El sacramento del orden es recibido por aquellos llamados a ser sacerdotes para dedicarse a la salvación de los hombres. Implica los grados de diaconado, presbiterado y episcopado. El signo es la imposición de manos por el obispo y las palabras conferidas son un ruego para que Dios conceda la dignidad del presbiterado y renueve el espíritu de santidad.