2. La promoción de la salud es el proceso que permite a las personas incrementar el control
sobre su salud para mejorarla. Se trata de un enfoque que va más allá del comportamiento
individual hacia uno que asegura un entorno social, físico y político que promueve la salud.
3. La prevención de la enfermedad es
una estrategia de la Atención
Primaria, que se hace efectiva en la
atención integral de las personas.
Esta considera al ser humano desde
una perspectiva biopsicosocial e
interrelaciona la promoción, la
prevención, el tratamiento, la
rehabilitación y la reinserción social
con las diferentes estructuras y
niveles del sistema Nacional de
Salud.
4. Las actividades de promoción y prevención son necesarias para que los
individuos, sus familias y comunidades puedan ejercer el autocuidado a través de
acciones específicas con las cuales puedan protegerse de riesgos en algún
momento de la vida o, por otra parte, ayuden a detectar a tiempo alteraciones para
evitar o minimizar el daño que éstas puedan ocasionar.
Adicionalmente, según la ruta integral de promoción y mantenimiento, estas
actividades contribuyen al desarrollo integral de las personas; al seguimiento del
estado de salud en cada uno de los momentos de curso de vida; a la identificación
oportuna de vulnerabilidades, factores de riesgo, riesgos acumulados y
alteraciones; al desarrollo de capacidades, habilidades y prácticas de
autocuidado; y a la afectación de los entornos para que sean protectores y
potenciadores de la salud y el desarrollo.
5. Un sistema de salud óptimo y sostenible, por el
que responden las EPS, es el que está
enfocado en la promoción y la prevención,
buscando que la mayoría de la población
reciba estas atenciones, que en su gran
mayoría no son costosas y son fáciles de
cumplir. Sin embargo, se requiere de un gran
compromiso y disposición al cambio hacia
hábitos de vida saludables por parte del
propio individuo. Un sistema de salud que solo
intervenga poblaciones cuando ya se ha
materializado el riesgo va destinado al
incremento del costo en salud y a la no
sostenibilidad del sistema de aseguramiento.
Por el contrario, enfocarse en modelos de
salud que prioricen la promoción y la
prevención contribuye al desarrollo integral
de las personas aportando así los resultados
en salud, a la experiencia de los afiliados y a la
sostenibilidad financiera del sistema.
6. Los individuos deben ser el objeto principal de las atenciones, así como sus
familias como ente central. En ese sentido, las personas deben propender
por acciones de autocuidado para mantener su salud, lo cual quiere decir que
la primera acción para un adecuado autocuidado es la decisión personal e
individual del cambio, en la adquisición y mantenimiento de hábitos de vida
saludables. De hecho, uno de los deberes de los pacientes es cuidar su salud, la de
su familia y su comunidad.
7. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la promoción de la salud es
definida como “el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre
su salud”. Este concepto se pone en práctica usando enfoques participativos: los
individuos, las organizaciones, las comunidades y las instituciones colaboran para
crear condiciones que garanticen la salud y el bienestar para todos.
Ante lo anterior, podemos concluir que la promoción son todas las acciones que
realizan los actores de la salud para fomentar e impulsar el uso de las acciones que
promuevan la salud.
Por otra parte, la prevención son todas esas acciones que, de forma anticipada, se
realizan para la identificación de riesgos, con el fin de mitigar o evitar el daño, en
este caso secuelas, mayores costos o eventualmente la muerte a causa de
enfermedades prevenibles.