Este documento presenta un catálogo de diferentes tipos de narraciones peruanas escritas por Yamilet Narciso Castro, incluyendo fábulas, mitos, cuentos, leyendas y una historia llamada "Utqha Pauqar". Se resumen brevemente dos fábulas, dos mitos, partes de dos leyendas, y se presenta la introducción de la historia "Utqha Pauqar". El documento ofrece una variedad de géneros narrativos tradicionales peruanos.
3. LA JARACHUPA Y EL UTUSHCURO
Caminaba distraída una Jarachupa, cuando reparo en un utushcuro que triste y
abatido presa de hambre iba jadeante arrastrándose penosamente por entre
las malezas de un matorral.
MamÝfero de las zonas andinas del Per·.
Yamilet Narciso Castro
4. EL PUMA Y LA ZORRA
Había helado tanto que un pobre puma yacía tiritando de frío al pie de una
loma, cuando acertó a pasar una zorra, describiendo piruetas en el aire para
entrar en calor. Detiénese y le dirige la palabra.
Yamilet Narciso Castro
6. VICHAMA
En el principio Pachacamác creó un hombre y una mujer. Todo era eriazo, la
lumbre del Sol secaba a los campos y parecía que la vida se extinguía. Murió
el hombre y quedó sola la mujer.
Entonces el sol bajó risueño, la saludó amable y condolido de sus lágrimas oyó
sus quejas. Le dijo palabras amorosas. Le pidió que depusiera el miedo y
esperase días mejores, le mandó que continuase sacando raíces. Cuando
estaba ocupada en esto, le infundió sus rayos y ella concibió un hijo que nació
al poco tiempo.
Yamilet Narciso Castro
7. KUNIRAYA WIRAQOCHA Y KAWILLAKA
En aquellos mismos tiempos vivía una diosa llamada Kawillaka. Se mantenía
siempre virgen y porque era muy hermosa no había dios, fuera mayor, fuera
menor, que, deseoso de yacer con ella, no la enamorase.
Yamilet Narciso Castro
8. INKARRI
La cabeza de Inkarri está viva y el cuerpo se está reconstituyendo bajo la
tierra. Pero como ya no tiene poder, sus leyes no se cumplen ni su voluntad se
acata, cuando el cuerpo de Inkarri esté completo, él volverá y en ese día se
hará el juicio final.
Yamilet Narciso Castro
9. ADANEVA
Los indios para el servicio obligado de los mistis. Creó también el infierno y el
cielo. No hay hombre exento de pecado. El cielo es exactamente igual que este
mundo, con una sola diferencia: allí los indios se convierten en mistis y hacen
trabajar por la fuerza, y hasta azotándolos, a quienes en este mundo fueron
mistis. La división de la humanidad en dos clases fue establecida por Dios y
será eterna, porque Téete Mañuco es inmortal, puesto que todos los años
muere un día viernes y resucita el sábado. Se renueva año tras año.
Yamilet Narciso Castro
11. EL CONDOR Y EL ZORRO
Discutían acaloradamente un zorro y un cóndor sobre sus fuerzas y aptitudes
respectivas para desafiar la inclemencia de las punas.
-¿Hablas de resistencia - decíale el cóndor al zorro - cuando te veo acurrucado
y hecho un ovillo los días lluviosos, encerrado en la cueva, tú y tu prole,
royendo huesos y pereciendo de hambre?
-¿Y tú, cofrade, a quien ni se ve, sumido en su escondrijo, empollando como
una gallina clueca, crees ser más capaz que yo?
Yamilet Narciso Castro
12. LOS MINEROS
Dos mineros habían extraído de una mina gran cantidad de oro. Uno de ellos,
el más joven, se encontraba molesto, pues, el otro había logrado obtener, con
igual esfuerzo, casi el doble de oro que lo que él había sacado.
Yamilet Narciso Castro
13. EL LEÑADOR Y LAS TERMES
Los árboles fueron cayendo pesadamente uno tras otro, hasta que uno de ellos
terminó cayendo a pocos metros de un termitero, provocando tal
estremecimiento al caer, que éste estuvo a punto de desplomarse. Fue tal la
conmoción que se produjo dentro, que algunas termes salieron a ver qué
sucedía. Otro árbol amenazaba ya con desplomarse en el mismo termitero.
Yamilet Narciso Castro
14. EL PERRO Y LA PULGA
Una mañana en que la pulga dormía plácidamente sobre la almohada, entró
una nueva mucama a limpiar la habitación. La anciana encargada
anteriormente de hacer tal servicio se había marchado, pues, como sufría de
una pronunciada ceguera, ya no podía realizar sus funciones con prolijidad. La
pulga, conocedora del defecto de la anciana roncaba cada mañana a patita
suelta muy confiada.
Yamilet Narciso Castro
15. LAS ESTACIONES
Y allá abajo, en la Tierra, dos pequeños ruiseñores juntaban sus picos, dos
alegres mariposas revoloteaban alrededor de una azucena, dos ardillas corrían
de arriba abajo por las ramas de un ciruelo, un pingüino cortejaba una pingüina
y, a la sombra de un abeto, una pareja de enamorados dejaban escapar un
sonoro beso.
Yamilet Narciso Castro
17. LEYENDA SOBRE EL NOMBRE DEL DEPARTAMENTO
DE AREQUIPA
Luego pasado el tiempo, los españoles llegaron al Perú y empezaron a
conquistar ciudades y primero pasaron por Camaná donde iban a instalarse
pero había muchos mosquitos pero divisaron a lo lejos un verdor y
preguntaron a los camanejos como se llama ese lugar que está adornado por
un cerro resplandeciente y los incas dijeron Are Quipay. Y los españoles se
fueron a posesionar y además le cambiaron el nombre es por eso que ahora la
nombran Arequipa.
Yamilet Narciso Castro
18. LEYENDA SOBRE LA VIRGEN DE CHAPI
Trajeron en barco una imagen de España para que sea patrona de la ciudad de
Arequipa, llegaron al puerto Islay? pero por el camino que iba a Arequipa no
pudieron pasar y se fueron por la quebrada de nombre Chapi, y descansaron y
al momento que se iban para la ciudad, no pudieron cargar la imagen estaba
muy pesada y la dejaron. Pero el obispo de la ciudad estaba muy molesto y fue
a traer la imagen con un ejército de hombres y empezó a gritar a los
pobladores porque se habían adueñado de esa imagen si era para la ciudad le
dijeron que se puso pesada y no la podían levantar, el obispo mando a los
hombres que lo habían acompañado que la levantasen intentaron varias veces
pero no pudieron y el obispo resignado la dejo allí.
Yamilet Narciso Castro
19. UTQHA PAUQAR
En la ladera de una alta montaña tenía su palacio el anciano Awapanti, curaca
de vastos dominios y padre de una joven muy hermosa que tenía por nombre
Ima Súmaj. Arriba, la montaña se mostraba todo el año coronada de nieve;
abajo, corría las aguas revoltosas de un río; al frente, veíase una sucesión de
lomas que de ordinario se cubrían de papeles y de maizales.
Yamilet Narciso Castro