2. Multiculturalismo
• Desde el arribo de los europeos a América, comenzó esa imagen y
existencia de la otredad, originándose la idea de los dominantes contra los
que nacieron para ser dominados, generando la noción de un yo
colonizador y otro colonizado.
• "El verdadero multiculturalismo supone el reconocimiento sin el cual,
cualquier conciliación universalizante resulta estéril o ilusoria del otro en su
entidad y en su alteridad".
3. El Discurso Colonizador
• El discurso colonizador subraya la idea de la diferencia del otro. El
pensamiento dominante plantea un discurso que, según Anna María
Guasch (2005), quien a su vez cita a Buchloch, a partir de Magiciens de
la Terre, el análisis se hizo con antropólogos y etnógrafos que
continúan con un eurocentrismo evidente.
• Magiciens de la Terre no logra superar el carácter de empresa
colonizadora en la que los promotores culturales presentan
descontextualizada la producción artística de sociedades tribales y de
culturas periféricas en un medio dominado por la cultura del
espectáculo y el culto a la mercancía.
• Esto trajo como resultado: Que las expresiones de arte son globales y
que este ejercicio artístico homologa a pesar de sus diferencias
culturales, principalmente por su zona geográfica.
4. • Magiciens de la Terre quiso hacer un ejercicio de reconciliación
de culturas, proponiendo que todos fueran tratados como
iguales. Sin embargo, la exposición fue criticada por apreciar
las manifestaciones no occidentales como una alteridad
exótica que legitima aún más el canon occidental.
• La exposición sacó piezas de su contexto original en el que
fueron creadas, sin el ánimo de ser artísticas, y los occidentales
las colocaron en una galería para contemplarlas.
• Por otro lado, Levi-Strauss en Lo Cocido y lo Crudo, se sigue
viendo al otro desde la diferencia del opresor-oprimido, desde
la idea colonizadora de los pueblos de primera y de segunda.
Esta exposición de 1994, llevada a cabo en Madrid por el
artista Dan Cameron, es uno de los últimos intentos de
fomentar desde occidente la circulación intercultural del arte
desde el punto de vista del discurso colonizador.
5. • En el arte, el problema radica en que numerosas bienales
que ofrecen piezas de diferentes partes del mundo se
manifiesta lo proveniente de la cultura occidental como
superior a la no occidental.
• El arte ajeno a la cultura occidental queda como algo
rústico, primitivo.
• Mas dentro de la apertura multicultural sobrevive la
"homogeneización occidentalizante". (Guasch, 2005, pag.
568). Esta homogeneidad cultural, siempre será criticada
porque es tendiente a la idea de hacer ver una diferencia,
pero desde la mirada occidental.
• En este mundo cambiante sumergido en la tecnología, ha
habido fusiones culturales y resistencia. Esto deriva en
convivencias de culturas de un mismo espacio (migración) y
en discursos colonizadores en tiempos en que estas
posturas son criticadas y en los que no necesariamente se
sabe todavía cómo proponer discursos en contexto de
igualdad, así sean teóricos expositivos, es decir, en el mundo
filosófico y del arte.
6. El discurso descolonizador
• Frente al discurso absorbente de las visiones
hegemónicas, se desarrollaron acciones de resistencia y
de darle voz a lo marginal a través de las mimas
fórmulas establecidas por el sistema mundial. Las
bienales periféricas desempeñaron un papel relevante.
• La bienal más representativa fue la de La Habana, de
1984, en el centro Wilfredo Lam que se definió como
"un espacio abierto de confrontación, ofrecido por las
naciones en vías de desarrollo a la arrogante mirada del
arte occidental" (…) La periferia emerge con nuevas
propuestas de expresión visual".
7. • Estas bienales descolonizadoras: Intentan vertebrar y articular una
cultura de la diferencia no occidental, no excluyentes, sino incluyentes
que tiende a diluir las fronteras en experiencias intersubjetivas y
colectivas.
8. • La cultura de la diferencia, del discurso descolonizador, se
puede afirmar tanto desde el lugar del "uno" como desde el
lugar del "otro", siendo en este caso ese lugar del "otro" las
metrópolis occidentales.
• Los artistas descolonizadores sitúan sus prácticas artísticas
en una actitud de oposición que se debe entender como
dispositivo de desautorización de las estructuras
hegemónicas de referencia.
• El objetivo primero de los artistas descolonizadores
afincados en los ámbitos culturales occidentales no es
reclamar cuestiones de identidad, sino liberar a su arte de
toda etiqueta de exotismo y primitivismo.
9. El arte descolonizador
plantea que la
universalidad no es
propiedad exclusiva de
ninguna civilización
porque sólo se reconoce
en la relación de todas las
civilizaciones.
10. El verdadero
multiculturalismo supone el
reconocimiento, sin el cual
cualquier
conciliación universalizante
resulta estéril o ilusoria, del
otro en su identidad y en su
alteridad.