1. Alberto Herrero Martín
España: 1960-2010. Determinantes de
crecimiento a largo plazo, fluctuaciones
cíclicas y desequilibrios macroeconómicos
Una de las piezas clave para el crecimiento a largo plazo es la productividad. A través de
ella se consiguen precios competitivos y consecuencia de ello mayores ventas. España, al igual
que toda Europa, ha crecido en base a este índice.
Las características técnico-económicas de Europa han dificultado el crecimiento en un
mundo dirigido a la globalización, donde la competencia externa se ha hecho cada vez más
fuerte y se ha partido con retraso en lo que a productividad se refiere respecto a países como
Estados Unidos. La insuficiente flexibilidad en los mercados ha hecho que el crecimiento en
Europa y en especial en España haya venido acompañado de altas tasas de desempleo.
En el medio siglo a analizar podemos distinguir dos etapas diferenciadas:
Una primera etapa de 1960 a 1985 caracterizada por el considerable aumento de la
productividad provocado por el proceso de industrialización tardío al que se vio sometido
España. La industrialización fue producto de varios factores como la inversión extranjera y el
avance tecnológico. Todo ello provocó una inevitable apertura al comercio exterior para dar
salida al exceso de oferta generado. Este proceso de capitalización centrado en la industria fue
encareciendo progresivamente el factor trabajo.
La segunda etapa comprendida entre 1985 y 2010 estuvo caracterizada por el fin del
proceso de industrialización y por una productividad estancada dado el poco o nulo avance
tecnológico.Así, se desincentiva la inversión extranjera, llegando a observarse rendimientos
decrecientes en la acumulación de capital. Este factor solo ha sido favorecido por la gran
inversión en inmuebles de los últimos años.El pequeño aumento de la productividad ha sido
gracias a la contribución del capital humano (inmigración). La capacidad para crear empleo y
los salarios fueron claves en la capacidad de atracción de mano de obra no cualificada (sector
de la construcción).
Analizando las dos etapas conjuntamente observamos uno de los grandes problemas
que ha salido a la luz con la crisis actual, la poca capacidad de innovación. Y es que, España
dedica a la inversión en I+D la mitad de lo que dedican los países punteros. No es de extrañar
con estos datos que España esté a la cola de patentes registradas. Sin esta capacidad de
innovación como mecanismo para el incremento de la productividad, España no podrá
garantizar un crecimiento sostenido susceptible de crear empleo.
Considerando periodos de tiempo más cortos, la economía del país ha venido marcada
por fluctuaciones cíclicasque han generadodesequilibrios macroeconómicos. Dichas
fluctuaciones vienen provocadas por factores de oferta (población, productividad y precio de

2. Alberto Herrero Martín
los factores) o factores de demanda (consumo, inversión y exportaciones netas). Debido a
estos shocksse crean desequilibrios en la inflación, desempleo, déficit exterior o déficit público.
España en fases de expansión se ha caracterizado por las perturbaciones al alza de la
demanda (interna y externa). La apertura al comercio exterior provoca mayor competencia,
especialización y por lo tanto precios más bajos y aumento de las exportaciones. Esto afecta
directamente a la población que ve como su poder adquisitivo aumenta. Consecuencia de ello,
aumenta el gasto (más demanda).
Hay 4 fechas destacadas previas a fases de expansión:
1. 1960. Plan de Estabilización y Liberalización.
2. 1986. Entrada en la Unión Europea
3. 1993. Medidas liberalizadoras tras la crisis
4. 1998. El euro como moneda única europea
En los años siguientes a estos acontecimientos, la demanda externa aumento
considerablemente. A pesar de ello, el país continuaba teniendo déficit en la balanza
comercial, porque con la caída de precios la demanda interna también aumentaba. Para
controlar este déficit se aplican medidas de contención monetaria frenando así el crecimiento
(inflación controlada) y la creación de empleo. Finalmente, se terminaba devaluando la
moneda para ganar en competitividad y comenzar una nueva fase de expansión.
Es importante destacar que durante la última década, se ha vivido una fase de
expansión con una peculiaridad, el euro. La moneda única ha hecho que España no haya
podido devaluar para ganar en competitividad y combatir el déficit.
Lasfases de recesión se han caracterizado por perturbaciones negativas de oferta. En
la segunda mitad de la década de los 70 y primeros de los 80, coincidiendo con el proceso de
transición política y con la incertidumbre que ello provoca, se vivió una fase de recesión
pronunciada. La fuerte subida del precio del petróleo (alta dependencia de España a esta
materia prima), de los salarios y las cotizaciones a las Seguridad Social provocaron que los
precios subieran.Así, el comercio exterior ybalanza comercial empeoraron.
España, durante su historia,ha sufrido estás fluctuaciones de manera más pronunciada.
Las altas tasas de inflación han frenado el crecimiento económico y han limitado la creación de
empleo. Tradicionalmente ha sido un país importador, generador de déficit. La última crisis ha
llevado al déficit a una tasa insostenible que solo está pudiendo ser recuperada gracias a la
financiación exterior dada laincapacidad para devaluar la moneda.