estas modificaciones (Gould, 1997).
Esto beneficiará a la comunidad, ya que existiendo egresados competentes, habrá empresas
competentes que a su vez podrán incrementar la calidad de vida de sus empleados y de la
sociedad.