El documento presenta 7 textos sobre temas económicos de los siglos XVIII y XIX. El texto 1 habla sobre cómo el interés propio lleva a las personas a promover el interés público de manera inconsciente. El texto 2 critica las leyes que regulan los salarios. El texto 3 defiende la libertad económica. El texto 4 destaca los beneficios del trabajo infantil. El texto 5 describe la revolución agrícola en Europa. El texto 6 resalta la importancia del ferrocarril en Gran Bretaña. El texto 7 narra la evoluc
Textos sobre el tema 2. Revolución Industrial. HMC
1. Textos sobre el tema 2
Texto 1
“Cada individuo en particular pone todo su cuidado en buscar el medio más oportuno de
emplear con mayor ventaja el capital de que puede disponer. Lo que desde luego se propone es
su propio interés, no el de la sociedad en común; pero esos mismos esfuerzos hacia su propia
ventaja le inclinan a preferir, sin premeditación suya, el empleo más útil a la sociedad como tal.
(...)
Ninguno por lo general se propone primariamente promover el interés público, y acaso ni aún
conoce cómo lo fomenta cuando no lo piensa fomentar. Cando prefiere la industria doméstica a
la extranjera sólo medita su propia seguridad; y cuando dirige la primera de modo que su
producto sea del mayor valor que pueda, sólo piensa en su ganancia propia; pero en éste y en
otros muchos casos es conducido como por una mano invisible a promover un fin que nunca
tuvo parte en su intención.”
Adam Smith. La riqueza de las naciones. 1776.
Texto 2
“Los estatutos para regular los salarios y el precio del trabajo son otro absurdo y un daño muy
grande para el comercio. Absurdo y descabellado debe parecer seguramente el que una tercera
persona intente fiar el precio entre comprador y vendedor sin su mutuo consentimiento. Pues
¡para qué sirve un ciento de leyes reglamentarias, si el jornalero no quiere vender al precio
estatuido, o el amo no quiere pagarlo? Y, sin embargo, si aún esto fuera posible, todaví existe
una gran dificultad, a saber: ¡cómo puede usted obligar a trabajar al jornalero, o al dueño a que
le de trabajo a menos que ellos mismos convengan en ello? Y si ellos convienen ¿por qué usted
u otro cualesquiera habrían de intervenir?”
Tucker. Instructions. 1757.
Texto 3
“Todo hombre, con tal que no violar las leyes de la justicia, debe quedar perfectamente libre para abrazar el
medio que mejor le parezca para buscar su modo de vivir, y sus intereses; y que puedan salir sus
producciones a competir con las de cualquier otro individuo de la naturaleza humana (...).
Según el sistema de la libertad negociante, al soberano sólo quedan tres obligaciones principales a que
atender: la primera, proteger a a la sociedad de la violencia e invasión de otras sociedades independientes; la
segunda, el poner en lo posible a cubierto de la injusticia y opresión de un miembro de la república a otro
que lo sea también de la misma (...); y la tercera, la de mantener y erigir ciertas obras.”
Adam Smith. La riqueza de las naciones. 1776.
Texto 4
“La experiencia ha mostrado ya todo lo que puede producir el trabajo de los niños y la ventaja
que se puede hallar en emplearlos tempranamente en las labores de que son capaces. El
desarrollo de las escuelas de Industria debe dar también resultados materiales importantes. Si
alguien se tomase la molestia de calcular el valor total de lo que ganan desde ahora los niños
educados según este método, se sorprendería al considerar la carga de que exonera al país su
2. trabajo, que basta para subvenir a su mantenimiento, y los ingresos que sus esfuerzos laboriosos
y los hábitos en los que son formados viene añadir a la riqueza nacional."
Discurso de William Pitt en la discusión de Hill Whitbread sobre la asisencia pública. 12
de febrero de 1796.
Texto 5
“Lo que convencionalmente se denomina revolución agrícola es un fenómeno localizable en un
reducido número de países. Consolidada durante el siglo XVIII en Inglaterra, extendida después
a la fachada occidental europea y a regiones muy delimitadas de Centroeuropa, como
consecuencia de la disolución de los regímenes señoriales, se caracteriza por una transformación
radical de los sistemas de producción: paulatina desaparición del barbecho y sustitución por la
rotación de cultivos, que incrementa el volumen de las cosechas; diversificación de cultivos en
estrecha ligazón co la expansión ganadera; ampliación del número de cerramientos y tendencia a
la concentración de parcelas para un uso más racional; incorporación de un nuevo instrumental
agrario, de maquinaria y abonos. Todo ello da como resultado un aumento sostenido de
productividad del excedente comercializable, estimulado por la demanda de los núcleos urbanos
que no dejan de crecer. En suma, la agricultura rompe definitivamente el círculo vicioso del
autoabastecimiento y se convierte en pieza básica en la configuración de los mercados
nacionales.”
A. Bahamunde. La revolución agrícola y la industrialización.
Texto 6
“El acontecimiento más importante del último cuarto de siglo en la historia británica es el establecimiento de
los ferrocarriles. La extraordinaria magnitud del capital que ha absorbido, los cambios que ha producido en
los hábitos de la sociedad, los triunfos y desilusiones de los que ha sido la causa, y por encima de todo, las
nuevas y numerosas actividades a las que ha dado nacimiento, debe conducir a todo el que reflexione sobre
el asunto a admitir que la importancia de los resultados generales de esta clase de tareas apenas puede ser
exagerada. (...)”
William Johnston. Brítain as it is. 1851.
Texto 7
“Es un hecho curioso que, en los comienzos de la industria algodonera, todas las operaciones, desde el
tratamiento inicial de la materia prima hasta su salida en forma de tejido, se efectúan bajo el techo de la casa
del tejedor. En un segundo período, con la mejora de las técnicas, la práctica era la de fabricar los hilados en
la fábrica y tejerlos a domicilio. En la actualidad, ahora que esta industria ha llegado a su madurez, todas las
operaciones, que ponen en juego medios mucho más amplios y complejos, se efectúan en un solo edificio...
En las fábricas movidas por el vapor, el algodón es cardado, bobinado en mechas, hilado y transformado en
tejido, y una sola fábrica es suficiente para producir la misma cantidad de metros para la que antes era
precisa la mano de obra de toda una región.”
R. Gueston. Historia abreviada de la manufactura de algodón.