2. CONTEXTO
El arte mexicano del siglo XX se enmarca
en un contexto de cambios estéticos que
se reflejan en nuevas formas expresivas;
surgen artistas con propuestas de gran
impacto en el país y con reconocimiento
por parte de la crítica especializada en el
extranjero.
Algunos artistas mexicanos retoman
expresiones del arte prehispánico, mismas
que llevan al arte de su tiempo; esto para
reiterar la cultura visual de México desde
su pasado, presente y futuro.
4. CONTEXTO
A finales del siglo XIX el romanticismo inicia poco a poco a
terminar su periodo y en su lugar surge la necesidad por lo
propio, es decir por inspirarse en la vida mexicana, por
expresarse sin tener que recurrir a temas extraños. Se pasa
de la belleza clásica a la idea de otras formas que también
son bellas por ejemplo las mexicanas.
Durante el Porfiriato (Periodo histórico durante el cual el
ejercicio del poder en México estuvo Bajo el control de
Porfirio Díaz) el arte mexicano adopto una marcada
tendencia afrancesada y elitista, con influencias del Art
Nouveau (corriente de renovación artística desarrollada a
finales del siglo XIX y principios del siglo XX) .
Durante la dictadura de Porfirio Díaz la cultura en México
tuvo una gran influencia francesa, lo que favoreció la
inversión extranjera y el crecimiento del país.
5. Al comenzar el siglo XX, se inició en México una nueva orientación en todos los
ámbitos de la vida nacional.
Surgen artistas con propuestas de gran impacto en el país y con reconocimiento
por parte de la crítica especializada en el extranjero.
Algunos artistas mexicanos retoman expresiones del arte prehispánico, mismas
que llevan al arte de su tiempo; esto para reiterar la cultura visual de México
desde su pasado, presente y futuro.
Tras la revolución de 1910, se hizo necesaria una revaloración de la cultura que,
además de cimentar las nuevas tendencias ideológicas y políticas, permitiera
iniciar el camino de la reconstrucción del país bajo una perspectiva más
nacionalista en inclusora de las clases sociales marginadas en el Porfiriato.
Después de la revolución el arte mexicano se encamino hacia nuevos objetivos,
en busca de una
identidad, consolidándose en la pintura de la revolución en el llamado
movimiento muralista, representado principalmente por: José Clemente Orozco,
Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, O’Higgins y Juan O’.
6. MURALISMO
tiene el propósito de construir una identidad nacional para aglutinar a
los diferentes sectores de la sociedad mexicana.
Los pintores muralistas llevaron a los edificios públicos la historia y la
ideología de un México nuevo, que retomaba la riqueza del pasado, en
sus tradiciones, en su folklor, en los vestigios de México
prehispánico.Dentro de este movimiento se distinguieron 3 grandes
artistas: José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros.
Orozco gusta capturar lo trágico y en su obra se encuentra una pintura
agresiva y desencantada del mundo, donde la realidad aparece en su
forma más cruda, con figuras contorsionadas llenas de dramatismo y
llenas de color.
La pintura de Diego Rivera se caracteriza por su carácter narrativo cuyo
tema central era el mundo indígena, la historia nacional y la cultura
popular. En sus obras siempre se destaca la ironía y lo festivo.
David Alfaro Siqueiros abordó temas sociales y políticos a través de una
pintura fuerte y vigorosa de trazos y pinceladas muy marcadas.
La pintura se vio permeada por los cambios artísticos del siglo XX,
como el cubismo, expresionismo y surrealismo.
7. GRABADO
El grabado tuvo durante el siglo XIX su mejor
momento en México con la obra de Posada,
pero a principios del siglo siguiente entró en
decadencia, en parte debido a la situación de
crisis que vivía el país a causa de la Revolución
y en parte debido al desarrollo de la
fotografía y del fotograbado, que empezaban
a utilizarse para ilustrar libros, revistas y
periódicos.Plasma el estilo de vida y crítica
social entre la alta sociedad y el
pueblo.Aborda el tema de la muerte con
humor.
Entre los representantes más importantes de
la nueva generación de artistas hay que citar a
Adolfo Patiño, Eloy Tarciso, Germán Venegas,
Nahum Zenil, Carla Rippey, Alberto Castro
Leñero y Javier Martín, entre otros.
10. CONTEXTO
la presencia del academicismo en la
enseñanza por años impidió el crecimiento
dentro del gremio de los escultores deseosos
de contar con nuevos conocimientos dentro
de las aulas; prevalecían todos los elementos
formales de la escuela francesa de pintura,
consecuencia del pasado con influencias
francesas del Porfiriato.
Las formas escultóricas predominantes eran
los bustos, o esculturas de retrato. La mayoría
de las obras estaban insertas en las artes
decorativas.
Algunos escultores importantes fueron Carlos
Bracho, Ignacio Asúnsolo y Federico Canessi,
quien en 1958 obtiene un premio y el
reconocimiento internacional por sus
11. No existía un soporte firme para
guiar a los escultores, sin
embargo algunos
artistas como Manuel
Centurión, Ignacio Asunsolo y
Guillermo Ruiz lograron
manifestar arte monumental
público, cívico y nacional. En
este siglo surgieron
corrientes como:
-Una indigenista, arcaizante y
folclórica
-Neoclásica, cívica e histórica
-Socialista, de propaganda
ideológica.
12. Características
• Temática constante de la figura femenina
• Aplicaban la abstracción
• Obras vacías
• Identificación corporal indigena
• Deformaban las figuras, en busca de nuevas
formas
• Buscaban definir un todo, a través del espacio
• Formas atractivas
• Representaban el movimiento
Monumento a la madre
Monumento a Álvaro ObregónFachada del Banco de México
14. CONTEXTO
El siglo XX puso a México, por primera vez en su
historia, ante la posibilidad de ser contemporáneo de
las naciones que decidían la orientación de la
arquitectura en el mundo.
Nuestro país tuvo un problemático siglo XIX. Por ello,
su gran arquitectura “decimonónica” solo pudo
aparecer en los inicios del siglo XX. En efecto, las
primeras obras mexicanas de los novecientos son
herederas en sus formas del pasado
Su mismo lenguaje historicista no era percibido en
aquella época como anticuado (calificativo aplicable
entonces sólo a lo colonial), sino como moderno,
aunque hoy nos parezca evidente. La belle époque
europea y el Porfiriato mexicano, en efecto, se
acercaban a su extinción.
15. El inicio de un nuevo periodo.
Ni la Guerra mundial de 1914-18, ni la
Revolución mexicana de 1910-17
permitirían la supervivencia de muchos
vestigios del pasado en la cultura. El
mismo art déco, que los citados
historiadores definen como “una
mediación tranquila entre vanguardia y
tradición”, es síntoma de que incluso el
gusto conservador de la época tenía que
asumir una apariencia vanguardista.
Palacio de Bellas Artes, Ciudad de México
16. Arquitectura a mediados del siglo.
A mitad de este siglo se rerige el conjunto
arquitectónico más ambicioso de la modernidad
mexicana: la Ciudad Universitaria (1950-52). Su
urbanización se debe al citado Del Moral y al
mexicano formado en París, Mario Pani, autor
también del Conservatorio Nacional de Música, de
1946.
En 1952, Frank Lloyd Wright valoraba como los
mejores edificios de la Universidad, el estadio de
Augusto Pérez Palacios, Raúl Salinas Moro y Jorge
Bravo, la biblioteca de Juan O’Gorman, de Gustavo
Saavedra y Juan Martínez de Velasco, y los
Frontones, obra de Alberto Arai.
Casa de Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo
17. Lo que Wright más apreciaba en estas obras es lo
ya señalado: haber fundido el lenguaje moderno y
la tradición arquitectónica mexicana, especialmente
la más valiosa para alguien como él o Valéry: la
prehispánica. Dijo Wright del estadio: “El estadio de
la Universidad de México es precisamente de
México… Aquí se pueden ver las grandes
tradiciones antiguas de México honrando a los
tiempos modernos”.
También en la Ciudad Universitaria hace su
aparición el emigrado español Félix Candela autor,
con Jorge González Reyna del Pabellón de Rayos
Cósmicos, estructura de concreto de gran esbeltez.
Candela producirá igualmente una obra tan notable
como el restaurante Manantiales de Xochimilco,
con Joaquín Álvarez Ordóñez, en 1957.
Estadio Olímpico Universitario,
Ciudad de México
18. Final del silgo XX.
Continuador de Barragán, Ricardo Legorreta
consigue un éxito importante en 1968 con el hotel
Camino Real. Por su parte, las décadas de 1970 a
1990 lo verán surgir como protagonista indudable
del fin de siglo mexicano. Esto sucedió al lado de
arquitectos de vocación monumental como Agustín
Hernández (Colegio Militar, de 1976), Teodoro
González de León y Abraham Zabludovsky.
Estos últimos con obras conjuntas: el INFONAVIT,
en 1973 y El Colegio de México de 1975.
Zabludovsky alcanza uno de sus mayores logros en
1991 con el Auditorio de Guanajuato, mientras
González de León lo hace con el nuevo
Conservatorio de Música tres años más tarde.
Pabellón de Rayos Cósmicos,
Ciudad Universitaria
19. Todos estos arquitectos pueden aún servir
como ejemplo de la vigencia del camino
planteado por primera vez a la arquitectura
mexicana en la década de 1920, tan
claramente expresado por Valéry y Wright:
ser fieles a la modernidad y al legado
mexicano. Esto significa que los riesgos de
caer al vacío por ambos extremos siguen
presentes, y existen numerosos ejemplos de
ello, tanto en el cosmopolitismo banal como
en el peor de los provincianismos.
Conservatorio Nacional de Música, Ciudad de México
20. Características de la arquitectura en México del siglo
XX:
El siglo XX ya lo definimos como un abanico cuyos
extremos pueden el cosmopolitismo más común (los
edificios de cristal que se levantan a diario) como el
nacionalismo más estrecho (las construcciones neo
coloniales).
El estilo tiene un buen uso del yeso en los interiores
para decorar las estancias, usa tonos terracota en las
baldosas de arcilla y adornos de hormigón en la
fachada, que simulan las antiguas decoraciones en
madera o piedra que tenían las construcciones
coloniales originales.
Ciudad Universitaria, campus de la UNAM
21. -Gran uso de la madera como elemento
decorativo interior.
-Rejados en hierro
-Muros a doble altura
-Tejados con teja española de arcilla
-Amplio espacios en todas las estancias
-Chimeneas sobresalientes en alguna de las
fachadas.
-Uso de molduras decorativas en hormigón para
exteriores y en yeso para interiores.
23. B I B L I O G R A F Í A
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