1. Ansiedad por separación en adultos
Cuando me separo de mi novia siento ansiedad y no llego a controlar mis
pensamientos. Es como algo que me puede. Me quedé sin padre joven y creo
que de algún modo tengo miedo a la pérdida. ¿Alguna forma de autocontrol?
Desde la psicología infantil se explica que el trastorno de ansiedad por separación se da
cuando la figura de apego, normalmente la madre, se separa del bebé, y esto provoca en él
nerviosismo y miedo ante la idea del abandono de la madre. Los miedos relacionados con
la ansiedad por separación forman parte del desarrollo normal del niño y el 40% de la
población infantil experimenta estos miedos.
Sin embargo, en el 4% de los casos la ansiedad es excesiva y se diagnostica el trastorno,
que se manifiesta en forma de reacciones corporales como dolor de estómago, vómitos y
sensación de ahogo, entre otros, y de preocupaciones, como por ejemplo pensar que si la
madre se retrasa al recogerlo del colegio es porque ha sufrido un accidente de tráfico, de
evitación de la separación aferrándose a la madre y siguiéndola por toda la casa como si
fuera su sombra, y de confianza en señales de seguridad como una luz para dormir o un
móvil para telefonear a los padres cuando está lejos de ellos.
Cuando en adultos aparece la ansiedad por separación deben buscarse automáticamente
qué miedos están a la base de esa ansiedad y qué pensamientos son los que retroalimentan
dicho miedo. La idea de quedarse solo, de sentirse desprotegido o de no valerse por sí
mismo suelen anteceder a esos miedos y provocar que la persona, ya incluso adulta,
busque figuras de apego a las que aferrarse, desencadenando así una dependencia
emocional. Suelen ser personas significativas para el sujeto y que le dan confianza y
seguridad, siempre y cuando están presentes; desencadenándose sentimientos contrarios
cuando dicha persona no está con él. Descubrir para qué aparecen esos miedos y buscar
ayuda profesional para combatirlos puede ayudarte a dejar de sentir esa ansiedad cada
vez que tu novia no está a tu lado, y aprender, así a vivir de un modo más libre y relajado.
2. Estilos de apego afectivo en la pareja
Soy una joven de 23 años y llevaba seis años de relación con mi novio de la preparatoria que
tiene la misma edad. Hemos pasado por diversos conflictos y el intentó separarse de mí en dos
ocasiones. Ahora estoy en una crisis pues hace cuatro meses empecé una relación con una
persona 15 años mayor que yo, por buscar la atención que él no me daba, considero que vi
reflejada una imagen paterna en él por situaciones de mi infancia. Sin embargo, sé que nada
justifica el dolor que le he hecho pasar a mi novio, ahora que se enteró de esto revisándome el
móvil, sé que no querrá volver conmigo y no veo rumbo a mi vida. Tengo pensamientos
suicidas pero pienso en mi familia y me detengo, él no quiere ir a terapia conmigo como ya
habíamos hecho dos años antes cuando intente suicidarme, ahora estoy desesperada y quisiera
no vivir esta realidad. ¿Cómo podría hacer para que sanemos esto y tengamos esperanza de
estar juntos en verdad? Reconozco mi error y quisiera salvar la relación.
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Existen diversos estudios que relacionan la historia personal afectiva durante la infancia, el
desarrollo del apego, con las relaciones afectivas que se establecen entre adultos. El
enamoramiento, el mantenimiento del vínculo, y las reacciones ante la pérdida del compañero,
se pueden interpretar desde la teoría del apego de Bowlby (1969). El sistema de apego sirve
para satisfacer las necesidades afectivas durante la vida, y tiene como objetivo lograr
suficiente sensación de protección y seguridad emocional. El aprendizaje de los cuidados
durante la infancia, ejerce una influencia en las relaciones de pareja en la vida adulta.
El amor romántico es parecido al apego del niño hacia el cuidador principal en cuanto a la
búsqueda de la proximidad, seguridad, y ansiedad ante la separación. Por tanto, la historia
familiar explica y predice el estilo de apego sentimental que se tendrá de adulto. Los adultos
seguros recuerdan una relación cariñosa con madres sensibles hacia ellos, mientras que la
historia afectiva fría y con excesivo grado de control conductual, se asocia de adulto, con
apego inseguro. Los evitativos refieren con frecuencia una historia de frialdad, falta de
capacidad de repuesta y rechazo por parte de las figuras de apego. Las personas con apego
ansioso-ambivalente tienden a recordar una afectividad negativa entre los padres, y una
relación con una figura de apego poco comprensiva.
Los estudios sobre patrones de apego en adultos, muestran que las personas con apego seguro
viven las relaciones con alegría y emociones positivas, confían en el otro, aceptan al
compañero con sus defectos, y tienen mayor capacidad para resolver conflictos
interpersonales. Los evitativos tienden a rechazar la intimidad, debido a su miedo a la
dependencia emocional, falta de confianza y dificultad para aceptar al otro como es. Suelen
dudar de la estabilidad del amor, se ven autosuficientes y minimizan la importancia de las
relaciones. En personas con apego ansioso-ambivalente se da una preocupación obsesiva por
el abandono, deseo exagerado de unión y exigencia de reciprocidad, desconfianza, celos y
mayor vulnerabilidad a la soledad.
Por lo que cuentas, tu infancia ha podido influir en el modo en que estableces tus relaciones
afectivas de pareja. Un estilo de apego ansioso-ambivalente, hace que la persona viva la
separación de manera exagerada, como un vacío insoportable y sienta que pierde su identidad
sin esa persona a su lado. Sería muy útil buscar la ayuda de un psicólogo para que puedas
romper la creencia de que no puedes ser feliz sin él, que te enseñe a valorarte y fomentar tu
autoconfianza. Mejorando la autoestima serás capaz de construir relaciones amorosas más
sanas y disfrutar de ellas.