Ahora que estamos cerca al aniversario de la fundación de la ciudad de Lima, la capital de la república, viene a mi memoria entre brumas la imagen de la partida de mi ciudad natal, Chiquián, camino a la capital,
1. Ahora que es-
tamos cerca
al aniversario de
la fundación de la
ciudad de Lima, la
capital de la repú-
blica, viene a mi
memoria entre
brumas la imagen
de la partida de mi
ciudad natal, Chi-
quián, camino a la
capital, pues lo
hicimos desde muy niño a
fin de estudiar. Nuestro
padre maestro de profe-
sión, tenía la plena convic-
ción que la educación era
el camino del desarrollo
humano y material, se ha-
bía propuesto llevarnos a
los mejores colegios de
Lima. En este recuerdo,
vuelve a mi mente la esce-
na del ómnibus de Landau-
ro, azul claro y blanco, con
Elías en el timón, mis her-
manos y otros estudiantes
desde las ventanas levan-
tándonos la mano despi-
diéndose, mientras las ma-
dres con lágrimas en los
ojos quedaban desconsola-
das pero también resigna-
das, pues de un lado no los
verían 4 a 5 meses, y de
otro sabían que ese era el
camino del progreso de
sus vástagos, y era su prio-
ridad.
Otra forma de llegar a Li-
ma, recuerdo, era median-
te el servicio militar obliga-
torio en el camión de don
Benjamín, con una bandera
que flameaba en lo alto de
la canastilla. Jóvenes con
18 años eran llevados como
conscriptos, algunos eran
“capturados” escondidos
en los altillos, o bajo la ca-
ma; otros jóvenes más de-
c i d i d o s l l a m a d o s
“voluntarios”, se presenta-
ban a la comisaría para
este fin. Todos salían con
pesar y también con ale-
gría, “ahora vas a aprender
a comportarte bien cholo
ocioso”, se escuchaban
fuertes comentarios de la
población.
También, se venía a la ca-
pital, distinta a las anterio-
res, para buscar trabajo.
Jóvenes arriesgados, con
algunas monedas en el
bolsillo y poca ropa, se
presentaban a las fábricas,
de la Av Argentina, o ha-
ciendas, como Gallinazo o
Maranga. Esos eran los
años entre los 50 al 70. Se
iba transformado el Perú,
el paso de una sociedad
rural y agrícola, hacia una
naciente urbana y más in-
dustrializada. Ocurría el
DESBORDE POPULAR, co-
mo respuesta a la CRISIS
DEL ESTADO, como los
señala José Matos Mar. Los
blanquitos de Miraflores y
San Isidro, se iban confun-
diendo y hasta desapare-
ciendo frente a la multipli-
cación del trigueño, del
andino o del charapo.
Si no había lugar para los
inmigrantes en los barrios
conocidos, entonces empe-
zaron a surgir las urbaniza-
ciones a los alrededores de
la Capital, sea por el norte
o por el centro. Y cuando
estas también fueron esca-
zas y no habiendo dinero
para comprar los terrenos,
se produjeron las invasio-
nes, en lugares casi inhabi-
tables, empero en base a
esfuerzo y a sus sueños
conquistaron los arenales y
cerros como, San Cristóbal,
Comas, San Juan de Dios, el
Agustino, San Juan de Luri-
gancho y particularmente
Villa el Salvador, que se
convirtió en el emblema
del Cholo, del provinciano,
del emprendedor, del soli-
dario. Finalmente la migra-
ción reciente ya no fue por
trabajo y estudio sino por
temor a los conflictos inter-
nos del terrorismo.
Hoy, cuando pienso en Li-
ma y vuelvo las páginas al
ayer, recuerdo con nostal-
gia a nuestros abuelos, y
padres, que ya no están
con nosotros, murieron en
ese trayecto entre nuestra
ciudad natal y Lima. Sus
sueños se cumplieron, aho-
ra sus hijos vivimos aquí,
logramos mejoras materia-
les y profesionales. En la
práctica conquistamos a
Lima, la hemos transforma-
do, hasta se ha perdido las
costumbres de cuando era
la ciudad de los reyes, de
los valses y apellidos pom-
posos y dueños del Perú.
Hoy, el huayno y la cumbia
se imponen, el dinero está
en el provinciano que ha
afincado y construido pro-
greso en base a su esfuerzo
en los pujantes barrios co-
merciales de Gamarra,
Caquetá, Polvos Azules,
Malvinas y los conos norte,
centro y sur. La crisis y falta
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Aniversario de Lima: Nostalgia y
Oportunidades
El Zaguán de Oropuquio
“Recuerdo con nostalgia a
nuestros abuelos, y
padres, que ya no están
con nosotros, murieron en
ese trayecto entre nuestra
ciudad natal y Lima. Sus
sueños se cumplieron,
ahora sus hijos vivimos
aquí, logramos mejoras
materiales y
profesionales. En la
práctica conquistamos
Lima”
Los LANDAURO eran los buses mas usados y queridos por el pueblo de
Chiquián, seguros 100%
2. y abuelos para decirnos
convencidos que sí pode-
mos y debemos superarlos.
Entre los retos merece des-
tacar tres: 1) La Educación:
tenemos que continuar con
ese estandarte. Ninguno de
nuestros familiares debe
estar lejos de ella, tenemos
que alcanzar el máximo
nivel en el mejor lugar y en
el tiempo más corto. Esta
debe ser nuestra primera
motivación, priorizar una
educación que aproxime el
saber al hacer, siguiendo
sus huellas transformado-
ras.
2) El Orden: reconocer que
hemos aprendido malas
costumbres, como la sucie-
dad, y que se le “enrostra”
al provinciano, entonces
tenemos que promover la
limpieza (no arrojar basura
en cualquier lugar, ordenar
la casa, no amontonar des-
perdicios en las azoteas y
habitaciones, menos ahora
que el cambio climático es
una realidad, debemos
cuidar nuestra apariencia
en todo momento), también
tenemos que corregir la
errada costumbre de con-
taminar con ruido cualquier
lugar, metemos bandas de
música en zonas residen-
ciales. Tenemos que reco-
nocer que hay personas
que requieren paz y tran-
quilidad en sus hogares.
3) El compromiso por nues-
de trabajo, lo superaron
mediante su ingenio, mu-
chas veces en desmedro
de la limpieza, el orden y la
formalidad. Pero, de qué
modo querían que sobrevi-
van si el Estado centralista,
había olvidado al Perú, a
los habitantes de la sierra y
la selva. Aquí en Lima, ese
peruano del interior, en-
contró las oportunidades
aunque lloraba por dentro
el recuerdo de su tierra
natal.
Ahora que se avecina el 18
de enero, y Lima cumplirá
sus 481 aniversario, nos
encuentra con varios retos,
pero con la experiencia y
enseñanzas, del sacrificio y
trabajo de nuestros padres
tra tierra: fustigo a los pro-
fesionales e industriales,
que olvidan por completo,
a su ciudad natal, como si
ella les avergonzara, no le
dan un minuto a su recuer-
do y participación. Ese
olvido debe pesarles mu-
cho, porque pierden identi-
dad, credibilidad y respe-
to. Ese compromiso, debe
plasmarse en acciones de
compartimiento en activi-
dades, culturales, deporti-
vas, fiestas patronales, fo-
ros etc. Y si no las hay de-
berían contribuir a organi-
zarlas. Pues esa es la mane-
ra real de demostrar cariño
a su tierra y promover su
mejora. Pero nunca es tar-
de para corregir acciones y
aproximarnos al camino de
la amistad y la solidaridad.
Para finalizar quiero desta-
car que el aniversario de
Lima, nos trae nostalgia,
pero también agradeci-
miento y alegría, pues nos
dio oportunidades para
construir nuestra vida, se
agrandó la familia, nacie-
ron los hijos, sobrinos, nie-
tos, bisnietos. Por ello esta-
mos comprometidos por su
mejora, pues ahora es
nuestro hogar y como tal
también la queremos y la
respetamos.
La Pluma del Viento
Lima, 10 de enero de 2016
Volumen 1, nº 1 Página 19
“La Educación:
tenemos que
continuar con ese
estandarte. Ninguno
de nuestros
familiares debe estar
lejos de ella, tenemos
que alcanzar el
máximo nivel en el
mejor lugar y en el
tiempo más corto”
Villa el Salvador, que se convirtió en el emblema del Cholo, del provinciano, del emprendedor, del solidario.
Vinimos a estudiar en las mejores uni-
versidades y demostramos calidad,
fuimos los mejores alumnos
Impusimos nuestra música
expresando los sentimientos
del provinciano marginaliza-
do.
La hermosa Lima se nos ha hecho
propia, es nuestro hogar y como tal la
queremos y la respetamos.