La industria salitrera chilena entró en crisis en la década de 1920 debido a la creación del salitre sintético en Alemania durante la Primera Guerra Mundial, lo que redujo drásticamente la demanda del salitre chileno. La crisis se profundizó en 1929 con el estallido de la Gran Depresión en Estados Unidos, el principal comprador del salitre chileno, lo que provocó el cierre de oficinas salitreras, despidos masivos y una fuerte caída de las exportaciones y los ingresos fiscales de