1. La educación moderna
Antes, la escuela enseñaba “verdades” que parecían inmutables. No había dificultades con las
fechas históricas y los lugares geográficos, pero hasta eso ha cambiado. Nadie puede decir a
ciencia cierta hoy que lo que se está explicando en biología o en física tendrá vigencia el año
próximo. Por tanto, ese modelo de enseñanza que se basaba en la memorización de textos no
tiene validez alguna en los tiempos que vivimos de cambio permanente en todos los órdenes.
¿Cómo resolver el aparente caos que generan tantos cambios? Simplemente enseñando al
estudiante a estar abierto al aprendizaje, hacer que “aprenda a aprender” y no a memorizar
temas que no le servirán para nada en los días por venir.
No se trata de enseñanza basada en computadoras o en aparatos tecnológicos. Esos
artefactos pueden ser útiles, pero lo que importa es el método. El joven que sigue pensando
como en el pasado (que es nuestro presente educativo), utilizará los avances tecnológicos
para hacerse la vida más fácil, no para aprender.