1. El origen de los términos izquierda y derecha en política se halla en la Revolución Francesa.
Durante las sesiones de la Asamblea Nacional Constituyente, los partidarios de mantener el
derecho absoluto del rey se situaban a la derecha del presidente y los partidarios de limitarlo, a
su izquierda. En aquel entonces, por lo tanto, ser de derecha era ser partidario del Antiguo
Régimen, del absolutismo y ser de izquierda era lo contrario.
Hoy, la definición es menos clara debido, entre otras razones, a que no existen ya prácticamente
partidarios del Antiguo Régimen. Sin embargo, es posible trazar algunos ejes temáticos.
En términos generales, se pueden considerar como de izquierda a las diversas corrientes que
postulan una redistribución de la riqueza mediante medios políticos. Es decir, por políticas
públicas ejercidas desde el Estado o desde la sociedad civil con el fin de reducir la pobreza o la
desigualdad social.
A su vez serían de derecha quienes creen que, para reducir la pobreza o la desigualdad social, lo
principal es no poner trabas o estimular la inversión y la producción, en base a la convicción de
que una economía en crecimiento termina, más tarde o más temprano, beneficiando a todos.
Así, en términos generales, la dicotomía izquierda-derecha equivaldría a la dicotomía
socialismo-liberalismo. O, mejor dicho, prioridad a la política social o a la política económica.
Sin embargo, la terminología se aplica también a otros temas como los de familia o salud sexual
y reproductiva, que vuelven más compleja la clasificación.