El documento describe diferentes rasgos lingüísticos asociados con cuatro funciones del lenguaje: referencial, expresiva, conativa y fática. Para la función referencial se mencionan rasgos como el uso de verbos en modo indicativo, sustantivos concretos y adjetivos especificativos, y un registro formal. Para la función expresiva se señalan rasgos como el uso de la primera y segunda persona, adjetivos valorativos y un registro familiar. La función conativa se caracteriza por el uso del modo subjuntivo e imperativo, vocativos y variedad de registros. Finalmente, para

1. FUNCIONES
DEL
LENGUAJE

3. RASGOS LINGÜÍSTICOS
•Uso de verbos en modo
indicativo
•Redacción en 3ª p.s.
•Sustantivos concretos +
adjetivos especificativos
•Vocabulario claro,
preciso… tecnicismos
•Modalidad oracional
enunciativa
•Registro formal

4. RASGOS LINGÜÍSTICOS
•Uso de verbos en modo
indicativo y subjuntivo
•Uso de la1ª y 2ª persona
•Adjetivos valorativos
•Vocabulario connotativo
•Modalidad oracional
variada
•Registro familiar

5. RASGOS LINGÜÍSTICOS
•Uso de verbos en modo
subjuntivo e imperativo
•Uso de la 1ª y 2ª persona
•Modalidad oracional
exhortativa o imperativa
•Uso de vocativos
•Variedad de registros

6. RASGOS
LINGÜÍSTICOS
•Uso de
expresiones de
apertura y cierre
de textos
(SALUDOS/
DESPEDIDAS)
•Uso de
expresiones
burocráticas (A la
atención de…)

7. RASGOS
LINGÜÍSTICOS
•Los propios de la
función expresiva
(léxico connotativo , 1ª
y 2ª persona…)
•Uso de recursos
estilísticos

8. RASGOS LINGÜÍSTICOS
•Uso de recursos propios
de la función referencial

9. ACTIVIDADES
• AULA DE LETRAS
• EL TINGLADO

10. Sobre las dos de la tarde empezó la lluvia.
- ¡ Ay! –dijo Martina- igual no para.
- Algún día parará.
- Ya me figuro que algún día parará, so tonto. Digo, que igual no para mañana.
-¿Y qué pasa mañana?
- ¡Bah! No tengo ganas de hablar.
Pedro se echó a reír y descargó el saco en la carbonera. Estaba negro de
carbón, desde la frente a los dedos de los pies, que asomaban por las sandalias.
- Bueno, anda a ver a la señora.
Le tendió el papelito. Martina se secó las manos en el delantal y subió corriendo
la escalera.
- Señora, el carbonero.
La señora asomó detrás del paipay, con su remoto anuncio de tintorerías, año
1932, en rojo, globos y niño-niña de largos rizos. El ojo de porcelana azul de la
señora brillaba desconsideradamente en la masa de polvos blancos, y la onda
untuosa caída sobre la inexistente ceja depilada.