El epicureísmo fue fundado por Epicuro en el siglo IV a.C. y enseñaba que el placer es el bien supremo y el dolor el mal supremo. Los epicúreos creían que el universo está compuesto de átomos en movimiento y que el alma muere con el cuerpo. Defendían que se debe buscar la tranquilidad del alma a través de la razón para alcanzar una vida feliz libre del temor a los dioses y a la muerte.
2. Filosofía
• Diversas nociones de la filosofía
• Epicureísmo
• Tenorio Riascos María
• Valencia Caicedo Lizet
• Sinisterra Chala José Luis
• Caicedo Olano Iván
• Docente:
• Luis wbaldini Rivas Gómez
• 102
3. EL EPICUREISMO
El epicureísmo es la escuela fundada por Epicuro de Samos en sus
jardines de Atenas (306 a.C.). De ahí que a los exponentes de esta
corriente se los conocía también como "Los del Jardín". Además de
Epicuro, célebre por su finura y nobleza, en esta escuela se destacaron
Metrodoro de Lámpsaco, Apolodoro, Zenón de Sidón, Fedro y Lucrecio
Caro.
Los epicúreos juzgaban el conocimiento en función de su utilidad para
una vida feliz. Para ellos, la búsqueda de la verdad por la verdad misma
(la pura contemplación) carecía de sentido. Por otro lado, los epicúreos
creían que el conocer es percepción sensible, originada en el
desprendimiento de los cuerpos de pequeñas imágenes o efluvios que
ingresan a nosotros por los sentidos. Los conceptos no son más que un
recuerdo del contenido común de diversas representaciones, una
consecuencia de la asociación de las representaciones sensibles. El
epicureísmo heredó el sensismo y el materialismo de Demócrito.
Los epicúreos afirmaban que el Universo se compone de infinitos
elementos últimos indivisibles (átomos). Los átomos sólo se diferencian
entre sí por la forma y el peso y se encuentran en un espacio vacío
infinito. No hay nada fuera de esto (materialismo). Los epicúreos creían
que incluso el alma es material, que está compuesta de átomos. Que el
alma es una materia sutil que perece con el cuerpo como todos sus
órganos. Que el número de átomos que conforman el Universo se
mantiene siempre igual. Que los átomos existen desde siempre y para
siempre. Que el devenir no es sino la eterna reagrupación de los átomos
originada en una primera desviación repentina (declinatio) de su
trayectoria rectilínea por el espacio vacío infinito que los llevó a
entrechocarse. Que esta desviación fue un hecho fortuito, ocurrido no se
sabe dónde ni cuando, por lo que la desviación misma y el devenir
posterior carecen propiamente de causa y se deben más bien al azar
4. No habiendo una causa, tampoco hay un destino. Por el contrario, se
abre un campo inmenso para la libertad, la cual puede introducir un
nuevoordenenlas cosas.
Para defender la libertad y el placer del temor que genera la creencia en
los dioses y en la vida de ultratumba, los epicúreos recurrían a la Teoría
Atómica tal como la entendía Demócrito (lo que implica una
contradicción respecto del concepto de azar que ellos mismos
sostenían). El mundo, y lo que en él ocurre, se explica así por los
átomos y las leyes que rigen su movimiento, sin necesidad de recurrir a
los dioses. Los dioses habitan en su mundo y llevan en él una vida feliz,
sintenersiquiera noticia de loshombres.
En el terreno de la Ética, sostenían que lo moralmente bueno es el
placer, concepción heredada de Aristipo. El sentido original de la
palabra "bueno" es placentero. Nada tiene que ver con la conformidad a
un orden de ideas o a un orden natural de las cosas. Del mismo modo,
se denomina "malo"a loque nos acarreadolor. “El placeresel principio
y el fin de la vida feliz.” Los epicúreos entendían el placer de un modo
sutil, alejado del sensualismo y el desenfreno. Y siendo el placer la
ausencia de dolor y la paz del espíritu, el mismo debe buscarse en el
reposo. Para los epicúreos los placeres espirituales están por sobre los
sensibles. El hombre no debe entregarse ciegamente a los placeres que
se le ofrecen, sino que debe utilizar la razón para evaluar si ese placer
momentáneo no le acarreará luego un dolor mayor. Sin razón y
prudencia nose puede tenerunavida feliz.
5. En el libro Ética de Adolfo Sánchez Vázquez (Editorial Grijalbo, S.A.,
México, 1969), encontramos que "El epicúreo alcanza el bien, retirado de
la vida social, sin caer en el temor a lo sobrenatural, encontrando en sí
mismo, o rodeado de un pequeño círculo de amigos, la tranquilidad de
ánimo y la autosuficiencia"
El bien supremo y el mal supremo
Según este filósofo, los placeres y sufrimientos son consecuencia de la
realización o impedimento de los apetitos. Epicuro distingue entre tres
clases de apetitos, por tanto placeres:
Los naturales y necesarios, como alimentarse, abrigo, y el sentido de
seguridad, que son fáciles de satisfacer;
Los naturales pero no necesarios, conversación amena, gratificación
sexual.
Los no naturales ni necesarios, la búsqueda del poder, la fama, el
prestigio
Los placeres del cuerpo y los del alma
Es importante aclarar que Epicuro no era dualista, es decir, no postulaba
la oposición cuerpo-alma; el alma, igual que el cuerpo, es material y está
compuesta de átomos. También distinguía entre dos tipos de placeres,
basados en la división del hombre entre dos diferentes pero unidos, el
cuerpo y el alma:
Placeres del cuerpo: aunque se considera que son los más
importantes, en el fondo su propuesta es el equilibrio voluntario y
consciente de estos placeres, no su eliminación; no es posible
conocer el placer si no se conoce el dolor, no se disfruta de un
banquete si no se conoce el hambre.
Placeres del alma: el placer del alma es superior al placer del cuerpo:
el corporal tiene vigencia en el momento presente, pero es breve,
mientras que los del alma son más duraderos y además pueden
eliminar o atenuar los dolores del cuerpo.
6. La razón por la cual se creo esta escuela es pese a que el placer es un
bien y el dolor un mal, hay que administrar inteligentemente el placer y el
dolor: también en ocasiones debemos rechazar placeres a los que les
siguen sufrimientos mayores y aceptar dolores cuando se siguen de
placeres mayores. La razón representa un papel decisivo en lo que
respecta a nuestra felicidad, nos permite alcanzar la total
imperturbabilidad (ataraxia), la cual Epicuro compara con "un mar en
calma" cuando ningún viento lo azota y nos da libertad ante las pasiones.
La finalidad de la filosofía de Epicuro no era teórica sino más bien
práctica que buscaba sobre todo procurar el sosiego necesario para una
vida feliz y placentera en la que los temores al destino, los dioses o la
muerte quedaran definitivamente eliminados.
Para ello se fundamentaba en una teórica empirista del conocimiento en
una física atomista inspirada en las doctrinas de leucipo y Demócrito y en
una ética hedonista.
No había motivo para temer a los dioses porque estos, si bien existen, no
pueden relacionarse con nosotros ni para ayudar ni para castigar, y por
tanto ni su temor ni su rezo o veneración posee utilidad práctica. La
muerte tampoco puede temerse, porque siendo nada, no puede ser algo
para nosotros: mientras vivimos no está presente y cuando está presente
nosotros no estamos ya." cuando el hombre se libere de sus falsos
temores y elija racionalmente sus placeres llegara a ser un buen actor.