2. Vida
Epicuro nació en el año 341 a. C. en la isla egea de Samos (Grecia) . Su padre,
Neocles, fue un maestro de escuela. Su madre, Querestrata, era adivina.
Epicuro tuvo ya desde joven un gran espíritu crítico y un gran deseo de
conocimientos, y es probable que, al no querer aceptar exclusivamente las
enseñanzas tradicionales de las escuelas, se dedicara a leer a distintos filósofos.
Así, comenzó a estudiar filosofía a edad temprana y ya con catorce años fue
alumno de un hombre llamado Pánfilo, un discípulo de Platón que vivía en la
isla y de quién Epicuro aprendió las bases del idealismo platónico que luego
consideró un fraude y rechazó en su filosofía.
Con dieciocho años, marchó a Atenas para cumplir el servicio militar. Al
terminar, volvió a Colofón con su familia. En dicha ciudad permaneció durante
una década. Allí estudió con Nausífanes, un filósofo atomista discípulo de
Demócrito de quién aprendió mucho.
4. Tras esos años de formación, comenzó su primera escuela de filosofía en la
ciudad de Mitilene. Sin embargo, dicha escuela tuvo una corta duración,
pues Epicuro tuvo que abandonarla debido a rivalidades con
los aristotélicos de la ciudad.
Posteriormente se estableció en Lámpsaco, donde permaneció durante
cuatro años de gran actividad. Allí estableció una nueva escuela gracias a
amigos influyentes y consiguió un círculo de discípulos y seguidores.
A los 35 años, regresó a Atenas, donde ya permanecería hasta su muerte,
para fundar su escuela de filosofía, el Jardín.
Eran admitidas al Jardín personas de toda condición y clase, por lo que
llegó a ser causa de escándalo. Incluía a personas respetables, pero
igualmente a gentes de vida dudosa. También a mujeres y a esclavos, lo que
en aquella época constituía un hecho inusual para una escuela filosófica. Fue
maestro de la misma hasta su fallecimiento en el año 270 a.C., a la edad de
72 años.
6. Hedonismo
Epicuro era hedonista. En la Grecia clásica había dos escuelas:
-La cirenaica: Se plantea que los deseos personales se debían satisfacer de
inmediato sin importar los intereses de los demás.
-La epicúrea: Se consideraba que la felicidad consiste en vivir en continuo
placer, porque muchas personas contienen el placer como algo que excita los
sentidos.
Epicuro formuló:
-Debemos satisfacer los deseos naturales necesarios de la forma más
económica posible.
-Podemos perseguir los deseos naturales innecesarios hasta la satisfacción
de nuestro corazón, no refiriéndose a uno mismo, sino de tratar de llevar el
egoísmo al placer de otra persona.
-No debemos arriesgar la salud, la amistad o la economía en la búsqueda
de satisfacer un deseo innecesario, pues esto solo conduce a un sufrimiento
futuro.
-Hay que evitar por completo los deseos innaturales e innecesarios, pues el
placer o satisfacción que producen es efímero.
-Los epicúreos sostenían que el placer verdadero es alcanzable tan solo por
la razón.
7. Filosofía
La canónica es la parte de la filosofía que examina la forma en la que
conocemos y la manera de distinguir lo verdadero de lo falso.
Según Epicuro, la sensación es la base de todo el conocimiento y se
produce cuando las imágenes que desprenden los cuerpos llegan hasta
nuestros sentidos. Ante cada sensación, el ser humano reacciona con placer
o con dolor, dando lugar a los sentimientos, que son la base de la moral.
Cuando las sensaciones se repiten numerosas veces, se graban en la
memoria y forman así lo que Epicuro denomina las "ideas generales"
(diferentes a las platónicas).
Para que las sensaciones constituyan una base adecuada, sin embargo,
deben estar dotadas de la suficiente claridad. El resultado de su aplicación
nos lleva a concluir la concepción de la naturaleza que se detalla en la
física, segunda parte de la filosofía epicúrea.
Canónica
8. Física
La fisica es la parte de la ciencia que estudia la naturaleza
Según la física de Epicuro, toda la realidad está formada por dos
elementos fundamentales. De un lado los átomos, que tienen forma,
extensión y peso, y de otro el vacío, que no es sino el espacio en el cual
se mueven esos átomos, la Teoría atomista.
Las distintas cosas que hay en el mundo son fruto de las distintas
combinaciones de átomos, como el ser humano e Incluso el alma está
formada por un tipo especial de átomos, más sutiles que los que forman
el cuerpo, pero no por ello deja el alma de ser material. Debido a ello,
cuando el cuerpo muere, el alma muere con él. No hay un origen a partir
del caos o un momento inicial.
Esta concepción atomista procede de Demócrito. Por ello, introduce un
elemento de azar en el movimiento de los átomos.
Filosofía
9.
10. Epicureísmo
La ética de Epicuro, con su movimiento epicureísmo, es la culminación
de su sistema filosófico : la filosofía tiene como objetivo llevar a quien la
estudia y practica a la felicidad. El gusto para el epicureísmo no debía
conformarse al cuerpo, sino que debía ser también intelectual. Además,
para Epicuro la presencia del placer o felicidad era un sinónimo de la
ausencia de dolor, o de cualquier tipo de aflicción: el hambre, la tensión
sexual, el aburrimiento, etc. Era un equilibrio perfecto entre la mente y el
cuerpo que proporcionaba la serenidad o ataraxia.
Puesto que la felicidad es el objetivo de todo ser humano, la filosofía
interesa a cualquier persona, independientemente de sus características
(edad, condición social, etc.)
La ética de Epicuro se basa en dos polos opuestos: el miedo, que debe ser
evitado, y el placer, que se persigue por considerarse bueno y valioso.
Ética
11. La lucha contra los miedos ha sido designada como medicina contra los cuatro miedos
más generales y significativos:
-El miedo a los dioses
-El miedo a la muerte
-El miedo al dolor
-El miedo al fracaso en la búsqueda del bien.
Si bien Epicuro no era ateo, entendía que los dioses eran seres demasiado alejados de
nosotros, los humanos, y no se preocupaban por nuestras vicisitudes, por lo que no
tenía sentido temerles. Por el contrario, los dioses deberían ser un modelo de virtud y
de excelencia a imitar, pues según el filósofo viven en armonía mutua, manteniendo
entre ellos relaciones de amistad.
En cuanto al temor a la muerte, lo consideraba un sin sentido, puesto que “todo bien y
todo mal residen en la sensibilidad y la muerte no es otra cosa que la pérdida de
sensibilidad”. La muerte en nada nos pertenece pues mientras nosotros vivimos no ha
llegado y cuando llegó ya no vivimos.
Por último, carece también de sentido temer al futuro, puesto que: “el futuro ni depende
enteramente de nosotros, ni tampoco nos es totalmente ajeno, de modo que no debemos
esperarlo como si hubiera de venir infaliblemente ni tampoco desesperarnos como si no
hubiera de venir nunca”.
12. Epicuro consideraba que la felicidad consiste en vivir en continuo placer. Este punto de
su doctrina ha sido a menudo objeto de malentendidos, pese a que Epicuro hace una
cuidadosa categorización de los placeres, indicando cuáles son recomendables y cuáles
no.
En efecto, Epicuro señala que existen tres tipos de placeres:
-Los naturales y necesarios: las necesidades físicas básicas, alimentarse, calmar la
sed, el abrigo y el sentido de seguridad.
-Los naturales e innecesarios: la conversación amena, la gratificación sexual y las
artes.
-Los innaturales e innecesarios, que considera superfluos: la fama, el poder
político o el prestigio.
Epicuro formuló algunas recomendaciones en torno a todas estas categorías de deseos:
-El hombre debe satisfacer los deseos naturales necesarios de la forma más
económica posible.
-Se pueden perseguir los deseos naturales innecesarios hasta la satisfacción del
corazón, pero no más allá.
-No se debe arriesgar la salud, la amistad, la economía en la búsqueda de satisfacer
un deseo innecesario, pues esto sólo conduce a un sufrimiento futuro.
-Hay que evitar por completo los deseos innaturales innecesarios, pues el placer o
satisfacción que producen es efímero.
13. Epicuro dice que “todo placer es un bien en la medida en que tiene por compañera
a la naturaleza”. Los placeres vanos no son buenos, porque a la larga acarrearán
dolor y no sólo son más difíciles de conseguir, sino además más fáciles de perder.
También habla de la importancia de poseer una virtud para elegir y ordenar los
placeres: la prudencia. El discernimiento de los diferentes placeres y la recta
prudencia, permiten acercarse a una vida feliz, lo cual constituye el objeto de la
filosofía.
Epicuro valoraba como placer fundamental la tranquilidad del alma y la ausencia
de dolor: “la ausencia de turbación y de dolor son placeres estables; en cambio, el
goce y la alegría resultan placeres en movimiento por su vivacidad. Cuando
decimos entonces, que el placer es un fin, no nos referimos a los placeres de los
inmoderados, sino en hallarnos libres de sufrimientos del cuerpo y de turbación del
alma”.
Una rica vida privada, rodeada de amistades y de placeres moderados con el
mínimo de dolores posibles y tranquilidad en el alma, brinda la felicidad.
La finalidad de la filosofía de Epicuro no era teórica, sino más bien práctica que
buscaba sobre todo procurar el sosiego necesario para una vida feliz y placentera en
la que los temores al destino, los dioses o la muerte quedaran definitivamente
eliminados.
14. Obras
A su muerte, dejó más de 300 manuscritos, incluyendo 37 tratados sobre física
y numerosas obras sobre el amor, la justicia, los dioses y otros temas. Las
máximas son de contenido fundamentalmente ético y canónico.
De todo ello, sólo se han conservado tres cartas y cuarenta máximas.
Las cartas son las siguientes:
-Carta a Heródoto: trata sobre canónica y física.
-Carta a Pitocles: se refiere a la cosmología, la astronomía y la meteorología.
-Carta a Meneceo: aborda la ética.
¿Es que Dios quiere prevenir la maldad, pero no es capaz? Entonces no es
omnipotente. ¿Es capaz, pero no desea hacerlo? Entonces es malévolo. ¿Es capaz
y desea hacerlo? ¿De donde surge entonces la maldad? ¿Es que no es capaz ni
desea hacerlo? ¿Entonces por qué llamarlo Dios?
Problema del mal