El documento describe el largo proceso para aprobar un nuevo reglamento interno en la Cámara de Diputados de México, el cual finalmente fue aprobado en diciembre de 2010 con el objetivo de establecer un proceso legislativo más ágil y eficaz. A pesar de esto, algunos diputados expresaron reservas sobre el reglamento, por lo que se creó un grupo de trabajo para procesar propuestas y generar un documento de consenso que pueda perfeccionar el reglamento.
1. El tortuoso inicio de las sesiones
El Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General data de
1934, cuando la XXXV Legislatura estaba conformada por 170 diputa-
dos. Todos hombres, todos de un solo partido político. Como es obvio,
con esa perspectiva muchas de sus normas cayeron en desuso, y la
vida parlamentaria ha estado marcada por el anacronismo y la poca
efectividad.
Aunque ambas Cámaras del Poder Legislativo se facultaron en la nue-
va Ley Orgánica del Congreso General de 1999 a expedir sus propios
Reglamentos, que atendieran a sus necesidades y requerimientos, tu-
vieron que pasar casi otros 12 años para que la Cámara de Diputados
desarrollara una propuesta moderno de Reglamento que regule su
vida interna.
Desde el inicio de la LXI Legislatura, diputados de todos partidos políti-
cos teníamos la inquietud de lograr transformar la estructura y fun-
cionamiento de la Cámara de Diputados para que su trabajo fuera más
eficiente, eficaz, responsable y transparente.
Fue el Grupo Parlamentario del PAN quien tomó la iniciativa. Desde el
Primer Periodo Ordinario propuso que se discutiera y aprobara un nue-
vo Reglamento Interior y transformar las dinámicas de trabajo, agilizar
el proceso legislativo, dar un mejor cauce al debate parlamentario, pro-
mover la transparencia en el uso de los recursos y lograr, con todo
ello, establecer una nueva relación entre los representantes populares
y la sociedad.
En los meses finales de 2010, con una visión común en la mayoría de
los temas, los Grupos Parlamentarios discutimos, negociamos y acor-
damos el contenido del nuevo Reglamento, siendo aprobado en el
Pleno el 15 de diciembre del 2010, publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 24 de diciembre del mismo año y entrando en pleno vig-
or el primero de enero del 2011. No obstante esto, se dio la pauta para
que el mismo se perfeccionara y enriqueciera al proceder de su apli-
cación en el actual Periodo Ordinario de Sesiones.
Este Reglamento tiene como objetivo establecer un formato más ágil
en el desarrollo de la sesiones, con un enfoque en los temas que real-
2. mente competen a esta Cámara y que debemos atender con la urgen-
cia que exige el país. Se actualizaron prácticamente todos los proced-
imientos internos. Se introdujeron medidas para evitar el rezago leg-
islativo, estableciendo términos para que las comisiones dictaminen
las iniciativas presentadas y señalando los mecanismos en caso de
omisión de esta obligación, dando así certeza a los legisladores de
que sus propuestas serán debidamente analizadas.
Se ponderó asimismo el respeto entre los diputados, especificando
cuáles son sus derechos, prerrogativas y obligaciones en el ejercicio
de su cargo, las formas de expresión, los mecanismos para guardar el
orden y las sanciones a quienes incumplieran la norma, además de
garantizar la asistencia de los diputados al Pleno y comisiones, pues
de lo contrario se les descontará la parte correspondiente de su dieta,
entre otras medidas.
Al mismo tiempo se reguló el uso adecuado de los espacios de la Cá-
mara, se estableció por primera vez un marco normativo de la diplo-
macia parlamentaria, reglas claras en el funcionamiento de la comuni-
cación social y un mejor diseño en los órganos ofíciales de difusión
como el Diario de Debates y particularmente la Gaceta Parlamentaria,
a la cual se le dio el carácter de oficial y se estableció un tiempo límite
para su publicación, lo que permitiría a los legisladores conocer con
debida antelación los asuntos que se conocerán en el Pleno.
A pesar de ello, ante las inquietudes de diversos diputados, que pre-
sentaron reservas al dictamen presentado por la Comisión de Régi-
men, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias, se acordó crear un
grupo de trabajo que procesara sus propuestas y generara un docu-
mento de consenso, que en su caso pudiera perfeccionar el
Reglamento ya vigente, a efecto de buscar armonía en su aplicación.
La opinión pública ha podido seguir los sucesos ocurridos durante este
mes en las sesiones del pleno en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
Los medios de comunicación han dado cuenta de expresiones y acti-
tudes por parte de algunos legisladores que ignoran e incluso parecen
despreciar un Reglamento aprobado por las y los diputados, y que
transmiten una imagen completamente ajena al interés de la mayoría
de los legisladores, quienes estamos dispuestos a trabajar, discutir, al-
3. canzar acuerdos y aprobar las reformas que con urgencia el país de-
manda para la solución de sus problemas.
Estas manifestaciones son resabio de tiempos que queremos superar
con el nuevo orden que facilita el Reglamento Interior. Justamente
buscamos que la Cámara de Diputados actúe con responsabilidad de
cara a la Nación, la cual, como institución de la República, debe tener
una fuerza capaz de colocarla por encima de disrupciones que no
quieren levantar la mirada y ponerla en el horizonte que marca el fu-
turo que México nos exige ya.
Los reinicios son difíciles, tanto por la dificultad que entraña conocer y
aplicar las nuevas normas, como por los intentos que siguen anclados
en los vicios e inercias de un orden obsoleto que favorecía que al-
gunos confundieran sus atributos y responsabilidades con licencias
para el insulto o patentes de corso para la impunidad.
La Cámara de Diputados habrá de ser, en parte gracias a la aplicación
de este nuevo Reglamento, una institución a la altura de las exigencias
de la vida institucional y democrática de México, capaz de resolver con
eficiencia y eficacia los retos que implican la actualización oportuna del
orden jurídico y dar a los otros Poderes los mecanismos que requieren
para cumplir a su vez con eficacia sus funciones y responsabilidades.