2. DATOS BIOGRAFICOS
Nace el 12 de octubre de 1889 en Florencia Italia. Sexto y
último hijo del escultor Adolf Von Hildebrand (de quien aprende
admirar la belleza) y de Irene Schäufellen.
Pasa su juventud entre Italia y Alemania; obtiene el título de
bachiller en 1906
1907 conoce a Max Scheler
1909 Va a Gottingen para estudiar con Husserl y Adolf Reinach
1912 contrae matrimonio con Margaret Denk y obtiene el título
de Doctor en Filosofía
1914 abraza la fe católica junto con su esposa.
1918 ―Moralidad y conocimiento ético de los valores‖ En ese
mismo año empieza a enseñar en la Universidad de Münich,
hasta 1933.
1933 Abandona Alemania en marzo, al día siguiente del
incendio del Reichstag, y marcha a Viena.
3. En Viena combate el nazismo donde fundó una
revista antinazi ―El Estado corporativo cristiano‖ (Der
Christliche Staendestaat) (dic. 1933) y enseñó
filosofía en la Universidad.
En marzo de 1938, debido a la invasión nazi a
Austria, escapa nuevamente a Suiza y luego a
Francia, donde enseña en la Universidad Católica de
Toulouse, hasta la ocupación nazi de Francia.
En 1940 logra huir y pasa por España, Portugal y
Brasil. Ayudado por la fundación Rockefeller, llega a
Estados Unidos en diciembre.
En 1941, es profesor en la Universidad de Fordham,
en Nueva York, donde enseña hasta 1960.
En 1957 fallece su esposa Margaret, y dos años más
tarde contrae matrimonio con Alice von Hildebrand
Ya en los años 70, al final de su vida, Hildebrand
alcanza a escribir importantes obras filosóficas: ―La
esencia del amor‖ (1971), ―Estética‖ (1977) y Moralia
(publicada póstumamente en 1980).
Murió el 26 de enero de 1977 en New Rochelle,
Nueva York.
4. Ya desde su adolescencia, empieza a mostrar un interés
claro sobre los valores y la ética. A los 14 años, dando un
paseo con su hermana Nini, ella intenta convencerle que
los valores morales son relativos y dependen de la época,
lugar y circunstancias.
Para sorpresa de su hermana, Dietrich discute
vigorosamente sus puntos y defiende su postura
indicando que los valores morales son inamovibles.
Debido a la negación de su padres de darle autorización
de casarse con su primera esposa Margaret, y debido a
que las leyes de aquel entonces por su edad le obligaban
a contar con el permiso de autorización de sus padres,
Von Hildebrand decide consumar su unión sin el lazo del
matrimonio. Poco tiempo después nace su hijo Franz, el
cual él mismo cataloga como la colaboración entre Dios y
el hombre en la procreación.
6. Von Hildebrand estudió filosofía con Edmund
Husserl (1859-1938), el fundador de la
fenomenología, quien influye en Hildebrand
para tomar su propuesta de una filosofía
contraria al relativismo y al subjetivismo).
Hildebrand siempre vio realmente como su
mentor filosófico a su amigo Adolf Reinach
(1883-1917), Jurista y fenomenólogo que
más tarde aplicó la filosofía de Husserl a la
ley, la filosofía, la moral y ética (Reinach
muere en servicio durante la Primera Guerra
Mundial)
7. Max Scheler (1874-1928)
El fenomenólogo alemán jugó un papel importante en su formación
intelectual, le orientó definitivamente hacia los problemas de la persona y
de la moral. Von Hildebrand atribuye a Scheler su conversión al
catolicismo, aunque el propio Scheler se alejó de la Iglesia en
1924. Ambos formaban parte del conocido círculo fenomenológico que
se desarrolla en las Universidades de Munich y Göttingen.
Gracias a la influencia de Scheler, Von Hildebrand intentó formar un
sistema filosófico original que incorpora filosofías contemporáneas como
la fenomenología y el personalismo.
Él cree que el nuevo sistema ofrece información valiosa y las verdades
que podrían usarse para formar un verdadero humanismo cristiano y
hacer el Evangelio más plenamente inteligible para el mundo moderno.
8. ASPECTOS RELEVANTES DE SU
PENSAMIENTO
Hildebrand basa toda su Filosofía en el mundo de los valores.
La virtud, el conocimiento y el error moral, la felicidad, la
benevolencia, la prudencia, y muy especialmente el amor y la
vocación personal.
Establece una jerarquía de valores
Su Fidelidad hacia la Iglesia Católica le hace profesar una
obediencia total y absoluta a las normas establecidas por la
misma.
Su Principal postulado es la Veracidad y la Belleza
Establece que todos los valores inclusive los valores materiales
están subordinados al valor de la persona,
Concede un valor importante a la afectividad como estructura
esencial, originaria y autónoma de la personas y que, al menos en
algunos aspectos, posee una dimensión espiritual. Un hombre sin
sentimientos, sin afectividad, sin corazón, no es un hombre real.
La mayor contribución de Hildebrand se encuentra en el campo de
la reflexión sobre la vida moral, que concibe como la capacidad
de ―responder‖ conscientemente y de manera adecuada a los
valores moralmente relevantes.
Valores importantes (perdida de un ser querido) y Neutrales
(matematicas)
9. Ética:
Toda la ética de Von Hildebrand
se halla presidida por la evidencia que
la percepción de los valores, por infundada y diversa
que pueda ser para unos y otros,
es un dato originario e irreductible de la conciencia
humana, que no se puede negar
sin tener que afirmarlo al mismo tiempo.
La mayor contribución de Von Hildebrand se encuentra
en el campo de la reflexión sobre la vida moral, que
concibe como la capacidad de “responder”
conscientemente y de manera adecuada a los
valores moralmente relevantes.
10. Para aclarar el sentido de su propuesta Von Hildebrand
comienza por penetrar en la noción del valor, para lo cual se
sirve de otro concepto más amplio, el de la ―importancia‖ y
esta la desglosa en categorías:
1. Lo que produce meramente satisfacción subjetiva
2. Lo importante en si mismo
3. Lo objetivamente bueno para la persona.
La esencia de la bondad moral supone abrirse y dejarse
interpelar por el mundo de los valores y responder
adecuadamente a éste intentando entrañarlo en nuestra
conducta. El hombre es responsable incluso de su propia
visión.
11. Antropología filosófica
En cuanto a la concepción de la persona
humana, puede decirse que la aportación de
Von Hildebrand se centra en tres puntos:
1. La metafísica de la persona,
2. La descripción de su actividad psicológica
3. Su consistencia moral.
12. Los Valores y su Jerarquía
Afirmaba que mientras menos espiritualizado por la cultura está
un pueblo, más propenso se encuentra de sobreestimar la fuerza
física y colocarla como valor superior
Valora la Relación y Encuentro con Dios.
Estaba convencido de que la felicidad en esta tierra y la beatitud
en el cielo están esencialmente relacionadas con las personas y
el amor
Defensor de la verdad y de la belleza, afirmaba que las dos
cosas están relacionadas, convergen, son una y la misma en la
Persona de Jesucristo.
Hildebrand ha contribuido al desarrollo
de un rico personalismo cristiano sobre
todo por su énfasis en la TRASCENDENCIA
de los seres humanos.
13. CARACTERISTICAS DE
LA CEGUERA DEL VALOR
La ceguera al valor moral esta enraizada en el ser moral
de la propia persona, en su actitud fundamental con
respecto al mundo de los valores morales.
No se trata de un defecto del cual no se es responsable
por incapacidad sino se trata del tipo de ignorancia que
convierte nuestra acción en involuntaria.
La ceguera puede referirse a la de tipo individual de un
respectivo valor o a toda la esfera moral en general.
La ceguera al valor nos muestra sobre todo un punto de
partida especialmente adecuado para abordar en terapia
La culpabilidad de la ceguera al valor destaca la relación
entre el valor y el ser moral, la capacidad de captar el
valor y el ser moral.
14. CATEGORÍAS DE
LA CEGUERA AL VALOR
1. TOTAL Y CONSTITUTIVA CEGUERA MORAL AL
VALOR:
Perdida de comprensión de lo ―bueno y malo‖
Las concepciones bueno y malo son vacías
2. PARCIAL CEGUERA MORAL:
Se da una comprensión primaria del valor fundamental bueno pero
falta por completo comprensión de otros tipos de valor
3. MERA CEGUERA MORAL DE SUBSUNCION
Se da plenamente la comprensión de los tipos particulares de
valores, mas no de aquello que es portador de esos tipos de valor.
Por ejemplo: Se entiende el valor de la verdad pero no ve que la
mentira piadosa constituye también una contravención.
15. DIMENSIONES BÁSICAS DE LA
MORAL
Reverencia
Fidelidad
Responsabilidad
Veracidad
Bondad
16. REVERENCIA:
Es la madre de los valores pues nos abre los ojos espirituales y nos hace
percibir los valores morales.La reverencia la posee quien ve mas allá de su
horizonte subjetivo, quien es libre de orgullo y concupiscencia, quien no está
pendiente de lo que le satisface sino quien se entrega sumisamente a lo que
es importante en sí mismo. Su antítesis es la Irreverencia de orgullo,
personificada en aquel a quien su orgullo lo vuelve tonto. El la Irrevernecia de
concupiscencia, personificada en aquel que se dedica a satisfacer sus
apetitos.
FIDELIDAD:
La fidelidad es la consistencia interna de la persona, su unidad interior.
Es posible sólo si nos adherimos firme y constantemente a los valores y
verdades descubiertos. No es solo ser leal, sino en su sentido latente, ser
constante en la fidelidad a los valores. Esta latencia implica que los valores
se quedan permanentemente viviendo dentro de nosotros y se reflejan en
nuestras actitudes hacia el mundo. La fidelidad es una respuesta libre,
plenamente consciente al mundo de la verdad y los valores. Sin ella no existe
personalidad moral. La fidelidad se manifiesta en las pruebas. De ahí que su
antítesis moral es la inconstancia. La personifican el superficial y el que solo
vive lo presente.
17. RESPONSABILIDAD:
Es tener consciencia, es reflexionar sobre nuestras decisiones y
ser plenamente conscientes de nuestros actos y sus
consecuencias, es tener pleno control de nosotros y nuestro
actuar. Es captar, no sólo el esplendor, la belleza interior y la
majestad de los valores, sino también la soberanía que
objetivamente ejercen sobre nosotros. Nos hace conscientes de
nuestra posición en el cosmos y de nuestros deberes, que no
somos dueños de nosotros mismos ni jueces ni causa, sino que
debemos rendir cuentas a un ser superior. La persona en su
actitud básica en el sentido de responsabilidad puede apreciar
debidamente el impacto de las exigencias del mundo de los
valores. Su antítesis moral es la inconsciencia.
La falta de sentido de responsabilidad le causa a la persona la
pérdida de su libertad interior, puesto que se deja llevar por los
impulsos de su naturaleza. Esta persona se asusta cuando
comprueba lo que ha hecho, puesto que su falta no es el
resultado de una mala intención sino de un amplio y devastador
desconocimiento de la importancia y seriedad de lo real.
18. VERACIDAD:
No es únicamente ―decir la verdad‖, es ser genuino y
auténtico en todas las acciones. La persona veraz no
necesita aparentar, adornar, falsear, exagerar y menos
cambiar o esconder nada. Es acorde con la realidad y no
se engaña a si mismo ni a nadie. Su antítesis es la
falsedad.
TRES TIPOS DE FALSEDAD en las personas:
1. El Mentiroso Experimentado (no ve nada malo en
afirmar lo contrario a la verdad, si le conviene)
2. El que se miente a si mismo y en consecuencia a los
demás.
3. El que todas sus actitudes son fingidas y llevan el sello
de la apariencia.
19. LA BONDAD: La bondad es el verdadero núcleo de todo el
reino de los valores morales, pues no hay ninguno que
encarne mejor el mundo moral.
Es el bien, es lo bueno, la expresión más auténtica y más
adecuada del carácter general de la moralidad: Constituye su
centro y su fruto más sublime.
Si la reverencia, fidelidad, responsabilidad y veracidad son
presupuesto de la vida moral, la bondad es su fruto y su
culmen, la reina de las virtudes.
Los tres tipos de personas que encarnan la antítesis
específica de la bondad son:
La persona malvada
La persona de corazón duro
La persona indiferente o fría
20. La presente aportación corresponde a la primera
parte de una de sus obras principales, la «Ética»,
Que junto con la esencia del amor y la metafísica
de la comunidad, comprenden gran parte de su
Sistema de pensamiento.
Capítulo I
El primer apartado de la «Ética» trata sobre el valor y la motivación, donde a lo
largo de seis capítulos se desarrollan términos como la importancia, sus
categorías, lo útil, el valor y el papel de éste en la vida del hombre. El autor
parte de una afirmación que es muy significativa para entender su método:
“los conceptos de bien y de mal designan precisamente la propiedad de
ser gracias a la cual el ser es capaz de motivar nuestra voluntad o de
provocar en nosotros una respuesta afectiva”; [1]
Se basa en esto para definir el concepto que interesa en este capítulo,
diciendo que la importancia es el carácter que posibilita que un objeto llegue a
ser fuente de una respuesta afectiva o motive nuestra voluntad, es la
propiedad que nos permite decir si algo es bueno o malo. Así, para que un
objeto inquiete al ser, debe poseer cierta importancia, pues ―nada puede
quererse si no se nos da como siendo importante de algún modo‖. [2]
21. • Von Hildebrand distingue entre los objetos indiferentes,
los neutrales y aquellos que son importantes,
• Dice que la voluntad y la importancia están
necesariamente relacionadas, pues de ahí
surgen las motivaciones.
• El objeto que inviste una importancia positiva
representa un bien y sucede análogamente con sus contrarios.
• Por último, sustenta que es preciso fundamentar metafísica y
filosóficamente los significados objetivos precisos para explicar
estos fenómenos buenos y malos sin caer en imprecisiones
subjetivas.
Capítulo II
El capítulo segundo trata sobre la importancia y la motivación, aquí el
escritor define primero lo bueno como aquello que resulta deseable por
todos, incluyendo aquello que causa alegría, entusiasmo, aprecio y lo
que nos conmueve; habla de la motivación desde su raíz desiderare
que corresponde a todo interés positivo en la existencia de un bien,
que busca la realización de un ser que todavía no es real, este
concepto posee un carácter personal. Resulta sustancial decir que el
autor enfatiza en que fundamenta sus afirmaciones en la experiencia
misma del ser y no en abstracciones –que deben evitarse-.
22. Explícitamente Von Hildebrand dice que pretende ―alcanzar la evidencia
a priori de que realmente existen ciertos tipos de importancia‖. [3] Para
Hildebrand la ética estudia cómo el sujeto considera el objeto, sin que
esto tenga necesariamente que ser como el objeto posee su importancia
objetiva en sí misma.
Capítulo III
En el capítulo tercero el tema a abordar es el de las categorías de la
importancia; primeramente se distingue entre la importancia subjetiva y
la importante en sí misma. La subjetiva es aquella que produce placer
aunque no posea la verdad; la importante en sí, ubica perfectamente lo
que es mejor y lo que debe ser, aunque no sea agradable o satisfactoria
personalmente, es importante independientemente de nuestra reacción.
Hildebrand puntualiza sobre estas dos formas de importancia, hablando
del deleite como el que hace la distinción más precisa: ―Debemos
incluso deleitarnos con ellos. El valor es aquí el principium (lo
determinante) y nuestra felicidad el principiatum (lo determinado),
mientras que en el caso de lo subjetivamente satisfactorio, nuestro
placer es el principium y la importancia de lo agradable o satisfactorio
del objeto, el principiatum‖. [4]
23. Según Von Hildebrand no se admite la posibilidad de comparar el valor
(objetivo) con lo subjetivo, pues la importancia en estos dos ámbitos no
se demuestra por medio de una jerarquía de mayor o menor placer, sino
de ser estrictamente inferior y superior, por su grado de nobleza y
validez. Se habla de diferencias esenciales y no graduales.
Continúa el filósofo cristiano hablando de la preferencia, a la cual la
entiende como la elección intelectual entre infinitas posibilidades;
respecto a su papel en la moral, Von Hildebrand la excluye al decir que
―es imposible interpretar las acciones o interpretaciones fundándolas en
un acto de preferir‖. [5] Se puede preferir por error, obrando por
ignorancia o falta de reflexión, sin tener que realizar moralmente mal
algo; o preferir por ceguera al valor.
El autor introduce una tercera categoría de importancia que concierne al
bien objetivo de la persona. No pertenece a un bien subjetivo sino que
es algo positivo por su misma naturaleza, que sabe reconocer la bondad
de la acción del otro y ser agradecido por ello. Introduce también el
tema del mal objetivo y el perdón como conceptos que atañen lo tratado.
Hildebrand propone el concepto socrático que versa en ―la orientación
objetiva que permite determinar el rango auténtico de un mal con
independencia de la cuestión de si causa placer o no‖. [6]
24. Lo bueno no debe verse como algo meramente subjetivo, agradable y
satisfactorio, pues cae en una postura hedonista; la integridad moral es un
bien objetivo para la persona, mucho más que la posesión de cualquier otro
bien. [7] Finaliza este capítulo haciendo una seria crítica a la ética actual:
―hemos visto que sabemos demasiado poco, especialmente desde el punto de
vista ético, cuando decimos solamente que toda voluntad se dirige a un bien.,
Lo que interesa es precisamente si la categoría de importancia que motiva ese
valor, el bien objetivo de la persona o lo sólo subjetivamente satisfactorio‖. [8]
Capítulo IV
El capítulo cuatro trata el tema de lo útil, donde el autor lo expresa no como
otra categoría en tanto a que la utilidad representa tan sólo un medio para
alcanzar un fin. Se entiende lo útil como un medio que posee superioridad
sobre otros medios, es una aptitud para alcanzar el fin.; es también una
fecundidad potencial para alcanzar uno y otros fines, un bien elemental para la
persona.
Capítulo V
En la siguiente sección se aborda muy brevemente la primacía del valor, aquí
Hildebrand equipara dos términos que para él son necesarios: ―la importancia
es tan fundamental como el ser‖ [9], pues encontrar el sentido y la importancia
del ser, constituye una pregunta fundamental filosófica. La importancia se
constituye como sinónimo del valor mismo, lo importante en sí mismo es
descubrir el valor autónomamente importante: ―¿cuál es la importancia
auténtica válida? La respuesta no puede ser otra que el valor‖. [10]
25. Capítulo VI
Finalizando con esta primera parte, Von Hildebrand concluye con el
capítulo en el que se aborda el papel del valor en la vida del hombre.
Dice que el valor se admite en todo momento, pues ―siempre que
consideramos una acción desde el punto de vista moral, presuponemos
el dato del valor de algo importante en sí mismo‖. [11] Sin este valor,
todo perdería sentido, no habría razón objetiva y nos separaríamos de la
felicidad. Debe aceptarse el concepto de valor para que la vida sea
significativa y soportable, para implicarse dentro de ella. Dios mismo
siempre incluye el concepto de valor, de lo importante en sí mismo.
[1] Dietrich Von Hildebrand, Ética, ediciones encuentro, Madrid, 1983, p. 33.
[2] Ibíd., p. 34.
[3] Ibíd., p. 41.
[4] Ibíd., p. 45.
[5] Ibíd., p. 51.
[6] Ibíd., p. 62.
[7] Ejemplos de vida en una integridad moral, que han preferido anteponerla a bienes superfluos, son Sócrates y Jesucristo, citados y loados por
el autor.
[8] Ibíd., p. 67.
[9] Ibíd., p. 77.
[8] Ibíd., p. 79.
[8] Ibíd., p. 80.
Bibliografía:
Von Hildebrand, Dietrich, Ética, ediciones encuentro, Juan José García Narro, Madrid, 1983, 462 pp. [33- 83].
26. INFLUENCIA
Von Hildebrand escribió muchas obras sobre la fe y la
moral del catolicismo, tales como Pureza y virginidad,
El matrimonio, Liturgia y personalidad y La
transformación en Cristo. Sus muchos escritos,
particularmente de temas religiosos, han ayudado a
muchos a abrazar la fe católica.
Muchos de las más importantes y originales obras
filosóficas de Von Hildebrand —entre ellas La ética,
¿Qué es filosofía?, La naturaleza del Amor, y Estética—
fueron escritas después de su llegada a América. A
través de sus numerosos escritos, Von Hildebrand ha
contribuido al desarrollo de un rico personalismo
cristiano, sobre todo por su énfasis en la trascendencia
de los seres humanos.
27. INFLUENCIA
A pesar de su preocupación por los
abusos que surgieron a la estela del
Concilio Vaticano II, el pensamiento de
von Hildebrand tuvo una marcada
influencia sobre algunos de los mejores
trabajos del Concilio, en particular su
profunda visión del misterio del
matrimonio y la sexualidad.
Muchos de los padres conciliares,
incluyendo al entonces cardenal Karol
Wojtyla, habían leído los escritos sobre
el matrimonio y la sexualidad de von
Hildebrand y fueron muy influidos por
ellos.
28. CRÍTICA
Algunos fenomenólogos afirman que Hildebrand no
sigue mucho el método fenomenológico
Para otros su orientación metafísica es escasa
Otros afirman que su definida orientación religiosa,
concretamente católica, le descalifica de antemano.
Pero para otros Hildebrand nunca dejó de ser un filósofo
y un cristiano: un filósofo de matriz fenomenológica, con
un decidido compromiso con la verdad de las cosas
mismas y con los problemas de su tiempo, y un creyente
a quien su fe impulsaba e iluminaba su razón, sin
sustituirla.
Su fe cristiana le dió la fortaleza para defender la verdad,
y su filosofía posee tesis auténticamente originales y una
claridad y un realismo poco comunes en el ámbito de la
ética fenomenológica.
Hildebrand es, junto con Husserl, Scheler y Hartmann,
uno de los autores fundamentales de la ética
fenomenológica de los valores; y al mismo tiempo, uno
de los personajes más comprometido en el gran debate
espiritual del siglo XX.
29. CONCLUSION
Es un considerado como uno de los
mas grandes exponentes del
pensamiento espiritual del siglo XX.
Es fiel defensor y seguidor de la Iglesia
Católica.
Sus libros y escritos son grandes
aportes para el ámbito de la ética y el
mundo de los valores.
Es fiel defensor de la persona Humana.
La veracidad y la belleza son los dos
componentes básicos de su filosofía.
30. Hildebrand es, junto con Husserl, Scheler y Hartmann,
uno de los autores fundamentales de la ética
fenomenológica de los valores; y al mismo tiempo, uno
de los personajes más comprometidos en el gran
debate espiritual del siglo XX.
31. Obras Literarias:
•Moralidad y Conocimiento ético de los Valores 1918
•Die Ehe – El Matrimonio (München 1929)
•Liturgia y Personalidad (Salzburg 1933)
•La Naturaleza del Amor, Pureza y virginidad,
•La Humanidad en la Encrucijada (1954)
•La metafísica de la Comunidad (1955)
•Nuestra Transformación en Cristo (1955)
•Etica Cristiana (1959)
•Moral auténtica y sus falsificaciones (1960)
•¿Que es la Filosofia? (1960)
•Etica Cristiana (1962)
•El Matrimonio (1965)
•Deformaciones y perversiones de la moral, (1967)
•El Caballo de Troya en la Ciudad de Dios (Regensburg 1968)
•Moral Actitudes (1969)
•La Encíclica «Humanae Vitae» signo de contradicción (1969)
•Santidad y virtud en el mundo, (1972)
•La verdadera educación cristiana(1972)
•La Viña Devastada (1973)
•Adoración de Idolos y adorar a Dios (1974)
•Memorias y ensayos al Nacionalismo 1933 - 1938
•El Corazón (junto con Alice Von Hildebrand)
32. Bibliografía consultada:
•Von Hildebrand, Dietrich, Ética, ediciones encuentro, Juan José García
Narro, Madrid, 1983, 462 pp. [33- 83].
•Dietrich Von Hildebrand, Ética, ediciones encuentro, Madrid, 1983, p.
33.
•http://www.infobiografias.com/biografia/21457/Dietrich-von-
Hildebrand.html
•http://es.wikipedia.org/wiki/Dietrich_von_Hildebrand
•Presentación realizada por Gerardo Viau, Guatemala 5/9/2012