El documento resume los estilos artísticos del siglo XVIII, el Rococó y el Neoclasicismo. El Rococó se desarrolló en la primera mitad del siglo en Francia y representaba el lujo y la elegancia preferidos por la nobleza. El Neoclasicismo surgió en la segunda mitad en Francia y se inspiró en el arte romano y mitológico, difundiéndose por Europa y despojándose de lo decorativo.