Esperar en Dios no es entregarse simplemente a ver qué pasa, no es sentarse en la silla de la pasividad porque no tenemos otra opción, sino es entrar en nuestro corazón en un lugar en el que lo hemos rendido todo y tenemos una completa confianza de que Dios tiene el control
Pablo dice: “Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo” (2 Co 2:9b)
Esperar en Dios quiere decir que hemos dejado a un lado esas cosas que nos irritan, que nos frustran, esas molestias por nuestras limitaciones y nuestra humanidad, y estamos en un lugar donde decimos “Señor estoy reposado en tu mano, y yo espero y confío en que voy a ver tu obra”
1. Mejor espera
Abel Méndez 6 Mayo 2018
. << Y ahora, Señor, ¿qué espero?
En ti está mi esperanza>> (Sal 39:7)
En Dios
2. 2
La autoridad de una madre
2
Vengador, mediador, juez justo, verdugo
3. 3
Maternidad en el judaísmo hoy
2
El judaísmo
actual es
“matrilineal”
En base a Dt
7:3-4, creen que
la madre
“transmite” el
alma judía al
niñoEl padre transmite“la tribu” y
la proyección en el judaísmo
4. 4
Isaías solo déjanos llevar tu
nombre (Is 4:1)
Desesperadas
por ser madre
Tamar se hace pasar por
prostituta ( Gn 38:15)
Las hijas de Lot: emborrachan a
su padre ( Gn 38:15)
5. 5
“Dame hijos o me
muero” (Gn 30:1)
Súplica de las estériles
Burla
Depresión
Súplica
Tristeza
humillación
Desesperación
7. 7
El propósito de Dios
Lo pequeño cobra valor
“Nada es imposible
para Dios” (Lc 1:37)
“lo vil del mundo y
lo menospreciado escogió
Dios, y lo que no es, para
deshacer lo que es”
(1 Co 1:28)
7
8. 8
Armas de madre
…. Entonces yo, Débora, me
levanté para defender
a Israel, como defiende
una madre a sus hijos.>>
(Jue 5:7)
14. 13
Dios obra lo
inesperado con Jefté
“Entonces el SEÑOR
envió a … a Jefté …,
y os libró de la
mano de vuestros
enemigos en derredor”
(1 S 12:11),
15. “Bástate mi gracia,
pues mi poder se
perfecciona en la
debilidad”
(2 Co 12:9)
…La debilidad da lugar a un estado
en el que se es dependiente de la fe
14
16. 14a
<<Dios nos invita a entrar en un
estado de fe, de expectativa
que alaba a Dios, que glorifica a
Dios, que le abre la puerta
a Dios para que actúe y se
manifieste en tu vida>>
Esperar en Dios
17. Esperar en Dios no es sentarse en
la silla de la pasividad
simplemente a ver qué pasa
15
18. 16
El regazo de una madre es la
imagen donde Dios quiere que
vivamos (Sal 131)
…puede reposar
…confía en quien
puede nutrirlo
… no tiene de
qué preocuparse
19. 16a
<<Por nada estéis afanosos; sino
sean conocidas vuestras peticiones
delante de Dios en toda oración y
ruego, con acción de gracias. Y la paz
de Dios que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros
corazones y vuestros entendimientos en
Cristo Jesús>>. Filipenses 4:6-7
20. 16a17
No se experimenta la paz de
Dios hasta que te sueltas
completamente en las manos
de Dios y decides confiar
Hoy es el día de la Madre, y vamos a hablar de madres e hijos
El papel que juega una una madre y el estrecho lazo que mantiene con sus hijos es un valor reconocido y valorado en todas las culturas del mundo
Existe entre ellos una conexión especial, porque todo hijo comienza físicamente como parte de su madre.
Las madres gozan de una autoridad especial sobre sus hijos, y ellos son conscientes de ello. Los niños juegan en el parque y cuando la situación se hace tensa y precisa solución urgente, surge la figura materna:
La madre propia como vengador: “se lo voy a decir a mi madre”
La madre del contrario como mediador y juez justo: “se lo voy a decir a tu madre” [usar solo si se sabe que se tiene “mucha” razón]
Si bien una persona puede nacionalizarse judía por varias razones desde un punto de vista legal, la religión judía solo lo considera como tal si es nacido de una madre judía.
Esto implica que la religión judía es “matrilineal”. Esto quiere decir que uno es judío solo si su madre lo es. Si un niño tiene un padre judío y una madre gentil, el niño tendrá que convertirse para que su “judaísmo” sea activado.
Esto es así porque en el judaísmo, lo que ocurre en el mundo físico tiene un paralelismo con el mundo espiritual.
Por lo tanto, piensan que la madre es la que transmite el alma al niño, y si ella no es judía, el alma que le transmite tampoco lo es.
Esta teoría se basa en una interpretación muy particular de Dt 7:3-4. El padre es que transmitía antiguamente la “tribu” y la “proyección”.
Actualmente, toda vez que se ha perdido el origen de cada persona y su asociación a una tribu, el padre es quien transmite la forma en la que se desarrolla su judaísmo.
Hasta este punto, reconoce el judaísmo, aún hoy, la relevancia de una madre
Ser madre en Israel, y en general en el mundo antiguo, era algo esencial y fundamental para las mujeres;
El profeta Isaías relata un escenario de escasez de hombres debido a las guerras donde siete mujeres se acercan a uno de los pocos hombres que quedan y le piden desesperadas un hijo. Nada más. Incluso renuncian a la obligación que tenía el marido de sostener a sus esposas
“Nuestro pan comeremos y con nuestra ropa nos vestiremos; tan sólo déjanos llevar tu nombre” (Is 4:1)
En otros lugares de la Escritura vemos a mujeres desesperadas por tener descendencia: Tamar llega a hacerse pasar por una prostituta para que su suegro Judá la deje embarazada, tras enviudar (Gn 38:15)
Las hijas de Lot llegaron a emborrachar a su padre para que pudiera darles un hijo una vez que sus maridos habían perecido. (Gn 19:32)
Las mujeres sufrían enormemente debido a la esterilidad, ya que creían que era una desgracia y que ellas mismas eran desagradables a ojos de Dios
Sin embargo, hay unas cuantas mujeres estériles que no se conforman a su condición, y que “luchan” contra ello. Que suplican a Dios y hacen los mayores esfuerzos por sus hijos que aún no tienen.
Raquel le dijo a Jacob: “Dame hijos, o si no, me muero” (Gn 30:1). Y cuando finalmente logra quedarse embarazada, respira aliviada: “Dios ha quitado mi afrenta (verguenza)” (Gn 30:23). Finalmente logra tener dos hijos, José y Benjamín, y muere dando a luz al segundo.
Ana. La segunda esposa de Elcana, Penina, se burlaba de Ana porque no podía tener hijos. Vemos en ella síntomas de depresión: “Por esto Penina, que era su rival, la molestaba y se burlaba de ella, humillándola porque el Señor la había hecho estéril... Y Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras? ¿por qué no comes? ¿y por qué está afligido tu corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos?” (1 S 1:6-7)
A Elisabeth, la esposa de Zacarías, la conocían en la aldea con el sobrenombre de “la estéril”. El ángel se lo revela a María: “También tu parienta Elisabet va a tener un hijo en su vejez; de hecho, la que decían que era estéril ya está en el sexto mes de embarazo. Porque para Dios no hay nada imposible.” (Lc 1:36-37)
Estas tres mujeres llegan a desesperarse: suplican a Dios, a sus maridos, sufren las crítica, lloran, no comen, su corazón está afligido, y cuando los hijos llegan, lo hacen ya tras muchos años de arrastrar esa condición. Todos esos años de sufrimiento no dejan de luchar.
5) Mujeres estériles instrumento de Dios
Encontramos en la Biblia ejemplos de grandes hombres de Dios que proceden de mujeres que eran estériles, en las que Dios hace un milagro:
Sara, esposa de Abraham, da a luz a Isaac con 91 años (Gn 21:6)
Rebeca, esposa de Isaac, madre de Jacob (Gn 25:21)
Raquel, esposa de Jacob, madre de José (Gn 30:22)
La esposa de Manoa, madre de Sansón (Jue 13:3)
Ana, esposa de Elcana, madre de Samuel (1 S 20)
Elisabeth, esposa de Zacarías, madre de Juan el Bautista (Lc 1:57)
Si tan importante era en el mundo antiguo la maternidad y causaba tanta ansiedad en las personas, ¿Por qué Dios escoge mujeres estériles?
Si les había de conceder este don de dar a luz hijos ilustres, ¿por qué no hacerlas fértiles desde el principio?
¿Por qué se destaca este hecho del ámbito personal en la Biblia si tenía connotaciones negativas?
7) El propósito de Dios
A estas mujeres estériles a las que Dios concede el milagro de darles un hijo, lo recibirían con gran ilusión y lo colmarían de todas las atenciones posibles, preparándolo para ser grandes hombres de Dios, pero no fueron escogidas solo por esto:
Dios tiene dos propósitos principales para escoger mujeres estériles para jugar un papel determinante en la historia sagrada:
Demostrar que no hay nada imposible para Él, como le revela el Ángel a María acerca de Elisabeth (Lc 1:37)
Enseñarnos que Dios no mira igual que el hombre y no juzga con el mismo criterio:
“(Dios) ha escogido lo sin importancia según el mundo, lo despreciable, lo que nada cuenta, para anular a quienes piensan que son algo” (1 Co 1:27. Traducción Biblia La Palabra Hispana).
“lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es” (1 Co 1:28, RV60)
Dios “rompe el protocolo” con estas mujeres estériles, y obra contra todo pronóstico.
Es una tónica en la Biblia: “lo pequeño cobra valor”. Dios quiere hacer de lo pequeño “algo grande”
Dios le condede “dignidad” y hace “importantes” a estas mujeres que “se sentían despreciadas”
8) Las armas de una madre: Débora
Otro ejemplo de Dios rompiendo moldes es en el caso de Débora
Débora fue juez sobre Israel en una época en la que “cada uno hacía como bien le parecía”.
Israel había entrado en la tierra prometida, pero había perdido identidad nacional: cada tribu actuaba con independencia de la otra, y sufrían el ataque de los pueblos vecinos. En este caso del rey de Canaán, quien los aterrorizaba y “había oprimido con crueldad por 20 años”
Entonces aparece Débora, una mujer que también era profetisa, y asume el liderazgo de la nación, algo totalmente inesperado e improbable para una mujer en la época:
<<los campesinos no podían cultivar sus tierras. Entonces yo, Débora, me levanté para defender a Israel, como defiende una madre a sus hijos.>> (Jue 5:7, versión Traducción en lenguaje actual: TLA)
Débora es sensible a la necesidad de Israel y no encuentra sosiego ante la injusticia, por lo que actúa con armas de madre: determinación y pasión, para vengar las afrentas a Israel, y volver el pueblo a Dios
Gracias a su labor, hubo paz 40 años (Jue 5:31)
Dios no llama al capaz por el hecho de serlo, sino que “capacita al que llama”, aún a pesar de que nadie lo entienda y humanamente no tenga ningún sentido
Con mucha frecuencia en la Biblia, Dios se sale de la casilla en la que lo hemos metido, y nos sorprende, porque no hay nada imposible para Dios.
9) Otro ejemplo de Madre: María
El caso de María es distinto al de las madres anteriores: ella no es que no pudiera tener hijos, sino que “no debía”, porque aún no estaba casada.
María recibe el anuncio del Ángel Gabriel, y acepta la voluntad de Dios sobre su persona, pero eso no impide que viviera en una ansiosa inquietud debido a si situación:
Nadie creía su relato
Su prometido, José, pensaba que lo había engañado con otro hombre, y planeaba abandonarla
Para verguenza, ya que su familia, amigos y vecinos pensaban que se había quedado embarazada antes de casarse
Se casó después de dar a luz
Por si fuera poco, a los dos años de nacer el niño, cuando la situación ya se había estabilizado, tiene que huír a Egipto para protegerlo al niño de Herodes (Mt 2:14)
Cuando Jesús tiene 12 años y no regresa a Galilea tras la fiesta de la Pascua, sino que se queda en el templo se angustia por tres días hasta que finalmente lo encuentra y le dice: “¿por qué nos has hecho esto?” (Lc 2:41-52).
Cuando Jesús es crucificado, no vemos a los piés de la cruz a sus hermanos o hermanas, pero no falta su madre (Jn 19:26).
La condición de Madre de María le hizo pasar por momentos de angustia, verguenza, desvelo, ansiedad y sufrimiento.
10) Lo que se espera de una madre
Sin embargo, nada de esto nos sorprende en exceso: es lo normal, es lo que se espera de una madre:
amor incondicional aunque no sea correspondido,
vela por sus hijos,
busca oportunidades para ellos,
nunca se rinde,
se siente bien pagada solo con saber que están bien.
(10a) Dios ha puesto este sentimiento de protección y entrega en las mujeres hacia sus hijos, y forma parte de su naturaleza femenina: La hija de Faraón, cuando se encuentra con un bebé de los hebreos en una cesta en el río, aún sabiendo que había orden de que todos murieran, y sin ser su madre, le dice a una matrona hebrea: “Lleva a este niño y críamelo, y yo te lo pagaré” (Ex 2:9)
Los hijos son los grandes beneficiados de la existencia de las madres.
11) Jefté, y una madre “inapropiada”
Sin embargo, y a pesar de que no son frecuentes, también hay malas madres, o a veces un hijo se tiene que criar sin madre
La historia de Jefté se describe en Jueces 11. El primer versículo de este capítulo nos cuenta la mitad de la historia:
“Jefté galaadita era esforzado y valeroso; era hijo de una mujer ramera, y el padre de Jefté era Galaad.” (Jue 11:1, RV)
Otras versiones dicen en lugar de “esforzaro y valiente”, “un guerrero valiente” (LBLA, NVI, DDH, etc). Se le ensalza, y al momento se le pone por los suelos “hijo de una ramera”.
El Targum (Biblia traducida al arameo), en lugar de ramera indica “posadera”, que desde antiguo se entiende como “concubina”. El historiador Judío Flavio Josefo del Siglo I piensa recoge un creencia en la época de que se trataba de una mujer gentil: una ismaelita.
12) Jefté es rechazado
En cualquier caso, ya fuera por ser prostituta o gentil, Jefté lo tenía complicado. Cuando muere su padre : sus hermanastros, hijos de la esposa de Jefté, no querían que heredara como primogénito, y llevado el caso a los ancianos le dan la razón a ellos.
Sus hermanos echan a Jefté de casa, y se ve obligado a “huir”. La palabra empleada en el original da a entender que debe marcharse apresuradamente, como temiendo que le hicieran maldad.
No era un hijo “ilegítimo” (Dt 23:2), porque no podría formar parte de la congregación de Israel , sino sí un hijo legítimo pero “inapropiado”, dado que su madre era gentil.
Jefté no ha hecho nada malo, pero quién es su madre, le marca como persona
Jefté es considerado “persona no grata”, y más adelante le reprocha a los ancianos “que le odiaron” (Jue 11:7)
Nadie apostaría por Jefté.
13) Dios se ocupa de Jefé
En su huida, Jefté se va a tierras de Tob, en Siria, al otro lado del Jordán, y allí se junta con hombres “ociosos”. En el original “vacíos”, “sin nada que perder”, y sale con ellos a buscar fortuna.
Es posible que lo hiciera igual que David; protegiendo a las gentes del campo de los ataques de bandas, a cambio de un sueldo. Otros sugieren que sería luchando con los amonitas
Esta experiencia le sirve para ganarse el respeto de la gente, adquirir destreza en la batalla, y convertirse su “escogido” para salvar al Pueblo
Los mismos ancianos que lo rechazan, le ofrecen ahora convertirse en su caudillo si los protege de los amonitas, que estaban amenazando su región.
Dios había trabajado el corazón de Jefté en el exilio, y lo había preparado para ser la persona “esforzada y valiente” que haría falta en un momento futuro para salvarguardar a su pueblo:
“Entonces el SEÑOR envió a Jerobaal, a Bedán, a Jefté y a Samuel, y os libró de la mano de vuestros enemigos en derredor, de manera que habitasteis con seguridad” (1 S 12:11),
En el libro de Hebreos, Jefté es contado entre los “héroes de la fe” (He 11:32)
Una persona despreciada por todos, que ha sufrido, se ha angustiado, ha tenido que huír dejando atrás su vida, teniendo que adoptar una vida donde la tónica era la violencia. Y todo este sufrimiento por causa de la condición de su madre
Nuevamente, Dios nos sorprende, y lo que parecía una desgracia, acaba convirtiéndose en instrumento de Dios para salvación de Israel.
14) La debilidad que da lugar a la fe
La historia de estas madres nos muestra un estado de desasosiego a causa de su maternidad
Mujeres estériles: Desesperación, súplica, crítica, sufrimiento, yanto, depresión (no comen), aflicción, burla.
Débora: no encuentra sosiego ante la injusticia
María: Verguenza, angustia, desvelo, ansiedad y sufrimiento
La madre de Jefté: tiene un hijo que tendrá que sufrir por su causa
Sin embargo, su debilidad, forma parte del Plan de Dios para su vidas, para la nación de Israel y juega un papel importante en la historia de la Salvación.
El Apostol Pablo se sentía débil debido a un aguijón en la carne. No sabemos a qué se refería. Muchos piensan que una enfermedad en la vista. Pide al Señor que le quite este aguijón hasta en tres ocasiones, y el Señor le contesta: 2Co 12:9 “Bástate mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad”
No se refiere a “mi debilidad”, sino a “la debilidad” en general, como algo universal, porque la debilidad da lugar a un estado en el que se es dependiente de la fe, ya que uno se reconoce incapaz.
Es en este estado de fe, cuando Dios, como en la historia de las mujeres, “rompe el protocolo”, “se sale de la casilla en la que lo hemos colocado” y actúa sorprendiéndonos a todos.
14a)
Dios invita, como a Pablo, a entrar en un estado de fe, de expectativa que alaba a Dios, que glorifica a Dios, que le abre la puerta a Dios para que actúe y se manifieste en tu vida.
Cuando las escrituras tratan de explicarnos cómo es vivir en una actitud de confianza, usan una frase: esperar en Dios.
15) Esperar en Dios
Esperar en Dios no es entregarse simplemente a ver qué pasa, no es sentarse en la silla de la pasividad porque no tenemos otra opción, sino es entrar en nuestro corazón en un lugar en el que lo hemos rendido todo y tenemos una completa confianza de que Dios tiene el control
Pablo dice: “Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo” (2 Co 2:9b)
Esperar en Dios quiere decir que hemos dejado a un lado esas cosas que nos irritan, que nos frustran, esas molestias por nuestras limitaciones y nuestra humanidad, y estamos en un lugar donde decimos “Señor estoy reposado en tu mano, y yo espero y confío en que voy a ver tu obra”
16) Esperar en Dios como un niño en el regazo de su madre
La imagen que sirve para escenificar el estado de “Espera en Dios” en la Bilbia se encuentra en el Salmo 131, y es la de una madre y un hijo que está reposado en su regazo porque está bien alimentado, porque está bien cuidado. Es la imagen de un ser que “puede reposar” porque sabe que hay alguien que tiene la capacidad de nutrirlo, tiene el corazón para cuidarlo, y por lo tanto no tiene que pensar o precuparse de nada más.
Esta imagen es la que Dios tiene para ilustrarnos dónde quiere que vivamos, y cómo quiere que vivamos.
Esperar en Dios o descansar en Dios es un estado del corazón dónde cada uno decide estar.
Esto no va a venir naturalmente: Todos tenemos retos que nos hacen pensar “qué voy a hacer, cómo va a terminar”. Esto es humano. Las mujeres que hemos estudiado se preocuparon, se angustiaron, trataron de buscar una salida vencer a las dificultades, dando lugar a un “estado de tensión nerviosa”.
Esperar en Dios no solo es difícil; a veces parece imposible: Queremos que las cosas sucedan en nuestro tiempo, según nuestros planes
La historia de las mujeres nos demuestra que su desesperación no fue lo esencial. No fue lo que movió a Dios a actuar: Dios tenía un plan, y no fue por su desesperación que decidió “romper el protocolo”, sino por su “gracia”.
16.a)
Estas historias están en la Biblia para enseñarnos esta lección.
nos invita a estar en un estado de “espera”. No una espera en el vacío, que no sabemos, en el futuro incierto, sino espera en los brazos de alguien que nos cuida, que nos ama como una madre ama a su bebé.
<<Por nada estéis afanosos; sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros entendimientos en Cristo Jesús>>. Filipenses 4:6-7
17) Invitación
Dios te invita hoy a que entres en ese lugar: en su regazo.
No se puede vivir la vida cristiana de otra manera.
No se experimenta la paz de Dios hasta que te sueltas completamente en las manos de Dios y decides confiar.
Es un estado del alma, un estado del corazón, y nosotros estamos invitados por la Escritura a entrar allí.
Aunque pienses que no te lo mereces, que te has equivocado demasiado, incluso aunque tengas dudas: Te invito a entregarte a Él y a esperar en Él; a que te dejes amar y cuidar por Dios como la mejor madre.
17.a)
Es una decisión personal, es donde cada uno decide estar, o no estar.
<<Y ahora, Señor, ¿qué espero? En ti está mi esperanza>> (Sal 37:9, LBLA)