Definición del epicureísmo y sus doctrinas sobre el placer y la razón
1.
2. DEFINICION
El epicureísmo es un sistema filosófico que
defiende la búsqueda de una vida buena y
feliz mediante la administración inteligente de
placeres y dolores, la ataraxia ("ausencia de
turbación") y los vínculos de amistad entre sus
correligionarios. Para los epicureistas los
besos con amor eran la base de todo, ya que
para ellos el amor era lo que le daba alegría a
las personas. Fue enseñada por Epicuro de
Samos, filósofo ateniense del siglo IV a. C.
que fundó una academia llamada el Jardín y
cuyo pensamiento fue seguido después por
otros filósofos, llamados epicúreos.
3.
4. DOCTRINA
Epicuro proponía la realización de la vida buena y
feliz, la ataraxia y las relaciones amistosas entre sus
correligionarios. Este placer no debía limitarse sólo
al cuerpo, como preconizaba el hedonismo
cirenaico, sino que debía ser también intelectual, ya
que el hombre es un todo. Además, para Epicuro la
presencia del placer o felicidad era un sinónimo de
la ausencia de dolor, o de cualquier tipo de aflicción:
el hambre, la tensión sexual, el aburrimiento, etc.
Era un equilibrio perfecto entre la mente y el cuerpo
que proporcionaba la serenidad o ataraxia.
5. El bien supremo y el mal
supremo
Según este filósofo, los placeres y
sufrimientos son consecuencia de la
realización o impedimento de los apetitos.
Epicuro distingue entre tres clases de
apetitos, por tanto placeres:
Los
naturales y necesarios, como
alimentarse, abrigo, y el sentido de
seguridad, que son fáciles de satisfacer;
Los
naturales pero no necesarios,
conversación amena, gratificación sexual.
Los no naturales ni necesarios, la
búsqueda del poder, la fama, el prestigio
6. Los placeres del cuerpo y los del
alma
Es importante aclarar que Epicuro no era dualista, es
decir, no postulaba la oposición cuerpo-alma; el
alma, igual que el cuerpo, es material y está
compuesta de átomos. También distinguía entre dos
tipos de placeres, basados en la división del hombre
entre dos diferentes pero unidos, el cuerpo y el alma:
Placeres del cuerpo: aunque considera que son los
más importantes, en el fondo su propuesta es el
equilibrio voluntario y consciente de estos
placeres, no su eliminación; no es posible conocer el
placer si no se conoce el dolor, no se disfruta de un
banquete si no se conoce el hambre.
Placeres del alma: el placer del alma es superior al
placer del cuerpo: el corporal tiene vigencia en el
momento presente, pero es efímero, mientras que
los del alma son más duraderos y además pueden
eliminar o atenuar los dolores del cuerpo.
7. LA RAZON
Pese a que el placer es un bien y el dolor un
mal, hay que administrar inteligentemente el
placer y el dolor: en ocasiones debemos
rechazar placeres a los que les siguen
sufrimientos mayores y aceptar dolores
cuando se siguen de placeres mayores. La
razón representa un papel decisivo en lo que
respecta a nuestra felicidad, nos permite
alcanzar la total imperturbabilidad
(ataraxia), la cual Epicuro compara con "un
mar en calma" cuando ningún viento lo azota
y nos da libertad ante las pasiones.