Los 14 principios de la administración según Fayol
1. LOS 14 PRINCIPIOS DE ADMINISTRACIÓN DE FAYOL
1. División del Trabajo: Cuanto más se especialicen las personas, con
mayor eficiencia desempeñarán su oficio. Este principio se ve muy claro
en la moderna línea de montaje.
2. Autoridad: Los gerentes tienen que dar órdenes para que se hagan
las cosas. Si bien la autoridad formal les da el derecho de mandar, los
gerentes no siempre obtendrán obediencia, a menos que tengan
también autoridad personal (Liderazgo).
3. Disciplina: Los miembros de una organización tienen que respetar
las reglas y convenios que gobiernan la empresa. Esto será el resultado
de un buen liderazgo en todos los niveles, de acuerdos equitativos
(tales disposiciones para recompensar el rendimiento superior) y
sanciones para las infracciones, aplicadas con justicia.
4. Unidad de Dirección: Las operaciones que tienen un mismo objetivo
deben ser dirigidas por un solo gerente que use un solo plan.
5. Unidad de Mando: Cada empleado debe recibir instrucciones sobre
una operación particular solamente de una persona.
6. Subordinación de interés individual al bien común: En cualquier
empresa el interés de los empleados no debe tener prelación sobre los
intereses de la organización como un todo.
7. Remuneración: La compensación por el trabajo debe ser equitativa
para los empleados como para los patronos.
8. Centralización: Fayol creía que los gerentes deben conservar la
responsabilidad final pero también necesitan dar a sus subalternos
autoridad suficiente para que puedan realizar adecuadamente su oficio.
El problema consiste en encontrar el mejor grado de Centralización en
cada caso.
9. Jerarquía: La línea e autoridad en una organización representada
hoy generalmente por cuadros y líneas y líneas de un organigrama
pasa en orden de rangos desde la alta gerencia hasta los niveles más
bajos de la empresa.
10. Orden: Los materiales y las personas deben estar en el lugar
adecuado en el momento adecuado. En particular, cada individuo debe
ocupar el cargo o posición más adecuados para él.
11. Equidad: Los administradores deben ser amistosos y equitativos
con sus subalternos.
12. Estabilidad del Personal: Una alta tasa de rotación del personal no
es conveniente para el eficiente funcionamiento de una organización.
13. Iniciativa: Debe darse a los subalternos libertad para concebir y
llevar a cabo sus planes, aun cuando a veces se cometan errores.
14. Espíritu de Grupo: Promover el espíritu de equipo dará a la
organización un sentido de unidad. Recomendaba por ejemplo el
empleo de comunicación verbal en lugar de la comunicación formal por
escrito, siempre que fuera posible.
2. Principios de la administración científica de Taylor e introducción al
Fordismo
Podemos ver y comprobar fácilmente el derroche de las cosas materiales. Pero los movimientos
torpes, ineficientes o mal dirigidos de los hombres no dejan nada visible o tangible detrás de ellos...
Frederick Winslow Taylor, "Principios de la Administración Científica" Aparte de la introducción.
En el presente artículo examinaremos un poco cada uno de los principios de la administración
científica de Taylor y hablaremos un poco de lo que fue el fordismo...
Frederick Winslow Taylor es considerado uno de los primeros pensadores de la administración
gerencial. Con su obra “PRINCIPIOS DE LA ADMINISTRACIÓN CIENTÍFICA”, da los primeros
pasos del pensamiento administrativo y hoy su legado es considerado como fundamental y una
referencia obligatoria para cualquier gerente ya que a pesar del tiempo, sus apreciaciones resultan
de gran actualidad.
El gran aporte de Taylor fue el haber propuesto desarrollar una ciencia del trabajo y una
Administración Científica a partir de los siguientes principios:
Principios
1. Organización del Trabajo 2. Selección y entrenamiento del trabajador 3.Cooperación y
remuneración por rendimiento individual 4. Responsabilidad y especialización de los directivos en la
planeación del trabajo.
1. Organización Científica del Trabajo: Este criterio se refiere a las actividades que deben utilizar los
administradores para remplazar los métodos de trabajo ineficientes y evitar la simulación del trabajo,
teniendo en cuenta. cuenta (tiempos, demoras, movimientos, operaciones responsables y
herramientas.
2. Selección y entrenamiento del trabajador: La idea es ubicar al personal adecuado a su trabajo
correspondiente según sus capacidades, propiciando una mejora del bienestar del trabajador.
3. Cuando el trabajo se analiza metódicamente, la administración debe precisar los requisitos mínimos
de trabajo para un desempeño eficiente del cargo, escogiendo siempre al personal más capacitado.
3. Cooperación entre directivos y operarios: La idea es que los intereses del obrero sean los
mismos del empleador, para lograr esto se propone una remuneración por eficiencia o por unidad
de producto, de tal manera que el trabajador que produzca más, gane más y evite la simulación del
trabajo.
Taylor propone varios mecanismos para lograr dicha cooperación:
Renumeración por unidad de trabajo.
Una estructura de jefes o (capataces) que debido a su mayor conocimiento puedan coordinar la
labor de la empresa y puedan colaborar e instruir a sus subordinados. Para Taylor debían existir
varias tareas para los diferentes jefes funcionales: Jefe de programación, de tiempos y costos, de
mantenimiento de asignación de material, de instrucciones de producción de control de calidad, de
desarrollo de trabajo y de relaciones de personal.
División del trabajo entre directivos y operarios:
4. Responsabilidad y especialización de los directivos en la planeación del trabajo: Los gerentes se
responsabilizan de la planeación, del trabajo mental, y los operarios del trabajo manual, generando
una división del trabajo más acentuada y mayor eficiencia.
Dados los principios de Taylor, hablaremos un poco de lo que fue el fordismo: El fordismo se puede
considerar como una etapa del capitalismo moderno que abarca desde la década de 1940 hasta la
década de 1970, la denominada edad dorada del capitalismo, caracterizada por la existencia de
empresas de producción a gran escala, con métodos de producción Tayloristas, una alta división del
trabajo y el crecimiento de los créditos al consumo.
Los métodos de producción Fordistas fueron aplicados por primera vez en la compañía Ford Motor,
en Detroit, en 1913 bajo la dirección de Henry Ford, y se generalizaron con toda rapidez al resto de
las industrias. La definición en sentido estricto del fordismo se ha ampliado para abarcar una serie
de aspectos que permitieron que el capitalismo tuviera un comportamiento estable durante esta
etapa; estas normas no sólo tratan de la organización de los procesos productivos (sobre todo de la
4. organización del factor trabajo), sino que también analizan los objetivos productivos y los métodos
para resolver conflictos laborales.
El método de producción fordista implica la combinación del taylorismo con la creciente
mecanización de grandes empresas con muchas líneas productivas, asociadas con la aplicación de
la cadena de montaje, la selección uniforme de los componentes y de los productos finales. El
taylorismo, basado en el principio de la 'administración científica' desarrollado por Frederick Winslow
Taylor, puede considerarse como la racionalización de los procesos productivos al diferenciar las
tareas de creación y ejecución, o lo que es lo mismo, al dividir la organización de la producción
(directivos, ingenieros, entre otros) de las tareas mecánicas, asegurando un mayor control de la
producción por parte de los gestores. Así, los aspectos mentales quedan separados por completo
de las tareas manuales. Esto constituyó una ruptura total con los métodos de producción del
pasado, cuando la producción se organizaba en función del tipo de artesanía y los artesanos
creaban, organizaban y completaban las tareas manuales.
El taylorismo es pues, la base de muchos de los procesos productivos actuales y representa uno de
los primeros pasos en lo que hoy llamamos Administración Gerencial.
La Empresa
Desde el principio de los tiempos, los seres humano se reunían y compartían sus bienes, beneficiando de
este modo a todo el clan o a todo el núcleo familiar. Los excedentes de comida o excedentes de ropa o
herramientas podían ser intercambiadas entre los pueblos, de este modo se crea el antecedente del
comercio. La finalidad de este tipo de acuerdos comerciales se basaba en satisfacer las necesidades de
todas las personas, de modo que todos los individuos salían beneficiados de cada acuerdo. Nadie perdía
y todos ganaban.
Con el paso del tiempo, cada individuo fue experimentándose y especializándose en tareas diferentes,
llegando incluso a involucrar al resto de la familia, aparece por tanto la aparición de la división del
trabajo, creándose de este modo los distintos oficios y un perfeccionamiento de los materiales creados,
ya fuesen herramientas de caza, o tejidos, o panes...etc.
Con la aparición de los comerciantes, cada familia especializada intercambiaba con otras familias sus
productos, lo que forzosamente introdujo en el mundo lo que se fue a llamar la moneda, que agilizaba
enormemente los cálculos para realizar los trueques. Ya no hacia falta saber cuantas gallinas equivalían
a una vaca, ahora bastaba con saber cuantas monedas valía una vaca.
5. Está claro que estas familias especializadas terminaron por ser el antecedente de la empresa. Poco
después se implantaría el hecho de fichar nuevos trabajadores y enseñarles el oficio. Como se puede
ver, el origen de las empresas tiene un inicio muy natural.
Distinta es la cosa cuando avanzamos en el tiempo y nos localizamos dentro del movimiento surgido en
los siglos XVI y XVII, hablamos del capitalismo comercial, y del movimiento desarrollado tras el
descubrimiento de America, posiblemente el auge del mercado moderno, y la aparición de multitud de
mercados e industrias urbanas entorno a los puertos, donde se descargaban las valiosas mercancías de
America.
El el siglo XVII aparece por primera vez las primeras empresas especializadas en la banca, concesión de
prestamos o créditos...etc. Estas primeras empresas fueron pioneras en participar de acciones públicas,
y se basaban directamente en el comercio marítimo. nos estamos refiriendo a empresas ubicadas en
Holanda, Inglaterra o Italia, cuyos mercados marítimos movían casi todo el mercado mundial.
Allá por el final del siglo XVIII, la proliferación de pequeños talleres dio paso a las grandes empresas
dedicadas al trabajo a gran escala, con el uso de maquinaria pesada movida por vapor y por mano de
obra ilimitada. Comenzaba la época industrial, y no tendría freno.
La revolución industrial trajo consigo el nuevo tipo de empresa capitalista que hoy en día conocemos tan
bien.