El documento discute el multiculturalismo y cómo reconoce o asimila las identidades. Examina el discurso del colonizador, el cual descentraliza las propuestas artísticas y reconoce a los demás no como algo diferente sino como la reiteración de lo mismo, más allá de diferenciar lo sofisticado de lo primitivo. También examina el discurso descolonizador, el cual libera el arte de etiquetas de exotismo y primitivismo, más allá de reclamar la identidad dentro de los ámbitos culturales occidentales.