1. Carta de despedida
Parece que fue ayer cuando aquellos niños que apenas tenían doce años cruzaban las puertas de este
instituto por primera vez, con el temor que provoca lo desconocido, pero con las ganas de descubrir
todo lo que ese nuevo mundo podía ofrecerles. Seis años después esos niños ya han dejado de serlo y
se han convertido en personas adultas con ganas de comerse el mundo. ¿Y quién no nos dice que el
próximo Einstein o da Vinci no está entre ellos?
Durante el tiempo que hemos estado en este instituto hemos vivido innumerables experiencias,
muchas buenas y también algunas malas, pero todas ellas nos han ayudado a crecer, a crecer como
personas. Hemos hecho amigos, algunos que durarán para toda la vida; nos hemos enamorado y nos
hemos desenamorado; hemos descubierto quienes somos como personas y lo que podemos llegar a
lograr por nosotros mismos.
Por supuesto este camino no lo hemos recorrido solos, siempre hemos tenido ahí a unos guías
excepcionales: nuestros profesores, nuestros maestros. Maestros que no solo nos han enseñado
lengua, matemáticas o historia; también nos han preparado para la vida, siendo incluso nuestros
psicólogos y consejeros cuando lo hemos necesitado. Nunca podremos agradecerles lo suficiente lo
que han hecho por nosotros, incluso aunque a veces no nos hayamos dado cuenta.
Y por último, pero no por ello menos importante, gracias a vosotros porque habéis sido unos
magníficos compañeros de viaje. Ha sido un inmenso placer haber compartido esto con todos vosotros.
Gracias y hasta siempre.
Guillermo Fernández