MODULO II – DESARROLLO DEL ARTE EN COLOMBIA A PARTIR DE LA COLONIA.pdf

CURSO UNIVERSITARIO
ARTE LATINOAMERICANO
Módulo II – DESARROLLO DEL ARTE EN COLOMBIA A PARTIR DE LA COLONIA Y SU
DESARROLLO CON LA INFLUENCIA DE LAS CORRIENTES UNIVERSALES
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Universidad Tecnológica de Pereira - Univirtual - Tel. 057 (6) 3137117 - Pereira – Colombia – 2007
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MODULO II – DESARROLLO DEL ARTE EN COLOMBIA A PARTIR DE LA
COLONIA Y SU DESARROLLO CON LA INFLUENCIA DE LAS
CORRIENTES UNIVERSALES
Introducción
El arte mestizo, se dio entre los años 1500 a 1550 (época del Renacimiento), generándose un
choque cultural. El arte del siglo XX se formó por las diversas corrientes que surgieron,
denominadas istmos, cuyas características no se manifestaron de manera cronológica y lineal,
sino que en ocasiones se interrelacionaron y confundieron en el tiempo. La revolución Industrial
y el desarrollo tecnológico moldearon la concepción del hombre desde finales del siglo XIX con
los impresionistas, posteriormente las guerras mundiales y por último, como análisis del
surgimiento de la modernidad se puede establecer el aporte de los filósofos con sus teorías
reveladoras en las que se apoyaron los vanguardistas del siglo XX.
Palabras Clave
CULTURA – EVOLUCIÓN – ARTE MILITAR - RAÍCES – ARTE – MODERNIDAD –
IDENTIDAD – BACHUÉ – CORRIENTES UNIVERSALES - ANDRÉS DE SANTAMARÍA.
Objetivo General
Identificar las características del arte que se generó en Colombia durante la colonia y su
evolución a consecuencia de las influencias artísticas europeas marcando tendencias y
reacciones socio-culturales.
Competencias
El estudiante al terminar el Módulo potenciará sus habilidades y fortalezas bajo tres
dimensiones:
• La Comunicativa. Por medio de la cual, el estudiante incrementará la capacidad
interpretativa, argumentativa y propositiva de la historia artística y socio-cultural
generada a partir de la llegada de los conquistadores al territorio colombiano hasta la
Modernidad, a través de los medios tecnológicos.
• La Cognitiva. Por medio de la cual el estudiante configurará procesos mentales de
comparación, diferenciación, jerarquización y categorización en los diferentes temas
que asocian el desarrollo socio cultural y artístico de la simbiosis originada en Colombia
con la llegada de los españoles.
• La Estética. Favorecerá el desarrollo de la sensibilidad hacia la contemplación de las
expresiones artísticas que se dieron en Colombia como producto de la mezcla cultural
generada y su desarrollo posterior con la influencia de las corrientes universales.
Actividades
El presente Módulo tendrá un valor del 25% sumando las actividades relacionadas en cada
tema, con un enlace a la descripción y orientación requerida para su cumplimiento.

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Tema 1: Arte Colonial
Palabras Clave
CULTURA – EVOLUCIÓN – ARTE MILITAR - RAÍCES – ARTE – IDENTIDAD – DRAMATISMO
– SIMBIOSIS – INFLUENCIA – MOVIMIENTOS ARTÍSTICOS
Introducción
El arte mestizo, se dio entre los años 1500 a 1550 (época del Renacimiento), generándose un
choque cultural. El arte del siglo XX se formó por las diversas corrientes que surgieron,
denominadas istmos, cuyas características no se manifestaron de manera cronológica y lineal,
sino que en ocasiones se interrelacionaron y confundieron en el tiempo.
Objetivo General
Identificar las características del arte que se generó en Colombia durante la colonia
Competencias
El estudiante al terminar el Tema potenciará sus habilidades y fortalezas bajo tres dimensiones:
• La Comunicativa. Por medio de la cual, el estudiante incrementará la capacidad
interpretativa, argumentativa y propositiva de la historia artística y socio-cultural
generada a partir de la llegada de los conquistadores al territorio colombiano.
que asocian el desarrollo socio cultural y artístico de la simbiosis originada en Colombia
con la llegada de los españoles.
expresiones artísticas que se dieron en Colombia como producto de la mezcla cultural
generada.

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Arte Colonial
O arte mestizo, se dio entre los años 1500 a 1550 (época del Renacimiento), generándose un
choque cultural, entre otras razones, por el tipo de personas poco o nada cultas, incluyendo a
Cristóbal Colón, que vino a América por las investigaciones de Toscanelli sobre Japón para
encontrar una nueva ruta de llegada.
Los primeros colonizadores arribaron por azar y su desarrollo como sociedad les permitía
investigar otros lugares, tierras a las que podían entrar con una poderosa arma como era el
Cristianismo, en ese momento con el papa español Borgia.
Cuando aparecieron los españoles en América, los pueblos se encontraban en la etapa
neolítica y en Colombia se daba la segunda etapa prehistórica. Se originó entonces un choque
que dio como resultado la aculturación, es decir, el proceso por el cual el contacto entre dos o
más sociedades diferentes genera un cambio cultural, un rompimiento que posteriormente se
transculturizó, es decir, se produjo una simbiosis o interdependencia de las dos culturas.
Colombia tenía como lenguas principales el quechua, aimará y el guaraní, dialectos
monosilábicos, pero que en la mezcla de culturas se impuso el español, el cual se interpreta
como uno de los pocos regalos de la colonización, por su riqueza gramatical para la expresión
y tratamiento de los géneros literarios.
Otra donación de los colonizadores, pero esta vez no tan positiva para estas tierras fue el
Cristianismo, doctrina que cambió todo el comportamiento social y sus normas morales,
aspecto poderoso y fuerte en el dominio del nuevo continente. Fray Luis de las Casas luchó por
los derechos de los indios y consiguió su protección para ser tratados como personas.
La violencia interior que provocó la dominación y la imposición de reglas por parte de los
españoles, que no se soportaban, tiene mucho que ver con la violencia perpetuada que vive el
país, situación que unida a la falta de principios desata un contexto social de oscuros
horizontes.
Los españoles venían por lo que hoy es Colombia, de paso hacia el sur y sólo hasta el siglo
XVIII se estableció un virreinato.
Además de la religión y el idioma, los misioneros de la España conquistadora, empezaron a
trasladar cantidades de imágenes escultóricas y pictóricas desde el continente europeo, siendo
sus mejores instrumentos de catequesis. No eran y no tenían que ser fundamentalmente obras
de arte, pero que en todo caso fueron eficaces en su misión, además de ser las iniciadoras y
base del arte occidental del nuevo continente. Eran épocas del alto Renacimiento durante las
cuales se traían copias, especialmente grabados de las imágenes religiosas, anotando que no
estaban acompañadas por artistas ni gente culta.
Se produce entonces la influencia del claroscuro (arte de disponer en una pintura el contraste
de luces y sombras), con obras como las del italiano Sassoferrato y la Escuela Veneciana.
En el siglo XVII llegan imágenes de mejor categoría como “la Sagrada Familia” de Murillo,
traída por su hijo quien fue corregidor de Ubaqué Cundinamarca.
Entran también las pinturas de Zurbarán de gran influencia en América por su temática
religiosa a través de representaciones de la vida monástica en la época del barroco. Su estilo
es tenebrista por los contrastes que hace de luces y sombras. De la escuela de Rubens se
tiene “La Crucifixión”, obra que permanece en la iglesia de Las Aguas en Bogotá. Este tipo de
arte es el inspirador en el ámbito americano del siglo XVII.
Los grabados de Lavallé fueron otras fuentes de apoyo y copia, pues pintores como él y
muchos otros emigraron por distintas razones a España y algunos casos dieron el paso a

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América. La Casa del Bachiller de Rojas y Juan de Vargas tiene decoraciones ingenuas de
esta influencia tornándose cursis y sin tema definido. Estas pinturas murales se encuentran en
Tunja.
La iconografía religiosa arribó con imágenes no solamente de mármol sino de madera ejemplo
de ello es la “Virgen de la Conquista”, hoy en Bogotá, de taller sevillano, traída por Gonzalo
Jiménez de Quesada como iconografía de bulto. Otra imagen andaluza que se tomó como
modelo de arte, es la “Virgen del Rosario”, la cual permanece en Popayán; lo mismo que un
descendimiento hecho por Vázquez “el Viejo” en la ciudad de Tunja.
El primer nombre conocido de pintor en Colombia es el de Alonso de Narváez, aficionado que
realizó la “Virgen de Chiquinquirá” hacia el año 1555, dando sentido de pertenencia a los
indígenas por ser una obra salida de la entraña popular.
Viene también el trabajo de don Angelino Medoro, encargado de la decoración de la catedral
de Tunja, con tendencia académica de la Escuela Veneciana y formación europea de cierto
conocimiento general.
Las influencias se dieron en el campo iconográfico cristiano y religioso con las órdenes de los
franciscanos, dominicos y más adelante con los jesuitas. En sus manos llegó el alto
Renacimiento con las escuelas de Venecia como la de Tiziano y el manierismo propio del siglo
XVI.
Con los claroscuristas se construye el arte colombiano como se aprecia en los casos de Alonso
Fernández de Heredia, Antonio Acero de la Cruz y Alonso de Narváez. No tienen formación
académica importante, siendo pintores aficionados de trabajos religiosos; la única pintura no
religiosa es la decoración de las casas de los notables de Tunja Alonso Suárez Rendón y el
escribano (persona que por oficio público está autorizada para dar fe de las escrituras y demás
actos que pasan ante él ) Juan de Vargas. El decorador indígena era anónimo, copiando en
forma indiscriminada, mezclando toda clase de dibujos que venían de Europa sin conocer su
significado, razón por la cual la educación pictórica mostraba pobreza y falta de naturalidad.
Influencias de caracter arquitectónico
No se habla de grandes construcciones pues entre otros motivos a estas tierras no arribaron
grandes arquitectos; el trabajo lo realizaban los indígenas anónimos y de forma elemental. La
labor de calidad se dio interior por la buena orfebrería que se practicaba. Se dan elementos
sueltos y simples de construcción mínima como las capillas posas (Boyacá), llamadas así por
estar destinadas a “posar” el Santísimo Sacramento en las procesiones religiosas; se
construyeron a manera de templos en miniatura, en las esquinas de la plaza. Por no haber
grandes iglesias los indígenas se quedaban afuera, pero participaban de las procesiones y lo
que tuviera que ver con su conversión al cristianismo. La procesión se hacía alrededor de la
plaza y en cada esquina en las “capillas posas” se colocaba la imagen religiosa.
Se producen efectos como el eclecticismo (selección de muchos estilos para formar el propio),
del cual se logra obtener de la Edad Media Los Arcos Torales en forma de ojivas de medio
punto que servían como elementos decorativos no estructurales; tenían gran belleza y eran
policromados (pintura de varios colores).
Aparece la decoración mudéjar (arte de los moros en tierras cristianas – arte mozárabe – arte
moro cristiano), cuyo estilo se observa en el artesonado, con tirantes de madera o vigas
decorativas, geometría y policromía. La utilización de ladrillos vitrificados en calado, forman
parte también de la decoración mudéjar.
Respecto a los techos, se utilizó la estructura de par y nudillo, sumándole los tirantes en el
mismo estilo.

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A finales del siglo XVI se introduce la bóveda en pequeña escala situándola en las alas de las
iglesias o en los corredores de los claustros. Se emplea un patio central y a su alrededor la
construcción como lo plantea la concepción andaluza, utilizándolo en cualquier región del país
sin tener en cuenta la condición climática y el conocimiento arquitectónico de los albañiles.
Otra situación destacable fue el interés de las órdenes religiosas para mantener el control
sobre las poblaciones numerosas indígenas, de donde se desprendieron los centros
doctrineros, las encomiendas y encomenderos, es decir personas de la sociedad civil que
obtuvieron derechos sobre la tierra y los indígenas.
El siglo XVII se muestra diferente con un proceso de mestizaje étnico y artístico de lo que se
desprende el barroco, el arte de la contrarreforma católica, es decir contra los protestantes.
Esta lucha que comenzó en Europa se trasladó a América, pero de ella se obtuvo la
magnificencia del arte barroco que al mezclarlo con el arte colonial genera una serie de
elementos exuberantes unidos a la capacidad decorativa de las formas de la orfebrería
prehispánica del indígena de la cual surgió el “pan de oro”, base de arcilla recubierta en lámina
de oro. Se introducen también, brotados por la mezcla elementos marinos y vegetales, lo
mismo que el geometrismo y el dinamismo en los diseños.
Arte en la colonia:
El barroco de la contrarreforma católica surgió, como ya se anotó, del movimiento en contra del
protestantismo liderado por el concilio de Trento con elementos propagandísticos para
justificación del catolicismo sobre el protestantismo. Sus expresiones fundamentales en Europa
son:
-El barroco religioso
-El barroco romano
-El barroco del concilio de Trento
-El barroco de San Pedro en Roma (poder de la iglesia y proceso de publicidad del
catolicismo).
De otra parte se presentaba el barroco cortesano, el cual no mostraba ninguna similitud con el
religioso; el arte de la corte francesa y otras cortes europeas, basado en la fastuosidad y el
poder de los monarcas europeos, aunque este arte barroco cortesano no es precisamente el
que llega tierras americanas, sino el religioso.
La arquitectura fue simplista hasta muy entrado el siglo XVIII, pues los constructores fueron
algo así como maestros de obra sin ninguna academia o especialidad.
El arte barroco se refleja en la talla en madera destinado a cubrir y ornamentar el interior de las
iglesias a modo de compensación de las fallas o poca inspiración arquitectónica. Se dan
esculturas también en madera con influencia manierista, lo mismo que canceles (segunda
puerta a la entrada de las iglesias, las cuales contenían una puerta pequeña) para acceder a
las iglesias. La talla en madera fue el principal ejemplar de arte barroco en la época colonial; la
mezcla de la brillantez creativa de los elementos indígenas con los del arte barroco europeo da
como resultado una rica muestra artística. Se toma de los europeos motivos de la flora y la
fauna como el Haricot, del francés habichuela, constituyendo uno de los detalles más utilizados
en lo referente a talla en madera como se observa en el ejemplo más conocido: el estilo Luis
XV, exhibido en casi todas las propuestas, dando como resultado el arte barroco rococó. Las
voces francesas coquille (concha) y rocaille (rocalla), esta última es una especie de guijarro
irregular desprendido de las rocas al ser golpeado por las olas que, junto con los pequeños
trozos de concha marina arrojados a las playas, parece que fueros utilizados frecuentemente

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para cubrir senderos en los jardines franceses, y esos mismos elementos sirvieron de
inspiración a los decoradores, de los cuales se tomaría como ejemplo para aplicarlo a los
diseños del arte colonial. La palabra rococó es pues, una mezcla de: coquille y rocaille. Se
integran flores de acanto de Grecia con flores de la zona y con frutas como la piña, con las
cuales se decoran en ocasiones cariátides (escultura, por lo general en forma de figura
femenina, que se utiliza a modo de soporte o columna) con piñas en la cabeza. El púlpito de la
iglesia de San Francisco en Popayán contiene una simbiosis de elementos que le dan un
significado especial. El indígena en vez de imitar componentes europeos los introduce en el
arte, combinados con animales mitológicos como cabezas de faunos, mascarones, aves y otros
elementos autóctonos.
Existen las columnas falsas en la mitad de los tres cuerpos en los cuales se divide el altar en
las iglesias, teniendo una función básicamente ornamental con estilo grecolatino y mezclado
con las columnas propias del barroco como las salomónicas.
El barroco se caracteriza por su dinamismo y movilidad. Las cosas se ven en movimiento y en
proliferación y abundancia de ahí su nombre. Un punto interesante en el barroco criollo es el
dorado, con el pan de oro, que consiste en realizar la talla del altar ensamblando sus piezas y
entrando en el proceso de pulido y taponado de los poros de la madera, utilizando lija y cola
además de una capa fina de arcilla que sirve de base a la laminilla de oro de 20 quilates,
lámina delgada que se pega a la arcilla húmeda. En este tema los indígenas eran versados por
lo cual se les encomendaba la realización de las tallas en madera con influencia de las
escuelas del sur como la de Quito y la de Perú. Los mejores orfebres fueron inspirados por
estas escuelas.
La escultura en madera siguió también este proceso, dentro del cual no se trabajó ni el bronce,
ni el mármol siendo un arte eminentemente religioso con imágenes de bulto de las cuales
vemos las quiteñas como las de Ibarra donde se siguen las mismas técnicas por tradición. Las
imágenes de estas escuelas vienen de los talleres de Caspicara (nombre indígena de escultor
quiteño Manuel Chili), quien se especializó en los cristos caracterizados por un enorme
dramatismo en las imágenes para proyectar un estado de conmoción o misticismo y
manierismo con la intención de manipular el inconsciente colectivo de los indígenas o nuevos
cristianos.
Las esculturas de Pedro Laboria se reconocían por una cierta gracia, teniendo algunos rasgos
melodramáticos y manieristas o cursis, como el caso de los niños dioses con expresiones en
los rostros y vestimentas que reflejan el contexto de la época.
El más importante de este período era Francisco de Legarda, creador de las vírgenes
bailadoras paradas en una media luna. La patrona de Quito es una virgen bailadora.
La iconografía de la Nueva Granada es importada por el sur, siendo especialmente significativa
la técnica del encarnado, consistente en tomar la madera tallada y generarle la piel y las
vestimentas utilizando el dorado, es decir darle apariencia de piel, casi como se hace con el
pan de oro. Esto se aplicaba a las manos, pies, rostros y brazos.
Se comienza a utilizar el vidrio para representar los ojos que hasta el momento formaban parte
del mismo material de la talla de las esculturas. Como pretendían inspirar fervor religioso no se
preocupaban de la belleza, pero utilizaron para impresionar joyas de plata y oro para lucir en
los días de semana santa, las cuales guardaban en lugares especiales y eran donadas por
familias de Popayán y Mompox, tradición española de las escuelas sevillanas.
La Nueva Granada no tuvo grandes escuelas; las más importantes llegaron de Europa con
pintores como la del español Francisco de Zurbarán, la de Murillo, de Rubens, del Españoleto y
todo lo de la escuela tenebrista religiosa. La escuela de los Figueroa en el siglo XVII se inicio
con el primer Figueroa que vino de España, y no siendo un gran artista, contaba con alguna
formación pictórica. Sirvió como maestro a sus descendientes formando tres generaciones de

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Figueroa que llegaron hasta la época de Bolívar. Casi todos tenían los mismos nombres de los
reyes magos. Algunas de sus obras están firmadas y aunque otras carecen de ellas, se les
asignan a sus talleres.
De la escuela de los Figueroa nace el pintor más importante de la Nueva Granada en la época
colonial Gregorio Vásquez y Ceballos, artista sobredimensionado por vivir en una época de
mucha pobreza plástica y al cual, había que reconocerle un talento natural pero poca formación
académica. Fue un excelente dibujante aunque es de anotar que sus cuadros tienen fallas en
los escorzos. Le faltaba autenticidad en la creatividad y al copiar las láminas traídas,
presentaba carencias de espacios reales plasmando ruinas de ciudades europeas que el pintor
no había presenciado nunca. No se le ocurrió pintar lugares como la sabana de Bogotá con su
profusión de imágenes; era un ensamblador y pintaba para las órdenes religiosas de los
franciscanos y dominicos. Vásquez tenía una manera curiosa de llevar el arte pintando en
hojas pequeñas que hoy se llaman “almorzaderos”, pues los vendía para tener con qué comer.
En alguna época se dedicó por completo a esta actividad, ya que perdió la protección de las
órdenes religiosas por estar involucrado en el rapto de una monja de un convento sirviendo de
campanero a un oidor que la raptó. Lo enjuiciaron y lo metieron en la cárcel viéndose obligado
a sobrevivir con los mencionados almorzaderos, obras que hoy son de gran valor. Sus trabajos
son típicos de la época, con influencia del tenebrismo y el barroco inspirado en santas,
milagros, el antiguo y nuevo testamento. Solamente existe una obra de orientación diferente
“Las cuatro estaciones”, basada en el tema de la naturaleza, se conservan únicamente dos de
ellas. La obra de Ceballos es la más importante de su época en Colombia, aunque no de
América.
Arte Rococó, francés, neoclásico e independencia
En la primera etapa, antes analizada, el arte era eminentemente religioso en cuanto a la
arquitectura y construcción de iglesias y en la pintura con la influencia del tenebrismo, no
existiendo en tierras colombianas de la época una escuela significativa, sólo se contaba con el
taller de los Figueroa.
Entre los siglos XVIII y XIX, aparecieron nuevos elementos con la influencia del barroco,
ejemplo del cual está el jesuítico (movimiento europeo del concilio de Trento) cuando se
construyó la iglesia del padre Vignola, Il Gesu. A partir de aquí, comienzan a llegar arquitectos
más académicos proporcionando iglesias de mayor ambición, con cúpulas del estilo barroco,
renunciando al sistema de par y nudillo. Este tipo de iglesias se dio en Popayán (jesuita), Tunja
y Cartagena. En la decoración se mezcla la habilidad indígena con el tratamiento del oro y
objetos de la decoración francesa.
A finales del siglo XVIII con el rococó (decadencia del barroco) permanecen algunos elementos
religiosos, pero se inicia también la aparición de otros no religiosos, como los destinados a la
decoración de muebles de los virreyes de la Nueva Granada en 1750. Antes del virreinato lo
que regía era la Real Audiencia. Cuando aparece el virreinato, viene la decoración secular o no
religiosa y con ella el retrato de las clases dominantes, para representar en ellos la nobleza y el
poder. Como testimonio de estos retratos se encuentra el del virrey Solís, el de los marqueses
de San Jorge, cuyo responsable o autor era Joaquín Gutiérrez; obra mediocre, planimétrica
que resalta únicamente la dignidad y el poder del personaje, haciendo énfasis en las ropas,
cortinas, escudos, etc. En general se trabajaban retratos ostentosos y de ningún valor artístico.
El período de la independencia se inicia en 1810 (es decir que el virreinato solo se prolongó por
espacio de 60 años) y no precisamente por el levantamiento de los colombianos ante el rey de
España, sino ante Napoleón el 20 de julio de 1810, siendo un acontecimiento simple al igual
que la batalla de Boyacá, ocurrida por hechos totalmente elementales.
La verdadera independencia se produce con la influencia de las ideas francesas consignadas
en los Derechos del Hombre nacidas de la Revolución Francesa (1789). Antonio Nariño, quien

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hablaba el francés, tradujo estos derechos, razón por la cual fue considerado un revolucionario
determinando el verdadero punto de partida de la independencia colombiana.
Como se puede observar, Francia ha sido un pueblo de gran influencia ideológica y artística.
Se inicia el proceso de independencia con una guerra larga y casi infantil con líderes que
pretendían mandar no plantear una democracia. La pintura retrató estos personajes con la
exaltación del poder, la jerarquía social y su importancia a través de elementos decorativos
como charreteras, joyas, etc. Los virreyes fueron sustituidos por los héroes. Estos personajes
fueron pintados por Pedro Figuero, Nieves Martínez y Jesús Ma. Espinosa. El pintor oficial de
Simón Bolívar era Espinosa y sus retratos se mandaban a París para ser retocados y no
presentar rasgos negroides o amulatados.
Si en lo social no se logró independencia, en lo concerniente al arte si ocurrió, apareciendo
temas como los de la naturaleza en la Expedición Botánica, liderada por el español José
Celestino Mutis y un grupo de científicos y dibujantes como Salvador Riso y Francisco Javier
Mutis. Gracias a esta expedición y a los indígenas, se conocieron en Europa sustancias
médicas como la Quina, de donde se saca la droga para la malaria, y la Passiflora, utilizada en
los tratamientos del sistema nervioso, y a la vez una planta de gran belleza.
La fauna y la flora se integran al arte desde ese momento lo que da lugar a un cambio en el
panorama, surgiendo un interés por Colombia, sus paisajes y costumbres, creándose la
comisión de la Expedición Botánica, para la reconstrucción de las etnias, costumbres y paisajes
colombianos, entre otros aspectos, plasmados en pequeñas acuarelas y lápices, en pinturas de
escasas proporciones, desligando por primera vez el aspecto religioso y observando
situaciones de la vida cotidiana. Los dibujantes de esta etapa fueron José Ma. Paz y Carmelo
Fernández, ilustradores de la Comisión Topográfica.
Por primera vez el protagonista de la pintura es el hombre del común, el campesino pintado por
Don Ramón Torres Méndez, en escenas de ese ambiente, con sus vivencias y su
comportamiento.
El siglo XX abre las puertas a una mirada retrospectiva del país y sus habitantes, a los paisajes
locales y a su realidad.
Arquitectura militar
La arquitectura urbana en la ciudad de Cartagena no es del tipo religioso, es un arte de
ingeniería militar; Cartagena es denominada patrimonio de la humanidad.
Entre las ciudades que pertenecen al tipo de arte colonial se encuentran:
-TUNJA
-POPAYÁN
-CARTAGENA
-MOMPOX (perdida en el tiempo)
Una ciudad colonial es una cuadrícula con una plaza central, y a su alrededor, como en un
tablero de ajedrez, se construyen las diferentes manzanas y calles. Así es el esquema en este
tipo de ciudades, siempre cuadrado o rectangular.
En Cartagena, por contar con entradas al continente suramericano, le construyeron murallas en
dos de ellas: Bocagrande y Bocachica; la segunda destinada a bloquear el acceso de los

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barcos, contaba con dos fuertes de fuego encontrado que la protegían de las tomas de los
corsarios y de la lucha de los españoles e ingleses por la hegemonía del mar Caribe.
Cartagena era rica e importante para esos países que atravesaban dificultades y hambrunas,
tornándose entonces en un pueblo apetecido por los navegantes, razón por la que además de
los fuertes de Bocachica, se construyó un monasterio en la parte más alta (La Popa), y un
castillo, el de San Felipe de Barajas, para divisar los barcos. El castillo fue construido en honor
a Felipe III y IV, personaje que protegió a Velázquez.
Encontrándose España en un momento cultural tan importante, era increíble que lo único
grande o relevante que logró en tierras americanas fuera lo concerniente a la arquitectura
militar, en razón de la defensa por el poder económico y su hegemonía sobre las otras
potencias europeas, de lo que se colige su nombre San Felipe. Aunque intervinieron muchas
personas en su construcción, el más importante fue Juan Bautista. También trabajó allí, y en el
de San Fernando de Bocachica, Antonelli, así como en el fuerte de Pastelillo, donde hoy lo
visitan los presidentes de Colombia cuando están en vacaciones y desean pasear, es la casa
de huéspedes de Cartagena.
Se suponía que la ciudad era inexpugnable por la configuración de las entradas. La
construcción de los fuertes duró desde finales del siglo XVI, hasta principios del siglo XVIII,
donde intervino un señor llamado Antonio de Arévalo. Las construcciones de Arévalo eran algo
diferentes a las de Antonelli, lúgubre, como se observa en las prisiones y en las bóvedas donde
hoy se encuentran las artesanías. Son construcciones con fin utilitario defensivo buscando
impresionar con la solidez de sus muros, de su resistencia y capacidad de estrategia; son de
piedra extraída del mar, de cal, sangre de buey como fijador o endurecedor y canto. La piedra
se sacaba del mar y unida a los otros elementos se construían los muros.

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ACTIVIDAD 1: Ejercicios de Retroalimentación
Objetivo de la Actividad
Realizar una práctica que genere la identificación de las características del arte que se dio en
Colombia durante la colonia
Dinámica de la Actividad
A-Después de realizar la lectura del Tema 1 del presente Módulo se desarrollan los ejercicios
propuestos en la retroalimentación ubicada en la página de entrada a la asignatura, al finalizar
los temas del Módulo.
B- Posteriormente se socializan en el Consultorio Académico.
Valor de la Actividad: 5 Puntos
Modalidad: Individual
Fecha de Socialización: Ver Calendario de actividades

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Tema 2: Modernidad
Palabras Clave
EVOLUCIÓN – RAÍCES – ARTE – MODERNIDAD – IDENTIDAD – BACHUÉ – CORRIENTES
UNIVERSALES - ANDRÉS DE SANTAMARÍA – ACADEMIA –INFLUENCIA
Introducción
El arte del siglo XX se formó por las diversas corrientes que surgieron denominadas istmos
cuyas características no se manifestaron de manera cronológica y lineal, sino que en ocasiones
se interrelacionaron y confundieron en el tiempo.
En la historia del arte colombiano, la recepción de la obra de Andrés de Santa María ha sufrido
notables variaciones que van desde la repulsa por su trabajo, la negación de su influencia, la
caracterización de su figura como insular y extranjera, hasta la reivindicación reciente de su
papel como fundador de la modernidad. Este trabajo presenta las primeras recepciones de la
obra de Santa María en los escritos de los críticos que le fueron contemporáneos. La tesis es
que el pintor representa no sólo el primer momento de la modernidad estética en Colombia,
sino que constituye la primera referencia que da razón del ejoramiento en la calidad técnica de
los críticos de arte en Colombia. Indicando los acontecimientos centrales de su periodo en
Colombia, se plantean las modificaciones más relevantes en la situación hermenéutica entre el
primer público (1899) y la segunda fase de recepción (1905).
El año 1863 se puede tomar como fecha de inicio de la pintura moderna. Es el año en que
Manet pinta Almuerzo sobre la hierba, que se expuso en el Salón de los Rechazados. La obra
poseía antecedentes del Renacimiento italiano en cuanto a temática, pero el modo de
plantearlo causó conmoción.
Objetivo general
Entender las consecuencias generadas en la transformación de la expresión artística
colombiana por los acontecimientos provocados por la revolución industrial y las corrientes
artísticas europeas.
Competencias
La Comunicativa. Por medio de la cual, el estudiante incrementará la capacidad interpretativa,
argumentativa y propositiva de la historia artística y socio-cultural generada a partir de los
acontecimientos del período colombiano comprendido entre finales del siglo XIX y principios del
XX.
La Cognitiva. Por medio de la cual el estudiante configurará procesos mentales de
comparación, diferenciación, jerarquización y categorización en los diferentes temas que
asocian el desarrollo socio cultural y artístico producido por las influencias de las corrientes
europeas.
La Estética. Favorecerá el desarrollo de la sensibilidad hacia la contemplación de las
expresiones artísticas que se dieron en Colombia como producto de tal influencia.

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Siglo XIX y XX
Las propuestas enunciadas por las corrientes Europeas denotan muy diversas manifestaciones
que dan origen a la modernidad y cuyo precursor es según el filósofo español Ortega y Gasset,
Francisco de Goya “ a Goya hay que contemplarlo desde su dimensión intemporal, desde la
proyección colosal e incluso bíblica de profeta de la modernidad en la acepción más amplia del
término ”. El uso fauvista del color con intención lírica y subjetiva, el sentimiento, el impacto
emocional y la sátira del expresionismo combinado con la búsqueda de supuestos dogmáticos
que justifique la abolición de la figura en una abstracción geométrica, y la liberación del
inconsciente a través de propuestas nihilistas, fueron los esquemas constructores del mundo
artístico que dio testimonio de la evolución expresada con objetos singulares de gran
importancia y cuyo conocimiento significa la comprensión de la íntima espiritualidad de la
expresión del ser humano.
Alrededor de 1960 la preferencia por el objeto real indicando que las ideas no siempre se
expresan a través de formas físicas, sino que tales objetos pueden concebirse bajo condiciones
interpretativas dependientes del observador, surgiendo entonces el camino de lo conceptual
originado por Marcel Duchamp.
La influencia de las corrientes europeas en Colombia
El final del siglo XIX y los comienzos del siglo XX están caracterizados por sucesos como la
guerra de los Mil Días (1899-1902) acontecida como resultado del recogimiento del Partido
Liberal, la censura de prensa y el despotismo de los gobernantes conservadores. La guerra se
desarrolló en un principio con amplios enfrentamientos virando posteriormente a un sistema de
guerrillas. En 1903 Colombia enfrenta la separación de Panamá. El apoyo del presidente
Roosvelt a Panamá, culminó con el Tratado de Paz firmado a bordo del buque Wisconsin.
En 1886 se funda en Bogotá la Academia de Bellas Artes, cuyo primer director fue Alberto
Urdaneta y en la cual se celebró la primera exposición de pintura, escultura, arquitectura y
grabado que, con criterio selectivo, tuvo efecto en el país.
La expresión estética del ámbito colombiano siempre estuvo a la zaga en los siglos anteriores
respecto a Europa tal como ocurre en la actualidad; pero es de aclarar que el trabajo pictórico y
escultórico se convierte de improvisación de autodidactas en trabajo resultante de individuos
formados en academias francesas de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX.
El arte colombiano de la segunda parte del siglo XIX tiene, hasta cierto punto, una serie de
características que coinciden con las del arte latinoamericano del mismo período, las cuales se
prolongan hasta entrado el siglo XX, presentando características tales como, el predominio del
arte figurativo, clásico y académico, desinterés por el arte europeo de vanguardia,
complacencia con la situación social imperante. A fines del siglo XIX, en Colombia se pretendió
pintar acomodándose de manera sumisa a una sociedad solemne, vanidosa y engreída en sus
estamentos superiores, que continuaba viviendo etapas superadas por el mundo. No hubo un
artista que pronosticara el surgir de una época diferente. Los temas generalmente fueron el
retrato, el paisaje, la narración familiar y los asuntos históricos y religiosos. Al abandono oficial
por argumentos culturales se sumó la inestabilidad económica, por lo que resulta imposible
establecer comparaciones con el arte europeo de la misma época. Sin embargo, el arte
colombiano se apoyó en enseñanzas académicas y buscó, a través de algunos artistas nacidos
a comienzos del siglo XX, una expresión autóctona, estableciendo la gran diferencia.
Después de superar el Impresionismo, la nueva etapa la constituyen Cezanne, Gauguín,
Tolouse Lautrec y Van Gogh, representando las figuras del arte universal y una de las
corrientes más innovadoras como ha sido el Expresionismo.

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Cuatro figuras en el panorama de la pintura se destacan a finales del siglo XIX: PANTALEÓN
MENDOZA, EPIFANIO GARAY, RICARDO ACEVEDO BERNAL y FRANCISCO ANTONIO
CARO.
Pantaleón Mendoza
Pintor académico nacido en 1855 en Bogotá y muerto en Sibaté después de varios años de
locura en 1910. Su producción no es muy abundante debido a su enfermedad pero se distingue
su labor por el vigor y acabado. Su obra “El grito”, fue trabajado en el manicomio y es un
ejemplo de la técnica y capacidad descriptiva de Mendoza. El retrato de “Catalina de Mendoza”
es uno de los más bellos cuadros académicos de la pintura colombiana. Su formación en
Europa está más relacionada con España que con París. Los contrastes lumínicos y la
sobriedad en el color de sus composiciones indican tal influencia. Su obra recibió el primer
premio de la exposición de 1886 siendo muy comentada por la crítica del momento.
Ricardo Acevedo Bernal:
Nacido en Bogotá en 1883, estudió en Nueva York y a su regreso fue nombrado director de la
Academia de Bellas Artes y organizador del primer museo.
Tal como ocurre con Garay, la situación histórica de Colombia no afecta para nada su pintura,
en cambio se dedica a satisfacer los gustos de la burguesía bogotana.
Su obra es muy variada y revela un gran talento como dibujante; los retratos de Blanca Tenorio
y María Bernal, son técnicamente perfectos pero resultan un poco superficiales en su
caracterización psicológica, aunque es el género en el cual se desempeña mejor, como el caso
de la “Niña de la columna”, una espontánea creación de pequeño formato donde la vitalidad de
la niña y el realismo académico expuesto en esta obra, no están exentos de cierta aura poética.
En cuanto a su obra religiosa, se observa la profusión de elementos con figuras en posiciones
postizas y poco agradables.
Costumbrismo en Colombia:
En el siglo XIX Francia se impone por la amplitud, la fuerza expresiva y la grandeza de la
personalidad de sus figuras. El arte de finales del siglo XX: Ingres, Delacroix, Manet, Monet,
Degas, Cézanne, Renoir, irradia luz en el universo; hacia Francia viajan los artistas
colombianos y en las academias parisienses maduran y purifican. Garay, Acevedo Bernal y
sobre todo Andrés de Santamaría son los portadores del mensaje académico francés cuya
influencia va desapareciendo a medida que avanza el tiempo.
La lección de España fue menos vigorosa pero más directa pues se recibió en las mismas
escuelas con distinguidos artistas españoles.
El arte colombiano de finales del siglo XIX y principios del XX acusa indudablemente la
influencia del arte francés y español, pero a pesar de que los artistas colombianos viajaron a
Francia y España, no recibieron una lección directa de los artistas de la época, del
impresionismo, del fauvismo, el expresionismo o el cubismo y en cambio se sometieron
obedientemente a las enseñanzas académicas.
En Colombia se habían ejecutado pinturas costumbristas a mediados del siglo XIX sin mayor
resonancia por la trivialidad de los temas frente a los religiosos o históricos; pero al agrupar
artistas bajo el nombre de costumbristas no todos representan estilos homogéneos. Los tópicos
son sencillos con referencia a campesinas, naturalezas muertas y bodegones que en el caso
de Colombia aparece la flora típica de la región y se diluye la presencia de elementos
españoles o europeos.

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Los costumbristas colombianos más reconocidos son: Miguel Díaz Vargas, Coriolano Leudo,
Fidolo Alfonso González Camargo, Eugenio Zerda, Francisco Antonio Cano, Roberto Pizano y
Margarita Holguín y Caro.
La pintura costumbrista colombiana fue completamente académica, adolece de falta de
sinceridad y sencillez convirtiéndola en ilustraciones superficiales que sin embargo gozaron de
mucha demanda en el país.
Miguel Díaz Vargas
De tendencia Neocostumbrista su formación pictórica se realizó en España a través de una
beca ganada en 1926.
Allí hizo varias exposiciones colectivas y después de viajar a Italia y Francia fue director en
Colombia de la Academia de Bellas Artes durante tres oportunidades. Participó en varios
salones en Colombia, ganando el primer premio en 1944 con la obra “Estudio en gris”. Su
creación se sustenta entre la precisión de la línea y el colorido naturalista. Sus mejores obras
son los “mercados” donde representa personajes campesinos en posición discreta, sin
enfrentarlos al espectador y contrastados con frutas tropicales y animales. De igual manera, se
pueden citar escenas cotidianas como el caso de su obra “El anciano”, donde maneja con
equilibrio el retrato y la anécdota. ( MEJÍA, de Millán Beatriz Amelia- “El Arte Colombiano en el
siglo XX ”).
La escultura a comienzos del siglo XX en Colombia
De la misma manera que la pintura, la escultura colombiana de finales del siglo XIX y principios
del XX es académica. La Escuela de Bellas Artes fundada como Instituto de Bellas Artes en
1882, contó con una buena nómina de profesores entre los cuales se encuentra el italiano
César Sighinolfi, de cuyas obras se tiene la escultura de Isabel la Católica y Cristóbal Colón
con motivo de la celebración del cuarto centenario del descubrimiento de América, estatuas
que fueron modeladas en Bogotá y fundidas en Roma, las cuales revelan el gusto neoclásico
de Sighinolfi.
La figura más significativa de esta época fue Marco Tobón Mejía (1876-1933), quien logró un
trabajo original sintetizando influencia europeas especialmente francesas con algunas
vanguardias tales como el Art Nouveau o el Simbolismo. Este artista junto con Roberto Henao
Buriticá, contrario a los artistas extranjeros que abandonaron la tradición escultórica clásica, se
dedicaron a buscar en la escultura de los pueblos primitivos las formas originales de la
concepción plástica y los estímulos más ocultos de la expresión; los artistas colombianos,
ignorando el arte precolombino o las tallas ingenuas de la época de la colonia, estudiaron en
París (sede de los grandes cambios de la escultura a comienzos del siglo) el arte académico
europeo, sin ninguna preocupación por las nuevas manifestaciones plásticas. Tobón Mejía y
Henao Buriticá dejan en su patria las maravillas del arte precolombino y se dedican en Europa
a repetir las lecciones de la escultura neoclásica. Posiblemente los colombianos de esa época
desconocían la grandeza del arte antiguo de su patria siendo simples epígonos (hombre que
sigue las huellas de otro, especialmente el que sigue una escuela o un estilo de una
generación anterior) de la plástica europea tradicional.
Marco Tobón basa sus composiciones en el mundo vegetal, con predominio de la línea como
eje decorativo, representando un mundo de fantasía y esoterismo. Así pues, el santarrosano
con su sinuosa línea expresiva trabajó también el dibujo y la pintura, aunque en la escultura se
considera como la figura de este período.
Arquitectura de principios de siglo en Colombia

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A finales del siglo XIX se dejan ver viviendas sencillas, soleadas y limpias, tanto en la casa del
campesino como en la del adinerado señor; los edificios tienen forma de escuadra.
Urbanísticamente las ciudades conservaban uniformidad en la altura de sus viviendas, lo que
proporcionaba un aspecto general homogéneo. Las fachadas se trataban con blanco de cal, las
ventanas protegidas con rejas. Arquitectónicamente hablando, las dos obras más importantes
del siglo XIX en Colombia fueron el Capitolio Nacional y la catedral de Villanueva en Medellín.
Por otra parte en algunas regiones de Colombia las expresiones arquitectónicas se presentan
heterogéneas y graciosamente entremezcladas como el caso del barrio de Manga en
Cartagena en donde aparecen las más diversas influencias y superposiciones de estilos
tradicionales y locales.
Con la iniciación del siglo XX, las ciudades de Colombia se expanden y empiezan a crecer en
extensión y número de habitantes. Aparece el concepto de barrio residencial y se aspira a que
cada casa sea completamente individualizada. Las quintas de los barrios de Chapinero en
Bogotá, y de Manga, en Cartagena, pretenden asimilarse a las villas de la Costa Azul.
Durante el siglo XIX los antioqueños se expandían fundando ciudades en la región del antiguo
Caldas, hoy dividida en los departamentos de el mismo Caldas, Risaralda y Quindío, con
ciudades como Manizales, Pereira y Armenia respectivamente.
La vanguardia postimpresionista en Colombia
Se acostumbra decir que Andrés de Santamaría fue un pintor impresionista y el primer artista
moderno que tuvo Colombia en el presente siglo. Gabriel Giraldo Jaramillo se expresa así: “ El
espíritu francés que con tan crecido vigor penetró en todas las esferas del arte
hispanoamericano a fines del siglo XIX y principios del XX, encuentra en la figura de don
Andrés de Santamaría uno de sus más destacados representantes; porque este abogado
ilustre que tan hondamente captó las corrientes modernas de la pintura europea es el más
universal de los artistas colombianos. En sus telas no se advierte solamente la influencia de
una escuela determinada o de algún maestro de sobresaliente personalidad, sino la huella
profunda de toda una época y de una nueva percepción del arte”
Andrés de Santamaría
Nacido en Bogotá en 1860, a los 2 años de edad viaja a Inglaterra y luego a Francia en 1882,
donde adquiere toda su formación artística. Regresa a su país a la edad de 33 años sin nexo
alguno con la capital de Colombia donde permaneció por espacio de 4 años. Después de 7
años de estadía en Europa regresa a Colombia en 1904 para exponer su producción y dirigir la
Escuela de Bellas Artes. Durante este período Santamaría sufre la incomprensión de sus
contemporáneos, sin embargo en la academia marca en forma definitiva el desarrollo del
paisajismo; tendencia que dentro de un estilo europeo exalta valores propios su país, de la
naturaleza andina, de la vida campesina y de costumbres campestres.
En sus lienzos, muy pocos entendían, y menos aún apreciaban desconocidos problemas
pictóricos que nadie hasta ese momento había sospechado; era el Impresionismo que después
de haber dado un vuelco a la pintura europea llegaba por primera vez a Bogotá.
En 1960, la crítica de arte Marta Traba se refiere a el como “espléndido Santamaría” y
comenta: “ Lo mejor de la obra (de este artista) se realiza en las dos primeras décadas del
siglo, cuando finalizaban en Europa los temblores sensuales del impresionismo y avanzaba,
tajante y agresiva, la escuela impresionista alemana. La pintura de Santamaría es una síntesis
de ambas tendencias, tal vez inconscientemente realizada por un excepcional temperamento
artístico, que supera las convenciones ajenas y las propias cuando la lujuriosa posesión de un
tema lo empuja a un desorbitante frenesí cromático ”

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Su primera obra importante “Las lavanderas del Sena”, le confiere un triunfo como pintor,
siendo aceptado en el salón de artistas franceses de 1887. Este cuadro de gran tamaño
demuestra algunas de las influencias recibidas como la confusión en la perspectiva y
exageraciones de figuras y primeros planos. Su obra “El té”, de tema cotidiano, es tratada con
gran soltura y colorido.
En 1893 contrae matrimonio con Doña Amalia Bidwell de Hurtado y decide fijar su residencia
en Bogotá. El paisaje de Colombia produce un fuerte impacto en el artista quien lo adopta y lo
trabaja con las posibilidades aprendidas en la técnica impresionista, involucrando además,
personajes típicos sin abolengo elevándolos a categorías estéticas.
Otro tema favorito de Santamaría son los caballos, que en algunos casos aparecen con jinete,
pero en general los muestra solos como parte del paisaje. Así pues, en corto tiempo la sabana,
los llanos orientales, los ríos de Colombia, remplazaron los ambientes ficticios del retrato
bogotano. La academia entra en crisis y es el paisaje la tendencia que se impone en el medio.
Santamaría regresa a Europa en 1901 y entra en contacto con las obras de Matisse y de los
Fauces, de Van Gogh, de las teorías decorativistas de los Nabies, de Rouault y Seurat,
marcando su producción artística desde ese momento.
Su trabajo se torna individualista; la exuberancia tropical del paisaje venezolano estimula la
paleta del artista experimentando en una serie de obras a través de la espátula en reemplazo
del pincel.
Instalado en Bogotá, recurre a escenas íntimas de las cuales su propia familia será
protagonista. Los trabajos ejecutados entre 1906 y 1907 son principalmente retratos femeninos.
Representa las figuras dentro de ambientes atmosféricos, donde no existen objetos, ni
paredes, ni perspectiva, y las hace emerger por razón de la luz.
La posición intensamente emotiva del Expresionismo alemán, también ejerce su influencia.
Componentes como oscuridad distorsión y color aparecen combinados.
Entre 1919 y 1926 realiza algunos temas religiosos y en 1926 se despierta el interés hacia su
obra cuando Pedro Nel Ospina le encarga un tríptico sobre la batalla de Boyacá, pero su falta
de estilo académico y su tendencia a considerar los héroes sin ninguna elocuencia provocan
una reacción en contra de su obra que fue removida del Salón Elíptico del Capitolio Nacional y
hoy se encuentra en el palacio de Nariño.
Inicia una serie de bodegones y mujeres con flores y en 1928 llega su punto máximo expresivo
con empastes semejantes a la corteza de los árboles y las figuras visualmente indefinibles a
corta distancia. Los desnudos y rostros resplandecen por sí solos gracias al pigmento lumínico-
penumbroso apareciendo distantes.
Bruselas, donde vivió los últimos años de su vida le brindó como homenaje una retrospectiva
en el museo Real de Bellas Artes.
Muere en Bruselas en 1945 después de finalizar la II guerra Mundial.
Paisajismo en Colombia
Fue Andrés de Santamaría el fundador de la escuela paisajista en Colombia, introduciendo las
tendencias heredadas del Impresionismo, como la pintura al aire libre, la luz y el color como
elementos técnicos intercambiables. Así mismo planteó la exaltación de la naturaleza tropical,
exuberante. Cambió el gusto de los pintores hacia el retrato por el nacionalismo pictórico con
atmósferas y elementos típicos del país.

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Alamedas de sauces, guaduas y eucaliptos, caminos reales, la cañabrava, la flora tapizando
los cultivos y, en todas partes movimiento y vida, es lo que representan los paisajistas de esta
época de la historia del Arte Colombiano.
Algunos exponentes de esta tendencia son: RICARDO BORRERO ÁLVAREZ, JESÚS MARÍA
ZAMORA, ROBERTO PÁRAMO, EUGENIO PEÑA, RICARDO MOROS URBINA, RICARDO
GÓMEZ CAMPUZANO Y HERNANDO LEMAITRE.
Jesús María Zamora
Nacido en Miraflores, Boyacá (1875-1949). Sus paisajes se caracterizan por el interés lumínico
y por la recreación de algunas escenas históricas. En ellos hay un gran afán narrativo que va
desde los arreboles del ocaso hasta la travesía de los Andes por parte de los ejércitos
libertadores encabezados por Bolívar y Santander, pasando por las chozas de los llanos, el
ganado, la niebla entre los árboles, el viento que despeina los prados y el reflejo de la luz en
los pantanos. El paisaje que más amó Zamora fue el de la sabana, por ejemplo, cuando expuso
en la Biblioteca Nacional se destacó la obra “Los cielos de Bogotá”. Sin embargo, sus obras
más hermosas son las de los comienzos de su carrera.
Ricardo Gómez Campuzano
Uno de los más renombrados paisajistas del país (1893-1981), cuyos temas son los parques,
plantaciones, atardeceres y panoramas intensos y desolados.
Eugenio Peña
Nacido en Bogotá (18060-1944) Pintor de cuadros con paisajes tranquilos de las regiones
sabaneras con composiciones equilibradas, presencia de la naturaleza en la que los árboles
frondosos son los protagonistas de la escena con cielos plomizos. La línea del horizonte
situada generalmente abajo, permite una visión amplia del cielo. Su obra nostálgica tiene al
hombre excluido por completo; sólo la naturaleza deshabitada interesa al artista. Con un
enfoque realista su obra se tiñe de melancolía romántica. La paleta de Eugenio Peña no
conoce ciertos colores, sus cuadros abundan en verdes, ocres, azules y grises. La composición
equilibrada permite tener una bella idea de la paz del campo y de la solemnidad de la sabana,
aunque el artista no desconoce la revolución impresionista.
Ricardo Borrero Álvarez
(1874-1931) Paisajista nacido en Huila, se interesó por los paisajes gracias a sus maestros
españoles; completó su formación en Sevilla y París. Además de los paisajes, pintó bodegones
y floreros en los cuales resulta sobresaliente el dibujo y el tratamiento de la superficie de los
objetos. Éstos presentan una nitidez en la cual la textura y características de los mismos se
detectan claramente. Sin embargo los paisajes son sus obras más personales, en los que la
arquitectura casi siempre forma parte de ellos, invadiendo el espacio de la composición; en
otras ocasiones la figura humana aparece discreta y estática. Es un artista de corte romántico
donde la armonía y la visión clara de los elementos en la composición es una constante en su
obra.
Alfonso González Camargo y Roberto Páramo
Ambos artistas realizaron numerosos apuntes de la sabana de Bogotá, bellos bosquejos en los
que, con colores sobrios, se plasma una fresca visión de la realidad de manera esquemática;
en el caso de González Camargo, quien no pretende entregar una descripción prolija, sino
presentar una trascripción inteligente del lugar. Este artista nunca salió del país pero su obra

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recuerda en muchas composiciones la pintura de Albert Marquet por su sensibilidad y
equilibrio.
Roberto Páramo realizó sus obras en lienzos de formatos pequeños donde denota gran
observación y realismo del ambiente sabanero.

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ACTIVIDAD 2: Producción de un Ensayo
Tema: Arte Colonial y modernidad en Colombia
Desarrollar habilidades escriturales conceptualizando el acontecer artístico colombiano
resultante de la simbiosis cultural y las influencias europeas.
A- Lectura del contenido del Módulo II
B-Según la lectura del documento “el ensayo” elaborar un ensayo relacionado al módulo.
Modalidad: Individual
Fecha de envío: Ver Calendario de Actividades
PRODUCCIÓN
Tres páginas en letra Arial 12 a espacio y medio.
Título que el estudiante asigna al del ensayo (innovador)
Hoja de presentación con nombre, código y correo electrónico del participante.
Referentes Bibliográficos
El ensayo debe enviarse como archivo adjunto al correo indicado en la guía didáctica de la
asignatura.
Forma de envío: archivo adjunto al e-mail del tutor/a del curso.

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Tema 3: Abandono de la academia por una identidad Colombianista
Palabras Clave
IDENTIDAD – BACHUÉ – INTELECTUALES – PANORAMA POLÍTICO – CUBISMO –
ORÍGENES – VALORES – RAÍCES - COLOMBIA
Introducción
Entre 1895 y 1915 nació un grupo de pintores y escultores iniciadores del Arte Moderno en
Colombia. Esta generación se distinguió por haber tratado de superar definitivamente la
influencia académica y por haber procurado un Arte propio y cuyos principales representantes
son: PEDRO NEL GÓMEZ, LUIS ALBERTO ACUÑA, IGNACIO GÓMEZ JARAMILLO,
CARLOS CORREA, GONZALO ARIZA, JOSE DOMINGO RODRÍGUEZ, RÓMULO ROZO y
RAMÓN BARBA.
Estos artistas integraron la generación de los “nuevos”, que escandalizó al público durante
varios años.
En el panorama político, Colombia sufría grandes transformaciones; en lo económico, la
industrialización con la consiguiente aparición de la clase obrera y un desarrollo acelerado
politizó las masas. La fundación del parido comunista y la adopción de la filosofía marxista por
grupos de intelectuales y artistas como el caso del grupo Bachué.
Las anteriores como influencias internas a las que se le sumaron las externas como la
influencia del artista español Picasso y el Cubismo, inspirado en la cultura negra africana.
Picasso planteó a Luís Alberto Acuña y Rómulo Rozo la necesidad de realizar un arte que
estuviese orientado a la búsqueda de la identidad y raíces étnicas y culturales del país.
Además el muralismo mexicano ejerció una influencia definitiva en la formación del grupo, ya
que tal expresión era reconocida como lo mejor del arte latinoamericano.
El grupo Bachué dio gran valor al medio geográfico, al ambiente tropical y a las circunstancias
étnicas e históricas. Era un grupo comprometido con el país estudiando las temáticas, los
problemas y las características, a pesar de que nunca constituyeron un movimiento definido,
pese a su aparente ideología de organizar una escuela de Arte Colombiano, por el contrario
trabajaron en forma totalmente independiente. Aunque todos coinciden en que no
pertenecieron al grupo, los artistas de esta etapa se distinguen de una manera radical por tener
un arte diferente al europeo, exaltando los valores nacionales.
Objetivo general
Comprender la evolución del pensamiento de los artistas colombianos y su búsqueda de los
valores para encontrar una identidad como pueblo en un momento político importante para
Colombia.
Competencias
• La Comunicativa. Por medio de la cual, incrementará la capacidad interpretativa,
argumentativa y propositiva de la historia artística y socio-cultural generada a partir de
encuentros de los artistas colombianos con Picasso y su interés por el origen del ser
humano.

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que asocian el desarrollo socio cultural, artístico y político en momentos particulares de
la historia de Colombia y los pueblos latinoamericanos.
expresiones artísticas portadoras de profundo significado social.
Pedro Nel Gómez
Ingeniero, arquitecto, pintor y escultor nacido en Antioquia (1899-1984). Su obra en extensión
es la única que puede compararse en Colombia con la de los muralistas mexicanos. Su
formación científica y técnica tiene gran influencia en su obra. Utiliza espacios monumentales
en sus composiciones. La técnica del fresco y los escorzos de los maestros del Renacimiento
marcaron su obra de la misma manera que el muralismo mexicano con su intención de Arte
Público y Narrativo.
Su trabajo encontró gran resistencia por parte del público que no estaba acostumbrado a tales
modernismos. Es una exaltación del hombre, la vida, el trabajo, la mitología de orígenes greco-
romano que convierte a criolla, surgiendo las “deidades americanas”.
Su obra mural es un trabajo comprometido desde el punto de vista socio-político. Como
acuarelista, cultivó todos los géneros, paisajes y bodegones y especialmente el desnudo
femenino, la maternidad, las barequeras, la minería y los mitos de la selva.
Carlos Correa
Nacido en Medellín (1912-1985) y discípulo de Pedro Nel Gómez, su obra es de influencia
expresionista cuyo contenido es una crítica social y religiosa, no era un creyente pero sí un
dudoso de lo religioso, por lo que contrariando sus ideas mira en un época el arte español; el
Greco y Gutiérrez Solana fueron sus referentes, período del cual es la obra “La Anunciación”,
cuadro famoso por desatar una polémica debido a su composición: una mujer embarazada que
yace desnuda frente a un vitral.
Posteriormente viene el tema de las máquinas feroces o destructivas, algunos paisajes y
después de visitar la región arqueológica de San Agustín, trabaja varias composiciones en
acuarela para frescos murales en las que reaparecen las figuras realizadas por los primitivos
indígenas y trabajadas con un gran sentido documental. Tocó en algún momento también el
tema indigenista. En todos sus tópicos hay rebeldía y un firme deseo de cambiar a la gente. La
literatura invade poco a poco su producción, elemento que se percibe claramente hasta en los
títulos de los cuadros; por ejemplo, a una fiesta popular la llama “El pueblo como fuente eterna”
Luis Alberto Acuña
Artista santandereano nacido en 1904. Pintor, escultor, muralista, restaurador de monumentos
históricos, crítico e historiador de arte. Se formó en Bogotá, París y Madrid. Luis Alberto Acuña
como Pedro Nel Gómez es un artista fecundo que se ha expresado con propiedad como pintor
y como escultor.
En 1934 realiza su primera exposición con temas indigenistas y gradualmente se desarrolla
hacia el monumentalismo, sacado de los muralistas mexicanos, en el cual ensalza los mitos y
narraciones prehispánicas. En este proceso utiliza la técnica del puntillismo francés, con
pinceladas cortas, utilizando en ocasiones colores puros forma los volúmenes recordando las

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incisiones de una talla en madera. El puntillismo de Acuña es algo peculiar por cuanto es una
creación propia basada en un trabajo de escultor no en la investigación pictórica del
divisionismo de los puntillistas franceses.
Por otra parte, el artista después de su encuentro con Picasso no volvió a trabajar temas
exóticos sino que se dedicó a exaltar los valores nacionales en los que resulta interesante su
interés por las leyendas chibchas. Acuña exagera un poco los rasgos de la raza aborigen que
permanece en los campesinos (ojos rasgados, pómulos salientes). En 1956 inicia su nuevo
estilo denominado “Esencialismo” a cuya tendencia pertenecen las obras: “Mitos Forestales” y
“Jungla bajo el hastío”.
Su obra abundante en número y en elementos compositivos es un gran aporte a la pintura y
escultura colombianas, así como una fuente cultural de formación sólida en el campo de la
historia.
Ignacio Gómez Jaramillo
Nacido en Medellín (1910-1970). Su estancia en Europa lo acerca a la influencia de artistas
como Cézanne, de quien heredó la tendencia a la esquematización y a un paso de la
abstracción. De los fauvistas obtuvo el cromatismo que muestra en algunas obras, lo que indica
que asimiló las mejores lecciones de la puntura moderna pero habiendo superado la academia
y el realismo.
Sus temas preferidos eran los paisajes, los desnudos y los retratos pero después de su
estancia en México y estudio del muralismo mexicano, empieza a trabajar como muralista.
Los murales son las obras de Gómez Jaramillo más próximas a la ideología de su generación.
Fue ante todo un gran dibujante teniendo mayor calidad cuanto más se distancie de los colores
encendidos. En los óleos y dibujos mantuvo una temática realista y en los últimos años de su
carrera se aproximó sin éxito a la abstracción. La obra de los años sesenta es excelente
particularmente los trabajos de línea pura.
Su obra ha sido exhibida con éxito en Colombia y el exterior.
Gonzalo Ariza
Este artista nacido en 1912 ha inspirado su obra en el muralismo mexicano. Convencido de
que la historia del Arte Moderno en Colombia, es la historia de tres colonialismos: el de la
escuela española (retratistas y paisajistas) el de la francesa (obra de Santamaría) y
posteriormente el del internacionalismo con sus ejes París y Nueva York.
Los cuadros de Ariza recuerdan los paisajes japoneses; en medio de las nubes, a través de la
niebla, se pueden ver detalles de una roca, fragmentos de un follaje, puntos de color que
corresponden a unos campesinos, bosquejos topográficos. Sin embargo, detallando su
producción se descubre que el pintor ha realizado durante muchos años una cuidadosa
investigación artística de los paisajes tropicales. Su arte no tiene nada que ver con el
impresionismo donde las estaciones entregan una luz característica, por el contrario Ariza se
entiende total y plenamente con el trópico, exaltando la topografía Andina, su vegetación y sus
efectos atmosféricos.
Alipio Jaramillo

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Como Ariza, Alipio, nacido en 1913, nunca viajó a Europa, pero si lo hizo a países
suramericanos, como Chile, donde vivió varios años, donde recibió lecciones de David Alfaro
Sequeiros y realizó numerosos murales al fresco. Su temática principal es la exaltación del
campesino y el obrero con la que ha empleado aspectos políticos especialmente los que se
refieren a la violencia. La intención del arte de Alipio Jaramillo ha sido la presentación
descarnada de las necesidades de los campesinos y las injusticias sociales del país.
Débora Arango
Débora Arango, nacida en Medellín en 1910, forma parte sustantiva de la historia del arte
colombiano. Discípula de Pedro Nel Gómez, su producción constituye una dura crítica a las
instituciones sociales, religiosas, políticas y morales de la sociedad de su época. De tendencia
expresionista trata temas de violencia, miseria y prostitución.
Su obra, como dice Ricardo Sánchez (Banco de la República), es inquietante en sus distintas
significaciones de imágenes, formas, colores, materiales, interpelaciones. Polifónica por los
caminos escogidos: el retrato, el desnudo, lo social, lo político. Figurativa y expresionista por la
semántica de los lenguajes pictóricos. Realista crítica y testimonial por las tendencias
conceptuales y de escuela en que se manifiesta su arte.
La pintura de Débora Arango tiene significados diferentes y peculiares en cuanto es una obra
peculiar por su sátira al propio género en imágenes que causan fuertes polémicas a los
defensores de la moral y los valores políticos. La perspectiva de su trabajo, de su exploración
visual y de su mirada, penetra en la condición humana miserable y humillada.
Darío Ruiz Gómez escribió: "Sirvientas, borrachos, prostitutas constituyen lo que es asocial o
antisocial en la media en que están fuera del código, —normas, principios, modelos— de la
sociedad establecida. El escándalo que acompaña a su obra no se debe tanto a la fealdad de
su temática, a sus deformaciones, sino a esta violencia que está implícita en el color liberado,
en la manera como llega a conferir carácter de iconografía a ese mundo que la institución
quiere olvidar".
Rómulo Rozo
Nació en Chiquinquirá en 1889 y murió en México en 1964. Iniciador del movimiento y uno de
los valores estéticos en culturas no clásicas como el arte precolombino, fue el creador de la
escultura “Bachué” (madre generadora dentro de la mitología chibcha) que dio nombre a la
generación de pintores y escultores del grupo. Estudió en Madrid y París y recibió la gran
lección de Picasso sobre la mirada al pasado precolombino.
Posteriormente viaja a México en una segunda fase, la más importante en cuanto a la calidad
plástica de la estatuaria, cada vez más simplificada y depurada de forma, con abandono casi
total del elemento decorativo. En 1957 inicia su tercera fase evolutiva inspirada en los
arqueológicos y enigmáticos rastros mayas que le recuerdan su primera pasión Bachué.
La evolución estilística de Rómulo Rozo tiene dos características: inicialmente el exceso
decorativo que invade la obra y en una segunda etapa la característica es el esencialismo a
través de estructuras geométricas definidas que logran una elegante estilización recordando el
Art Deco.
Ramón Barba
Fue un español trasplantado a Colombia. Nació en Madrid en 1894 y llegó a Bogotá en 1925;
dos años después se hizo colombiano. Fue entonces uno de los más fervientes seguidores del

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movimiento nacionalista o “bachuismo”. Su trabajo en madera es realmente magistral, en el
cual plasmó los tipos raciales del mestizaje colombiano con fino realismo y gran interés por las
texturas de las superficies. Su trabajo más relevante lo constituye la escultura en madera
donde exalta con gran realismo los personajes del pueblo: indios, mendigos y promeseros.
Cuando fue profesor de la Escuela de Bellas Artes formó artistas como Josefina Albarracín (su
esposa) y Hena Rodríguez, quienes siguieron su temática y estilo.
Rodrigo Arenas
Aunque podría definirse más como un artista de representaciones conmemorativas, Rodrigo
Arenas Betancourt perteneció a la generación de los Bachué. Nacido en Fredonia (Antioquia)
en 1919, es el escultor colombiano más conocido de la tendencia nacionalista representada por
Luis Alberto Acuña y Rómulo Rozo. De producción abundante y monumental, está basada en
mitos grecolatinos que exaltan valores épicos y nacionalistas.
Entre sus obras se encuentra “Bolívar” en Pereira, que constituye la concepción opuesta del
héroe tradicional y representa, no solamente un símbolo de lucha y libertad, sino el lema de la
ciudad donde se encuentra; “Córdoba” en Ríonegro, “Lanceros del Pantano de Vargas” en
Paipa; todas ellas en Colombia y “El Prometeo” en ciudad de México. Sus obras se
caracterizan por la composición desarticulación.

CURSO UNIVERSITARIO
25
ACTIVIDAD 3: Parcial en línea
Consolidar el aprendizaje de los contenidos del Módulo
A- Estudio del Módulo II
B- Consecución de computador para el día y la hora destinada al parcial y tener puntualidad
pues esta actividad está programada y no tiene compensación.
C- En el parcial leer las instrucciones antes de dar inicio al parcial
D- Desarrollar el cuestionario y enviarlo según instrucciones
Modalidad: Individual - Sincrónica
Fecha de realización: Ver calendario de actividades
ACTIVIDAD 4: Conversatorio o Chat- Invitado especial
TEMA: Pensamiento e ideales del grupo Bachué y artistas Latinoamericanos de la misma
tendencia
Construir conocimiento consolidando la idea de identidad de los pueblos americanos a través
de la participación del maestro Buriticá artista y profesor de la Facultad de Bellas Artes de la
Universidad Tecnológica de Pereira.
A- Consecución de computador con conexión a Internet
B- Leer las instrucciones en el documento de la inducción y en la guía didáctica para el
procedimiento en la participación de un Chat
C- Lectura de los temas relacionados con el grupo Bachué y los movimientos latinoamericanos
de la misma tendencia tratados en el Módulo y en la Bibliografía propuesta.
D- Puntualidad en la participación
E- Dar inicio a la conversación planteando inquietudes significativas
Modalidad: Grupal - Sincrónica
Fecha de realización: Ver calendario de actividades
ENCUENTRO PRESENCIAL - Ver calendario de Actividades

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