2. • Esta es la historia de un niño llamado Paco que iba a primero de primaria en un
colegio de Murcia.
• En su clase estaban estudiando las plantas, como nosotros, y su maestra les
mandó que dibujaran una planta y escribieran sus partes, pero no como se la
imaginaran en su mente, sino que debían dibujar una tomatera como si fueran
científicos. Esto es, tenía que ser como una tomatera exactamente.
3. La maestra les dio un dibujo de
modelo para que pudieran
observar con detenimiento
cada una de las partes de la
planta.
4. Ahora os voy a enseñar el dibujo que hizo
Paco.
Ya os he dicho que Paco iba a primero y
se le olvidó dibujar como un científico.
Él simplemente se imaginó una planta y
la dibujó.
Este es su dibujo.
No está mal, pero ¿es exactamente igual
al dibujo que debía hacer?
No.
5. Paco iba a un colegio en el que todos
intentaban ayudarse diciendo cómo podían
mejorar su trabajo, así que le enseñó su
dibujo a sus compañeros y éstos le dijeron.
¿Qué creéis que le dijeron que podía
mejorar?
Le dieron consejos sobre cómo hacer la
letra mejor.
Cómo hacer las hojas.
Que se fijara bien y no se dejara ninguna
palabra sin poner, ninguna parte sin
dibujar, etc.
Y ¿creéis que se sentiría mal porque le
dijeran esas cosas?
Claro que no, porque no le decían nada que
le hiciera sentir mal.
6. A ver, ¿qué creéis que podía hacer mejor? ¿Cómo lo podría
hacer?
(Voluntarios para salir e ir perfeccionando el dibujo).
Este fue su siguiente
boceto.
¿Qué más creéis que
podía mejorar?
7. Y finalmente Paco sintió que su dibujo
estaba terminado y listo para colorear.
8. ¿Qué os parece cómo le quedó?
Os veis capaces de hacer un dibujo
científico como el de Paco.
Ahora vais a hacer vosotros un dibujo
científico de una tomatera.
Fijaos bien en todas sus partes.
Observad como científicos.
Mostrádselo a vuestros compañeros
para que os vayan ayudando a
mejorarlo.
9. ¿Estás contento con tu trabajo?
¿Crees que se puede mejorar?
Cuando tú consideres que está terminado y te
encuentres satisfecho puedes colorearlo.