El documento presenta información sobre violaciones a los derechos humanos en varios países. En Afganistán, las mujeres enfrentan discriminación y restricciones a su movilidad y trabajo. En China, el gobierno controla el sistema judicial y no garantiza las libertades fundamentales. En Colombia, miles de personas han desaparecido en la última década sin que se haya hecho justicia. En la República Democrática del Congo, decenas de miles de mujeres y niñas han sido víctimas de violencia sexual con casi total impunidad.

2. En Afganistán, las mujeres en particular enfrentan una violación
constante a sus derechos por la discriminación generalizada,
barreras para trabajar fuera de casa, y las restricciones en su
movilidad. Muchas tienen que viajar con un familiar varón de
acompañante y una burka (velo que cubre toda la cabeza).
En la imagen, mujeres afganas, usan velos azules que
simbolizan la justicia.

3. Los derechos fundamentales y las libertades no se garantizan en
China. El gobierno controla y dirige las instituciones judiciales
y las decisiones. Este control plantea serias preocupaciones
sobre la integridad de los procedimientos judiciales en los
casos polémicos. La imagen es una muestra de las llamadas
"Black jail" en Beijing, donde se reporta que secuestran y
mantienen personas ilegalmente detenidas, en condiciones
infrahumanas.

4. Activistas cubiertos en bolsas de plástico simbolizan cadáveres
humanos durante una protesta contra la impunidad y la
desaparición forzada. Miles de colombianos han
"desaparecido" durante la última década, y aunque el
número de desaparecidos sigue siendo desconocido, grupos
de derechos humanos estiman un rango que va de los 5.000
a 12.000 personas, ya que muchas desapariciones no se
declaran.

5. En el Congo, milicianos y soldados rebeldes han violado y
golpeado brutalmente decenas de miles de mujeres y niñas,
y casi todos los crímenes han quedado impunes porque el
sistema judicial del país no funciona. Una madre con su hijo
espera pacientemente a recibir auxilio en un campamento
de desplazados en la ciudad de Bunia, en la República
Democrática del Congo.

6. Cuba sigue siendo el único país de América Latina que reprime
casi todas las formas de disidencia política. El gobierno sigue
aplicando la conformidad política mediante enjuiciamientos
penales, detenciones a largo y corto plazo, el acoso turba, la
vigilancia, las advertencias de la policía, y las restricciones
de viaje. Damas de Blanco es un movimiento cubano de
oposición integrada por familiares de disidentes
encarcelados.

7. En Sudán, con la continuidad de la guerra en el oeste y una
frágil paz en el sur, el respeto de los derechos humanos sigue
siendo un desafío. Cientos de miles de personas siguen
desplazadas en el interior mientras el gobierno sudanés utiliza
bombardeos indiscriminados y los ataques contra civiles. El
presidente de Sudan, Omar al-Bashir, al centro, ha sido
objeto de señalamientos por crímenes de guerra.

8. Una mujer palestina se cubre el rostro a medida que aumenta el
humo blanco de un edificio tras una explosión causada por
las operaciones militares israelíes en la ciudad de Gaza, en
los enfrentamientos vividos en el primer trimestre del año. Las
fuerzas israelíes mataron a cientos de civiles palestinos y
destruyeron miles de hogares de la Franja de Gaza en
ataques que han sido declarados como crímenes de guerra.

9. La débil situación de derechos humanos en Birmania , empeoró
tras la devastación del ciclón Nargis el año pasado. La
ayuda internacional fue bloqueada mientras se presionaba
un referéndum constitucional en el que se negaban
libertades básicas. En el pasado las violaciones de derechos
eran mucho mayores en poblaciones minoritarias que en las
zonas urbanas. En la imagen, un trabajador carga a un niño
para sacarlo de una zona de combate.

10. Las violaciones se presentan de ambas partes en el
conflicto de Israel y Palestina. Equipos de rescate
evacúan el cuerpo de un israelí asesinado en una
protesta por un cohete lanzado por militantes
palestinos en Gaza, en la ciudad israelí de
Ashkelon.

11. En Sri Lanka se recrudeció la guerra en 2006 y desde entonces,
la situación de los derechos humanos en el norte y el este del
país se ha deteriorado notablemente, con numerosas
denuncias de asesinatos, secuestros y desapariciones
forzadas por las fuerzas gubernamentales y los independistas.
Activistas han llamado a la liberación de los refugiados de
guerra de los campos de prisión afectados por las
inundaciones, pues sus vidas corren peligro debido a las
enfermedades.