Este documento presenta un resumen de un ensayo que analiza la concepción de la verdad según el filósofo Martin Heidegger. Explica que para Heidegger la verdad no es simplemente la adecuación del conocimiento con la realidad, sino el desvelamiento del ser. También señala que Heidegger rechaza la idea de una verdad absoluta e independiente del hombre, argumentando que la verdad solo existe en tanto el hombre exista para experimentar dicho desvelamiento. Finalmente, resume que para Heidegger la verdad se fundamenta en la

1. REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
RAFAEL MARIA BARALT
PROGRAMA POSTGRADO
DOCTORADO EN EDUCACIÓN
“La Significancia de la verdad según Martin Heidegger”
Autor:
Msc. Alejandra Colina Vargas
Santa Ana de Coro, 12 de octubre de 2011.

2. Resumen: En el presente ensayo expone algunos elementos claves que
puedan permitir dilucidar el planteamiento expuesto en las obras de Martin
Heidegger relacionadas con la “Verdad”. Para ello, se inicia presentando
diferentes acepciones del término verdad, y posteriormente en un fragmento
el filósofo alemán reescribe a sus antepasados griegos, aquellos
presocráticos que abordaban de múltiples formas el termino de la “Verdad”.
Además, se interpretan brevemente el concepto de verdad de Heidegger en sus
diferentes obras y las consecuencias que surgen de la aceptación de su
pensamiento.
Palabras clave.- Verdad, Ser, ente, tiempo, presente, aletheia,
desocultamiento,
Abstract: This essay discusses some key elements that can afford to
elucidate the effect it has at present the approach adopted in the works of
Martin Heidegger related to the "Truth." To do this, start presenting different
meanings of the term truth, and then a German philosopher fragment
rewritten to their Greek ancestors, those Presocratics who addressed a
number of ways the term of "Truth." In addition, briefly interpret Heidegger's
concept of truth in their various works and the consequences arising from the
acceptance of his thought.
Key words.- Truth, Being, being, time, present, aletheia, unconcealment,
“El salir de lo oculto ama el ocultarse”.
“El emerger, como tal, está ya siempre inclinado al encerrarse”
Martin Heidegger
Introducción
En la actualidad, considero necesario en función de la complejidad
que tiene el término de “verdad”, arraigado en el corazón de cualquier
supuesto personal, social y cultural, traer a colación los trabajos “Ser y
Tiempo” (1927), “Esencia de la Verdad”(1930) y “Doctrina de la verdad”
(1932), desarrollados por uno de los filósofos contemporáneo como lo es
Martin Heidegger. Heidegger nace en Meßkirch, Baden, un pequeño pueblo
rural en el sudoeste de Alemania, entre el lago de Constanza, los Alb suabos
y el alto Danubio, el 26 de septiembre de 1889, su padre Friedrich Heidegger
(1851-1924) es sacristán católico y maestro tonelero, su madre es Johanna
Heidegger, de soltera, Kemp (1858-1927), ambos profesan la fe católica.
Éste autor manifestó una clara preferencia por la filosofía de la vida, pues

3. pareciera que responde mejor a la crisis espiritual de su tiempo, cuya
manifestación se hizo más evidente es la Primera Guerra Mundial. El
propósito de este ensayo consiste en conocer y acercase las principales
interpretaciones y perspectivas de la Verdad desde la visión de Heidegger y
finalmente con las elucidaciones de la autora del ensayo.
“Verdad”
El significado de la palabra verdad abarca desde la autenticidad, lo
que pasa en realidad, lo que se dice con razón o con motivo. También, se
usa en forma de pregunta, cuando a veces se pide a alguien que le dé la
razón. Por otra parte, de acuerdo al Diccionario de la Real Academia el
término verdad abarca desde la honestidad, la buena fe y la sinceridad
humana en general, hasta el acuerdo de los conocimientos con las cosas
que se afirman como realidades: los hechos o la cosa en particular.
El término no ha tenido una única definición en la que estén de
acuerdo la mayoría de los estudiosos y las teorías sobre la verdad continúan
siendo ampliamente debatidas. Por ejemplo, para los hebreos clásicos, el
término `emuná significa primariamente «confianza», «fidelidad». Las cosas
son verdaderas cuando son «fiables», fieles porque cumplen lo que ofrecen.
Por su parte, para los griegos, y en particular Plantón manifestó en
cambio, la verdad es idéntica a la realidad, y esta última era considerada
como identidad que consiste en lo que permanece por debajo de las
apariencias que cambian. La verdad es concebida como άλήθεια o
descubrimiento del ser que se encuentra oculto por el velo de la apariencia.
Mientras, que Aristóteles tuvo la consideración acerca de la verdad
como propiedad de los enunciados, tal como lo expreso “Decir de lo que es
que no es, o que no es que es, es lo falso; decir de lo que es que es, y de lo
que no es que no es, es lo verdadero”.

4. El concepto de verdad tal y como lo concibió Heidegger se encuentra
en la base de todo su pensamiento y es uno de los conceptos que se
mantiene antes y después del "Kehre" en su filosofía; también, la estética
entendida como αιζθηζις descansa sobre aquello que consideremos
verdadero.
Posteriormente Kant, en la dialéctica trascendental de su monumental
obra “Crítica de la razón pura”, diría que la verdad o apariencia no están en
el objeto, en tanto que intuido sino en el juicio sobre éste, en tanto que
pensado. Con esto no sólo se preserva el sentido tradicional que se
menciono antes, sino que además se va un poco más allá al establecer que
la verdad únicamente está al servicio del juicio.
Ante todo este panorama, cabe la pregunta de que es entonces, la
verdad. Para dar respuesta a ello, se han propiciado debate entre teólogos,
filósofos y lógicos a lo largo de los siglos considerándose un tema
concerniente al alma y al estudio de una llamada psicología racional dentro
del campo de la filosofía. En la actualidad, ha sido un tema de investigación
científica así como de fundamentación filosófica, de allí la importancia para el
ensayo.
La Significación de la Verdad según Heidegger.
El problema de la esencia de la verdad como centro de la obra de
Heidegger se funda en la afirmación explícita del filósofo: el problema de la
esencia de la verdad es, en el fondo, el problema de la verdad de la esencia,
es decir, de la verdad del ser. Esto se debe a que para Heidegger, el origen
de la verdad lógica, de adecuación entre conocimiento y realidad, es la
verdad ontológica, entendida ésta, según él mismo, no como verdad del ser
real en sí, sino como verdad de revelación del ser.
En tal sentido, al tratar de sustentar esta verdad equivale a garantizar
al hombre el más seguro e inmediato acceso al ser, es la esencia del hombre

5. en su centro más vivo. Se pretende entonces, que el pensamiento pueda
llegar a descubrir la relación de la esencia del hombre con la verdad del ser,
abrir una vía al pensamiento a fin de que pueda expresamente pensar el ser
mismo en su verdad, he aquí la dirección en la que Heidegger orienta su
obra filosófica que se inicia con “Ser y Tiempo”.
Al respecto, en la obra de “Ser y Tiempo”, se puede afirmar que
Heidegger desarrolla como uno de sus aspectos medulares la cuestión de la
verdad, este se convierte en predominante en su pensamiento a partir de los
años treinta. Por un
lado, considera además que la verdad no es primariamente adecuación del
intelecto y se adhiere al sentido primitivo griego de la verdad como
desvelamiento del ser. Sin embargo, produce en la existencia en su estado
de autenticidad, pues la verdad solo se hace evidente en la medida en que el
juicio hace presente la cosa y permite expresarla como es en la situación
radical de una conformidad con el modo de estar abierto el hombre (Dasein),
un comportamiento respecto a un horizonte y un proyecto en el mundo, una
libertad que posee al hombre y por eso es ex-sistencia y tiene historia.
El diálogo entre el Ser y el hombre es la historia, donde se produce la
aparición o el ocultamiento de la verdad. El ocultamiento es lo contrario de la
aletheia; el ocultamiento puede parecer un estado natural al hombre por el
uso de los entes que le sirven y le conducen al error. De vez en cuando el
hombre se decide a desvelar al ente en cuanto tal y se propone la cuestión
del ser y de la verdad, surgiendo entonces la filosofía.
Es allí donde Heidegger, plantea que Platón establece la original
aletheia griega, la cual se convierte en desocultamiento del ente y no del ser
mismo, con lo que la verdad, aletheia, pierde su carácter privativo y se
siembran las semillas de lo que más tarde sería la idea de verdad como
rectitud del enunciado. Para Platón, escribe Heidegger,

6. “ésta que es la soberana, la que permite la desocultación, nos remite a
algo tácito, o sea que, en lo sucesivo, la esencia de la verdad como
esencia de la desocultación no se despliega desde la propia plenitud
esencial, sino que se desplaza sobre la esencia de la idéa. La esencia
de la verdad abandona el rasgo fundamental de la desocultación”.
(Heidegger, 1932)
Heidegger, por su parte admite que Platón había adoptado la
concepción de la aletheia como luminosidad y claridad, pero “en cuanto al
desocultamiento, la verdad ya no es el rasgo fundamental del ser mismo sino
que, a partir del momento en que se ha tornado corrección…es ya el rasgo
distintivo del conocimiento de lo ente”. (Heidegger, 1932). En otras palabras,
para Heidegger, a diferencia de Platón, la verdad “primera” es más que el
“claro de lo ente” que posibilita que el ente como tal sea comprendido; para
el autor el claro de lo ente es simultáneamente ocultación del ser mismo (del
Ser). El ente puede ser entendido en su ser-ente gracias al claro, y sin
embargo el ser como tal permanece impensado y yace oculto.
Por otra parte, en el ensayo “La esencia de la verdad”, Heidegger a
semejanza del comienzo de “Ser y Tiempo”, muestra un concepto de Verdad
ordinario, común, cotidiano, que sirve para dar sentido inicial a la cuestión
misma del concepto de verdad, pasando por la “teoría de la adecuación”,
avalada por la fe cristiana que cierra la pregunta y no da lugar a otro
cuestionamiento.
Es en este escenario en torno de la verdad, surge el "Ser" y "lo que no
es" solo existen en tanto que la verdad sea. En la obra que se analiza la
verdad solo es en tanto, que el Dasein sea. Esta afirmación permite
manifestar por parte de Heidegger que no existe una verdad absoluta,
independiente del hombre, sino que solo mientras el hombre sea (como
Dasein) habrá verdad. Para ello, aclara que, no se crea que él piense que la
verdad es "subjetiva" y alega que, sólo porque la "verdad" es un modo de ser

7. del Dasein en tanto descubrimiento, es que luego se puede deducir una
"subjetividad" de este Dasein.
Con esto se está diciendo, que si bien la verdad no depende del
carácter subjetivo de cada individuo, inevitablemente aquello que se le
presente (se le desoculte) es lo verdadero, y se debe dejar ser a ese
desocultamiento, es decir aceptarlo tal y como se presenta.
Al respecto, no se puede referir a aquello que se no se ha
"desocultado", sin "ocultarlo" nuevamente fijando lo "desocultado" en ideas,
expresadas por ejemplo con palabras. Por eso, se podría suponer se percibe
el desocultamiento, cuando se calla en lo posible y se limita a contemplar el
ser. Ahora bien, Heidegger dice, por otra parte, que la contemplación de lo
existente tiene el mismo carácter de preocupación que la acción política o la
diversión relajante.
Esto dicho de otra manera querría decir que llevando a cabo una
acción política el hombre se preocupa tanto de su existencia ("interpreta su
existencialidad a modo de 'preocupación'") como cuando "se limita" a la
aprehensión contemplativa de lo existente. Pero cuando uno lleva a cabo una
acción política inevitablemente se tiene que basar en algún juicio de valor.
Heidegger sin embargo considera justamente una calamidad que el hombre
contemporáneo juzgue al mundo según "valores". Aunque parece reconocer
que el hombre cuando asume una actitud "puramente contemplativa" también
está dejando infiltrar pre-juicios.
Heidegger piensa que la verdad solo puede ser en tanto y mientras
que el Dasein sea, supuestamente porque sino nadie podría referirse a ese
desocultamiento, es decir no se le estaría desocultando nada a nadie.
Heidegger rechaza abiertamente aquí la existencia de una verdad
permanente y universal, tal como lo manifestó Platón.

8. Por lo tanto, rechaza la existencia de un bien y un mal absolutos, pues
estos serían valores creados por el hombre con ayuda de la palabra y el
sentido de esas palabras (que no harían referencias a ideas, según
Heidegger, sino que ocultarían y desocultarían a la vez algo el ser
desocultante) dependerían por lo tanto del sentido que el Dasein les da,
cuando hace uso de ellas.
Los filósofos plantean los conceptos corriente de Verdad, menciona y
explica Heidegger, que existen diferentes tipos de verdad: verdad óntica, o
de la cosa misma; verdad formal, o adecuación de las cosas con el
entendimiento poseedor de los modelos de ellas, sea o no tal entendimiento
el del creador, o una mente cósmica; el de verdad lógica, o adecuación, en
juicio, de entendimiento con las cosas. El autor admite todos estos tipos de
verdad; pero no como originarios, y forma primigenia de otro concepto más
hondo y determinante.
Los estratos más profundos, por su orden, en el concepto de verdad,
la develan como libertad, estos son: apertura, comportamiento del hombre en
que se abre a las cosas, en el dejar ser a lo ente; apertura como don libre,
pues en la intimidad hace a lo otro; dar-se a las cosas; como don de la
intimidad, por tanto, fundada en la libertad; darse a las cosas para ser
constreñido por ellas, darse “a lo que sean las cosas”, y no darse a ellas
para, en última instancia, transformarlas a mi medida y servicio
(comportamiento de apertura práctica). Libertad para que las cosas “sean”,
dar libertada para ser.
Esta vinculación un poco extraña, como Heidegger reconoce entre
libertad y verdad, de acuerdo a lo que expresa “En la libertad ex-sistente del
Dasein acontece el encubrimiento de lo ente en su totalidad, es el
ocultamiento” (Heidegger, 1930). La libertad es creadora; deja que el ente
sea. Es entonces, dejar lo que es de suyo o suyo; luego antes de la libertad
no hay ente que sea, que sea lo suyo, lo que es. Luego, aun Dios, antes de

9. crear está haciendo violencia óntica a los entes, no dejando que sean, que
sean de suyo y lo suyo, que sean en sí (y no en el entendimiento divino).
Señala, pues, en “La esencia de la Verdad” Heidegger como niveles
de la verdad; el dejar que el ente sea; que se manifieste en lo que es
(conocer en verdad). Pero para dar o dejar al ente tal libertad de manifestar
lo que él es, es preciso separarse de él, darle espacio, espacio “libre”.
Distancia entre sujeto y objeto. Como definición, y funciones, de la libertad,
da Heidegger la de “dejar ser”, punto que recuerda aquello de “laissez faire”
del liberalismo económico de otros tiempos.
En tal sentido, si la verdad tiene por base la libertad, así entendida
según el autor, con funciones ontológicas universales, el hombre podrá no
darse a las cosas, no dejar que sean lo que son; y por el mero hecho el
hombre será causa propia de la obnubilación, ocultamiento de las cosas, de
lo que son en sí (Heidegger, 1930).
Es aquí donde se resalta los aspectos más significativos de
Heidegger, que, por lo demás, completa ideas que en forma ocasional
sustenta en Kant und das Problem der Metaphysik. El descubrimiento de lo
que el ente puede llevar a un encubrimiento o falsedad. El hombre está
hecho de modo que el desvelamiento de lo que un ente particular es,
conduce inevitablemente al ocultamiento de lo que el ente. Lo particular
oculta lo universal. Siendo de este ocultamiento, o contraposición dialéctica,
inevitable, no ocasional, como respecto de la falsedad y error sostenía la
filosofía clásica.
La verdad, dice Heidegger (1930), tiene una no-esencia original, que
es el misterio. No se trata, advierte, de un misterio particular referente a esto
o a otro, sino de este hecho único: el misterio como tal domina al Dasein, a la
realidad de verdad del hombre. La verdad tiene un reverso, y lo tiene
necesariamente; el reverso de toda verdad es un misterio, y el reverso de La
verdad es el misterio.

10. De todo lo antes presentado, se puede manifestar de acuerdo a los
postulados de Heidegger que la experiencia ontológica está fundamentada
no por ser intelectual o racional y por ende objetivante; en cuyo caso
considera que si se da una experiencia metafísica fundamental, ésta no
puede ser sino intelectual y por ende desde su origen objetivante.
Bibliografía
Castellanos R, B. (2009) Comentario a tiempo y ser de Martin Heidegger.
Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas. Publicación
Electrónica de la Universidad Complutense ISSN 1578. Disponible:
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www.philosophia.cl / Escuela de Filosofía Universidad ARCIS. Disponible en
http://www.philosophia.cl/biblioteca/Heidegger/Ser%20y%20Tiempo.pdf
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en español del Instituto Filosofía de la Universidad de Buenos Aires.
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