El documento resume el relato de Mateo sobre la infancia de Jesús, donde se describe su huida a Egipto como un reflejo del exilio del pueblo de Israel. Mateo presenta a Jesús recorriendo el mismo camino de exilio y éxodo de su pueblo. El texto también analiza las similitudes entre la historia de Jesús y Moisés, así como las referencias a Balaán. Concluye que el relato busca mostrar a Jesús en continuidad con la tradición del Antiguo Testamento y presentar el evangelio en miniatura.
2. Con frecuencia, “exilio” y “diáspora”
son términos que se utilizan
indistintamente para referirse al
asentamiento de comunidades judías
fuera del territorio de Israel.
3. En hebreo, gôlâ, o
mejor, la raíz glh,
tiene dos sentidos:
uno transitivo,
descubrir;
y otro, intransitivo,
moverse hacia, que
en arameo refiere
“marchar al exilio”
4. “Exilio” o “Diáspora” son
términos cargados de
significados teológicos e
ideológicos y nunca términos
neutrales a la hora de
referirse a un periodo
concreto o a un episodio.
5. Vamos a referirnos a la palabra exilio en su
dimensión de “forzado” o “forzoso”,
en relación con las consecuencias que –para
determinados grupos de israelitas–
tuvieron las caídas de Samaría y de Jerusalén.
Y hablaremos de diáspora para referirnos
a la dispersión como algo
“libremente” elegido debido a causas
religiosas, políticas y económicas.
Según esta distinción exilio
es a deportación como
emigración a diáspora.
6. “Exilio, deportación, opresión”,
subraya el aspecto negativo,
doloroso: vivir en galut es vivir el
desarraigo, sentirse alienado,
extraño y perseguido.
Si tomamos diáspora en sentido de “dispersión”,
sin que ello comporte connotaciones negativas de
atropello a la persona, debemos aceptar que
al estar las personas alejadas de su centro vital,
experimentan la soledad y la falta de aquello que
daba seguridad en su patria.
7. Si tomamos las dos expresiones como una
experiencia de vivir alejados de aquello
que eran los pilares de su vida: el templo,
la tierra y la comunidad-pueblo, podemos
describirlas como una situación de
vulnerabilidad y frontera.
Ezequiel 10,1-22 (18)
8. La presencia del Señor se dirige
a dónde está el pueblo y allí
permanece. El pueblo no puede vivir
sin ser “habitado” por el Señor.
9. La presencia del
Señor en el
evangelio de la
infancia en
Mateo nos
coloca en esta
misma línea.
Ya que nos narra
la experiencia de
exilio que el mismo
Hijo de Dios vivió
10. Mt 2,13Cuando se fueron, un ángel del Señor se apareció en sueños a
José y le dijo:
—Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y quédate allí
hasta que te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.
14Se levantó, todavía de noche, tomó al niño y a su madre y partió
hacia Egipto, 15donde residió hasta la muerte de Herodes.
Así se cumplió lo que anunció el Señor por el profeta:
De Egipto llamé a mi hijo.
16Entonces Herodes, al verse burlado por los magos, se enfureció
mucho y mandó matar a todos los niños menores de dos años en
Belén y sus alrededores; según el tiempo que había averiguado
por los magos.
17Así se cumplió lo que anunció el profeta Jeremías:
18Una voz se escucha en Ramá: muchos llantos y sollozos;
es Raquel que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen
porque ya no viven.
11. La huida de la sagrada
familia a Egipto es un
reflejo de la cruda
realidad de opresión
e injusticia que sufría
el pueblo de Israel.
Llama la atención que
la tierra de esclavitud
por excelencia
(Egipto) se convierta
ahora en refugio de
esta familia.
12. El evangelista, lejos de querer mostrar las
bondades del país vecino, nos presenta a
Jesús recorriendo el mismo camino de su
propio pueblo: exilio y éxodo.
Mientras el exilio sigue siendo un
movimiento externo (una toma de
distancia), el éxodo se convierte en un
proceso interior, en una misión (el paso o
cambio de un modo de ver la realidad y
verse dentro de ella, hacia otro).
13. Mientras que los versículos 13-18
hacen referencia al exilio,
los vv. 19-23 referencian al éxodo.
Mt 2,19A la muerte de Herodes, el ángel del Señor se apareció en sueños
a José en Egipto 20y le dijo:
—Levántate, toma al niño y a su madre y regresa a Israel, pues
han muerto los que atentaban contra la vida del niño.
21Se levantó, tomó al niño y a su madre y se volvió a Israel.
22Pero, al enterarse de que Arquelao había sucedido a su padre
Herodes como rey de Judea, tuvo miedo de ir allí. Y avisado en
sueños, se retiró a la provincia de Galilea 23y se estableció en una
población llamada Nazaret, para que se cumpliera lo anunciado por los
profetas:
—Será llamado Nazareno.
14. Para comprender este proceso es necesario
dirigir la mirada a la situación de la
comunidad de Mateo hacia finales del
primer siglo de nuestra era.
15. Ser expulsados de la
sinagoga significaba una
ruptura total con la historia
y la tradición que los
identificaba. Ahora debían
ganar en identidad propia
desde su fe en Jesucristo.
16. La toma de distancia de la sinagoga, es
decir, de todo el bagaje cultural que traían y
desde el cual se situaban en
la realidad los colocó en una situación
de crisis de identidad,
que afectó la vida
de toda
la comunidad.
17. Es en medio de esta crisis que sienten
el llamado de Dios a volver a Israel.
No el Israel del Antiguo Testamento,
sino al nuevo Israel a la comunidad
de la nueva alianza.
18. En su esfuerzo por
presentar a Jesús
en continuidad con el
Antiguo Testamento,
Mateo recurre a la
memoria colectiva del
pueblo de Israel cuyo
núcleo central era la
experiencia del éxodo.
19. Egipto y el poder opresor están
representados por el rey Herodes;
el pueblo de Dios sumido en la
esclavitud se ve reflejado en la
exterminación sistemática de los
inocentes; el nuevo Moisés es el
niño Jesús liberado del exterminio
y saliendo de Egipto (éxodo) para
identificarse con su pueblo.
20. Es desde aquí que
la comunidad de Mateo
comprende que este
"nuevo éxodo" es
una llamada constante
a identificarse con
la fragilidad de un niño
que enfrenta todo
un sistema de violencia
estructural.
21. Este poderío gigante se ve
trastocado por el mensaje
del Evangelio que porta la
pequeña comunidad
identificada con los más
pequeños de la historia.
Del mismo modo que el niño Jesús, alejándose de
Judea crece en un pueblo insignificante en medio de
pueblos paganos, la comunidad de Mateo, expulsada
de la sinagoga se ve reconocida en medio de mucha
gente que acoge el evangelio de Jesús
(los sabios de oriente)
22. Veamos como el relato de Mateo de la
infancia que forman un marco para la
narración de los magos y la estrella:
1. En la anunciación a José,
Mateo sigue el modelo o
patrón de la anunciación
típica del nacimiento en el
Antiguo Testamento; como,
por ejemplo, los nacimientos
de Isaac (Gn 17,15-21) y
Sansón (Jue 13)
23. 2. El retrato que Mateo hace
de José que recibe la
revelación en sueños (1,20;
2,13.19) y que baja a Egipto
(2,14) recuerda el retrato de
José en el Antiguo Testamento,
el patriarca que fue el
"soñador" por excelencia
(Gn 37,19; traducción literal:
"el amo de los sueños") y
que bajó a Egipto escapando
a un atentado contra su vida
(Gn 37,28).
24. 3. La narración de
Mateo del escape de
Jesús de Herodes se
parece notablemente
a la historia hebrea de
la huida de Moisés del
Faraón; ese Moisés
que, como Jesús,
volvió de Egipto al
que había ido José.
25. Hay un pasaje del
Pentateuco (Núm 22, 34),
el episodio sobre Balaán.
Cuando Moisés estaba
llevando a Israel a través
de la Transjordania
hacia la tierra prometida,
se encontró con otro
rey malvado que,
como el Faraón,
intentó destruirlo.
26. Este fue Balac, rey de Moab, quien llamó
desde el Oriente (Núm 23, 7) a un famoso
vidente llamado Balaán, quién debía usar
sus artes mágicas contra Moisés e Israel.
Balaán era un no-israelita,
un visionario de lo oculto, un hacedor de
sortilegios; lo que en tiempos de Jesús
se llamaría un mago.
La narración de Mateo evoca algunos de
los puntos de Núm 22-24.
27. El acudió al llamado, junto con
dos sirvientes (Núm 22, 22); pero
en lugar de maldecir a Moisés e
Israel, ofreció una visión
favorable del futuro:
“Un hombre saldrá de la semilla
de Israel, y regirá muchas
naciones... Lo veo, pero no
ahora: lo diviso, pero no
cercano: una estrella se elevará
desde Jacob, y un hombre [un
cetro] surgirá de Israel”.
28. El Herodes de la
narración de Mateo
tiene características no
solamente del Faraón,
que trató de destruir al
niño Moisés matando a los
hijos varones de los
judíos, sino también
del rey Balac que
buscaba destruir a
Moisés por medio de un
mago del Oriente.
29. Así como Balaán vio elevarse
la estrella de David, los magos
del Nuevo Testamento vieron la
estrella del rey de los judíos
en su aparición.
30. Así, los magos de Mateo,
al ver elevarse la estrella del Rey
de los judíos, ven (pero no ahora)
aquél cuyo reinado no sería visible
históricamente sino hasta que
hubiera sido colgado en la cruz
bajo el título El Rey de los Judíos y
que no sería comunicable hasta
que hubiera sido elevado a la
derecha de Dios mediante la
resurrección.
31. La diáspora
(territorio fuera
de Palestina)
se transforma en la
Nazaret de los
seguidores de Jesús.
Desde allí queda
entramado
el camino para
llegar a
" todos los pueblos".
32. Desde los márgenes-fronteras y
caminando con los pequeños es como la
comunidad vive este nuevo éxodo y
descubre su misión: ser una vela frágil
portadora de la luz del Evangelio.
33. Sin bien la realidad externa
aún permanecía en tinieblas,
la comunidad de Mateo
se sentía renovada por
dentro gracias a ese éxodo
interno, ese paso cualitativo
en la comprensión de su
propia identidad y su misión
concreta en el mundo.
34. La tarea consistía en vivir y
testimoniar esa novedad
nacida de adentro.
35. El relato Mateano
de la infancia no
es solamente
evangelio
(la buena noticia
de la salvación):
es el núcleo del
evangelio en
miniatura.
Al contemplar en
retrospectiva la historia
del cristianismo, quizás
ahora podamos
comprender mejor por
qué esta narración
de la Infancia ha sido
una de las secciones
más populares de la
historia completa de
Jesús, una de las mejor
conocidas y de mayor
atractivo universal.
36. Esto no se debe solamente a la estima por
un buen relato, que combina emoción y
conocimiento; sino que también refleja
un instinto cristiano que reconoce allí la
esencia de la buena noticia:
Dios se nos ha
hecho presente
(Emmanuel) en la
vida de un hombre
que caminó en esta
tierra
Tan presente, que
ese hombre es su
propio Hijo
37. Esta revelación resulta ofensiva y
contradictoria para algunos,
pero es salvación para quienes
tienen ojos para ver.