Disciplinas espirituales en el Ministerio de Alabanza.pptx
Francisco ante Francisco
1. FRANCISCO ANTE FRANCISCO
Servir al siervo o al Señor
Manuel López O. F. S. Guadix
“Con ésta humilde aportación quiero expresar mi más sincero
apoyo al Papa Francisco ante los despiadados e injustos ataques
que está sufriendo por parte de ciertos sectores de la Jerarquía y
de católicos contrarios a sus reformas, que utilizan la tradición
de la iglesia y la mentira como armas arrojadizas contra él”
No es fruto de la casualidad que nuestro actual Papa se pusiera
por nombre “Francisco” en honor y reconocimiento al “Poverello
de Asís” sino todo lo contrario en el Papa Francisco se dan
paralelismos e igualdades dentro de su pontificado con los que se
inspira en la vida y espiritualidad de Francisco de Asís; éste el
“Pobrecillo, el insignificante, el menor” fue escogido por el Señor
a realizar una empresa nada fácil de “reparar su iglesia que
amenazaba ruina”; pero lo que sucede es que la Edad Media de
Francisco de Asís eran tiempos convulsos en lo social, en lo
eclesial y en lo político; Europa estaba inmersa en las cruzadas; en
lo social y eclesial abundaban las herejías como las de los cátaros,
del bogomilismo, del mesialianismo, del paulicianismo y de los
2. valdenses, influidas por el dualismo maniqueo y por el
gnosticismo, sectas heréticas que reivindicaban el regreso a la
“pureza evangélica” y desde la pobreza, amenazaban la
estabilidad y la unidad de la iglesia, evidentemente en lugar de
servir al Señor servían desde la ideología, el rechazo a los
sacramentos etc.; es decir servían al siervo; y…..¿quién es el
siervo? es evidente cuando Francisco de Asís marchaba a las
cruzadas oyó una voz que le decía “Francisco ¿a quién sirves al
siervo o al Señor? Y él le contestó al Señor; entonces….¿porqué te
empeñas en servir al siervo? vuelve a Asís y yo te indicaré. A lo
largo de los tiempos los conflictos, las guerras aparentemente
surgidos por motivos religiosos otros no pero lo que siempre se ha
mantenido es la lucha por el poder, por el dinero, la posesión de
territorios etc. pues esto precisamente no es por servir al Señor sino
al siervo que no es ni más ni menos que el ídolo del dinero, del
poder etc.-. En este contexto tan agitado surge un “insignificante y
pobrecillo” que apelado por el Señor Jesús “Francisco repara mi
iglesia que amenaza ruina” decide verdaderamente servir al Señor,
haciendo desde el interior de la Iglesia, utilizando como
herramientas de trabajo, las que Dios le concedió la práctica de la
misericordia, el amor a Dios, al prójimo y a toda la Creación; todo
desde una verdadera pureza y sencillez evangélicas; así llevó a
cabo una auténtica “reparación” reforma de la iglesia. “El
Poverello” en palabras del Papa Francisco sería un auténtico
misionero de las periferias, abrazando a los leprosos de todo tipo
físicos y espirituales; considerando a toda criatura hermana e hija
de un Dios alegre, bueno “multimillonario en amor y misericordia”
que es Padre de ternura infinita y cuyo rostro se ve a la perfección
en su Hijo Jesucristo.
Pasados los siglos hablemos de “otro Francisco” el actual Papa,
inspirado en el carisma y vida de Francisco de Asís decide en su
papado hacer una necesaria reforma interna de la Iglesia; pero
3. entonces en palabras del Terciario Franciscano San Juan XXIII
surgen “los falsos profetas de desventuras” aunque pocos pero muy
bien organizados desde Estados Unidos, Italia, España etc. y sus
terminales mediáticas creyéndose los “guardianes de la tradición”
no sólo han atacado despiadadamente al Papa Francisco sino que
aprovechando por ejemplo los casos de pederastia en Estados
Unidos ha sido vilmente acusado de encubridor del clero pederasta
por el ex Nuncio Viganó faltando a la verdad y a la caridad
evangélica; sólo ha sido necesario acudir a las hemerotecas para
que estas acusaciones se vinieran abajo como un castillo de naipes
con un pequeño soplo de aire. Los movimientos Neoconservadores
también han orquestado ataques acusando al Papa Francisco de
destructor de la moral cristiana, también tratado de anticristo etc.
donde no han faltado voces de la misma jerarquía de la Iglesia,
podemos decir que al igual que a Francisco de Asís a ellos les
“resuenan” las mismas palabras que el oyó ¿a quién servís al siervo
o al Señor?; evidentemente lo que hay detrás de estas voces es el
dinero de los poderosos de mentalidad neoconservadora contrarios
al Papa Francisco que siendo benefactores de su respectivas
iglesias locales han conseguido que cierto clero y alguna jerarquía
caigan en la servidumbre del poder y del dinero. No es novedad
que desde el Concilio Vaticano II hay movimientos que no aceptan
el Concilio como los lefebrianos y muchos más que considerando
que desde el Concilio se practicó una auténtica traición a la fe
Católica pululan por toda la iglesia sin tener una comunión total es
decir son como pseudo sectas dentro de la iglesia que no aceptan el
Concilio Vaticano II considerando al Papa como un verdadero
enemigo de la fe y convirtiéndose en jueces pero….¿se han visto la
viga de su ojo?; recordemos como en época de Francisco de Asís
no faltaban herejías.
Pero bajemos a los cristianos del día a día Cristo nos pregunta
igualmente a quién servimos porque cuando servimos a nuestros
4. intereses egoístas ante poniendo por ejemplo la ideología política;
-no entiendo a católicos proabortistas- o cuando Dios solamente se
convierte en un motivo dominguero para ir por costumbre a la
iglesia, cuando el dinero, la soberbia , la injusticia, el poder, el odio,
la envidia, el desprecio y ataque a la Creación se convierten en la
razón de nuestras vidas estamos entonces en la esclavitud y la
servidumbre del mal.
Alabanzas al Dios altísimo
Tú eres el santo Señor Dios único, el que haces maravillas.
Tú eres el fuerte, tu eres el grande, tú eres el altísimo,
tú eres el rey omnipotente; tú Padre santo, rey del cielo y de la
tierra.
Tú eres el trino y uno, Señor Dios de los dioses;
tú eres el bien, el todo bien, el sumo bien,
Señor Dios vivo y verdadero.
Tú eres el amor, la caridad; tú eres la sabiduría,
tú eres la humildad, tú eres la paciencia,
tú eres la belleza, tú eres la mansedumbre;
tú eres la seguridad, tú eres el descanso,
tú eres el gozo, tú eres nuestra esperanza y alegría,
tú eres la justicia, tú eres la templanza,
tú eres toda nuestra riqueza a satisfacción.
Tú eres la belleza, tú eres la mansedumbre.
San Francisco de Asís