El documento describe los corrales de comedias, que originalmente eran patios interiores de casas donde se levantaba un escenario al aire libre para representaciones teatrales. Carecían de techo y solo tenían un toldo para proteger del sol. El escenario tenía cortinas y corredores altos para vestuarios. El público se dividía entre los pobres, que veían de pie o en gradas, y los ricos, que alquilaban lunetas o habitaciones privadas llamadas aposentos y desvanes. El Corral de Comedias de Almagro