Freud y la psiquiatría: diferencias en el abordaje del síntoma
1. CONFERENCIA 16: PSICOANALISIS Y PSIQUIATRIA (1916-1918),
Porque Freud plantea que la Psiquiatría no merece el nombre de ciencia y que debe hacer el
Psicoanálisis para no chocar con el mismo obstáculo?
En esta conferencia aclara que su propósito no es “despertar convencimientos”, sino que lo
que pretende es comunicar una posición diferente frente a la clínica y un modo de lectura
particular de los fenómenos clínicos llamados “síntomas”.
Es por ello que este trabajo se propone situar 2 cuestiones:
- por un lado, se plantea un primer análisis de las diversas concepciones acerca del síntoma
y de su solución que poseen psiquiatras y psicólogos;
- por otro, y en conexión con lo anterior, extraer de ello algunas consecuencias clínicas.
Concepciones:
Freud (neurólogo entonces), trata de diferenciar al PSA de la PSQ, la que queda del lado de
la ciencia. Lejos de polemizar el PSA busca poder dialogar con dicho saber, no buscando
acuerdos sino más bien reconociéndose, ambos, en sus diferencias. No se contrapone ni es
su intención hacer una crítica, sino que, aparece como una respuesta superadora al
padecimiento subjetivo. Lo que a los psiquiatras pueden parecerle insignificante y
desprovisto de interés, al PSA no. Este se propone como un saber diferente que incluye lo
que la PSQ deja por fuera: el sujeto y el goce.
El síntoma y su solución (osea, las intervenciones que se propongan respecto de aquél),
dependerán de la concepción que tenga sobre ello quien se encuentra en posición de
intervenir sobre dicho padecimiento. Por lo tanto, para ambas disciplinas, PSA y PSQ el
síntoma no es lo mismo, constituyen dos lecturas diferentes.
PSQ.
La posición del Psiquiatra es realizar un acto médico científico y objetivo: un
síntoma es siempre señal de una enfermedad que está relacionada al factor hereditario, este
es observable y de fácil demostración. Por lo tanto sólo toma del sujeto lo que pueda
conducirlo a formular el diagnóstico de una enfermedad. El acto es el sgte… el enfermo
describe síntomas y el médico los diagnostica, medica y supone la cura de la dolencia.
En el tratamiento de la PSQ el enfermo (sujeto de una historia) es apartado de su raciocinio
clínico, y excluye la existencia de motivos singulares que pueden conducir a dilucidar el
síntoma. A éste fenómeno de lo hereditario Freud no lo descarta pero no lo considera el
único. El PSA busca causas intentando enlazar algo al síntoma, y la cura pasa por
comprender el origen próximo del síntoma.
Hacer un síntoma, y no, tener un síntoma es otra gran diferencia entre el PSA y la PSQ.
PSA.
La posición del PSA es realizar un acto de habla subjetivo: todo síntoma esconde
un “nexo” con la vida afectiva de las personas que lo exhiben y es el resultado de un
conflicto psíquico que tiene un sentido que es preciso encontrar o descifrar a
través de su interpretación. Es icc para la persona, su presencia o aparición no es
contingente o casual.
El síntoma es un acto repetitivo que el sujeto realiza contra su voluntad sintiendo displacer o
dolor en su forma consciente, pero a la vez despierta un goce icc satisfactorio.
2. Los síntomas neuróticos son un conflicto surgido alrededor de un nuevo modo de
satisfacción de la libido. Como la libido está insatisfecha tiene que buscar nuevos modos de
satisfacción. Lo paradójico es que la satisfacción se manifiesta en sufrimiento.
El síntoma surge de manera deformada, como una realización de deseos libidinosos
inconscientes, presentando dos sentidos totalmente contradictorios. Además poseen un
sentido propio y una íntima relación con la vida del sujeto en el cual surgen.
“El síntoma, es un enigma y sólo se resuelve en la dialéctica de la cadena de significantes. Es
por eso que detrás de cada síntoma, sólo y siempre está el sujeto, y su cura consiste
exactamente en su surgimiento, o si se quiere, en la reintegración de su historia.”
El síntoma como el sueño y otras formaciones del inconsciente, presenta cierta realización,
procurando una satisfacción de deseo inconsciente al modo infantil. Pero como opera la
condensación y desplazamiento, esa satisfacción puede ser de un pequeño fragmento de
todo el complejo libidinoso: relación entre el deseo y el lenguaje.
Freud relaciona el sentido de los síntomas con lo icc. Al hablar de sentido, se refiere a su
naturaleza (¿de dónde viene?), a su fin (¿ a dónde apunta?) y objeto ( ¿para qué?). El
síntoma es una dolencia que interroga y que toma al cuerpo por la vía de la palabra: la
función del significante se muestra en ellos prevalente. Es siempre en una palabra simbólica
donde se produce la manifestación del deseo. El sujeto está tomado por el lenguaje y está
descentrado con respecto al individuo. En un fallido, en un lapsus, se da cuenta de que algo
habla. Lo que el sujeto hace tiene un sentido: habla a través de su comportamiento, como a
través de sus síntomas.
En el discurso psicoanalítico, esas palabras comunes y corrientes que expresa el sujeto,
tienen el estatuto de significantes, y el sujeto deberá vérselas con los significantes donde ha
quedado coagulado. El sujeto del PSA, es un sujeto que habla, el ser hablante, y está más allá
del yo. En términos freudianos, podríamos decir que las manifestaciones del inconsciente,
dan cuenta de la escisión del yo.
Muestra con casos clínicos que los Síntomas:
Lo que se pone en claro es el lugar de la palabra en las formaciones del inconsciente, de las
cuáles nos interesa especialmente el síntoma.
Toma para demostrarlo 2 ejemplos de acto sintomático (icc):
CASO: SALA DE ESPERA
Había observado que muchos pacientes “dejaban la puerta abierta al pasar desde la
sala de espera al consultorio”. En este acto, inconscientemente están manifestando su
desprecio por el psicoanalista ("total, no tiene pacientes, no hay nadie en la sala espera y
nadie nos va a escuchar").
Observa Freud que este descuido sólo lo hacían, cuando se ha encontrado solo en la
sala de espera y por tanto deja tras sí una habitación desierta; nunca cuando otras
personas extrañas esperaron con él.
CASO: UN ENFERMO
-Un joven oficial, al regresar a la casa con una breve licencia, le pide a Freud que tomara
bajo tratamiento a su suegra, que, viviendo en buenas condiciones, se amargaba la vida y la
amargaba a los suyos a causa de una idea disparatada.
Esta señora de 53 años había recibido una carta anónima donde le decían que su marido
la engañaba con una muchacha joven, y desde entonces le dio crédito contrayendo celos
obsesivos. Pero luego descubrió que el anónimo era falso y había sido enviado por una
3. criada envidiosa con quien conversaba demasiado de cosas íntimas y le habría confesado
que para ella sería terrible enterarse de que su esposo la engañara. Desde entonces y a pesar
de lo infundado del mensaje, esta señora entra en crisis cada vez que oye hablar de la
cuestión, como si en el fondo no hubiese quedado convencida de la falsedad del anónimo.
Hacía reproches a su marido, éste rechazó riendo la imputación y llamó al médico
y el ulterior proceder fue razonable. La mucama fue despedida, pero la supuesta
rival no. Desde entonces, una y otra vez, la enferma pareció tranquilizarse a punto tal de
no dar más crédito al contenido de la carta anónima, pero nunca radicalmente ni por mucho
tiempo. Bastaba que oyera nombrar a esa señorita o que la encontrara por la calle para que
se le desencadenase un nuevo ataque de desconfianza, dolor y reproches.
Dif. En las teorías: La PSQ explicaría los celos obsesivos a partir de una predisposición
hereditaria, y el PSA explica lo sgte.: esta señora provocó el anónimo, ya que el día anterior
a recibir el anónimo, le había confesado a su criada sus temores acerca de recibir un
anónimo. Esto significa que su obsesión existía ya antes de recibir el mensaje, en
forma de temor o de deseo. Interpretando algunas manifestaciones de esta paciente, Freud
concluye que ella rechaza el amor erótico hacia su yerno, y la forma de no sentir
remordimiento por este amor es creer que su marido la engaña. Hubo así un mecanismo
de desplazamiento sobre el marido: éste, y no ella, pasaba a ser el engañador. Hay otras
razones para estos celos obsesivos: la señora estaba próxima al climaterio y por eso exaltaba
todo lo sexual, sintiendo además que su marido ya no la satisfacía como antes.
CASO: MUDA
Les comento otro pequeño fragmento clínico, de una paciente que concurría desde hacía
varios meses, nunca había faltado, llegaba puntual, estaba instalada la transferencia.
Inclusive cuando yo tomé vacaciones, ella se lamentaba de no contar con su espacio de
análisis por unas sesiones.
Entre otras cosas, había llegado a la consulta por su bulimia, la que se estaba poniendo a
trabajar en ese análisis. Además, su relación con su marido no era buena. No lo amaba y
planteaba la posibilidad de separarse.
Por primera vez no concurre a sesión y no avisa. Pasa una semana más y tampoco asiste.
Comienzo a llamarla por teléfono y no respondía nadie. Estaba empezando a preocuparme,
y haciendo todo tipo de conjeturas. Luego de tres semanas de ausencia en el tratamiento,
Susana me llama para retomar.
En ese período en que no concurrió no podía hablar. No le salían las palabras al principio,
luego podía emitir sonidos casi inaudibles pero sólo con mucho esfuerzo. Le pregunto que
más pasó en ese tiempo y me relata que ya no vive más en el departamento que le había
prestado su padre.
Hicieron un trueque, su papá fue al departamento en el que vivía Susana, y ésta se fue a vivir
con su marido a la casa de su padre, que es la misma casa que la paciente habitó hasta antes
de casarse. Una mudanza que la dejó muda. Literalmente se mudó: hizo una mudanza y se
mudó, se quedó muda.
4. CUADRO COMPARATIVO
SÍNTOMA
PSQ PSA
Es contingente sin interés psicológico. Es contingente.
Carece de sentido. Tiene unsentidoque pertenece a la trama de una vivencia.
Es intrascendente. Es trascendente.
La acción sintomática es indiferente. Lo que importa es el
síntoma. La declaracontingente sininterés psicológico y no
le da importancia.
La acción sintomática se impone como importante. Posee
un sentido y un propósito que pertenece a una trabazón
anímica y que,encalidadde pequeñoindicio,anoticiade un
proceso anímico más importante. Pero sobre todo, que la
concc de quienla consuma ignora el proceso cuya marca es
la acción misma. El nexo entre la impresión y la acción
sintomática subsiguiente permanece con seguridad
desconocido para la conciencia.
Estudia a la familia para corroborar que el delirio es una
trasmisiónhereditaria.Noexiste responsabilidad subjetiva,
lo que le pasa lo heredó. La idea delirante proviene de la
familia: se investigará la historia familiar de la persona y
estoaportara una respuesta.“Ideasdelirantesse presentan
en aquellas personas en cuyas familias han aparecido
repetidas veces estas y otras perturbaciones psíquicas”. Se
desarrollaunaideadelirante porque estaba predispuesta a
causa de una transmisión hereditaria”.
La PSQomite nexosconel contenido de la idea delirante y,
al remitirnos a la herencia, nos proporciona una etiología
muy general y remota, en vez de poner de manifiesto
primero la causa más particular y próxima.
EL PSA ES A LA PSQ LO QUE LA HISTOLOGÍA ES A LA
ANATOMÍA: ESTA ESTUDIA LAS FORMAS EXTERIORES DE
LOS ÓRGANOS; AQUELLA, SU CONSTITUCIÓN A PARTIR DE
LOS TEJIDOS Y DE LAS CÉLULAS.
Hay una causa que tiene que ver con un conflicto que
guarda relación con la sexualidad. Responsabilidad
subjetiva. Lapropiapaciente provocóesacartaanónimaque
sirve de apoyo a su idea delirante cuando le expresó a su
criada que no podría soportar que su marido la engañe con
una muchacha joven. El enamoramiento hacia el yerno era
imposibleque aparecieraconsciente,entoncessurgió como
respuesta al persistir ese sentimiento, y en calidad de icc,
una seria presión. Alguna salida tenía que encontrar y lo
desplazó (mecanismo) en celos delirantes hacia el marido.
“Fantasía de la infidelidad del marido”.
La idea delirante ha dejado de ser algo disparatado o
incomprensible, posee pleno sentido, tiene sus buenos
motivos, pertenece a la trama de una vivencia, rica en
afectos de la enferma. Además la idea delirante es
necesaria como reacción a algo anímico e icc, es un
consuelo. Y por último, la vivencia que hay tras la
contracción de la enfermedad detrmina que habría de
engendrarse una idea de celos delirantes y ninguna otra
cosa.
No se pregunta, por lo tanto no hay respuesta.
Es un enigma a descifrar y develar y se necesita de la
palabradel paciente,del despliegue de su subjetividad. No
hay ayuda externa que valga.
Hay una verdad en juego, y hay que determinar cuál es el
signo. ¿Quién habla? Es un cuerpo y un cerebro. El médico
lee los signos y diagnostica.
La verdadla plantea el paciente, aún en el engaño. ¿Quién
habla?Es un sujeto,unasubjetividadenconflicto.Unsujeto
dividido en cc, prcc, icc.
5. Los signos provienen de un organismo, la enfermedad
mental es una falla en el funcionamiento cerebral, el
sufrimiento es una consecuencia de esta falla.
El sufrimiento o angustia está en lugar de la causa y una
manera de resolverlo es construir el síntoma.
Poca atención a las comunicaciones y a la escucha. Poco
compromiso de los médicos con los neuróticos.
El que puede deciralgosobre el síntoma es el sujeto que lo
porta, por lo tanto debe ser escuchado.
La terapéutica viene de afuera, la medicación cura al
síntoma.
Trabaja terapéuticamente con el sujeto.
Los cuadros son descriptivos y estadísticos. Hacen
sumatoria de signos y lo enmarcan en un cuadro clínico.
Posee unmotivo,unsentidoyunpropósito, que pertenece
a una trabazón anímica pesquisable y que, en calidad de
pequeño indicio, anoticia de un proceso anímico más
importante.
A lasideasinaccesibles a argumentos lógicos y tomados de
la realidad (carta anónima posee fuerza probatoria) se
convino llamarlas: ideas delirantes. Padece “delirio de
celos”
Signo y síntoma son sinónimos. Si una persona presenta
angustia, ya tiene un síntoma al enfermar.
El signo es angustia libre no ligada y el síntoma es la
angustia ligada a una representación.
No hay sujeto, ni historia del sujeto. Atienden signos. Hay sujeto con historia.