1. El alginato en odontología
El alginato es una sal soluble de sodio o potasio que se obtiene a partir de unas algas
marinas a las que se conoce como alginas. Los odontólogos utilizan estas sales en
forma de polvo y a la que se ha añadido un retardador para controlar el tiempo
necesario para su manipulación. Este polvo se disuelve en agua para obtener un gel de
alginato, que se coloca en un molde. Posteriormente se le hace morder al paciente de
modo que se obtiene una impresión tridimensional de toda la dentadura o de una parte
de la misma. Esta impresión es el negativo y permite, mediante la técnica del vaciado,
fabricar una réplica exacta de la dentadura del paciente, por ejemplo en yeso.
Este proceso se realiza siempre en
ortodoncia como parte del estudio
para identificar los defectos
oclusivos o estructurales de la
dentadura del paciente y poder
definir las características que debe
reunir el aparato de ortodoncia y
proceder a su diseño y fabricación.
La otra aplicación de estos moldes
de alginato es para la fabricación
de prótesis dentales parciales o
totales, generalmente removibles.
Nuevos alginatos en odontología
En la actualidad los alginatos han evolucionado de forma significativa con el fin de
facilitar la labor del odontólogo a la hora de realizar la impresión dental. Para ello se le
han añadido diferentes tipos de aditivos, unos que permiten saber cuándo ha fraguado
el gel al producirse un cambio de coloración del mismo, otros que facilitan la
eliminación del polvo atmosférico que pueda
haber en suspensión, otros que contienen
clorhexidina para asegurar la asepsia del
molde y otros con aceite de silicona para
facilitar la reproducción de los detalles e
impedir en lo posible eventuales alteraciones
de las dimensiones del molde.