Un estudio de 2013 encontró que los videojuegos, incluso los más violentos, pueden mejorar funciones cerebrales como la memoria, la percepción y la resolución de problemas. Los investigadores notaron que los adolescentes que juegan juegos de rol en línea desarrollan mejor la capacidad de resolver problemas y que la creatividad aumenta en aquellos que juegan cualquier tipo de videojuego. Sin embargo, estos beneficios solo ocurren cuando se usan consolas de videojuegos, no computadoras u otros dispositivos.