El documento contrasta las teorías clásicas y modernas del derecho mercantil, señalando que las modernas responden al derecho civil y mercantil. También discute los principios de buena fe, la presunción de onerosidad de las prestaciones, el equilibrio de intereses confluentes y la intención de lucro en el derecho mercantil. Finalmente, indica que para ser comerciante se requiere capacidad para contratar, ser persona física o jurídica, y ejercer actos de comercio como la adquisición onerosa