1. Los extraños aventureros tras la
pista.
Ocurrió una vez en, un país muy, muy imaginario, a unos chico a los que
les gustaba irse de aventuras.
Una vez se internaron en un bosque en el que, después de andar varias
horas, llegaron a una mansión. Como se estaba haciendo de noche
pensaron en quedarse. Entraron para explorar la mansión, que parecía
abandonada, para ver donde dormir.
Después de inspeccionar un poco, llegaron a una habitación muy
oscura, solo iluminada un trozo por la luz de la luna llena. De repente
oyeron un ruido y, como por arte de magia, aparecieron dos ojos
amarillos que se iban acercando.
2.
3. La puerta se cerró de golpe y los ojos siguieron acercandose
silenciosamente, como si flotasen. Al fin los ojos llegaron al la luz y
pudieron ver como de la nada aparecía un gato negro. Suspiraron y la
tensión que se fue haciendo desde que entraron se rompió de golpe.
4.
5. Pero por desgracia no se dieron cuenta de que la verdadera amenaza
era un “monstruo” que les estaba espiando. Era un monstruo de esos
que si los ves dices:- “Te quiero mucho Mami, te quiero mucho Papi”
Era un monstruo enorme, con un montón de patas, una cosa así.
6.
7. Se fueron con el gato al cuarto en el que habían decidido dormir.
Una vez en la habitación se dispusieron a dormir pero no pudieron.
El monstruo les había acorralado.
El monstruo se les iba acercando lentamente. Debían hacer algo rápido.
De repente el fantasioso dio un paso adelante y hablo a la desesperada.
Después de un rato de conversación quedaron en que le irían a ver
todos los días, ya que el monstruo solo quería tener amigos.
Un día los amigos desaparecieron y nunca mas se supo de ellos, ya que
nunca regresaron de la mansión maldita.